LA GALA DE LE TU TU DE AYER
Oscar Carrasquel
No había ni un clarito
Se llenó el TOM
Lo soñé, lo anuncié, lo vivimos
Rostros bellos
como vírgenes
danzando en los altares,
homenajeando.
Bastó el instante, una melodía
y escribir un poema para alegrarnos.
En el arrullo majestuoso de la tarde
se oyeron muchos
aplausos
como rugidos del viento.
Mientras el oleaje
y la marea crecía, florecía.
Miradas altivas
percibiendo el aliento largo
Cómo arroz de primera cosecha
Como amor de primera vez.
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