Foto tomada de pixabay.com
EL GRILLO Y SU GRILLAR
Oscar Carrasquel
Yo veo el bichito, me está mirando
encunclilla, pegando brinquitos
en un rincón de mi habitación
como si estuviera ensayando
Pegado en una esquina de la pared
El depredador de la biblioteca
ruñendo los libros
feliz vive ahí en su trinchera
Metido entre la ropa
atrapando a otros bichos
Siempre con su lamento
Volvía la noche un tango
En los pliegues de la cortina
cortejando a doña grilla
Él está solo, enamorado
cantando con su porfía
Invisible de día
En la noche con su jolgorio
no deja de taladrar mis oídos
aunque el aire lo encoja de frío.
Alguien lo hace correr
con tres esferas de neptalina
debían ser las seis de la mañana
voló con sus alas vibrantes
Entonces el cuarto quedó
en un profundo silencio
también los libros, la cama
Y, yo, despierto, tensos los ojos.
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