Por Oscar Carrasquel
Oscar Carrasquel
Tu rostro refleja ahora
Quedó horro
De tus valles
Tu rostro refleja ahora
una tristeza popeyesca
con un semblante pálido
con un semblante pálido
de mastrantal reseco
Se murieron las aguas
Se murieron las aguas
de la madre vieja de tu río
que entre barrancos y bambúes
que entre barrancos y bambúes
discurría
Quedó horro
el vientre de tu suelo
que muchos frutos paría
Ya los mesones
en tus humildes rancherías
no despiden olor a Noche Buena
Se escapó el frenesí,
el néctar embriagoso
de los gajos de uva
que muchos frutos paría
Ya los mesones
en tus humildes rancherías
no despiden olor a Noche Buena
Se escapó el frenesí,
el néctar embriagoso
de los gajos de uva
(blanca y morada)
Se marcharon de la mesa
Se marcharon de la mesa
EL pernil y las hallacas
El asado negro
El tocino frito,
El pan de jamón
El pan de jamón
De tus valles
emigraron las tatas
de turbante en la cabeza
y sonrisa tierna
Las ubres de la vacada
y sonrisa tierna
Las ubres de la vacada
ya no destilan
el zumo blanco de las tetillas
Solo queda
el zumo blanco de las tetillas
Solo queda
el rocío de los veranos,
y el ronquido del viento
en tu garganta de soprano
De niño anduve
recorriendo tus prados,
tus caminos,
y tus altivas montañas
Puedo decir
que fui adalid
bajo tu cielo claro-oscuro
en la senda
y el ronquido del viento
en tu garganta de soprano
De niño anduve
recorriendo tus prados,
tus caminos,
y tus altivas montañas
Puedo decir
que fui adalid
bajo tu cielo claro-oscuro
en la senda
de muchos calendarios..
Oscar Carrasquel, La Villa de San Luis, 24-12- 2017
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