La Paradura o la Búsqueda del Niño Perdido es una advocación exclusiva de la Iglesia Católica para indicar que la representación del Niño Jesús ya puede levantase del pesebre. La organizadora que pone su espíritu para la celebración en la calle Páez de Villa de Cura, capital del municipio Zamora, es la señora Gladys Ybarra de Varganciano, quien por cierto casó y fundó familia con el ciudadano Cesar Varganciano Reverón, llegado a estas tierras de Belén Estado Carabobo a trabajar por Villa de Cura. Incluso se han realizado con ésta 25 ediciones. El mencionado evento de este año se tiene previsto realizar el domingo 28 de enero 2024 en horas de la tarde..
La visita en cada casa de la vecindad, tocando puerta, buscando al Niño Perdido indica que ya se puede levantar el nacimiento, uno de los regalos que nos deja la Navidad. Debemos tener presente que la celebración no termina el 28 de enero, sino que se prolonga en otras localidades hasta el 2 de febrero, Día de la Virgen de la Candelaria.
La señora Gladys Ybarra de Varganciano en compañía de sus hijas, como todos los años, son las encargadas de seleccionar y preparar a los pequeños que van a representar un nacimiento viviente, serán los pequeños vestidos de pastores y pastorcitos, los cuales recorrerán casa por casa en la búsqueda del Niño Perdido. Habrá procesión alrededor de una manzana, se reza un rosario, se cantan versos, también se oirán villancicos.
Al igual que anteriores años la procesión será encabezada por un diácono pastor de la Iglesia San Luis Rey. Ese día después de la procesión el lugar se convertía en una gran fiesta hogareña. Este evento se le atribuye valor cultural y por ende abona el camino para que la calle Páez de Villa de Cura, sea proclamada como Patrimonio Cultural.
Este año acompañará al torrente de feligreses varias agrupaciones de parranda y de músicos que lleguen con su arpegio de manera imprevista. Las madrinas serán Aida Flores y Lupita Martínez. Se reúnen los vecinos llenos de alegría, personas de diferentes sexos y edades elevando sus oraciones a Dios y a la Virgen María. La ceremonia se realiza con la participación de vecinos de dos manzanas aledañas, y la presencia de muchos niños rogando por la paz, por sus estudios y un futuro de esperanza, finalizada la procesión se reunirán al frente de la casa de la familia Varganciano, al final de la calle Páez, oeste. Esta ceremonia especial, como queda dicho, cuenta con la organización de doña Gladys Ybarra de Varganciano en conjunto con miembros de la familia, dando aliento y reforzando esa antigua celebración católica.
!Vecinos, el Niño ya se puede levantar del pesebre ! reciban de Dios la bendición eterna.
Fotos archivo Ramón Alfredo Corniel
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