José Prudencio Díaz con el Maiot del C,C, Vidal de Distrito Federal.
Por Oscar Carrasquel
Los cronistas han dejado en el olvido el nombre de esta gloria del deporte nacional nativo de esta tierra. .Fue bautizado con el nombre de José Prudencio Díaz Zapata, fue uno de
los ciclistas del terruño que ha adquirido mayor jerarquía por su dilatado
peregrinaje como competidor en bicicleta. Nacido a comienzo de la tercera década del siglo XX en Villa de Cura, Municipio Zamora Estado Aragua. Habitaba entonces con su madre una vivienda en la
calle Bolívar y Villegas, y allí creció, de limitados recursos económicos, pero no
obstante en esa casa se disfrutaba de la generosidad de criolla comida y de un cafecito mañanero, nuestra pobreza era distinta ala de ahora. En aquel tiempo todo alrededor era sabana, el espacio del frente era el Hospital doctor José Rangel, el viejo, lo que hoy se conoce como Residencias Médicas Doctor José Ignacio
Baldó..
El Negro Francisco Matute Padrón y quien escribe conocimos a este célebre ciclista, solamente de vista, pero si sabíamos de su vida por sus hermanos por parte de madre de nombre Pedro José Zapata, Hernán Zapata y Luís Ramón Zapata, que siempre andábamos juntos en la infancia y la juventud y estábamos pendiente de la actuación del pedalista. Prudencio, como sencillamente se le llamó en el hogar, solo
pudo realizar estudios hasta sexto de primaria en La Villa. Siendo un adolescente andaba
en una bicicleta tipo paseo que era conducida por las calles principales y transversales de la población y por la calle el ganado.
A temprana edad fue enviado por la familia a estudiar en
Caracas, cobijandose en una casa en la Parroquia Catia, en el seno de un apartamento en
la urbanización “23 de enero”.. Comenzaba a cambiar su atmósfera la vieja Caracas de techos rojos. Allá en la vieja metrópoli lo absorbió el ciclismo.
El ciclista criollo comenzó en Caracas compitiendo en carreras de aficionados con una bicicleta semi-profesional. Sus actuaciones fueron entonces de primeros lugares, lo que con el tiempo le valió su paso a primera división. Cayó bajo la protección y entrenamiento del consecuente dirigente Rodolfo Sillie que fundó en la capital el Club Ciclístico DIAMANTE, cuyo equipo de pedalistas lo integraron nada menos que Víctor Paticas Fernández, José Prudencio Díaz, Antoni Ituarte y Héctor Alvarado. Ya estaba formada la Federación Venezolana de Ciclismo. Dicho club en 1940 se convirtió en uno de los mejores del país en persecución por equipo. Aunque a decir verdad entre Prudencio Díaz, Paticas Fernández y Héctor Alvarado se compartían los primeros lugares. Prudencio actuaba en la pista del velódromo de Catia y en La Vega ahora con el nombre de Teo Capriles.
Alcanzó a disputar muchas pruebas
internas de ruta con el legendario Teo Capriles y en torneos internacionales en representación de la bandera
tricolor venezolana. José Prudencio Díaz asistió a los Juegos Centro Americanos
del Caribe en 1946 y también en pista y persecución por equipo en los Juegos Panamericanos
en 1951 celebrados en la ciudad de Barranquilla, en
la costa colombiana, formando equipo junto a Víctor Paticas Fernández, Héctor
Alvarado y Luís J. Rodríguez, glorias del ciclismo venezolano. En esa prueba de Barranquilla este cuarteto
consiguió la medalla de oro ante delegaciones de Italia, España, Francia, Portugal. y otros.
Un reportaje periodístico de la época da cuenta que el afamado ciclista
villacurano también logró incursionar en
el Campeonato Mundial de Ciclismo celebrado en la ciudad danesa de
Copenhague en 1949. El equipo venezolano
estuvo conformado por Andoni Ituarte, Héctor Alvarado, José Prudencio Díaz,
Ricardo López, Arsenio Chirinos y Quintín Rivero (solo mencionamos algunos)..
Lógicamente resulta difícil resumir en detalle y adentrarse en todas las actuaciones de este gran atleta villacurano a nivel nacional y en territorio extranjero. Muchas de sus incursiones quedan en el tintero, por falta de mecanismos para realizar una profunda pesquisa informativa. Lo más importante es que fue un pedalista de renombre nacional.
No supimos oficialmente cuándo fue el año de su retiro de las competencias y el final de su exitosa carrera como ciclista. Lo que si es cierto es que nunca abandonó ni colgó su máquina de carrera. Se tienen noticias que entrenó hasta los últimos años de su vida. Recuerdo varias ocasiones en la década del cincuenta haberlo visto pedaleando su bicicleta en la subida de Guayas y en la vía de Los Colorados de la Panamericana, ya octogenario. Su ruta de práctica siempre comprendía desde de Caracas hasta Villa de Cura y viceversa. La práctica era realizada varios días a la semana, siempre se caracterizó por ser un buen rutero. Los fines de semana participaba en prueba de veteranos. Su apego por su terruño natal nunca menguó.
Cargado de años, de experiencia, de trofeos, placas, medallas y de su consagración al deporte del calapie. José Prudencio Díaz una tarde de cielo azul se nos fue de la vida y de la Caracas vieja, su otra Patria. Despedido con el llanto de todos los que le conocieron.
No hay duda que el desarrollo de la exitosa carrera de Prudencio Díaz dio origen a una generación de ases del ciclismo, queremos recordar a los destacados
pedalistas villacuranos que subieron al podio de triunfadore. En la lista de ruteros de otra
época en la querencia villacurana figuraron,: Pedro Izzo, Vicente
Torres, Marcos Araujo, El Chingo Landa, Ramón Araujo, Virgilio Rengifo, Ramón
Rodríguez y Fernando “Canario” Correa; algunos aseguran que este último nació
en Cagua, municipio Sucre, de madre villacurana la señora Olga Correa.
Personas amigables de este blog y conocedores de este
deporte se sienten extrañados, a la espera que nuestro coterráneo José Prudencio
Díaz sea elevado, como le corresponde, al salón de las Glorias del Deporte
Aragüeño. Gracias Prudencio mereces nuestra admiración y respeto por haber defendido el maiot de la villacuranidad de una época.
Oscar
Carrasquel. La Villa de San Luís, Tricentenaria
Foto obtenida del facebook de EJmd Vzla
Asistente de fotografía Ramón Alfredo Corniel.
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