Por Oscar Carrasquel
Ya no está en el plano terrenal con su modo de ser y vivir donde
hizo de la alegría un paraíso, su deceso fue muy lamentado, quién iba a creerlo, lo llamó Dios. Trabajador de las artes gráficas, saxofonista, profesor de música, gran persona, de una vida sencilla; amante de las causas bellas, son algunas de las virtudes que adornaron la vida del Maestro
Miguel Morgado. Una manera de vivir librando batallas. Nos dejó
este recuento del año 2018. Hoy nos vino a la memoria nuestro amigo entrañable... A juicio de algunos, los poetas y músicos nunca mueren. He aquí el
resultado de dicha conversación.
A Miguel Morgado tuvimos el agrado de conocerlo desde los lejanos tiempos de su infancia, lo vimos crecer, estudiar, trabajar. Nuestra mayor satisfacción es escribir este intento de biografía. Desde pequeño dio muestras de amor por los estudios, hoy es un aprovechado estudiante de la “Misión Sucre”
en La Aldea del “Toquito” en Villa de Cura, cursando la mitad de
carrera, aspirando a obtener el título
de Técnico Superior en Informática. Pienso que en él hay como dos fisonomías
maravillosas, desempeñando dos quehaceres a la vez, como músico y también
tipógrafo, lo que él ama como si fuera un solo núcleo. Así podría definirse.
Aprendió el arte y la técnica gráfica al lado de su padre J.M
Morgado y actualmente lo encontramos al frente de la “Tipografía Morgado”,
fundada por el poeta José Manuel Morgado, un hombre emblemático en Villa de
Cura, considerado cronista de nuestro pueblo. Conocido en los medios
intelectuales. Fundador de un periódico
humorístico, escritor y recopilador de historias y lugares. En esta
tipografía imprimía Morgado los periódicos “El Unitario” y “El Cotejo Mocho”; allí salían sobres,
talonarios, tarjetas de bautismo, volantes, etc. Lo acompañaba en esta tarea su hijo Miguel. Recibía a muchas personalidades que venían de fuera.
Para aquel que le interese visitar este nuevo taller de
tipografía seguro que no necesita mapa, basta ubicarlo en un pequeño local
situado en el sector "El
Zamuro", en la calle Rafael Bolívar Coronado de Villa de Cura, a tan solo pocos
pasos del lindero del barrio Aragüita, con la amabilidad que sabe dispensar a
los amigos y clientes. Hasta allá llegamos como agua caída del cielo.
En este pequeño taller tipográfico se
respira aroma del pasado. El inventario
se puede hacer mirando de un lado para otro. La tertulia se desarrolló frente a
una prensa de pedal marca Chandler, hundida en el piso, dando la hora como un
viejo reloj. Lo otro es una guillotina, dos chivaletes de madera y una perforadora manual, en donde realiza
encargos de impresión de cualquier
trabajo tipográfico que se le encomiende.
Lo del arte tipográfico lo lleva en las venas, junto al gusto
por el arte de la música... Desde chaval comenzó a familiarizarse con las
distintas clases de instrumentos musicales en el Coro Niños Cantores, bajo la batuta
del Pbro Salvador Rodrigo.Sin embargo me cuenta que
uno de sus profesores de primeras lecciones fue el maestro Pedro Roberto
Franco, saxofonista de la Orquesta Siboney. Y también recibió clases de Armonía
del profesor tachirense José Gregorio Maldonado, un talento musical de la
época.
Miguel Raúl Morgado es su nombre de pila. Los
estudios musicales los terminó de realizar en el Conservatorio de Música del
Estado Aragua, instituto creado en Maracay el año 1967, en cuya corporación se especializa en la
ejecución de la Flauta Traversa, además de cursar solfeo, teoría y dictado musical.
Una vez que completó la edad de 18 años, ya graduado, Miguel se abre paso en la Banda Marcial del Estado Guárico, dirigida por el profesor Germán Cordero Padrón, con quien progresa bastante. gracias a la recomendación del director y talentoso trompetista, En la banda perfecciona su formación como músico ejecutante con la cual estivo por espacio de 34 años, donde obtuvo su jubilación. Refiriéndose al recuerdo siempre ameno de su eterno "padrino", manifiesta gustosamente lo siguiente:
-------“No quiero
despreciar esta oportunidad sin reconocer y expresar mi agradecimiento a la
memoria de ese gigante del pentagrama de gran valor histórico como fue el profesor Germán Cordero Padrón, a quien
considero fue mi padre espiritual y uno de mis grandes maestros”.
A todas estas Miguel conoce a la joven María Rocío Rodríguez, de nacionalidad colombiana, se enamoraron y se casó con ella, de cuya unión han procreado una pareja de nombre: María de los Ángeles y José Miguel. También de una unión anterior nació el primogénito, que lleva por nombre Miguel Raúl.
Con el tiempo Miguel Morgado progresa notablemente, excelente saxofonista, su música
transcendió en varias partes de Venezuela, dotado de una clara inteligencia y
superación. Después de uniformarse con la Banda Marcial del Guárico y de tantas
andanzas con orquestas de baile en Villa de Cura, el joven con
visión de futuro se traslada a Caracas en procura de buscar nuevos caminos. Su
calidad de músico saxofonista le permitió ser probado y posteriormente contratado por la famosa orquesta
caraqueña Los Melódicos, fundada y
dirigida por el maestro Renato Capriles, que le asigna ejecutar el saxofón
tenor. Eran tiempos que la orquesta capitalina debía hacer muchas giras, con la
cual Miguel estuvo presente en pueblos y capitales de estado.
Hubiera llegado muy lejos con esta banda, pero la realidad es
que pasaba gran parte del tiempo distante del hogar, en andanzas y estancias con
esta banda por toda la geografía de Venezuela, aunado a que se juzgaba mal
remunerado; este panorama lo obliga a renunciar. Sus compañeros músicos tampoco lo pidieron
parar. Al cabo de un tiempo decidió tomar sus maletas y regresar a Villa de
Cura, en donde se entrega a su doble pasión como tipógrafo y músico, pero sobre todo
a tratar de balancear su vida económica y familiar.
Miguel Raúl Morgado siguiendo la grandeza de su padre, en la
actualidad escribe poesía, ya posee de su inspiración una cantidad de trabajos, sobre sus sueños y esperanzas.
Ha compuesto música romántica y se ha desempeñado como arreglista de orquestas
de baile, en lo que se ve claro su predilección por la música de conjunto. Además
de ejecutar el saxofón mayor, contribuye a formar y dirigir orquestas de baile en Villa de Cura. Fue fundador y
director desde 1987 hasta 1995 de la
agrupación de música popular muy querida en La Villa, que se hace nacional, conocida como
ÉNFASIS.
Sin embargo, como la otra pasión de su vida ha sido su
trabajo tipográfico, a su regreso a Villa de Cura se coloca al frente de la
“Tipografía Morgado”, pero sin apartarse jamás de la actividad musical. Hoy día
se encuentra como miembro fundador, director y músico (saxofón Alto y saxofón
Tenor) de una nueva banda bautizada en Villa de Cura con el nombre de “BILLOS”;
cuyo exitoso debut tuvo lugar el “Día de las madres” de 2018, en las
instalaciones del Bar Restaurant La Mulata, la cual fue objeto de elogiosos
comentarios, por tener un grueso repertorio de cumbias, mosaicos, merengues y
pasodobles, en cierto modo al mismo estilo de la antigua Billo's Caracas Boy. Y
es porque una parte está formada por
músicos salidos de la famosa orquesta del maestro Billo Frometa.
De hecho ya la nueva “BILLOS”, avanza extraordinariamente, a pesar de la
grave situación económica del país, ya la orquesta tiene firmado contrato para
amenizar una fiesta en la ciudad de San Juan de los Morros y otras dos
localidades del estado Guárico. Y probablemente se pueda admirar el ritmo de
este nuevo grupo en las festividades patronales de San Luis en Villa de Cura.
Dueño de una humildad digna es este hijo de Villa de Cura, un
eterno enamorado de su pueblo, de su profesión, siempre pensando y procurando que se mantengan y
mejoren los espacios educativos musicales que ya existen, apostando a que los
jóvenes muestren interés en el mundo de la música, por la cultura de todos,
para contar con una ciudad bonita y de progreso. A Miguel aún le queda fe en el corazón, además de mucho camino por
recorrer.
Oscar
Carrasquel, La Villa de San Luis, agosto de 2018
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