Una de las bellas reinas de las Fiestas Patronales, en edad primaveral, sin identificar, restaurada por Félix Humberto Herrera
Por Oscar Carrasquel
Las plazas, la Iglesia, las esquinas y los cerros de nuestra querida Villa nos traen muchos recuerdos. En las décadas del 40-50 Villa de Cura encabezaba la lista de las mejores fiestas patronales que se realizaban en el Estado Aragua, superadas por las Ferias y Fiestas de San José en Maracay. En ese tiempo llegaban a nuestro pueblo un caudal de gente de todas partes.
Visitaba la población en fiestas el famoso "Circo Razzore" que instalaba sus carpas con gradas, con animales salvajes amaestrados en nuestra pintoresca "sabana" , cuya atracción principal era el célebre Blacamán, el mejor Faquir y domador del mundo. También un espectáculo llamado "el motociclista de la muerte" que daba vueltas en un anillo de planchas.
Lo cierto es que en festividades patronales llegaba de todo a esta especie de feria popular, tales como carruseles, rueda giratoria, bazares, carritos chocones, ilusionistas, ruleteros, juegos de batea blanco y negro. Nos visitaron comerciantes, ganaderos, y hombres de la eterna bohemia caraqueña.
Hubo como una costumbre del Concejo Municipal del Distrito Zamora de designar la Junta de las fiestas patronales con meses de antelación, y en los primeros días de agosto ya la gente estaba preparada para recibir el programa general de las fiestas. el cual lo imprimía don Inocencio Adames Barrios en la Tipografía Miranda.
El programa del tamaño de una hoja de periódico era repartido en medio de una caravana de automóviles y bicicletas acompañados de un grupo de músicos del pueblo, bajo la batuta del profesor Germán Cordero Padrón, en la platabanda del camión de don Ramón Mendía, con lanzamiento de cohetes y fuegos artificiales.
En esa época se elaboraban dos programas en uno, el religioso católico, y el de la fiesta popular. La imagen de San Luis Rey de Francia era retirada de su nicho y en la noche se sacaba en procesión. Las viejas campanas de la torre de la Iglesia Matriz repicaban llamando a la misa de "3 padres" en horas de la mañana del 25 de agosto. El señor Obispo daba el sermón desde un púlpito que entonces estaba en las primeras filas..
La programación contempla encuentros de béisbol en el estadio de La Aduana, con encuentros entre el Ayacucho Star de la Villa versus El Concordia de La Victoria, tambien Universidad Central de Venezuela, Cartografía Nacional, Vigilantes, y otros
Pongo la mirada retrospectiva en los rumbosos bailes en La Alameda, para aliviar el estrés, y una hilera de quioscos con techo de lona ubicados en la calle Comercio por la acera de Régulo y Testamar. Allí estaba el restaurant de don Arístides González, con sus recetas culinarias típicas de la época. En el bar y patio de bolas "El Samán" se podía adquirir la exquisita parrilla de carne de don José Gómez.
La Junta decreta 3 tardes de toros coleados escenificadas en la Calle Sucre y en la "Jaime Bosch", cerraban con viguetas las bocacalles, y la gente que está en medio de la calle se trepaba de las ventanas cuando se salía el toro. Las bellas damas premian con lazos multicolores las coleadas efectivas. A los toros acudía el Presidente del Estado, y el Presidente del Concejo Municipal, ocupaban puesto en el templete de la Reina, allí había un conjunto musical de la localidad moliendo pasodobles y música cañonera.
Había Boulevard en un terreno diagonal a la plaza Bolivar, en lo que hoy es la parada del Bucaro. En este lugar se celebró en una oportunidad una exposición industrial y empresarial y de manualidades de un grupo de emprendedoras villacuranas.
Desfile presidido por la Reina de las fiestas y su corte de señoritas , escoltada por jinetes y lindas amazonas. Juan Colmenares y Mauricio Kudari, eran los principales animadores de este segmento.
Una multitud de gente del centro y el llano llegaba a Villa de Cura, entrando a comprar a los establecimientos, talabarteras, alpargaterías, solicitando liquilique hechos por nuestros sastres... "La Casa de Cuadros" ofrecía trajes de casimir inglés, perfumes importados, zapatos Walkover y las mejores marcas en sombreros Panizza, Cabaliero y Borsalino.
Se disponía para atender el flujo de turistas del famoso Hotel Continental, Hotel Mario y Hotel Valles de Aragua, sin olvidar la icónica pensión de Juanita Echegaray, apodada "las tres lunares".
En medio de la Calle Real estaba el legendario cine "El Corralón", aquí se celebraban arte escénico combinado con canto y poesía por el Centro Cultural "Antonio Saavedra", dirigían la cultura entonces la señorita Sofía Rodriguez y el poeta y locutor Vinicio Jaén.
En la antigua casona de don Dionisio Infante y doña Carlina González de Infante, con sus grandes patios de flores de trinitaria repleta de coleadores que llevaban sus monturas, entraban y salían los caballos ensillados por el “portón de campo", por la calle Urdaneta.
En la siempre popular calle Guárico, que era de granzón la gallera del carupanero don Pío Zapata, donde se realizaban desafíos de gallos de feria; venían cuerdas y galleros de todas partes. Igual en la gallera "El Gallo Giro" en Los Colorados, vía Carrizalito. Villa de Cura contaba con su Plaza de Toros o coso taurino levantada en la calle Guárico, en la esquina "El Taparito".
Ubicado en el propio centro de la urbe el flamante Bar Savery, la primera tasca al estilo europeo, podía parangonarse con las mejores de la capital. Y posteriormente los botiquines "La Garita" de don Carlos Almenar y "El Chorrito" de don don Rafael Gómez, donde compartían tragos los coleadores.
Mi amigo Edgar Macero y el bardo Teobaldo Parra contaban en la Peña, sobre el bar-cabaret "La Cita", de nocturnal gala con un foco rojo a la entrada, ubicado en los aires de "Aragüita"; en tiempo de fiestas patronales no cerraba nunca, muy visitado por gente importante que acudían a sus instalaciones a saciar sus emociones amorosas.
Las dulceras y dulceros de Turmero y Ocumare de la Costa, hacían su agosto en las fiestas patronales, el fotógrafo con una cámara de cajón, por dos bolívares retrataba a las lindas muchachas bajo la fronda de los árboles de la plaza, y los vendedores de estampas milagrosas, se agrupaban alrededor de la Iglesia y la Gruta.
La noche del día 25 el baile de gala en el Club Social de la calle Miranda, fueron contratadas las mejores orquesta como Billos Caracas Boys y Los Melódicos. La Junta siempre favorecía a la orquesta local la "Siboney" .. . Muchos parroquianos se trasnochaban, cogían puesto con antelación en la reja por la calle Miranda, esplayando los ojos para adentro.
En ese tiempo no había choros Todo se le achacaban a "cabeza e guaracha". En realidad lo que espantaba era la aparición de un espectro llamado "Encamisonado", que sale en algunos solares.
Invitado especial a los salones del Club Social en 1948 fue el maestro don Rómulo Gallegos, quien a decir de la crónica el candidato bailó pomposamente el "Alma Llanera", letra de Rafael Bolivar Coronado, con la soberana de las fiestas, señorita Teresita Díaz Dorta; según testimonio del escritor villacurano Omar Gutierrez Hurtado..
El programa de las fiestas patronales contempla ternera para los cinco barrios, donada por el comerciante de ganado don Ramón Hernández, Dionisio Infante y otros ganaderos. La música popular de nuestras raíces, fue siempre el joropo aragüeño. Recordamos los bailes de joropo en "La Alameda", en la voz de Quintín Duarte, Silvino Díaz, y Rafaelito Sarramera, además de otros cantores, acompañados por el arpa del maestro Salvador Rodríguez y don Saturno Linero.
Ramoncito Trujillo desde el altozano de la Iglesia Matriz, en horas de la noche, lanzaba unos globos al espacio, la gran bola de papel llevaba un mechón encendido en el centro, .presenciado el acto por niños y adultos en la plaza Miranda.
Nos remontamos a aquella época cuando el personaje popular "sordo" Víctor Criollo, con un pianito de manilla amarrado a la cintura, amenizó los bailes en los salones de los botiquines en "La Alameda".
El célebre PIRULÍ con su ruleta repartiendo premios en caramelos. y don Ramón El Lotero con su ruleta de animalitos y la batea "blanco y negro" de don Angel Molina.
Entre 9 y 11 de la mañana competencia en bicicleta de paseo, recorriendo las calles Bolivar y Miranda , con llegada marcada en la Plaza Bolívar, frente al viejo hospital doctor José Rangel. Aparte de celebraban las carreras en sacos y otras actividades infantiles.
Aparte de las distracciones populares, se observaba la compra-venta de ganado en pie en la antigua "Romana", también era un espectáculo el remate de rebaños de ganado reproductores de alta y mediana genética en la llamada "Subasta La Rural", con asistencia de médicos veterinarios en el sector El Samán, salida hacia San Juan de los Morros. Había venta de carne asada en vara y música llanera. Y la infaltable bien fría.
Todo esto nunca se olvida mientras se tenga vida, lo acontecido lo sabe toda una generación, he sido diáfano lidiando con la memoria refrescando unas cuantas décadas atrás, la historia pequeña de nuestra ciudad también es larga.
Hace pocas horas una persona de buena voluntad se acercó por la reja y me dijo "MIRA CHICO, HACE FALTA UN REENCUENTRO DE LOS VILLACURANOS".
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