Foto colección Ramón Alfredo Corniel
EL RELOJ PARROQUIAL
Oscar Carrasquel
Allí está, yerto
Sus manecillas
Marchaban a tientas
Mirándose una a la otra
Hasta que su minúscula máquina
Se quedó muda.
Hace años dejó de dar
Su tic tac quejumbroso
hora tras hora sin cesar
Repetido
un minuto después
por el secundario.
Hoy recuerdo
Su vieja existencia
Marcaba mis horas
de banquero guardián
Mis horas de insomnio
Ya cayó, se detuvo,
de una vez por todas
como molino abandonado.
Pareciera que se paró
a contemplar el Sol.
La Villa de San Luis, 16/05/2023
No hay comentarios:
Publicar un comentario