Foto tomada de la revista Expresión Nro 36 /12/1994
Por
Oscar Carrasquel
Gustosamente hago una reseña especial en esta entrega para compartirla con nuestros amigos lectores de siempre. En este mes de diciembre 2024 se están cumpliendo 110 años del natalicio de quien en vida llevó por nombre Inocencio
Adames Barrios. Lo primero que tengo que recordar es que fue un maestro de las artes gráficas. Provoca hablar de este hombre de
trabajo arduo que tuvo el privilegio de nacer en este valle pequeño llamado históricamente La Villa de San
Luis de Cura.. Lugar donde fue creada por él, un taller tipográfico, con una máquina impresora, tipos o chibaletes, guillotina, un montón de reamas de papel y tintas.. La Villa era entonces un pequeño conglomerado antes de convertirse en ciudad. Se alumbraba todo el pueblo con una sola planta eléctrica.
Don Inocencio Adames Barrios fue un hombre de espíritu y capacidad gerencial, Pilar fundamental de una tipografía con el nombre de "Tipografía Miranda" en Villa de Cura, donde se formaron diversas generaciones que son fruto de esta escuela. En una época se imprimió "El Quijote", de los primeros periódicos que circularon en Aragua, el cual fue iniciador don José Sanabria Méndez. Pasado el tiempo fue "Editorial Miranda", donde se imprimió el quincenario "El Vigía", conducido por José Seijas Alayón, y la revista "Expresión", que nace, especialmente dedicada y en honor a don Inocencio Adames Barrios, y se publican excelentes libros de connotados escritores venezolanos.
Inocencio Adames Barrios se caracterizó por ser un hombre sencillo, sensible a la amistad, llano, trabajador a tiempo completo, lo que demostró a tantos compañeros de oficio, y de otras personas vinculados al mundo del deporte. En la retrospectiva del tiempo,´pienso que su nombre de pila fue extraído del santoral eclesiástico, la Iglesia Católica, conmemora el día de los Santos Inocentes. Cómo olvidar de los 28 de diciembre, la aparición de las comparsas de “locainas” que culminaba con bailes populares en La Alameda y demás sitios públicos de Villa de Cura. A mi mamá que también nació tal día, se le oía decir: "A mucha honra"..
En su pueblo natal fue forjador de una bella familia, Inocencio se casó con la villacurana doña Arcadia Aponte de Adames. La Navidad es buena para recordar el aporte de esta dama en el arte de la cerámica, creadora de elementos decorativos, quien muchas veces en su casa se le oía boleros favoritas. Procrearon una dinastía de mujeres y hombres unidos en el amor y con el sello de la honestidad, varios de ellos profesionales, educadores, sensibles a sentir compasión por los que sufren, de servir con amor a los que luchan por aquellos que carecen de pan y abrigo, sin esperar nada a cambio. El nombre de los hijos concebidos los tengo subrayados en un diario regional: Kathy, Belkys, Inocencio, Anuzca, Griselda, Eliseo, Belinda y Jorge. Todos recibieron sus cuidados, educados,
Del tercero tengo la dicha de ser amigo, como hermano, Inocencio "Chencho" Adames Aponte... "Chencho" siguió los pasos de su progenitor en las artes gráficas, luego de terminado el duro aprendizaje de la profesión en una escuela técnicas industrial, inmediatamente se incorpora al taller del cual es administrador-gerente. Tal como se nos informó, Inocencio "Chencho" conoce y guerrea con toda la maquinaria moderna del taller con una serie de técnicas. Jamás pensábamos que vendría en el siglo XXI la merma de la industria gráfica, y quedara la villa sin medios de comunicación escrita. Seguramente se dejaron de publicar una cantidad de libros. Desde muy joven "Chencho" escribe sobre temas literarios y publica crónicas en las redes sociales que son como un libro abierto de poemas.
Quiero resaltar el largo tiempo que Inocencio Adames "Mutty", hizo historia como atleta dentro de la disciplina del béisbol, por su entrega de amor y compromiso con la celebre divisa "Ayacucho Star," actuando como jugador del campo corto, capitán del equipo, también lo tuvo como manager. Con cariño, en el argot de esta actividad deportiva lo comenzaron a llamar “Mutty” y así se quedó; la crónica deportiva le nombraba como rey del toque de pelota perfecto.
Bohemio en su tiempo libre, tanguero empedernido. Un sobrino suyo me comentó que el 28-12 día de su cumpleaños, lo celebraba con guitarra y canciones, solicitaba oír los tangos de CHARLO, a quien se consideraba el más celebre compositor y cantante argentino después de Carlos Gardel. La figura seria de don Martín Barrios, su padre, fue un patrimonio musical que ejecutaba muy bien la guitarra, la gente acudía a oírlo allá en su residencia en el barrio Aragüita.. .
Inocencio Adames Barrios nace el 28 de diciembre de 1914. la ultima vez que lo vi tendría unos 55 años, se veía fuerte, jovial, se desplazaba a bordo de una rustica camioneta Willys por las soleadas calles, en su itinerario diario del taller a la casa de los Adames en la avenida Paradisi. Los años se van de prisa como aroma de rosal marchito. Ahora pienso que fue rápido, corto su paso por este mundo, pero así son las cosas que el destino nos pone por delante. El 15 junio de 1981 se marchó al encuentro con Dios que le dio la paz.. El aniversario numero sesenta y seis, fue el ultimo cumpleaños, que alcanzó a cortar la torta junto con familiares de él.
Nunca me negaría, con la sinceridad más grande, de poner en alto el nombre de Inocencio Adames Barrios, Breve historia de su vida, anécdotas, hechos, sus luchas que no fueron pocas; solo narro una parte. Nada me llena mas de orgullo que, verter en esta ocasión estas sentidas palabras.que se llevan siempre en el corazón. Para ello tuve que remover papeles, paginas de revistas y recortes de periódicos viejos.
Por cierto "yo tuve un sueño" parafraseando a Martín Luther King...No vacilo en contar que una de estas noches, en el desasosiego de un sueño, lo pude ver otra vez como si estuviese vivo, que estaba sentado de amena tertulia con nosotros, frente a frente. !Que Dios lo tenga en la gloria!
Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis, diciembre 2024