La última fotografía del poeta Omar Gutiérrez, en la portezuela del avión, tomada cuando emprende el fatídico viaje a la ciudad de Puerto Ayacucho, estado Amazonas. arreglada por Félix Humberto Herrera
La madre lo aguarda con tanto celo/
el poeta le echa el último vistazo al mundo/
cuando el sol comienza a retirarse/
la muerte viaja con su guadaña
O.C.
Por Oscar Carrasquel
Con las huellas de la tristeza intactas, vengo a refrescar que el primero de diciembre 2025 han transcurrido 34 años de la ausencia física de este joven figura de la literatura venezolana, Omar Francisco Gutiérrez Peña. Henos en la disposición de traerlo a la crónica, para recordar algunos pasajes de su corto paso por la vida, en homenaje a su memoria y su creación .
La verdad es que no soy ducho en hacer un análisis crítico literaria, me conformo con manifestar admiración por señalar los méritos de este coterráneo y sus vivencias.
En un encuentro casual con su madre nos dijo, que desde temprana edad se le notó natural definición por la poesía, y le fascinaba recurrir a la acción de la lectura. Unido a esto, sus afanes por la literatura y el interés por sus estudios de quien siempre fue un joven estricto en su carácter.
Omar Gutiérrez Peña nacido en Villa de Cura, estado Aragua el 02 de julio de 1968, hijo de Omar Gutierrez, mejor conocido como el "Negro Omar", nacido en Cazorla, estado Guárico y de Yvoni Marbella Peña, una modesta Licenciada en Educación, nacida en Villa de Cura, viuda de Gutiérrez. La familia Gutiérrez Peña habita una modesta vivienda ubicada en la calle Juan de Dios Agraz, de esta histórica ciudad.
Aún perteneciendo a distintas generación, conocimos de Omar su amor por los estudios, Quizá por ser hijo varón único y por esas cosas llenas de cariño, dentro el seno del hogar comenzaron a llamarlo "chito", tal como le tratamos, Hasta para cenar, "Chito" para acá, "chito" para allá.
Es fácil imaginar que, aquellos que fueron sus entrañables compañeros de letras, lo recuerdan con acendrado cariño. En su terruño natal se consolidó un equipo cultural amplio compartiendo con poetas como Rosana Hernández,, Aly Pérez, Ingrid Chicote, José Sánchez Arévalo, Leopoldo Guevara, J.M. Morgado, Fernando Olivo, Elías Álvarez, Hernando Echegaray, Orlando Pulido, Argenis Díaz, Pedro Flores, Kristel Guirado, Víctor David Parra, Paula Montes, entre muchos otros.
Hay gente vinculada en el terreno de la cultura villacurana, que probablemente en algún momento compartieron con El, tales como Carmencita Muñoz de González, Albis Rivas, Alfredo Barrios, José Lombán, Inocencio Chencho Adames, Mario Casalta, Isidro Tirado, Fermín Sarmiento, Aixa Sotillo, Aquiles Hernández, Pedro Botello, Yury Buaiz, Lucio Díaz, Alberto Hernández, Vladimir Miró, el prebistero Emilio Veillard, historiador Jhonny Hernández Calvo. y muchos más de función creadora.
Omar o “chito”, de contextura delgada y de breve estatura, cursó educación básica en la Escuela Arístides Rojas; obtuvo titulo de Bachiller en Humanidades en el Liceo Alberto Smith de Villa de Cura, Desde el Centro de Estudiantes comenzó a participar activamente en actividades culturales y de ruidos estudiantiles.
Aquella Villa de Cura, no se parecía a la grande y bulliciosa ciudad de ahora, sin embargo en su liceo comenzaban a darse las luchas estudiantiles. Omar, mereció las mejores distinciones y elogios de sus profesores, desde sus comienzos. Esta afirmación la pueden corroborar quienes fueron sus compañeros de estudio. Llevó una vida bastante noble y sencilla, figúrense que hasta escribía y el mismo leía los testamentos de Judas el Domingo de Resurrección en el sector donde vivía..
Recién graduado de bachiller se inscribe en la Facultad de Derecho de la Universidad Central de Venezuela. En la U.C.V. destaca entre los cursantes de su misma carrera, y buscando la cima de sus aspiraciones, comienza su participación en las diversas actividades culturales que se desarrollan en La Casa que Vence la Sombra, allí entró a formar parte del Grupo de Títeres “Cantalicio”. Al mismo tiempo participaba en talleres, recitales de poesía y en festivales de artes en el auditorio del Aula Magna UCV.
En Caracas se matricula para seguir cultivando su talento en la Fundación Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (CELARG). Sus estudios siempre tuvieron ligados con el ejercicio de la poesía. Además de estar cursando 4to. Año de Derecho, cursaba el 6to. Semestre de Literatura, paralelamente 2do. semestre de Arte..
Nada le fue fácil, aunque es bueno reconocer que en esos tiempo desde los sectores más vulnerables tenían acceso a universidades publicas de prestigio. Se entiende que los padres podían cubrir los gastos de residencia , manutención de sus hijos con su salario..
Omar Gutiérrez surge entonces como escritor de excelentes cualidades, lo encontramos como columnista de la revista “La Espada Rota”, y fue factor prominente como columnista de la revista literaria “Hipocampo”, donde escribió poesía, prosa y columnas periodísticas, y también escribió sobre Arte.
Su obra poética aparece en varias Antologías tal como “Hojas de otra Comarca”, el primero de ellos, editado por La Casa de la Cultura de Maracay; entre los que publican en esta obra se encuentran figuras importantes de las letras como los poetas Efrén Barazarte, Carlos Delgado, José García y Omar Gutiérrez.
También es bueno agregar una antología poética cuya obra se titula “El Hondo País de los Ausentes”, en donde se juntan insignes poetas venezolanos de profundo conocimiento como Miguel Ramón Utrera, Agustina Ramos, Aly Pérez, Augusto Padrón, Zoraida García, Ely Galindo, Manuel Peñaloza Fernández y Omar Gutiérrez, en una edición de la Fundación Editorial "El Perro y La Rana".
La carrera literaria y demás característica del poeta Omar Gutiérrez Peña, ya ha sido estudiada, analizada y reconocida por diversas organizaciones literarias y poéticas en la geografía librera.,
La muerte le llegó temprano a interrumpir sus sueños. El joven poeta Omar Gutiérrez Peña falleció el 01 de diciembre de 1991; recién había cumplido 23 años de edad, en una absurda tragedia, que acontece cuando cumplía una gira con el grupo de Títeres de la Universidad Central de Venezuela, que iban de gira cultural al estado Amazonas.
En la población de Puerto Ayacucho, capital del estado Amazonas, tuvo lugar la tragedia. La noticia repercutió especialmente en La Villa. Una muerte distinta habría sido mejor a pesar de lo cierto que es el destino. En un sentido general, el joven Omar lo que necesitó fue más tiempo para vivir y soñar.
Quien escribe vivía y trabajaba en Puerto Ayacucho, una noticia que abruma nos dejó a todos confundidos, con un amigo nos trasladamos al Hotel Amazonas, Tal hecho truncó la vida de un joven intelectual, como ver caer la hoja del árbol en otoño, cuando se encontraba rindiendo una meritoria labor,cultural.
Una sentida manifestación de duelo fue la exequias. Un sentimiento de dolor vivieron sus padres, abuelo, hermanos y demás familiares y amigos, con los ojos y el alma entristecida. circularon diversas notas de duelo desde Caracas y otros lugares. En realidad, la vida es un tiempo que comienza y no sabemos cuándo termina. Que su alma descanse en paz eternamente.
Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis, Tricentenaria