En la foto doña Elena Vidao, siempre será recordada
Por Oscar Carrasquel
No es fácil reconocer
que nada en la vida es eterno. Se entiende y acepta por la fe que profesamos a Cristo Jesús. Se apaga la fuerza de
nuestra energía, cuando no se soporta más el embate de las enfermedades que recorren nuestro cuerpo. Y de aquellas que el alma conoce en silencio.
Ha muerto la
señora Elena Vidao López. El 25 de agosto de 2024 en horas de la noche dejó de latir su noble
corazón de infinita generosidad. Una fuente importante de alegría y apoyo de los
ancianos que alberga el hogar del Asilo Santo Domingo de la ciudad de Villa de
Cura.
Doña Elena fue
un bálsamo de servicio y de bondad con un profundo sentido de cariño que
profesaba a los abuelos, que necesitan más del auxilio del Estado y que muchos carecen de atención hasta de sus propios familiares. Doña Elena brindaba gran atención en la alimentación a los ancianos internos.
Se fue al cielo a gozar de la paz y de las maravillas que Dios tiene reservado para las hijos buenos como ella. Como bien lo dice el libro del Eclesiastés, Todo tiene su tiempo. Todo debajo de los cielos tiene su hora. Tiempo de nacer y tiempo de morir. De un extremo a otro se ensanchan hoy las oraciones por el eterno descanso de su alma, de parte de aquellos que la amaron de corazón..
Hermana Elena Vidao, que la tierra le sea leve, y que su alma viaje con la prisa del viento al Reino de los Cielos.
A través de una amiga Gilda Carrasquel, con jerarquía de madre, hija, tía y Ministro de la Sagrada Comunión, hacemos llegar en esta hora de aflicción, un abrazo de afecto y solidaridad a sus hijos, nietos, y demás familiares y amigos.
Oscar Carrasquel. La Villa de San Luís, 26 de agosto 2024
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