Por Oscar Carrasquel
Rafael Sarramera Ybarra nació en un caserío aledaño a la hacienda "La Violeta", en los rumbos de Santa Rosa del Sur el 24 de octubre de 1917, hijo de doña Margarita Ybarra que le enseñó buenos modales, y de don Guillermo Sarramera, que era un hombre campesino que fue cantador de joropo, gran improvisador. Los hombres campesinos llegan a ser entre los mejores improvisadores . Su día a día está lleno de música del folclor aragüeño. Y algo muy normal, casi no estudiaron.
La Villa, aparte de ser puerta de un típico pueblo del llano, ha sido considerada como una tierra paridora de esta tradición folclórica y cultural. Le dedico esta nota a Rafael Sarramera con el orgullo de ser de la misma tierra. Rafael siguió adelante como un destacado cantador de nuestro joropo, quien llevó su poesía por todos lados.Y como el vino también es cultura departía tragos que venían para los músicos.
A Villa de Cura llega hacia 1945, proveniente de la sierra, formó familia con doña Anastasia Carrizalez. Los descendientes de esta unión son siete, Salvador Carrizalez, que nació en Santa Rosa; el resto que le siguen nacieron en Villa de Cura: María, Haldee, Rafael, Benjamín, Hortensia y Liliana Carrizalez. Fijó residencia para el resto de su vida en la calle Libertad cerca de la falda del cerro "El Vigía" en el barrio "Las Tablitas" . De las primeras familias fundadoras de esta popular barriada villacurana.
A mediados del siglo pasado, no se usaban aparatos electrónicos, la voz volaba con el viento, la música llegaba con brevedad a los oídos de bailadores. Cada cantador describe en la memoria su propia historia. Las grabaciones fueron hechas en discos de acetato de 45 rpm que sonaban en las rockolas. Grabaciones costeadas por el propio cantador.
Hay que enseñarle a los jóvenes de hoy, que en aquellos días era legal que el dueño del baile pusiera los llamados "bailes de escote", pagando te daba derecho a sacar pareja, sin que ésta se pudiera negar. El producto era para sufragar el costo del sancocho de gallina de madrugada..
Rafael Sarramera, ligero en el verso formó parte de un lista de cantadores que despuntaron por estas tierras a mediados del siglo pasado, animando programaciones cultures, respaldado casi siempre por el arpa del maestro Evaristo Saldeño. Quiero recordar que las celebraciones después de las "cayapas" (labores del campo en común) los bailes se prolongaban hasta por tres días con sus noches.
Rafaelito Sarramera nació y creció entre una familia de joroperos. Una de las anécdotas que contaba la madre cuando era un niño, apenas oía afinar un arpa se acercaba improvisando versos, “pilonando” dos mazorcas de maíz simulando las maracas. Aquello poco a poco lo fue convirtiendo en cantador de Golpe, Pasaje, Yaguazo y Marisela.
Rafaelito, era un hombre de contextura delgada, alto, siempre formal, acudía a los bailes infundado en un liquiliqui blanco, le gustaba despojarse del infaltable sombrero cuando iba al pie del arpa. En esa época se realizaban muchas fiestas de joropo de fin de semana, tanto en "Las Tablitas, en "La Represa" ; "Los Colorados" y en la Parroquia Las Mercedes, y muchas veces en la zona alta, en las “filas” de "Virgen Pura" y "Platillón", la tierra de mi amigo Miguel Alayón.
Uno de sus hijos varones me relató, que los buscaban todos los años para una celebración del cumpleaños en la casa de don Tomás María Hernández, honorable comerciante de la localidad.
Le acompañaron en toda su carrera de cantador, una infinidad de arpistas, entre los que ae cuenta Saturno Linero, Salvador Rodríguez, Alfredo Sánchez, Víctor Ybarra, Evaristo Saldeño, Jesús Oliveros, José Cordero, José Félix Nieves, entre otros.
Con frecuencia participaba en giras por otras regiones del país. Algunos testimonios orales que lo conocieron, coinciden en afirmar que tenía voz clara y fuerte su canto fue pausado, calmado, con inteligencia. Le compuso décimas a la tierra amada de Zamora, a sus mujeres, su flora y sus paisajes.
El poeta J. M. Morgado con su rima le inventó unas coplas, las tituló “El Campesino Rafal”. Me vienen a la mente algunos versos que siempre recitaba nuestro bardo.
"Se fue a su siembra remota el campesino Rafal/ llevando dentro del morral su arepa con caraotas...."..
Que llamaron mucho la atención y Rafaelito tiempo después se encargó de ponerle música de "golpe" . La cantaba como algo especial en la Peña y en los bailes populares..
Siendo todavía joven recibió una tremenda sorpresa, ocurrió el año 1968, fue invitado para cantar en la fiesta de 15 años de Raquelita Castaño, un homenaje de la familia en El Paraíso, Caracas; con la presencia en la reunión nada menos del animador y productor de Radio y televisión Renny Ottolina. En esa oportunidad fueron también los bailadores de joropo Juan José Vargas Castillo; José Alejandro Rodríguez; Rosa Villamizar, Vitalia López y Carmen González. En el grupo iba un joven bailador de "Las Tablitas" de nombre Gregorio López, conocido con el seudónimo de “Chanquilón”. Que a decir de Juan José Vargas " le sonaba duro la chancleta".
El arte musical de Rafael Sarramera aún no ha sido valorado como es de ley. El día 21 de enero de 1981, a la edad de 64 años, hace más de cuatro décadas, se apagó la vida de este formidable cantautor, exponente del joropo aragüeño que identifica a nuestra región. Se le dio sepultura a sus restos en el viejo cementerio municipal de esta ciudad. Que en paz descanse.
Foto archivo O C restaurada por Félix Humberto Herrera
Oscar Carrasquel. La Villa de San Luís, Tricentenaria
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