viernes, 22 de julio de 2022

LAS "CAIMANERAS" UN JUEGO RECREATIVO ASOCIADO CON LA DISCIPLINA DEL BÉISBOL

 



      Foto similar de una "caimanera" en el mítico terreno de La Aduana, tomada por Pedro Mirabal. Propiedad de Editorial Miranda

Por Oscar Carrasquel

 

En el béisbol podemos encontrar algunas variantes relacionadas con ese juego, tengo el gusto de recordar y comentar sobre lo viejo de ese pasatiempo de tanta diversión. Quizá muchos de los lectores fueron aficionados a las “caimaneras”, cuyo titulo viene de un partido con muchas incidencias, anécdotas, de muchas carreras anotadas, que daba tantas alegrías. Primero lo disfrutamos en los años 50 en el antiguo  campo de béisbol de La Aduana, y en los años siguientes se trasladaron al estadio Ramón María Acosta de Villa de Cura cuando no tenía cerca. Además de estos escenarios se jugaba también en cualquier terreno improvisado. No era necesario aprenderse un conjunto de reglas de memoria, o que fuera un pelotero consagrado para participar en esa competencia deportiva.

En la lejana década del 50  se improvisaban las llamadas “caimaneras” en Villa de Cura. Yo era juvenil en esa época. Me enseñaron a coime (cuidaba las apuestas). Existió  un grupo que fueron destacados beisbolistas en sus años jóvenes, que sabían los secretos del juego, eran hombres serios de trabajo, que se encontraban y formaban las partidas todas las tardes haciendo de la vida un momento placentero. Entre el grupo citado se encontraban  Pedro Ezequiel González, Albero "gato" Pérez, Inocencio Adames Barrios, Pablito Acosta,  "grillo" Álvarez, José Concepción Núñez, Luís Aquino, Gustavo Liendo, Ángel Castillo, Armando Corniel,   Manuel Luna,  Manuel Sánchez, Víctor Martínez y Rómulo Guerra, que tenía un carácter muy jovial y una sonrisa característica para todo, entre otros. El juego entre "caimanes" se extendió por muchas años después.

No se trata de pelota suave, al contrario muy aguerrido. De vieja data, dice la crónica caraqueña que las primeras "caimaneras" en Caracas se jugaron en la primera y segunda década del siglo xx. Las partidas se realizaban entre jugadores a nivel de cualquier categoría ante la notoria presencia de aficionados y familiares cercanos. Estos encuentros eran como una especie de compartir; el número de jugadores pueden ser nueve o menos por competidor. 

Como se recordará, se trata de partidos relámpagos, es decir que no duraban sino tres inning. Lo que sugiere que  se jugaban cinco o seis partidos cada tarde, hasta que oscurecía. Ciertamente muchas veces se originaban discusiones pero las escaramuzas era momentáneas. Unas de las particularidades de una "caimanera" es que  no se utilizaba manager, tampoco árbitros, no era preciso catcher, las sentencias la proporcionan los mismos jugadores, cerca de la verdad. Como era campo abierto los fanáticos de aglomeraban por la linea de tercera y de primera base...Imposible olvidar expresiones espontáneas y hasta incoherentes, aumentando el volumen de las voces. Se oían frases como estas:

                                     ¡Eso es out hasta en Pekín!

                                    ¡Tírale, estás esperando una fotografía!

                                 A los que jugaban mal los catalogan de "Chimbo"

                 Quién bateaba un flay al cuadro, le decían: deja esos globos pa¨ las fiestas

                                    !Mira, tu no bateas ni con una guitarra!

Siempre habían opiniones del público. Se apostaba dinero entre los integrantes de los equipos y el conjunto ganador se quedaba con el pote, lo suficiente para comprar refrescos y una caja de polarcitas, las cuales venían en cajas de cartón y valían 13 bolívares de aquellos. Estos eventos se hicieron tan populares que se jugaba en todos los parques de Venezuela..Se cuenta que los peloteros profesionales fuera de temporada los organizaban para la distracción de ellos y sus familiares. 

Los muchachos de las cuadras comprendidas en el barrio Las Tablitas jugaban estupendamente "caimaneras" en la calle y en los patios con pelotas de goma. Uno de los más entusiasta organizadores de de estos eventos fue Gerardo Barrios junto con Víctor Martínez.

Cuento que la última "caimanera" que yo tuve la oportunidad de presenciar fue entre jugadores profesionale, en una match en el estadio "Juan del Cerro Tovar", en Araure, estado Portuguesa. un domingo en la mañana. Entre exjugadores del "Pastora de los Llanos". La barra estaba full de aficionados, periodistas, dirigentes y familiares de los jugadores.

Pensamos que las tradicionales “caimaneras” de béisbol dejaron de existir en el "Ramón María Acosta" hacia los años 60, fueron sus últimos días en este terreno y en otros sitios. Una de las causas pudiera ser el elevado costo de los implementos, tales como bates, guantes y pelotas. Hoy en día la realidad que vivimos es otra. En Villa de Cura  se ha dejado de nombrar y de jugar el familiar juego de  "Caimaneras". No saben las nuevas generaciones de lo que se perdieron,

Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis, julio 2022





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