En la gráfica Waldemar Oliveros fundador del la agrupación musical "Universidad", posiblemente, ensayando el tema "Villa de Cura"
Por Oscar Carrasquel
Todos nuestros cotorreamos que se han destacado en el arte musical, y la
poesía, hay que recordarlos y reconocerlos siempre, seguir honrando su
nombre después de muerto. Entre ellos ubicamos al
señor Waldemar Oliveros, uno de nuestros insignes compositores,
Escribió y le puso música a una bella y bonita canción donde retrata completa
la geografía de nuestro pueblo, la pluma se pasea por todos los parajes de
estos Valles de Aragua, el río Curita, hasta que se posa en la arboleda de la
plaza Bolívar de su pueblo; con infinito amor en el pecho por el terrón que nos
vio nacer y crecer.
El
miércoles 21 de enero de 2025, como se estila, nos llegó a través del
grupo "Foro de la Villacuranidad", una noticia que contagiaba
tristeza,, moría en la ciudad de Valencia, donde vivía el señor Waldemar
Olivero, uno de nuestros máximos cultores, autor de la letra y música de
la icónica y magna canción titulada "Villa de Cura", grabada
en 1970, gracias al arreglo musical del padre Salvador Rodrígo, director
fundador del coro "Niños Cantores de Villa de Cura". Recordemos que
la canción "Villa de Cura", creció en la garganta
del tenor villacurano Francisco Flores; recorrió importantes escenarios como el
Teatro Municipal de Caracas, Teatro de la Opera de Maracay, cumplió centenares de giras, se oyó en vivo en otros
países como España, Italia, Bélgica, Colombia.
En
el lenguaje musical de esta composición se siente el amor por la ciudad, por
su paisaje, supo poner en estos versos lo mejor de su sentimiento
"Lo que yo más quiero de Aragua es Villa de Cura"... "Que
no tengo más orgullo que ser villacurano”.
Waldemar
Oliveros tocaba muy bien el piano, lo aprendió a ejecutar en la casa de
los hermanos Hernández Rivas, pero además, ejecutaba otros instrumentos como la
guitarra española y el cuatro. Sus compañeros del liceo le pusieron “El
Químico”, porque había convertido en laboratorio uno de las habitaciones de la
casa. El laboratorio lo tenía para practicar química, y para que los
estudiantes de secundaria que lo visitaran supieran de esa asignatura. Pero lo
que más le fascinaba era la poesía y la música. Guardaba la letras de sus
canciones en un portafolio.
Waldemar
Oliveros se mantuvo anclado muchos años en esta histórica ciudad de sus
anhelos, en dos direcciones, primero ubicado en la calle Miranda, vecino de la
casa de habitación de la familia Almenar Rodríguez, y posteriormente se
radicó, a dos casas de la vieja casona de los Castillo Zamora, enfrente de lo
que actualmente es la Casa del Cultura. .
La
apreciada Trina Yadira Hernández Rivas, nos tiene de su amigo Waldemar la
siguiente remembranza: "Allá siempre estaban
Luis Antonio que tocaba el piano; Victor Córdova en el cuatro; El Químico con
su guitarra; además estaban Enrique Álvarez, Marcel (este Marcel era de apellido Márquez, le decían zamuro); Ramón Pasquier, Luis
Delgado y Oscar Cambra", quienes completaban la fiesta tocando las maracas
y el tambor; y cuántas vivencias más”. Éstos siempre
andaban tocando en caaas de amigos, sobraban los músicos y las voces. Waldemar
fundó un conjunto orquestal que llevó por nombre "Universidad".
Por
su parte, la profesora Carmen Josefina Hernández Paradisi, nos recuerda
que, “En el II Reencuentro de los villacuranos el equipo que integramos
el Comité Organizador solicito al Concejo Municipal, para él, la Orden Ciudad
de Villa de Cura y recuerdo que en un afectuoso abrazo nos dijo: "Yo no
tengo más orgullo que ser villacurano”.
El
tema “Villa de Cura”, ha sido parte de uso como cortina en
programas de radio y televisión, y en las diversas plataformas digitales cuando
hablar se quiere de la ciudad de Villa de Cura, o de hijos ilustres como Rafael
Bolivar Coronado.. Son muchos los escenarios, eventos religiosos y culturales
en los municipios de Aragua, escuelas publicas y privadas, en donde ha estado
presente esta canción.
Entre las composiciones de este
señor, hay una actuación que pocos conocen, Waldemar Oliveros es también
autor de la letra y
música de una segunda canción que lleva por nombre “EL
REENCUENTRO”, dedicada a Villa de Cura. Preguntamos,
y una versión de la mencionada canción dice así:
Villacurano
de raza/ siempre desando el camino/ para regresar a casa/ y aunque de marchar
mañana/ espero tener la suerte/ de nuevo volver a verte/ mi tierra
villacurana.
Ahí
está ese tema saturado de añoranzas, esperando que alguna institución o grupo
musical se entusiasme, la grabe y se permita que la ponga a deambular..
Hace poco me enteré´ que pronto vamos a oír la grabación en vídeo
clip en la voz de su hermana Rosa Oliveros, que se nota que aprendió música.
Hubo
de llegar el tiempo que la familia Oliveros decidió residenciarse en la ciudad
de Valencia, estado Carabobo. Familia de estrato humilde. Hablando con mi amigo
hermano Inocencio Chencho Adames, nos enteramos que son tres los
hermanos, una hembra y dos varones, Sobreviven gracias a Dios el Ingeniero
Agrónomo Carlos Oliveros y Rosa Oliveros, que reside junto con su familia
en el exterior. Waldemar Oliveros fue padre deWaldemar Jesús y de
Dayanira.
Ciertamente, nosotros pertenecemos a la misma generación de Waldemar, este juglar nació en Villa de Cura a mediados del siglo xx. Vino el párvulo a esta bella Comarca el 20 de mayo de 1940. Su progenitora se llamó Misia Ana Oliveros.
En
honor a mi franqueza, yo no fui su amigo, de andar con él, pero me
daba de cuenta cuando llegaba a su residencia acompañado de otros
jóvenes. Quien esto escribe trabajaba en una institución bancaria
cerca de su residencia. Aunque poco nos tratamos, compartimos siempre un saludo
con alegría y afecto.
Lamentamos
profundamente su partida de este mundo terrenal. Dios que tiene el poder
suficiente, quizá te mandó a buscar porque necesitaba que le cantaras y tocaras
canciones en los predios del cielo. Oliveros se ha ido pero nos dejó envueltos
en su primera creación "Villa de Cura", con el
respaldo de los Niños Cantores de Villa de Cura, interpretado también por
orquestas de concierto, coros juveniles, infantiles y voces oscuras, en
la voz de excelentes interpretes,. Descanse en paz el alma de este gran
villacurano.
En la foto Waldemar Oliveros en la compañía de uno de sus hijos Waldemar Jesús.
Oscar Carrasquel. La Villa de San Luís, Tricentenaria
Fotos obtenidas gracias a gestiones de Inocencio Chencho Adames, amigo extrañarle, escritor, cronista. y Director Gerente de Editorial Miranda.
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