Don Pablo Acosta. Foto tomada del libro "Cien personajes y más del deporte Aragüeño" autor Carlos Cortez Mota. Junio/96. Pag. 80.
Por Oscar Carrasquel
Hoy quiero dedicar éstas remembranzas a un villacurano de excepción muy popular que todo el universo deportivo y publicitario conoció como Pablito Acosta... Recién nacido fue bautizado en la Iglesia San Luís Rey de Villa de Cura con el nombre de Pablo Emilio Acosta. Un hombre que siempre supo mantener viva la alegría, chistoso, sencillo y creativo. Desde muy joven supo elegir su camino, se fue a la ciudad de Maracay donde trabajó arduamente y luchó por el deporte con amor, le agradó la vida citadina y allí levantó una hermosa familia, pero sin olvidar su lar natal, al que quiso por los cuatro costados. Deportista a carta cabal y conocedor de todos sus recovecos.
Mientras discurrían sus años infantiles, las calles y los espacios de la Alameda villacurana lo vieron jugar pelota béisbol, usando guantes de lona y bates de tronco de guayabo, y jugar junto con sus compañeros la pelota sabanera en el campo abierto de “La Aduana”, a un lado de lo que es hoy la avenida Paradisi, lo que él mismo narraba en forma jocosa; Por supuesto, cuando eso La Villa era un pueblo pequeño iluminado por una planta eléctrica. Por ser un hombre de tanta rapidez y astucia, en el ámbito social y deportivo de la ciudad donde decidió vivir y soñar, adquirió de sus amistades el sobrenombre de “Vitamina” y lo celebraba lleno de sabiduría y humildad.
La última vez que se le vio rondar en Villa de Cura fue el 13 de mayo de 1996 (Día de la Madre) cuando él y sus familiares fueron invitados, con motivo de la conmemoración del 40 aniversario de fallecimiento de su hermano, el conocido deportista villacurano don Ramón María Acosta, evento que tuvo como escenario el estadio de béisbol que lleva su nombre de su hermano en la ciudad de Villa de Cura. En esta ocasión don Pedro Ezequiel González, siendo comisionado de Deporte del Distrito Zamora, ofreció frescas y emotivas palabras sumergido en los recuerdos. Se le entregó a Pablo Emilio en sus manos una placa, además de una pelota “Rawlins” para que consumara el primer lanzamiento de un juego a disputar aquella mañana dominical.
En el centro de flux, corbata y lentes oscuros don Pablo Acosta, y familiares, y don Pedro Ezequiel González. foto tomada por el dirigente Víctor Martínez R.
Pablo Emilio Acosta nació en esta Villa de Cura de gratas evocaciones el 17 de agosto de 1915, hijo de la villacurana doña Felicia Edmunda Acosta, fue su padre don Félix Coronado. Tres fueron sus hermanos: Ramón María Acosta, María Acosta de Sánchez y Dilia Acosta de Ledesma.
Siendo todavía un adolescente para ayudar al ingreso de la casa, sin cumplir la mayoría de edad, en la capital aragüeña desempeñó varios oficios, fue técnico electricista, dependiente del almacén del señor Manuel Zafrané; más tarde fue bodeguero. El acucioso joven trabajó muchos años en la firma industrial Telares de Maracay; pero su verdadera vocación fue como publicista; vendedor de anuncios para cine, radio y televisión, animador con micrófono en mano de espectáculos y fiestas.
Inició muy joven una radiante carrera como locutor de emisoras de radio, narrador de béisbol y otras competencias deportivas. Puso en la práctica como comentarista mantuvo un programa sobre el hipismo venezolano, los domingos desde el Hipódromo La Rinconada, por las ondas hertzianas de Radio Maracay.
La organización “Publicidad Acosta”, con una bonita fachada exterior fue una de las empresas publicitarias más conocidas en el centro de la ciudad de Maracay, fundada en la década de los años 50 por el señor Pablo Emilio Acosta, en la cual recibió a muchas personas y entidades deportivas de La Villa y otras localidades.
En resumidas cuentas, don Pablo Emilio Acosta frente a la Publicidad Acosta figuró en todo lo que tuviera que ver con la publicidad comercial, elaboración de pendones, banderines, confección y venta de artículos y uniformes deportivos. Cumplió labores dirigenciales en varias disciplinas deportivas; fue presidente de la Asociación de Softbol del Estado Aragua. Fue de los primero que tuvo participación en la fundación del equipo de béisbol profesional “Tigres de Aragua”. En aquellos difíciles tiempos don Pablo Acosta acompañó en parte a la alta dirigencia que presidió don Homero Díaz Osuna, cuando arrancó este equipo por primera vez en la LVBP.
En el aspecto deportivo Pablo Emilio Acosta siendo joven fue competidor en fútbol, atletismo, béisbol de ascenso, jugador de softbol “caliche” y posteriormente preparador físico de esta disciplina, donde según nos contó el dirigente Víctor Martínez R, se destacó como buen lanzador, por tener una característica muy particular para lanzar, se gozaba viéndole pinchar y por la velocidad que imprimía a sus lanzamientos.
Don Pablo Emilio desarrolló también una buena labor en el campo social, fue notoria su modesta contribución con el deporte menor, repartió solidaridad a organizaciones benéficas y religiosas como Fe y Alegría, y el Hospital Ortopédico Infantil, y también tendió su mano a todo el que pudo.
Nos satisfizo haberlo conocido de presentación en aquellos lejanos años, cuando hablamos con él parcamente en el lar nativo. Hoy rendimos tributo de recuerdo a este singular caballero de afectiva y amplia sonrisa, querendón de su tierra natal.
Su noble corazón dejó de latir a la edad de 82 años el 28 de junio de 1997, la comunidad y la familia deportiva aragüeña le rindió merecido homenaje de despedida, sus restos reposan el cementerio Metropolitano de Maracay.
En Villa de Cura y la ciudad de Maracay desde los tiempos de sus mocedades, entabló muchas amistades, por su donaire, amena conversación y don de gente. Cuenta su amigo fraterno René González Romero quien estuvo presente en sus exequias, que este hombre de gran valía y popularidad fue una distinguida figura de la vida social, cultural y deportiva de la región, sus amigos la mayor parte esta distribuidos en La Villa Maracay y otros pueblos..
Uno de lo que más conoce y ensayado sobre su trascendencia es el destacado periodista, escritor y locutor Carlos Cortez Mota, nativo de Maracay, en artículos de prensa y libros, guiado por su profesionalismo y un sentido de amistad que siempre mantuvo con el personaje.
Uno de lo que más conoce y ensayado sobre su trascendencia es el destacado periodista, escritor y locutor Carlos Cortez Mota, nativo de Maracay, en artículos de prensa y libros, guiado por su profesionalismo y un sentido de amistad que siempre mantuvo con el personaje.
Mis palabras de condolencia a sus familiares y amigos. (Q.E.P.D.).
La Villa de San Luis, julio 2020
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