José AlÏ Moleiro foto colección Rafael Moleiro, sobrino.
Por Oscar Carrasquel
José Alí Moleiro vivió en Villa de Cura. Para tristeza de sus amigos que le apreciamos y luto para la
cultura y canta criolla en general se marchó de la vida terrenal don José Alí
Moleiro. La primicia tempranera, sin comprender, nos las proporcionó en esa
oportunidad el profesor Antonio Cabanillas, Cronista Oficial del Municipio
Zamora. Moleiro siendo joven vivió aproximadamente veinte años radicado en
Villa de Cura.
Su amor por la profesión de maestro de escuela, la poesía y
el folclor venezolano le nacen prácticamente desde su niñez, durante sus
andanzas allá en el llano adentro. Conocimos
al apasionado joven José Alí a la edad de 16 años y nos hicimos amigos
en La Villa de San Luis, municipio Zamora del estado Aragua, donde nos acompañó
dos décadas recorriendo la campiña.
Su madre doña Carmen Moleiro teniendo como norte la esperanza decidió salir de su
natal Zaraza y se radica en Villa de
Cura.. Pero fue conocida en todo el sector de
Las Tablitas como “Doña Carmelina”, una mujer humilde, servicial como toda
mujer llanera, de palabra alegre y sincera. José Alí fue el segundo de
cinco hermanos, los restantes fueron:
Juan Rafael (fallecido), José Jesús, Belén y Francelina Moleiro.
El grupo familiar se estableció en Villa de Cura en la calle Comercio frente al cementerio municipal. José Alí fue de temperamento sencillo, afable, inteligente. Se graduó de Maestro Normalista y ejerció la profesión en el Centro de Reorientación "José Damián Ramírez Labrador" en San Juan de Los Morros, estado Guárico. En el aula se caracterizó por ser un educador de carácter muy estricto, pero era para motivar. También fue maestro de aula en la Escuela Básica "Tacasuruma" de San Francisco de Asís, municipio Zamora. Igualmente ejerció el magisterio en una escuela pública de Turmero municipio Mariño, Aragua.
José Alí Moleiro era
nativo de Zaraza, capital del municipio Pedro Zaraza, estado Guárico, nació el
20 de marzo de 1940. Inteligente, llano, amó su profesión de educador, aficionado al juego de pelota béisbol desde
la sabana tipo "caimaneras", además de las excursiones a los ríos que
inventábamos los días domingo y en períodos de vacaciones escolares entre Villa
de Cura y San Juan de los Morros. Tenía una voz un poco ronca, de tono fuerte,
le gustaba cantar aunque fuera a la capela para elevar el espíritu.
Comenzó como narrador y comentarista de béisbol en Villa de
Cura, trasmitiendo desde de la zona de
cabina del estadio Ramón María Acosta, cuando no estaba cercado el parque.
Formó parte de un equipo de narración y comentaristas deportivos encabezado por
don Pedro Ezequiel González, Víctor Córdova, Manuel Sánchez, Eladio Piñango,
Eleazar Rodríguez, y Francisco Matute Padrón. Quizá por conexión en el medio radial llegó a ser conocido del experto musicalizador
Miguel Delgado González, del locutor Bernardo González, Bernardo José Rivas y
Henry Älvarez.
Se aficionó por el juego de béisbol pero entendió que eso no
eran sus verdaderos planes. Hubo un momento que tuvo que guindar el guante y el uniforme. El
micrófono era lo que más le llamaba la atención y lo que desarrollaría más
tarde en el transcurso del tiempo. Sus sentimientos siempre estuvieron
encerrados en dos pasiones: la docencia
y la radiodifusión.
Moleiro en el fondo de su corazón contó con el afecto de sus compañeros de la
peña de la plaza Miranda y del estadio en Villa de Cura, Víctor González
Hernández “Victorino”, Rafael Pasquier, Víctor Martínez, Nerio López, Anseris
Quintana, Marcelino Blanco, Pedro
González Romero, Orlando Pérez Lara, Miguel Ceballos Soto, René González
Romero, Peruchito González, Oscar Carrasquel, y otros más.
José Alí Moleiro fue un hombre que se fajó duro en la vida
hasta llegar a la vejez. Contrajo matrimonio
con la villacurana Enma Martínez de Moleiro, de aquellas mujeres que uno llama "esposa y madre sin
par a la vez", quien se marchó primero y en el cielo lo espera. Esta
pareja procreó tres hijos.
El día menos pensado del año 1967 decidió emprender mudanza con su familia a proseguir su
contacto con el arte de enseñar y la práctica de la docencia, aun no se había
recibido como locutor. En la ciudad de Maturín, Municipio Acosta del estado
Monagas fue primero maestro de salón y luego director de un Instituto de
menores dependiente del CVN... En una
Academia de Maturín obtiene el Certificado
de Locutor 6355 de la República de Venezuela (así se llamaba antes). Fue
en la capital del estado Monagas donde
comienza a resaltar su papel de comunicador radiofónico en Radio Monagas 960 AM, con una gran trayectoria
y expansión en el oriente.
Fue un hombre optimista toda su vida alejado de las tristezas. Entendió también
que cuando se elige la profesión de locutor y la hermosa tarea de hacer radio,
no es fácil escaparse de su seducción. Ciertamente los mejores años se los
dedicó a la radio. Uno de sus hijos trasciende también como locutor, productor y animador en el
estado Monagas, se llama Moisés Alí Moleiro Martínez.
José Alí Moleiro en su más fructífera etapa de su vida pudo
resaltar sus cualidades de animador y productor de radio y en programas
criollos de la televisión venezolana. En Radio Monagas llegó a crear y conducir
dos programas hermanados con la música del llano titulado “Buenos días
Venezuela” y el otro “Venezuela Criollísima”. Según noticia de prensa tres
décadas y media estuvo ligado a Radio Monagas. A la par era contratado para
animar competencias de toros coleados, reuniones sociales y actos públicos de
envergadura. José Alí fue adoptado por aquellas tierras bañadas por el río
Guarapiche como uno de los hijos predilectos de Monagas. Adquirió por lo
fructífero de su talento la definición en
todo el territorio nacional de”El Decano del Folclore”.
Además de su obra creadora en la radio fue compositor de
música llanera. Los temas de su producción fueron grabados por Carlos Rondón, Reyna Lucero y Raúl González, y otros
intérpretes de renombre. De su memoria brotaban coplas y metáforas como crece
el mastranto en la sabana.
Los méritos de José Alí Moleiro fueron reconocidos y
premiados nacionalmente con la “Orden Samán de Güere de Oro” (Turmero), “Sol de
Oriente” (Cumaná), “Orinoco de Oro” (Ciudad Guayana”; “Coleador de Oro”
(Maracay), “Orituco de Oro” (Altagracia de Orituco); “Guayana de Oro” (Puerto
Ordaz); “Campesino de Oro” (San Carlos, Cojedes); “Cimarrón de Oro” (Puerto
Ayacucho). Fue galardonado en dos oportunidades como “Voz del Oro del Folklore
Venezolano” en Maracay, capital del estado Aragua.
José Alí era una fija contratado para animar los festivales de música llanera
más emblemáticos conocidos en Venezuela, tales como “Panoja de Oro”,
“Florentino de Oro”, “Festival
Internacional El Silbón”; con experiencia también animando festivales de la
canción llanera en la vecina República
de Colombia. Un animador que haya participado en más festivales de música llanera
como José Luís Moleiro no hay hasta la fecha.
Fructífera fue la vida de José Alí Moleiro, era de todas
estas cosas que acabo de mencionar, y mucho más, que no logramos enumerar todas
porque la mayor parte de su vida lo
vivió en el Estado Monagas, y por nuestro trashumante manera de vivir
perdimos el contacto personal con él. La última vez que lo vi fue en Puerto
Ayacucho cuando fue homenajeado en el Festival de Música Llanera "EL
Cimarrón de Oro”. En esa ocasión me dijo con palabras amables y emotivas que
nunca olvidó a Villa de Cura; obviamente por sus múltiples compromisos visitaba
poco nuestra ciudad.
En Villa de Cura le sobreviven tres hermanos y sobrinos, nuestro amigo y barbero de oficio Rafael Moleiro, entre ellos. Figúrense que tres meses antes de su partida, fue declarado por el MPPC como “Patrimonio Cultural Viviente del Estado Monagas”.
José Alí Moleiro Falleció en la
ciudad de Maturín el 29 de enero de 2021. Hubo fiesta de música llanera en el
cielo para su recibimiento y en el llano se corrió como pólvora la noticia. Fue ampliamente difundida por las
redes sociales; en las emisoras de Monagas, en todo el país y los medios de
comunicación escrita en el diario “El Periódico” de Maturín y el diario “Ultimas
Noticias” de Caracas, lo único que queda. En muchos sectores culturales y en el grato campo de la radio de
Venezuela sintieron su muerte.
Creo que los
villacuranos le debemos una despedida a este cultor guariqueño residenciado por
más de veinte años en Villa de Cura su
querencia. Dios lo acoja en su seno.
Oscar Carrasquel. La Villa de San Luís, tricentenaria
Edición corregida..
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