EL OTRO ROSTRO DE LA LUNA
Oscar Carrasquel
A media noche
me puse a observar a la Luna
cambiando de rumbo su contemplación
como llorosa cuando la tristeza agobia
Sin mostrar entre sus labios
ni una leve sonrisa.
Detenida la mirada
en su espacio sideral.
Sus ojos radiantes,
cada uno con la tenue luz
de una flor entreabierta
Resurge un silencio arcano
de media noche,
Los ojos recorren paisajes
solo por ellos conocidos,
Irradian una luminosidad
envueltos en un manto de congoja.
Camina sobre el cauce
de un cielo sin estrellas,
los espío con mis ojos temblorosos
sin querer apartarme de su azul.
Aprovecho los vapores de luces
que me brinda la primera aurora
para contemplar la mitad de su rostro
cambiando de rumbo su contemplación
como llorosa cuando la tristeza agobia
Sin mostrar entre sus labios
ni una leve sonrisa.
Detenida la mirada
en su espacio sideral.
Sus ojos radiantes,
cada uno con la tenue luz
de una flor entreabierta
Resurge un silencio arcano
de media noche,
Los ojos recorren paisajes
solo por ellos conocidos,
Irradian una luminosidad
envueltos en un manto de congoja.
Camina sobre el cauce
de un cielo sin estrellas,
los espío con mis ojos temblorosos
sin querer apartarme de su azul.
Aprovecho los vapores de luces
que me brinda la primera aurora
para contemplar la mitad de su rostro
como una playa vacía.
Valencia, primer día de enero 2017
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