Todas las ciudades, pueblos y comunidades de Venezuela tienen su Santo Patrono, al igual como
existen nombres de personajes célebres y
populares, también hay sitios emblemáticos que identifican su espacio
geográfico, entre ellos tenemos el nombre que la literatura popular le asigna a cada esquina, lo cual ha
sido costumbre generalizada en nuestro país desde que los pueblos comenzaron a
tener vida. Don Enrique Bernardo Núñez, valenciano, el primer Cronista Oficial de
Caracas, explicaba que, “Cada esquina
tiene su nombre y cada nombre tiene su historia”.
Por ejemplo en Villa de Cura, capital del municipio Zamora, estado Aragua, existió en un< época la emblemática CUATRO ESQUINAS, además, sabemos del bautizo de la esquina "El Coco", "El Muelle", "La Sapera", "El Chorrito", "El Zamuro”, “El Taparito", "La Garita", "Los Albañales", "Las Brisas"; "Los Almendrones". "Las Hermanitas"; “El Cofre de Oro”, esquina "de Régulo". En la vía subiendo hacia La Represa está la "Tigrera".
Con emoción desde cuando era un niño, me acuerdo de las fiestas patronales de la primera parroquia de Villa de Cura, cuya patrona es Nuestra Señora de Las Mercedes.,;Se trataba de una festividad marcada por la espiritualidad de su gente. La calle “El ganado”; a la entrada de la comunidad a mediados el siglo xx tuvo piso de tierra, luego fue carretera nacional unida a la Troncal 2, en tiempos modernos pasó a ser Avenida Lisandro Hernández.
En la frontera de Las Mercedes, a escasos metros de la curva quedaba las CUATRO ESQUINAS. En cuyo cuadrante se fueron estableciendo cuatro conocidos establecimientos que le dieron ese nombre, el salón de barbería de don Alejandro Sumoza; don Abàs Palma, con chicharronera y venta de comida; la pulpería de don Juan Silva, y diagonal, don Heriberto Morales, el fabricante de la famosa escoba villacurana. Este detalle me lo aportó el finado Jesús González, un maestro albañil nativo del lugar..
El limite de la calle Jaime Bosch era las CUATRO ESQUINAS, la cual pasa frente a la Iglesia de Nuestra Señora de Las Mercedes y su bella placita a su alrededor, cuya festividad religiosa se celebra cada 24 de septiembre. Dios quiera que en esta ocasión, como regalo de cumpleaños, se le haga un cariñito a las calles y otros servicios de esta bella comunidad villacurana.
Hace varios años llegó una compañía encargada de los trabajos de construcción de la avenida Lisandro Hernández. Unas gandolas soltaron allí unos enormes Caterpillar, se amplió la vía y las máquinas tuvieron que deshacer de un solo arañazo las CUATRO ESQUINAS, para dar paso a la moderna avenida de doble canal. El progreso pues, terminaba con este portento de latidos de la Parroquia.
La amplia calle Jaime Bosch a ambos lados, fue habitat de un linaje saturado de amor por su gentilicio, me refiero a Gustavo Liendo, que tenía un camión para transporte de materiales; la familia Aponte, gente inteligente y profesional; el pulpero Máximo Carrasquel,, los Pérez Padrón, profesionales y músicos; la familia López; Josefina Caracas, Carmen Colmenares, hierbatera; Pedro Guevara que junto a doña Berta fundaron la dinastía Guevara-Pérez, Julián Sánchez y familia (llegados de Valle Morín); Jerónimo Linares, Gerardo Salcedo, Nicolás Natera, Abrahán Nieves, cantante de música llanera que convirtió a "Juanita" en un éxito musical; los Díaz Guerrero, Amador Campos, los Morales, Evangelio Aponte, Berta Granadillo, Aly Hernández Morgado; Victorio Silva, familia Cordero, y sigue la lista.
Nunca aprendimos la historia larga de Las Mercedes, quisiera cantarle con la fragancia de un cáliz, como le canta la joven poeta Kristel Guirados Zapata.
Aquí conocí con la edad de 18 años el bar con cancha de bolas criollas de Rafael Regino Bello; mejor conocido como "Ruñío"; le sigue el "Tango Bar" de José Pérez, con un fresco racimo de tangos y milongas interpretados por Él y el maestro Martín González. Hacia el norte el negocio “El Escupitazo" de don Máximo López, con su rustico mobiliario donde los isleños después de la jornada tomaban cerveza bien fría. Diagonal a la Iglesia Las Mercedes se asomaba la bodega de don Claudio García. Y la cerveza empacada en cajas de cartón del bodegón de don Remigio Ascanio. 13 bolívares la caja y la gente la encontraba cara. No puedo dejar de mencionaren en la parte sur de la Jaime Bosch, la cordialidad del bar "La Garita", a cuyo frente estaba don Carlos Almenar, atendido también por don Francisco Zapata. El día principal de fiesta se celebraban torneos de bolas criollas en la cancha de este establecimiento.
Me acuerdo que adornaban la calle con bambalina, flores silvestres y palmeras. En la tarde cerraban algunas bocas calles de la Jaime Bosch y servía como manga para la tarde de toros coleados. Villa de Cura fue visitada en una oportunidad por el Maestro don Rómulo Gallegos, montado en el templete de la Reina y autoridades, una tarde de toros coleados en Las Mercedes.
Imposible dejar de mencionar una vieja costumbre de sus lugareños, A las 7 de la noche abandonaban la casa, sacaban las sillas y se sentaban en la puerta a tertuliar hasta la media noche. Fueron memorables los bailes con música grabada en discos de acetato y pickup, en las casas de la familia López y las Rodriguez, por la otra calle. La gente que venía de nuestros campos se aglomeraba en la ventana, viendo a las parejas bailar.
El deporte fue una de las actividades más importantes, el programa, contemplaba una Copa plateada que se disputaba en el estadio, el equipo “Campo Elías” versus una novena invitada. Los bombarderos de Manuare siempre resultaban victoriosos..Recuérdese que esta es la tierra de José Pérez Colmenares, de Guillermo Infante y José Rondón..
Para aquella época cuando alguien deseaba visitar la Parroquia,
Ojala un Concejo Municipal con sensibilidad, disponga establecer una parada con una obra de arte en este amable sitio por donde se entra a la Parroquia, para que la leyenda resalte su nombre y quede como una marca en el mapa de los recuerdos que se niegan a morir.
Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis, 24 de septiembre (Día de Nuestra Señor de Las Mercedes).
Comisionados para buscar información
Ramón Alfredo Corniel
Profesora María Teresa Fuenmayor
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