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La tierra, el valle está llena de anécdotas y del núcleo de personajes populares lo que es una parte de la historia de aldeas, pueblos, caseríos, y ciudades. Hombres y mujeres que dejaron una importante figuración en cada lugar. La ciudad tricentenaria de La Villa de San Luís de Cura no es la excepción. Los traemos a la crónica para que las generaciones los conozcan con propiedad.
Los vimos andando por sus calles y aprendimos a tener contacto cohabitar con ellos, se hicieron populares por su forma de ser, se sembraron en la memoria colectiva,. Se hicieron conocidos por sus apodos, por su vida, pero también por su labor, por su arte...Se convirtieron en un elemento de la cultura popular.
"Loco Lindo" Juan Alayón célebre por crear al personaje “Loco Lindo”,. Ya no está entre nosotros. Hasta hace poco Ramón Alfredo Corniel Alfredo simbolizando al personaje. Ellos no usaron máscara como en el teatro griego, sino que andan con el rostro y toda la ropa sucia arrastrando perolas de uso doméstico.
"Juan Torero". Un hombre que le cantaba a la vida. Ligado al pasado lejano villacurano de mediados del siglo xx, músico de guitarra, parrandero, aficionado a la bebedera.. .. Imitaba a la perfección el sonido de una tumbadora, de un bongó y de una trompeta. En una oportunidad fue presentado por Amador Bendayan en el programa "Habado Sensacional" por el canal Venevisión.
"La Sancocho", especialista en la elaboración de sancocho y del menú criollo..Mujer humilde vivió en la calle Guárico. Se dedicó a la crianza de perros. En la memoria guardaba el nombre de cada uno de sus ejemplares. andaba por la calle con su bandada de perros detrás. en el patio no le faltaba hirviendo una lata de sanocho para alimentar a sus canes.
"Chivita". La historia de este personaje es igual como la de un lanzador de beisbol. Tenía una buena puntería. A veces se enfurecía y se defendía con disparos a 90 millas con piedras que cargaba en una mochila. Todo por la impertinencia de los muchachos en la calle que le largaban en voz alta el sobrenombre: “!Chivita!”..."Chivita", para provocar su cólera y verlo correr detrás de ellos.
"Quetena", ¿Quién no conoce acerca de esta humilde mujer en el barrio La Represa?.. Respetada y querida en toda la barriada. Es fácil encontrarla haciendo mandados a la bodegas. En la actualidad vive por los lados de “La Tigrera” que es por donde se le ve caminar.
"El quebradito"..No recuerdo su nombre. Corto como un enano. uno se imagina cómo manejaba un anciano autobús de la circunvalación urbana, par alcanzar el volante se sentaba en un taburete; algunos que salían del liceo le jugaban una broma que a él le disgustaba, le decían "¿donde está el chófer de este autobús como que anda a control remoto?", y el "quebradito" no tardaba en responder la afrenta con esta frase : "!Aquí estoy cdtm".
"El loco más Ingenioso" Este pintoresco personaje, parece que si tuvo escuela. Se la pasaba todo el santo día recostado de la pare en la esquina del callejón 2 cruce con la calle Comercio, barrio Las Tablitas, simulando que leía periódicos y revistas. A veces el sol se le clavaba en la espalda porque andaba sin camisa, De tarde se iba a misa a la Iglesia Matriz y asistía a procesiones de santos.
"El loco Pedro". Uno que considero muy especial es Pedro, conocido también como "el loco de la ramita", enamoradizo, apreciado en la comunidad de la calle doctor Urdaneta en donde trabja haciendo mandados, risueño, de pelo enroscado, vivía con la madre en la calle del Ganado, cargaba una varita de retama alzada en su mano que era como una brújula, lo han visto pastorear burras en la sabana.
"Aníbal" el sentimental Aníbal recorría las calles, querido en toda la ciudad, aunque vivía en Las Tablitas. Siempre juguetón, tenía ojitos de lucero; bailaba en la calle de brazos cruzados retorciendo su frágil cuerpecito. Lloraba con lágrimas de verdad acompañando a los entierros sin haber conocido al difunto...Injustamente o por descocimiento la gente le creó el mote de "El loco Aníbal".
"Julianote", Su oficio fue muy singular, desde pequeño se ganaba los cobres lustrando botas, tenía su clientela fija en personas importantes. Cada mañana salía a realizar su trabajo, asiduo en la plaza Miranda. era muy conocido, vivía en la la calle Comercio diagonal al INCE
"Petra la Sastra". Solamente por el talento de esta humilde mujer se conoció en el barrio Las Tablitas desempeñando el arte de la sastrería, de cercana residencia en la calle Comercio, confeccionaba ropa para hombre, desde de un slack completo hasta calzoncillos rodilleros.
"Pateturca". Este mítico personaje fue una celebridad dejaba impactado a cualquiera ponía los pelos de punta con su trabajo. En los años imprescindible en la emergencia del antiguo hospital Santo Domingo.. Un hombre de piel oscura, alto, musculoso que ponía . Su labor consistía en conducir un ataúd sobre el hombro de menesterosas fallecidos, hasta el cementerio municipal y sepultarlos.
"Amparo", todavía se oyen sus voces de alma adolorida por una tragedia, pernoctaba en zaguanes arrastrando un drama psicológico, le obsequiaban ropa y comida en casas de familia sensibles.. Mencionada por algunos como “La loca Amparo”.
"Correita", ferviente vendedor de periódicos especialmente del vespertino "El Mundo", no había noticia vespertina, nacional o regional que no la conociera La Villa entera en la voz de Ismael Correa, pregonando a todo pulmón los “tubazos” por el largo de la calle, parecía un locutor de “Noti Rumbos”.
"Julio", pequeño de tamaño, flaquito,, yo creo que éste no conoció el pecado, siempre andaba limpiecito calzado de alpargatas caladas. Para Julito, toda persona que se atravesaba en el área de su camino era su ¡PAPA! ¡PAPA!, y enseguida le pedía la bendición cruzando los brazos. Vivía en el barrio “Las Tablitas”.
"Quimbanche", A esta dimensión del pasado siglo xx pertenece este gran artista, hacedor de las mas diversas figuras en cerámica en forma de alcancía, para salir a vender en las calles...Detrás del personaje quedó una singular historia.
"Juan del Pueblo". Hombre de sonrisa amplia como la sabana, maletero, caletero, y repartidor de víveres de los almacenes mayoristas. En los años 50 recorría la puerta de los bares, especialmente los fines de semana. El cargador de "borrachitos" consuetudinarios. Los subía en una carretilla y los llevaba a pasar la pea a la sabana, limpiaba el pueblo de "borrachitos".Adquirió fama.
"Plomo" Lo han retratado a cuerpo entero, de frente y de perfil. Se ha convertido en uno de los personaje más popular de la ciudad tricentenaria, de familia humilde. Se pasea por el centro y asiste a misa, le pide al Señor que lo libre de todo mal y lo fortalezca. .Entre chascarrillos le pusieron el sobrenombre de "Plomo", corto y fácil de pronunciar.
"El popular Cachón". Vende chicha casera en auna biciclet y toda clase de alimentos y granjería al pregón, y ayuda en todo tipo de oficio en la cocina. Con el dinero que obtiene lo primero que hace es comprar el bastimento para la casa..Posee un conocimiento innato de la ciudad y a él lo conoce medio mundo.
"Casunga" . Su vida transcurre en su pueblo nativo donde se conoce con este familiar apelativo. La madre lo forjó desde pequeño para el trabajo de campo. La música de parranda se le metió en el cuerpo y en alma y ha sido su eterna compañera.
"Pablito y Borno". Unidos estuvieron estos hermanos en el sentimiento popular. Dos gallos se convirtieron en bastión y querencia del barrio La Represa, recorriendo sus calles en un gesto de amor por el dios Baco, el dios de la música y el vino.
Con nombres tradicionales la ciudad se hace visibles cada uno con una historia distinta, pero todo parece que lo borra la neblina del tiempo, entre este numeroso grupo que se conocieron por el sobrenombre ese encuentran “Sota”, "El Chivo", "Cuatrofilo", "Tirabeque", “Relámpago”, "La Morocha" “Cohetón”, “Nigüín”, “Dólar”, "Oripopo", “Mira poquito” “El Amigo”, "Mamusa", "Ramoncito", "El Niño". Quién no recuerda al cariñoso "Chicho", de origen portugués..
Aun faltan más nombres y sobrenombres de personajes. . La crisis económica y la inflación galopante les dio su "matracazo" y los hizo huir de las calles. . Muchos de los que conocimos en el tiempo pasado partieron a la eternidad. Sin de necesidad de buscarlo, compartimos los sinsabores y alegrías de la vida cotidiana de la Villa de San Luís.
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