martes, 27 de agosto de 2024

RECORDANDO LAS FIESTAS PATRONALES DE ANTES

 UN RECORRIDO POR LA MEMORIA LAS FIESTAS PATRONALES DE AYER

 

 
Una de las reinas de las Fiestas Patronales desconozco su nombre

                                                 Por Oscar Carrasquel

En décadas del 40-50 Villa de Cura era un pueblo limpio, muy alegre, divertido. La Villa encabezaba la lista de las mejores fiestas patronales que se realizaban en todo el Estado Aragua, superada solamente por las Ferias y Fiestas de San José en Maracay.. En eso tiempo llegaban  a nuestro pueblo un caudal de gente de todas partes.

Solía visitar la población en fiestas el  "Circo Razore" que instalaba sus carpas con gradas, con animales salvajes amaestrados en nuestra pintoresca "sabana" , cuya atracción principal era el célebre Blacamán, el mejor Faquir y domador del mundo.

Lo cierto que en festividades patronales llegaba de todo a esta especie de feria popular, tales como carruseles, bazares, carritos chocones, ilusionistas, payasos,  ruleteros, juegos de batea blanco y negro. Nos visitaron comerciantes, ganaderos, y hombres de la eterna bohemia, de expresión poética y artistas teatrales.

Hubo la costumbre del Concejo Municipal de Zamora de designar la Junt de las fiestas patronales, y en los primeros días de agosto ya la gente estaba preparada para recibir la programación  de las fiestas.  el cual lo imprimía la Tipografía Miranda, Se contaba siempre con la colaboración del comercio mayorista y minorista.

El programa como una hoja de periódico era repartido en medio de una caravana de automóviles  acompañados de músicos del pueblo, bajo la batuta de Germán Cordero, desde la platabanda del camión de don Ramón Mendía, con lanzamiento  de cohetes y fuegos artificiales.

En esa época a que nos referimos hubo dos  programas, el religioso católico y el de la fiesta popular. La imagen de San Luis Rey de Francia era retirada de su nicho y en la noche se sacaba en procesión.  Las viejas campanas de la torre de la Iglesia Matriz repicaban a rebato llamando a la misa de  "tres padres" en horas de la mañana. 

La  programación contempla encuentros de béisbol en el estadio de La Aduana, con encuentros entre el Ayacucho Star de la Villa, versus Universidad  Central de Venezuela, Cartografía Nacional, Vigilantes, y otros  

Pongo la mirada retrospectiva en los rumbosos bailes en La Alameda, para aliviar el estrés, y una hilera de quioscos ubicados en la calle Comercio por la acera de Régulo. Allí estaba el  restaurant de don Arístides González, con sus recetas culinarias típicas de la época. En el bar y patio de bolas "El Samán" se podía adquirir la exquisita parrilla de carne de José Gómez, al precio de tres reales el servicio.

Y qué decir de las grandes tardes de toros coleados escenificadas en la Calle Sucre, cerraban con viguetas las bocacalles, y la gente de trepaba de las ventanas. Las damas premiaban  con lazos multicolores las coleadas efectivas. A los toros acudía  el Presidente del Estado, y el Presidente del Concejo Municipal, ocupaban puesto en el templete de la Reina, con una orquesta de la localidad moliendo pasodobles y música cañonera..

Cómo olvidar los días del  paseo musical, a partida de las 5 de madruga, por las principales calles  amenizado por un conjunto, y recordar también las retretas con profusión de fuegos artificiales en la plaza Miranda

Había Bulevar frente al parque del CVN, desfile presidido por la Reina de las fiestas y su cote de señoritas , escoltada por jinetes y lindas amazonas. Juan Colmenares era  principal animador de este evento y de las tardes de toros coleados.  

Una multitud de gente llegaba a Villa de Cura de  entrando a comprar a los establecimientos,  talabarteras, alpargaterías, comprando  liquilique hechos por nuestras sastres y costureras. "La Casa de Cuadros" ofrecía trajes de casimir inglés, perfumería, zapatos Walkover y las mejores marcas en sombreros  Panizza, Cabaliero y Borsalino. 

En la vieja casona de don Dionisio Infante y doña Carlina de Infante con sus patios de trinitaria repleta de coleadores que llevaban sus monturas,  entraban y salían  por el “portón de campo", por la calle Urdaneta.

En la antigua calle Guarido la gallera del campanero don Pío Zapata, donde de realizaban peleas de gallos de feri; venían cuerdas y galleros de todas partes. Igual en la gallera "El Gallo Giro" en Los Colorados, vía Carrizalito. Villa de Cura contaba con su Plaza de Toros o coso taurino levantada en la calle Guárico, en la esquina "El Taparito".

Ubicado en el propio centro de la comarca el flamante Bar Savery, la primera tasca al estilo europeo, podía parangonarse con las mejores de la capital. Y  los legendarios botiquines  "La Garita" y "El Chorrito", don Carlos Almenar y don Rafael Gómez, que jugaban un papel protagonice como anfitriones de los coleadores de otros lugares.. 

Mi amigo Edgar Macero me contaba  del bar-cabaret "La Cita", de nocturna gala ubicado a la altura de las ultimas casas; en agosto en tiempo de fiesta patronal no cerraba nunca. Recibía la hembra criolla y extranjera  del más antiguo oficio. 

Las dulceras de Turmero y Ocumare de la Costa, hacían su agosto, el fotógrafo con una cámara de cajón, y los vendedores de estampas milagrosas, se agrupaban alrededor de la Iglesia y la Gruta Nuestra Señora de Lourdes.

Por la noche del día 25 el baile de gala en el Club Social de la calle Miranda, fueron contratadas las mejores orquesta como Billos Caracas Boys, los Melódicos, Megatones de Lucho. La Junta favorecía a la orquesta local "Siboney" . Se trata de un evento vital de mucha importancia en el marco de las fiestas patronales. Muchos se trasnochaban, cogían puesto con antelación en la barra por la calle. Miranda, esplayando los ojos y criticando desde lejos. No había choros.

Invitado especial a los  salones del Club Social en 1948 fue don Rómulo Gallegos, quien a decir la crónica bailó el "Alma Llanera" de Rafael Bolivar Coronado, con la soberana de las fiestas, señorita Teresita Díaz Dorta, según testimonio del escritor villacurano Omar Gutierrez Hurtado..

El programa de las fiestas patronales contemplaba ternera para los barrios, donada por el comerciante de ganado don Ramón Hernández y otros  ganaderos. La música popular de nuestras raíces, fue  siempre el joropo aragüeño. Recordamos los  bailes en "La Alameda", a Quintín Duarte y Silvino Díaz y Rafaelito Zarramera, además de  otros cantores, acompañados por el arpa del maestro Salvador Rodríguez y don Saturno Linero.

Ramón Trujillo desde  Altozano de la Iglesia Matriz, en horas de la noche, lanzaba unos globos de papel al espacio, la gran bola llevaba un mechón encendido en el centro, .presenciado el acto por un gentío en la plaza Miranda.

Cómo no recordar a Víctor "sordo" Criollo,  con un pianito de manilla amarrado a la cintura, amenizando los bailes en los salones de las casas de cita en "La Alameda".

El célebre PIRULÍ con su ruleta repartiendo premios en caramelos. y don Ramón El Lotero con su ruleta de animalitos.

Entre 9 y 11 de la mañana competencia  en bicicleta de paseo, recorriendo las calles Bolivar y Miranda , con llegada marcada  en la Plaza Bolívar, frente al viejo hospital doctor José Rangel. 

Aparte de las distracciones, se incrementaba la compra-venta de ganado en la antigua "La Romana",  también se convierta en un espectáculo los corrales de remate "Subasta La Rural", en el sector El Samán, salida hacia San Juan de los Morros.. .  

Todo esto nunca se olvida mientra tenga vida, lo acontecido en el pasado reciente, lidiando con el recurso de la memoria; hemos refrescando unas cuantas décadas de nuestra pequeña historia. HACE FALTA UN NUEVO REENCUENTRO DE VILLACURANOS.

 Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis, Tricentenaria


1 comentario:

  1. Gracias Oscar por aportar con tantos detalles y vivencias sobre nuestras festividades datos que construyen nuestra historia local. Un abrazo!

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