Por Oscar
Carrasquel
Con motivo de haber nacido y ejercido la doctora
Elizabeth Carrasquel Córdova en la ciudad tricentenaria de La Villa de San Luis
de Cura, se me ocurrió escribir este hecho histórico de intimidad
familiar. 32 años de graduación en una carrera tan especial como es la
Ciencia Médica se mantienen incólume en la memoria de una persona. Se dice
fácil llegar a ello pero sabemos que nada viene graciosamente,
son más de tres décadas de estudios médicos, de investigación y actualización
de la especialidad; a veces en los libros o en Internet, el día y la noche. Y
otras, asistiendo a Congresos en otras localidades del país.
Ella nunca ha dejado de
estudiar, desde pequeña sabía que esta era su vocación. Se podía pensar en el espíritu de GOETHE el hombre de la Neurociencia
que mientras se le terminaba el tiempo exclamaba "Quiero luz, luz,
más luz". Elizabeth no ha dejado morir ese pensamiento. Ha ha demostrado que la
grandeza de la superación depende de la forma que cada uno libre la batalla y
puede asumir la vida. Esos 32 años de esfuerzo y de experiencia, son
producto desde que obtuvo su título de Médico Cirujano en la X Promoción de
Médicos Cirujanos en el paraninfo de la prestigiosa Universidad de Carabobo,
núcleo La Morita. Fue el obsequio que le dio a la familia y a su pueblo.
Ella es el testimonio de una
raza de médicos que arranca de principios del siglo xx en la ciudad de Calabozo,
estado Guárico, en aquel legendario Colegio Federal de Primera Categoría del
siglo XIX…Cuando ella estudiaba tenía que viajar diariamente a Maracay. Ya han
transcurrido 32 años de esa fecha. Después ingresó a ejercer la profesión en el
Hospital Doctor José Rangel de su pueblo natal. Primero dispensó sus servicios médicos como Médico General, continuando la labor desarrollada por galenos insignes en Villa de Cura como el
doctor Manuel F. Rondón.
Y luego de haber
aprobado el postgrado en la propia Universidad ingresó como Médico Pediatra
Puericultor de servicio en el mismo Nosocomio donde aún
permanece, no obstante haber cumplido 32 años de servicio. Siempre está donde
la necesitan en su entrega ilimitada a la salud de los niños. Cuando de esto se
trata el alma se ensancha y el corazón se le pone vigoroso.
La doctora
Elizabeth Carrasquel conoce la sala de pediatría del hospital de La
Villa como nadie. Es sabido que un médico es como un ave de paso, pero ella parece
que tiene tiempo de permanencia ilimitado el que le dé Dios.
Vaya pues para la hija nuestras felicitaciones
por haber arribado a esa meta y continuar abriendo caminos. Hoy nos reuniremos
en casa, en la intimidad de la familia, los que estaremos para dar gracias a
Dios.
Oscar Carrasquel La Villa de San Luis, 31 de marzo
2022
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