Por Oscar Carrasquel
Al comenzar nos cuenta que su vocación comienza desde que era un niño de
edad escolar y a lo mucho que contribuyó el apoyo de sus progenitores. También
recuerda que sus maestros de primaria le dieron confianza para colaborar en el
periódico mural de su aula. Y reconoce que algunos de sus dibujos a mano alzada
lo hizo para la cartelera de su escuela.
Su primera escuela fue con un Maestro que ya está durmiendo el sueño
eterno, uno que derrochaba arte por todas partes, el profesor Orlando
Aristigueta, pintor y muralista el que pintaba un mural aguantando soles en
cualquier vieja esquina de nuestro pueblo, llegó de la ciudad de Caracas y Villa de Cura lo acunó en su seno para regar
su talento artístico por toda la ciudad y fue el que le brindó los primeros
conocimientos en el arte, lo enseñó a trazar y a dibujar. Por esta razón nos
confiesa sus deseos de auspiciar un homenaje póstumo a este gran pintor
caraqueño, el padre de nuestro común amigo Luís Felipe Fuenmayor. Sus cenizas
reposan en el cementerio del Valle de Tucutunemo.
Para José Moisés, en todos los movimientos de su vida está iluminado y acompañado
por Dios. Dice que su primer retrato fue de dimensión estándar en papel bond tamaño carta del artista venezolano Simón Díaz. El trabajo realizado a la entrada de la Galería
RQ, fue un regalo en homenaje a su amigo y maestro, el cual ha causado mucha expectativa
y le ha granjeado popularidad.
A nuestro blog se han dirigido algunos escritores elogiando su desempeño, a raíz de una reseña que hicimos anteriormente. El cual fue una iniciativa suya en honor a la grandeza de esa gran personalidad que fue el Maestro Rolando Quero. En su memoria le quedó grabado el recuerdo ameno del protector de sus pinceladas. Comenzó con Rolando compartiendo saberes cuando estaba en su auge la pandemia del Covid19. Un año más o menos fue la experiencia con el Maestro Quero. Observa con sentimiento de preocupación el inmenso dolor que le produjo la inesperada partida de este mundo terrenal. No solo maestro en el arte pictórico, también lo fue de la vida, porque lo aconsejaba y lo guió en el camino maravilloso de la cultura a través de la pintura.
Por supuesto, el mural en cuanto a realización y ubicación, contó con la anuencia del núcleo de la familia Quero. De Carlos, Miriam, Zulay. Magda y Alma, quienes le dieron el visto bueno y decidido apoyo, además del aliciente y las muestras de cariño hacia el muchacho. Igualmente la valoración de la señora Nieves Rojas de Ávila, la madrina de Rolando. Qué bueno es recordar lo bello del pasado cuando esta casa fue asiento de la longeva bodega de don Carlos Emilio Quero, aferrado todos los días de la semana a su trabajo.
José Moisés Sumoza se encuentra actualmente muy
animado por el mural que ha llamado
bastante la atención en la pared de la Galería RQ. La verdad es que no escatimó esfuerzo.
Conocimos de su autor que esta obra mide 2.50 x 3.50 metros
(aproximadamente). En resumen de cuenta de acuerdo a nuestra indagación, para
poder lograr este objetivo le llevo aproximadamente 65 horas en el lapso de 12
días. Comenzó a trazar el boceto, sus líneas y círculos el 2 de octubre y lo
terminó el viernes 14 de octubre. Su enemigo principal fueron los cambios
climáticos producto de las lluvias que cayeron esos días, y además, el ardiente
sol que a veces acuchilla por aquí, por esta razón en varias oportunidades
debió de suspender dicho trabajo.
No podemos dejar de mencionar los pequeños detalles. Sumoza nos cuenta que,
empezando la obra, hubo gente que dirigían sus pasos por la acera o en carro y
le decían que si estaba loco, cuando lo veían allí de pié frente al dibujo.
Solo los sensibles alcanzaban a entender.
Este joven artista villacurano, sencillo y de palabra fácil, lo trajo al
mundo una villacurana la señora Guillermina Medina, su padre es un hombre de fe
que se llama José Aníbal Sumoza. José Moisés nació de esta unión el 20 de
octubre de 2002. Es el menor de tres hermanos, Anaís, José Gerardo y Enmanuelsky.
Habita el grupo familiar una modesta casa que muchas veces la visita la brisa ubicada
en la calle 5 de Julio casa número A-4 del barrio Los Colorados, en el centro
oeste de Villa de Cura municipio Zamora
estado Aragua
José Moisés comenzó el preescolar en la UE Teresa Carreño, los primeros
grados en firme los estudió en la Escuela Juan Antonio Pérez Bonalde y los
concluyó en los Niños Cantores; buena letra, ortografía, urbanidad, cívica y
todas esas cosas que también se aprenden en la casa de los padres, y su solícita
madre que nunca lo deja de encomendar a Dios en sus oraciones.
Obtuvo el grado de bachiller en la Escuela de Niños Cantores de Villa de
Cura en el sector Carrizalito. Actualmente cursa el 6to semestre de la carrera
de Informática en la Universidad Rómulo Gallegos en San Juan de los Morros.
Simultáneamente se mantiene trabajando en su propio cuarto/taller. Uno de sus
proyectos futuros es que le gustaría ser inspirador, enseñar y trasmitir sus
conocimientos a los que vienen detrás en beneficio de la cultura de nuestro
pueblo.
Unos cuantos años se dedicó al estudio de la música, aprendió las
primeras notas musicales, teoría y solfeo en los salones de música de los Niños
Cantores donde salió diplomado en el arte musical como pianista. En la Escuela de Música Ángel Briceño también recibió notables estudios
musicales. Sabe tocar flauta dulce, ejecuta también el violín. En la vida se instruyó por su cuenta a la
ejecución de la guitarra española y el cuatro.
Por los momentos se ampara en los trabajos que realiza en su pequeño cuarto/taller,
igualmente en contacto permanente con sus colegas pintores de aquí y de afuera,
dibujando y pintando en un cuarto de su
casa y compartiendo la felicidad de un hogar lleno de colores junto con su
familia, sin olvidar las satisfacciones que aún en la flor de la vida le ha
brindado su arte, y pendiente del camino que le falta por recorrer.
Agradecimiento:
Profesora María Teresa Fuenmayor por su fresca información
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