lunes, 14 de noviembre de 2022

EL CORRALÓN... “CINE DEL AYER QUE HOY VUELVES DEL OLVIDO”, .

 


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"Cine que hoy vuelves del olvido"Imagen tomada del facebook del escritor Leonardo Nazoa


                                                                 Por Oscar Carrasquel

Hemos tomado para el título  de esta crónica unos hermosos verso de la autoría del poeta Vinicio Jaén Landa. 

Como es sabido la historia del cine en nuestro país tiene su génesis a finales del siglo XIX, las primeras películas fueron proyectadas (no en Caracas) sino en la ciudad de Maracaibo hacia 1896. Villa de Cura está ligada increíblemente con la cinematografía en Venezuela. Pues bien, la creación de esta sala se llamó al principio Cine Apolo, conocido posteriormente como Cine El Corralón, no solo fue la primera sala de cine de Villa de Cura, sino también una de las primeras en proyectar películas sonoras en la Venezuela del siglo XX.

Por cierto,  un cineasta villacurano que se llamó Edgar Jair Anzola, nacido en La Villa de San Luís en 1893 y fallecido en Caracas en 1981, entre sus múltiples facetas, fue precursor del cine en Venezuela. La historia contada en una crónica por Leonardo Nazoa,, profesor universitario, a quien tuve la oportunidad de conocer, me lo presentó el  profesor Oldman Botello, Edgar Anzola sería uno de los nietos de don Eligio Arocha, aquel pionero de la industria cinematográfica a quien en esta oportunidad venimos a recordar.

El escritor, metido entre la misma familia, nos indica a través de la crónica que, esta sala de cine comienza a proyectar las primeras peliculas hacia 1916, proyectando películas silentes, sin sonido. El Corralón proyectó muchas películas mudas de Charles Chaplin y Laurel y Hardy, que ni siquiera pronunciaban palabras para hacer reír a la audiencia. Es bueno saber que dichas proyecciones eran acompañadas por bella música en vivo, por una orquesta dirigida por el director musical don Víctor Ángel Hernández, nativo de Cagua, y el otro fue  el maestro Francisco Hernández, villacurano...

El crédito de su fundación recae en la figura de un comerciante nacido en esta tierra villacurana don Eligió Julio Arocha, nacido en 1889. El apellido Arocha está diseminado en Villa de Cura. La idea surge de su hermano, un hombre de ejemplar vida llamado Don Luis Arocha Rodríguez, que fue tío de los hermanos Arocha Rodriguez. Don Román González, de Guigue fue el socio contribuidor con recursos económicos a la novel empresa. Cuarenta años estuvo al frente don Eligió en esta sala de cine, falleció en la misma tierra que lo vio nacer en 1978, bajo profunda pena familiar y de sus cuantiosos amigos..

 

                                      Don Eligio Arocha pionero del cine en Venezuela

La sala tuvo una duración desde los inicios de los años 20, hasta los años 50, cuando sus puertas se cerraron.  En 1959 renació con el nombre de "Cine Central", adquirido por el empresario y pianista  don Emilio Guevara, quien fue su continuador hasta el final de sus días..

Don Eligio Arocha tenía una pequeña tienda de mercadería, golosinas y artículos escolares  en las inmediaciones ubicado el local a la derecha de la taquilla. En una mirada retrospectiva recuerdo que solía ver a mis amigos  Joaquín Morillo y Julio Morillo, hijos de don Eligio Arocha. El edificio estaba situado en la calle Real a escasos 50 metros de la Plaza Miranda, en los años 80 fue derribado el edificio; en su lugar hoy se encuentra erigido un centro comercial con un supermercado de chinos.

El 1ro de mayo de 1921, como se puede leer en el facsímil publicado por el señor Leonardo Nazoa, presenta en la pantalla una película filmada en Italia en 1915, una obra del  actor, humorista y director italiano Eleuterio Rodolfi, titulado “Rodolfi Sherlock Holmes”. 

La edificación era un galpón grande. El ambiente para el publico tenía tres localidades  con nombre muy peculiares: “Numerado”, ubicado en medio de la sala en donde se sentaba la gente en butacas;  “Orquesta” al lado derecho con sillas de madera pulida. Falta por nombrar la popular "Galería", con bancos de cemento sin espaldar, le pusieron " el gallinero" de sobrenombre, porque eran capaces de decir unas palabrotas y de armar la "samplabera"  cuando se reventaba la cinta. Una señora, no recuerdo el nombre, era la encargada el día siguiente de la limpieza. El cine daba una función llamada “popular” los martes, por un modesto precio y se llenaba la sala. Las porteras que conocimos en los años 50 fueron dos jóvenes, Hilda Älvarez y la Negra Morgado. 

En año 1927 es cuando comienza el cine sonoro en  Venezuela.  El Corralón recibe películas del Oeste americano producciones de la Metro Goldwyn Mayer, películas de suspenso;  filmes de México con la diva María Félix  y exóticas bailarinas. Las cintas argentinas con Carlos Gardel. Recuerdo también las películas de Cantinflas y las chinas con  Bruce Lee como protagonista. 

Como era tipico en ese tiempo, dentro de un saco de fardo los ancianos autobuses que iban con pasajeros para Valle de La Pascua, traían los carretes de películas. Posteriormente eran transportados por los señores Paco Villalobos y Rafael Exime, que viajaban diariamente llevando pasajeros de La Villa a Caracas, y viceversa..

Además, en esta sala se presentaron varias obras en vivo de corte dramático, con actores agrupados en una compañía teatral de Villa de Cura denominada “Centro Cultural Antonio Saavedra”; el elenco lo integraban, Josefina Caracas, Ana Isabel Domínguez, .Ignacia Terán,  Pedro Raffeca, Ramón María Acosta, Agustín Muñoz, Luisa Alcubilla, Lourdes Aponte,  Antonio Martínez Santaella, Críspulo Gallo y otros; bajo la acertada dirección de la señorita Sofía Rodríguez y el poeta y locutor Vinicio Jaén Landa, que también fue actor. Muchas veladas se dieron en este escenario del cine El Corralón. Podían ser visto titiriteros; excelentes intérpretes de boleros, tangueros,  cantantes de música mexicana y guitarristas .El anciano piano marca "Excelsior" que acompañó a estos actores  descansa en el Museo de Tradición Inocencio Utrera de La Villa..

Así fueron transcurriendo los años. Fue una escena desagradable presenciar la demolición del caserón del primer cine de la ciudad,  ningún ente en el ámbito de sus atribuciones tuvo que ver por preservar este portento histórico villacurano. No hay información a dónde fueron a tener sus grandes proyectores, donde estaba la lucha y pasión de sus fundadores, que ya no están, pero siguen vivos en la memoria colectiva. 

Yo pasaba con un amigo por el frente de la vieja casona, cuando veo a unos obreros que montaban los escombros en un camión, libros, papeles,  botellas vacías, pedazos de tela y madera de la pantalla..El camión llevaba la foto de Clint Eastwood y una zapatilla de Ingrid Bergman..Volteo la mirada y veo en el piso .la imagen fotográfica  de Rita Hayworth..  

Sobre la vida propiamente de este cine  existen documentos. De la historia de esta vieja sala de cine, de su anecdotario, no es todo lo que hemos escrito, hay mucho más por conocer y relatar. 

Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis, Tricentenaria

Reportero  gráfico y trabajo de laboratorio Ramón Alfredo Corniel.











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