sábado, 2 de abril de 2022

DON MARCO RODRÍGUEZ EL CARTERO DEL PUEBLO

 

                                                   Don Marco Rodríguez. Foto álbum familiar

Por Oscar Carrasquel

La designación  para cualificar al personaje pareciera extraída  de un filme del mexicano Mario Moreno....No!. EL CARTERO DEL PUEBLO  es la denominación que bastante  escúchanos ayer  para identificar a este hombre del pueblo, para enralecer la calidad humana de este villacurano  que desempeñó el oficio de Cartero por más de tres décadas en esta urbe aragüeña. La crónica de hoy viene a rendirle merecido tributo de recuerdo a don Marco Rodríguez; hombre que  fue humilde, alegre, soñador, que nunca perdió la brújula en el camino recto. No lo podíamos dejar por fuera cuando se nombra a esta vieja Villa de San Luís tricentenaria y a su gente.
Se trata al mismo tiempo de brindarle un homenaje a nuestro amigo Marco Rodríguez, el último Cartero que tuvo Villa de Cura, cuna de gente guerrera, trabajadora y estudiosa. En cuanto al oficio de Cartero, es muy conocido desde la antigüedad y tan arraigado popularmente que encontró motivo en títulos de canciones y en películas de Hollywood. Basta con recordar a  don Pedro Flores, compositor de la melodía LINDA, un ritmo de bolero que popularizó Daniel Santos, “Menos el domingo todas las tardes salgo a ver al cartero a ver si trajo algo para mí..." Igualmente recordamos que Antonio Skarnata  escribió el guión de la película "El Cartero de Neruda" de tanta figuración.

Pues bien, lo que venimos es a honrar la memoria de Marcos Rodríguez, el último Cartero con autenticidad  que conoció  esta Villa de Cura, capital del municipio Zamora de los valles aragüeños, la ciudad de los tres siglos de existencia. Marco Alberto Rodríguez Méndez, como era su nombre real, nació  el 03 de octubre de 1942 en los predios de El Samán en aquella Villa de rancherías y techos rojos,  era hijo de un carretero de profesión llamado don Pablo Rodríguez, y la madre doña María Dolores Méndez de Rodríguez, experta en preparar el sabor de la comida y dulces criollos. Hay que decir que  fue un ser que a pesar de su pobreza de sentía feliz ejerció su labor con amor y entusiasmo. En momentos de esparcimiento le gustaba distraerse oyendo música llanera.

Siendo muy joven recién salido de la educación básica la cual cursó en la Escuela Arístides Rojas se inicia en IPOSTEL, donde ingresa sin haber cumplido la mayoría de edad en 1942 para ayudar al sustento del hogar. El encargado de la Oficina de Correos  en Villa de Cura era don Salustiano Yusti Prieto, natural de Sabaneta estado Barinas. En la Oficina de Correos laboró Marco Rodríguez por espacio de 32 años ininterrumpidos hasta 1992. La citada oficina quedaba en la calle Carabaño .a 50 metros de los talleres de Editorial Miranda. Entonces el Cartero realizaba su trabajo a pie, posteriormente le fue asignada una bicicleta. Recuerdo que su lema fue "Entrega inmediata". La Oficina de Correos además se ocupaba de encomiendas y de giros en dinero cuando en La Villa no había entidades bancarias. Todo eso cambió. Ahora se maneja el correo a través de computadoras.  

Lo acompañaron a guerrear en el reparto de cartas los villacuranos Pompeyo Rodríguez Alayón y el tenor José Ángel Fagúndez. Diariamente se advertían en la travesía de sus calles bajo el sol canicular. Casi todos los días laborales en los años 50 cuando el cielo villacurano se hacía más claro lo veíamos pasar por la calle jineteando una bicicleta de paseo como un potro sin brida, con una vieja petaca llena de cartas para repartir en el comercio mayorista y en casas particulares. En especial, llevando cartas a la invasión de inmigrantes europeos de la década del 50 que esperaban noticias de sus familiares y que hicieron de La Villa su segunda tierra, pues habían sido víctimas de la Segunda Guerra Mundial. Al primero que le llevaba correspondencia era a su amigo el sastre italiano Giovanni Donnaruma en la calle Bolívar. La  migración es una caravana sin regreso, el mal  que preocupa a  un sinnúmero de  venezolanos. 

Con su cariño y docilidad logró conquistar el amor de una mujer villacurana. En el año 1975 contrae nupcias con la joven Gladys Victoria Rojas Cordero. De la unión son sus dos hijas Carla Roseline, Lcda en Educación y Gladymar del Valle de profesión Bioanalista. Abuelo por demás consentidor de Karla Victoria y Valentina Roseline.

En tiempos recientes cuando fue separado del Correo por jubilación, y  empezó la tendencia de carros particulares en el trasporte de pasajeros, se compró su propio  auto para hacer carreras cortas, al hospital, a la iglesia, a los CDI, y con el producto de este trabajo comenzó a producir para ayudar a cubrir los gastos de la casa.Organizó y dirigió la linea de taxis "El Dande".

Un ser humilde, buen amigo, excelente padre de familia, gozó del buen aprecio en toda la colectividad villacurana... Tuvo una clientela fija en la comunidad para su quehacer especialmente gente de su confianza. Así transcurrió la vida de este villacurano integral, cabal, siempre trabajando en un pueblo aparentemente tranquilo y de paz.

Pero comenzaron a aparecer las enfermedades que transformaron su vida, primero surge un ACV y sus posteriores consecuencias. Agarró cama y la muerte sin compasión pasó como una ladrona a cerrar sus párpados, falleció rodeado de del afecto de su gente en la misma ciudad que lo vio nacer el 03 de diciembre de 2019.

En la llamada "época de oro"; entre Marco Rodríguez, Juan Bautista Alayón, José Manuel González, su hermano Raúl González Gutiérrez y quién esto escribe, existió una gran amistad que nos unió  toda la vida. Lo encontrábamos  siempre bien contento. Pero otros fueron los designios de aquel que está en el cielo. Que en paz descanse tu alma amigo.

Oscar Carrasquel. La Villa de San Luís, abril 2022

Reportero de calle y corrección de  fotografía a cargo de Ramón Alfredo Corniel.








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