Por Oscar Carrasquel
Antes que levante el sol
redoblando su pregón
pasa por el frente de casa
el vendedor de tostón.
Por el centro de La Villa
a la procesión de Santos
pasea su optimismo de maravilla
don Luìs Vallenilla
En el viejo barrio Las Tablitas
todo el mundo conoce
su sencilla labor.
Recostada al cuello
una gruesa petaca
y un pito de fiscal
apretado entre sus labios
Sale todos los días del barrio
contando los pasos
por el callejón del medio
¡TOSTONES…TOSTONES
LIGHT!
pasea su optimismo de maravilla
don Luìs Vallenilla
En el viejo barrio Las Tablitas
todo el mundo conoce
su sencilla labor.
Recostada al cuello
una gruesa petaca
y un pito de fiscal
apretado entre sus labios
Sale todos los días del barrio
contando los pasos
por el callejón del medio
¡TOSTONES…TOSTONES
LIGHT!
pregona con su voz romancera
Entregando un puñado
de dorados platanitos,
envueltos
en burbujas de papel celofán.
De gorra blanca deportiva
trajeado de chemise y bluyin,
como agua correntosa por un río
camina por la "acera de Régulo"
Prosigue sus pasos,
y en la sombra de la tarde
a lo largo de la calle
se oye el alegre resonar
de su pito de fiscal
Entregando un puñado
de dorados platanitos,
envueltos
en burbujas de papel celofán.
De gorra blanca deportiva
trajeado de chemise y bluyin,
como agua correntosa por un río
camina por la "acera de Régulo"
Prosigue sus pasos,
y en la sombra de la tarde
a lo largo de la calle
se oye el alegre resonar
de su pito de fiscal
.
En corto tiempo
regresa de la plaza Miranda
C
En corto tiempo
regresa de la plaza Miranda
después de la puesta del sol
lleno de optimismo
lleno de optimismo
rumiando su soledad.
La Villa de San Luìs, Viernes Santo, 2016
C
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