domingo, 24 de marzo de 2024

LA HISTORIA DEL REDOBLANTE EN LA PROCESION DEL VIERNES SANTO EN VILLA DE CURA

 

Como es sabida la procesión del Viernes Santo en Villa de Cura posee un largo tiempo de tradición  por la figura milagrosa del Santo Sepulcro. Desde la hora que los cargadores alzan la imagen para trasladarlo desde su morada hasta la Iglesia San Luis Rey, y en su recorrido de regreso, los fieles creyentes que siguen la procesión, conseguimos oír en todo su recorrido el retumbo seco, el sonido característico del redoblante haciendo temblar el suelo detrás de la caja mortuoria...:¡parapanpan! parapanpan!... Lo que hace que los cargadores dancen debajo del mesón, mientras los feligreses se rinden en oración.

 A  pocas horas de recorrido  entra en espera  la tambora  mientras que para mantener el paso la orquesta interpreta el clásico Popule Meus de José Ángel Lamas… Rendida la música marcial, se alista  otra vez el redoblante con un palpitar como de corazón jadeante, detrás de la imagen de Jesús Yacente.

 ¡parapanpan! parapanpan!

 La procesión avanza tras la tarde del viernes Santo. Quien hace sonar el redoblante, como costumbre o tradición. en forma reverente, es un hombre sencillo del pueblo, habilidoso y diligente que busca proclamar y pagar una promesa, generalmente de sanación para él o su familia, o  para que Dios le cure sus pecados y perdone las ofensas de los demás seres humanos.

La jornada del toque del redoblante en Villa de Cura tiene diversos protagonistas. Algunos nombres los conservo, unos por el tiempo se perdieron en la memoria. Hay datos traducidos al oído. No se puede asegurar que uno fue mejor que otro; todos lo hicieron bello de “todo corazón” para ganar la luz del cielo. La  mayoría fueron almas conocidas que ya fallecieron hace algún tiempo, pero dejaron huellas en su largo transitar por la vida de nuestro pueblo, y por ende su recuerdo difícilmente se pueda borrar.

Como preámbulo, debo consignar unas sentidas líneas a la memoria  de nuestro amigo Luís Cordero Adames, que fuera hijo del maestro y director de orquestas Germán Cordero Padrón. Luis desde muy pequeño hasta su desaparición física, demostró su vocación tocando el redoblante, escoltando todos los años la imagen del Santo en la procesión. Su partida temprana de este mundo entristeció a la feligresía y a la comunidad villacurana.

 La historia nos recuerda al "Mocho Manuel”, así se le nombraba al señor Manuel Eduviges Muñoz. Fue músico autodidacta de instrumentos folclóricos, oriundo de El Cortijo y residenciado en la Parroquia Las Mercedes, de carácter jovial, fue una cátedra tocando el  el redoblante; además de  la armónica.  Era mocho de una pierna,  andaba con  muletas, tocó el redoblante en la procesión del Viernes Santo hasta que se  cerraron las puertas del tiempo.

 Don Carlos Limoges, fue parte de esta leyenda, flaco, catire, ojos verdosos, vecino de “Las Tablitas”, amó su instrumento musical y su bella música. Se mantuvo tocando el tambor por más de un cuarto de siglo.

Un personaje emblemático de la procesión que despertaba entusiasmo fue don José Arístides González Romero, quien durante 26 años nos ponía el corazón acelerado con el roce de los palillos sobre el redoblante. Su remplazo cayó en la misma familia, en sus primos  Pedro José González Agüero y Pedro Luís Díaz González. La promesa de Arístides fue hasta que cayó rendido en los brazos de la muerte.

Desde que era una niña, la joven Lorianny Linares González, con el corazón lleno de esperanza, con gran sabiduría, se incorporó a la procesión del Santo Sepulcro de Villa de Cura;  una joven invidente. Aprendió  a tocar el redoblante a la perfección. Hace tiempo la joven tiene participación,  año tras año, y pese a su incapacidad visual cumple con la promesa. Pedro José y Pedro Luis la acompañan en todo el recorrido de la procesión. Lorianny Linares González, es la primera mujer que pasa por esta experiencia de tocar el redoblante. Excelente cantante y crea canciones. Está a punto de graduarse en el Pedagógico de Licenciada en Música. Podemos señalar incluso que, en una fiesta en San Francisco de Asís fue acompañada en vivo por la orquesta Billos Caracas Boys. El mastro Frometa quedó gratamente impresionado.

La mayoría de los que describimos lo hicieron de manera  autodidacta. Hoy son muchos, de todas las edades, los que quieren aprender a tocar el redoblante y agradar a Dios. Respeto y admiro a los muchachos que desean ingresar a pagar sus promesas al Santo Sepulcro.

El Santo Sepulcro de Villa de Cura hará su recorrido por las calles  cuando estemos viviendo este viernes Santo 2024 en la ciudad. Alabemos pues su paso, con flores,  música sacra, palmas, con cimbalillos y redoblante.  ¡Hosanna!  ¡Hosanna!

Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis, Tricentenaria

 

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