Angel Torres en su paso por el Estado Yaracuy Embalse de Cumaripa
Por Oscar Carrasquel
La Villa de San Luís es un pueblo religioso, hospitalario y
maravilloso para vivir, lleno de fe y devoción católica y de gente buena y trabajadora. Dentro de estos avatares uno alcanza a
conocer personajes de temas históricos, andando por la calle, parado en una esquina o en cualquier vuelta de
camino, se trata de un
caminante peregrino de devoción católica.
Ángel
Serapio Torres Osorio es su nombre completo, nacido en Villa de Cura el 14 de noviembre de 1953,
hijo de don Genaro Torres y de doña Juana Osorio de Torres; actualmente se desenvuelve como chófer de gandolas de una empresa productora y distribuidora de refrescos de Villa
de Cura. Buscando un lugar tranquilo y seguro para vivir la familia
establecieron su domicilio en el hermoso caserío “El Rincón”, al norte de la ciudad, desde hace bastante tiempo..
Se puede llegar a pensar que una promesa tiene sus misterios, según la Biblia es
un compromiso solemne que se adquiere ante a Dios y la Madre María, en agradecimiento por un auxilio recibido. Agradecerle por habernos devuelto a la vida.
En días recientes hablamos con el señor Ángel Torres, quien cumple cada año con dos Promesas de dimensiones distintas, ambas de agradecimiento al cielo por haber sido sanado de una grave enfermedad y riesgo de su vida.
Las citadas promesas consisten en realizar por
el resto de su vida una larga caminata en el mes de enero hasta llegar al Santuario
de la Virgen de la Divina Pastora en Barquisimeto. Y luego va a pagar otra correspondiente al Estado Tachara, en el mes de agosto.
Ángel Torres ya lleva 9 años pagando una promesa a la venerada imagen del Santo Cristo
de La Grita, el 4 de agosto de cada año, con una caminata de 14 horas cubriendo una distancia de 85 Kms, desde
la población de Michelena hasta La Grita en el estado Táchira de la región Andina, allí se reúne con
una multitud de peregrinos de todas partes de Venezuela. Como dicen los entendidos, se trata de una escultura perfecta del Santo esculpida hace más de
400 años.
Ángel Torres, como queda dicho en enero emprende una caminata desde Villa de
Cura con rumbo a Barquisimeto, en varias escalas por las
carreteras troncales y autopistas, atravesando pueblos y ciudades de los senderos
de Aragua, Carabobo, Yaracuy y Lara. En cada
desplazamiento recupera fuerzas para
después cubrir otro tramo el siguiente día.
El caminante sale de su pueblo natal
Villa de Cura después de entregarse en oración. La primera noche la pasa en San Joaquin durmiendo en la
casa de un pariente. El día siguiente desde San Joaquin a Valencia. La siguiente
noche duerme en Bejuma; de esta estancia pasa a Nirgua; la siguiente parada en
Chivacoa. De ahí apresura la marcha para Barquisimeto donde arriba el 13 de enero, una ciudad
bella y limpia desde el punto de vista ambiental. Esta travesía la hace solo sin compañía, pero algunas veces en Yaracuy se le
agregan otros caminantes grupales.
Partiendo del Obelisco de Barquisimeto, monumento de la Virgen María, reinicia una caminata de 10 Kms hasta llegar a la comunidad de Santa Rosa donde está el centro de veneración.. El
14 de enero después de asistir a la Eucaristía en la Catedral Monumental, acompaña a la Procesión, la cual recorre varias avenidas de Barquisimeto cubriendo un trayecto de 7.5 kms.
Cómo dejar de agradecer las atenciones, a los que le brindan hospedaje y suministro de alimentos por algunos familiares cercanos, y de gente
conocida y por conocer que le abren las puertas, de personas cristianas conduciendo
automotores en la carretera que le
colaboran con frutas y bebidas energizantes para el cansancio, tras luchar tanto por subidas, bajadas y pasar
puentes. Una verdadera odisea, significa alegría para todos que en
solidaridad lo siguen a través de las redes sociales. Deseoso de revivir y
refrescar esa sonrisa de alegría el regreso a su patria chica. un extraordinario pueblo el más bonito del mundo.
Ha sido Ángel
Torres, quizá el primer villacurano caminare en llamar el interés de la crónica periodística centro occidental. Un total de 380 kilómetros andando a pie gracias a la Divina Pastora. Creo que es el primer villacurano en alcanzar esa hermosa promesa. Ya lleva cuatro años haciendo ese recorrido.
La señalada caminata, no solo es una prueba de resistencia, aguantando temperaturas, bajo el sol o la lluvia, sino fundamentalmente una demostración divina de Dios. Ángel es un hombre serio de coraje con muchos méritos, religiosamente responsable en su función de trabajo, al mismo tiempo que se mantiene constante entrenando y participando en caminatas; lo vemos en forma disciplinada como siempre moviendo su humanidad practicando un domingo cuando el sol luce su esplendor, con la libertad de hacerlo por todos los rumbos y senderos.
Dos caminantes senderistas Ángel Torres en la compañía del doctor Nucho Fantasía Pagliotta.
Oscar Carrasquel. La Villa de San Luís, Tricentenaria
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