miércoles, 30 de noviembre de 2022

HACE 52 AÑOS SE APAGÓ LA VIDA DEL NEGRO JOSÉ NÚÑEZ

 


              José Núñez. Foto archivo rectificada por el retratista Ramón Alfredo Corniel




                                                                         Por Oscar Carrasquel


Me satisface en esta oportunidad entregar con placentero gusto esta nota sobre este personaje villacurano integral de formación ciudadana. Más que un ejercicio literario  es una deuda del corazòn. En el seno de nuestra casa paterna villacurana fue el "Negro" José  Núñez, como le llamamos familiarmente, un ser muy especial y querido. En casa todos lo respetábamos y  lo teníamos como familia. Todo indica que  su madre doña Virginia Núñez tuvo una amistad de mucha cercanía y de paisanìa guariqueña con nuestra madre María Flores de Carrasquel, lo cual  la convirtió honrosamente en tía de nosotros los hermanos que como tal le pedíamos la bendición..

Protegido siempre por el calor de la madre doña Virginia Nuñez, recién llegada su progenitora del llano habitó una casa  en la calle doctor Manzo en Villa de Cura, entre  calles Miranda y Sucre; al lado de la familia del maestro de casas el señor José Morales, donde transcurrió su infancia y adolescencia.

No se me hace nada difícil hablar sobre este personaje. .En nuestra casa quisimos mucho al “Negro Núñez”, y ese cariño tan especial era reciproco, algo así como el hermano mayor de palabra sabia que aconseja y proteje. A estas alturas nos enorgullece  haber seguido siempre su ejemplo y su conducta. Nacimos en el mismo pueblo y junto a su familia crecimos.
 
Su nombre completo era José de la Concepción Núñez. Fue el nombre que le puso doña Virginia por haber abierto los ojos al mundo en Villa de Cura un  8 de diciembre de 1924, día de la Santísima Virgen de la Inmaculada Concepción.

En conversaciones en nuestra casa conocimos que el padre de José Núñez fue el distinguido ciudadano don Plácido García, sastre de profesión y al mismo tiempo modesto servidor público, jefe de la Oficina de Registro Público del otrora Distrito Zamora, por más de tres décadas. Tanto  su renombrado taller de sastrería y aquella oficina pública se movían en un mismo espacio en la misma casa por la calle Comercio, frente a la Gruta Nuestra Señora de Lourdes. Bien recuerdo a mi mamá  en aquellas tardes tranquilas de conversa, mientras pedaleaba su Singer, me contaba  que don Plácido García, lo consentía y quería mucho y siempre sacaba tiempo para la tertulia y el consejo oportuno, donde no escaseaban cuadernos y libros y otras necesidades del muchacho.
Desde pequeño anduvo metido en un salón de clases, mirando al mundo a través del cristal de la alegría y la ternura. Sin embargo José casi no supo de juegos infantiles. Estudió la primaria completa en la Escuela Arístides Rojas bajo la rígida disciplina  del músico y pedagogo don Víctor Ángel Hernández. Escasa reprimendas recibió de la maestra calaboceña de primer grado misia María Amparo de Rodríguez. El bachillerato lo empieza a cursar en el liceo Germán Roscio de San Juan de los Morros. Esto me lo cuenta don Félix Hernández Castillo que  fue su compañero de liceo junto con Edgar Macero. Completó la secundaria en un colegio para varones regido por sacerdotes diocesanos, internado por don Plácido García en la ciudad de Calabozo. Su padre muere cuando estaba graduándose de bachiller. lo que lo obligó a regresar a su campiña aragüeña, por este motivo no pudo seguir estudios superiores. Entonces decide inscribirse en la  Escuela de Artes y Oficios en Villa de Cura donde aprendió Contabilidad o Teneduría de Libros. 

Ya mayor de edad,  con estas credenciales y la elegancia de su caligrafía, fue un tiempo reputado contabilista de las firmas comerciales de Villa de Cura, solicitado por las firmas Francisco Álvarez Rodríguez, Froilán José Aguirre, Manuel Melo y Antonio Silva.  Pasado el tiempo comenzó a trabajar como contabilista de mucha confianza en el almacén de Don Norberto Ramón Vásquez, por los lados de La Alameda.  Allí se vendían víveres para surtir al comercio menor de la población villacurana y del llano, y a la vez funcionó en el mismo local la fábrica de alpargatas marca “El Abanico”.
 
Al cabo de algún tiempo trabajó para el almacén de Tomás María Hernández, sucesores, ubicado en la calle Páez, bajo el mando de los hermanos Josè Rafael y Falito Hernàndez. Fue  Agente Viajero de esta importante casa comercial y en ese desempeño tuvo que andar por muchos caminos del estado Guárico y  el sur de los valles aragüeños, convertidos en su rumbo de trabajo cotidiano.

Doña Virginia Núñez, su madre, era natural de El Sombrero, capital del municipio Mellado del estado Guárico. A Villa de Cura llega hacia las primeras décadas del siglo XX.  Una mujer hecha para la brega, una llanera alebrestada, acostumbrada a los tiempos buenos y menos buenos, y a las pruebas del destino.

Era una mujer obesa, irascible,  recia de carácter, pero con la ternura de la mujer llanera. En un altar veneraba un cuadro coloreado de  Nuestra Señora del Carmen, patrona espiritual de El Sombrero. Aprendió con las “viejas” que la criaron allá en el llano a fabricar toda clase de dulces criollos para la venta. Muy reconocida en La Villa por las hallacas navideñas que hacia todos los fines de semana. Sus clientes mañaneaban los sábados buscando sus hallacas y tamales. Madrugaba todos los días para poner en venta en los negocios las arepas asadas en budare y en fogón. Nuestro hermano mayor  Josè Eugenio las salía a repartir y vender en el vecindario, siete unidades por un real. Una mujer de una gran fortaleza corporal. Pertenecía a una raza de mujeres bregadoras. Gracias a sus condiciones físicas ella sola alzaba un lechón que había sacrificado para luego rasparlo sobre una mesa de madera.

En su casa tenía un hermoso jardín de vistosas flores y el patio sembrado  de naranjos. Le importaba poco que no llegara agua por medio de la tubería de acueducto, pues en el centro del solar había un  jagüey o aljibe de aguas cristalinas que surtía a toda la casa y mantenía fresco el solar amenizado de cantos de pájaros. Recuerdo muy bien que se tomaba agua  fresca y cristalina que destilaba de una piedra de tinajero verdecita de musgos. En una máquina de moler “Corona” molía el maíz ya pilado y salcochado para obtener la masa para las arepas y preparar las hallacas.

El “Negro” Núñez fue una de esas personas que despertaba en todos el deseo de tenerlo como amigo, porque tenía un don especial para tratar a la gente. Su entusiasmo y alegría daba gusto. No tomaba licor pero era un voraz consumidor de tabaco, no le faltaba un “Habano” cubano bailándole entre los labios. Era un hombre de contextura gruesa, de piel morena, pelo enroscado, cara de manzana , cachetes abombados, parecido a la madre, inspiraba respeto, aunque tenía una vista especial para poner sobrenombres, de esos que no se quitan nunca. Cualquiera endulzaba sus penas con su jocosidad. De sonrisa amplia. Cuando el chiste era bueno soltaba una  centelleante carcajada jamás borrada de mi mente. Fue un personaje amable, simpático y muy querido en La Villa. De probada honestidad que  todos reconocían en La Villa y otros pueblos.
  
Ocupó la atención de mucha gente del conglomerado por su carisma. Entre sus más íntimos  amigos cercanos en el afecto no puedo dejar de mencionar al yaracuyano Humberto Blanco y sus hijos Humbertico y Rebeca; Pedro Ezequiel González, Doña Hilda Romero de González y su hija Yajanira que era su ahijada; Jesús María Blanco, Félix Hernández Castillo, Inocencio Adames Barrios, Germán Cordero Padrón, Luis Nieves, Leandro Nieves, Ramón Vásquez Montaña, Víctor Hernández Ramos, Alcides Álvarez, Rafael Ortega, Félix Montaña, Teodoro Maury, Arístides Melo, Manuel Melo, Antonio Moreno, José Manuel Morgado, el “Negro” Testamar, Luis Manuel Botello, Oscar Morgado y otros que sería muy largo de enumerar.

Sacó tiempo para el juego de béisbol, Núñez. En su juventud aprovechaba los ratos libres y los días domingos para participar en un juego  de apuestas conocido como  "Pelota  Caimanera”. “El Negro” ocupaba una buena posición en la alineación porque era un temible bateador de líneas largas. Su compadre Pedro Ezequiel González, el escogedor de la partida, lo seleccionaba de primer lugar, siempre lo colocaba en la primera almohadilla y de cuarto bate en el lineup para aprovechar su bateo. El Negro fue un frenético Magallanero y en todas partes demostraba su fidelidad por esa divisa del béisbol profesional en Venezuela.

En este laborioso conglomerado se enamora y casa  con  una de las muchachas más hermosas y atractivas de la época, vecina de calle doctor Urdaneta,  amigos de la cuadra larga, llamada Hilda Álvarez, nacida en tierras guariqueñas, de Valle de La Pascua.. Quizá  la que mejor  conoció sus sueños, aciertos, derrotas, sus rutinas y cansancios. A La Villa llega Hilda siendo  pequeña de la mano de su madre Rosario Álvarez , en compañía de su hermana Josefina “Chepina” Álvarez y de Rita Álvarez. Se hizo mujer en este pequeño valle  y encontró en José Núñez el amor para toda su vida, ese que llaman eterno y se vuelve llama en el alma, de cuya unión nacieron ocho hijos: Rosa Elena, Edith Virginia, Hilda del Rosario "La Negra", José Rafael "Cheo" (fallecido en un accidente de tránsito el 2003), Rebeca Josefina, Aidee Columba ·"Chilin", Luisa Elena y Rafael Enrique. Ellos se encargaron de acrecentar la familia en 14 nietos y 12 biznietos.
 
Habitó la pareja Nuñez Alvarez y levantaron a sus hijos en dos direcciones, primero en la calle Miranda, a 100 metros de distancia una casa de la otra, luego cambiaron de domicilio para la calle Sucre. Sabido que algunos se residenciaron ya crecidos en la capital de la República. Hilda de Nuñez fue una demostración de empeño y dedicación al lado de su esposo y sus hijos, esta gran mujer fue una verdadera heroína del deber.

Hoy tuvimos el honor de tener de frente a su hija, la profesora Hilda Núñez Álvarez de Rosales, conocida mejor en el ámbito familiar como “La Negra”, con quien dialogamos lo suficiente, retrotrayendo el largo  tiempo transcurrido; una mujer que en la vida ha sabido avanzar, convencida que el mundo gira y que nada bueno es eterno. En medio de una  herida que nunca cicatriza recuerda muy claro a la figura de su padre trabajando con voluntad y con fe, esposo ejemplar, padre amoroso y consecuente. Lo evoca sosteniendo en sus manos un viejo retrato de su papá, con sus ojos humedecidos en lágrimas.

El Negro Núñez murió prácticamente en la plenitud de su vida el 15 de diciembre de 1970, pocos días hacían  que había cumplido  los 46 años de edad, víctima de un fulminante ataque cerebro cardiovascular que a todos nos dejó sobrecogidos y con asombro, no fue fácil asimilar ese dolor. Refresco estos días de fin de año, aún le recordamos y lloramos su ausencia.

Lamentablemente todo inicio tiene  su final, su tiempo de duración. En Villa de Cura, en la misma  tierra donde doña Virginia le dio  luz. lo crió y lo entregó para la vida, entrando al viejo cementerio municipal de la calle Comercio, cruzando a la izquierda, bajo el ramaje un samán en un silencio de soledades, allí  reposa su osamenta.

Que Dios lo tenga en su santo lugar-..



                            Oscar Carrasquel, La Villa de San Luis, 15 de diciembre 2020  

miércoles, 23 de noviembre de 2022

RAYMOND PÉREZ SU VERDADERA PASIÓN ES LA MÚSICA

 


Raymond Pérez en una pose artística con el cuatro


Por Oscar Carrasquel

Una actitud positiva en la vida y una verdadera explosión sentimental es lo que siente por dentro el maestro RAYMOND PÉREZ por el mundo de la música. Es lo que le agrada desde que era pequeño y lo transforma en un hombre feliz, lo que hace que se le ensanche más el alma. La música le llega igual como las furiosas aguas de un río a los sembradíos. El sentimiento y la sensibilidad son los componentes que acompañan su figura de artista popular. Músico autodidacta con una  teoría y técnica que lo distinguen, aprendida desde que estaba pequeño, con una pasión que le brota por la venas; son algunas de las cualidades que adornan la vida de nuestro personaje de hoy. Su nombre real como fue presentado es Rafael Ramón Pérez Cusati. ,Casi nadie lo nombra por su nombre de pila, es mejor conocido en  el mundo musical y dentro de la vida artística como Raymond Pérez, quien con una guitarra grande en las manos sabe alegrar unos corazones afligidos, por eso se dice que existen interpretes y canciones para la eternidad, interpreta nostálgicas melodías de julio Jaramillo, Los Panchos, los Ángeles Negros ,tangos de Carlos Gardel y música popular venezolana. Ha sido un artista viajante pero siempre apegado a su Villa de Cura natal. Cuando era necesario iba y venía a su feudo con la lluvia o con el viento veranero.
Rafael Ramón estudió primaria en la Escuela Arístides Rojas, cursó hasta 3er año en el Liceo Alberto Smith de la población y se graduó de bachiller en el Liceo nocturno  “Adolfo Ernst” de Maracay. Comenzó su vida musical aprendiendo sus acordes y tomando como ejemplo al  maestro de la guitarra y ejecutante de varios instrumentos, el veterano  músico villacurano don Esteban Nieves. Desde sus inicios Raymond fue un aventajado discípulo de esta leyenda de la música. Nos manifiesta que  admira mucho a su Maestro, no sólo como músico, sino como creador de canciones y fundador y director de grupos musicales, además de baluarte de una dinastía musical ya que sus hijos aportan su talento en España..Raymond con  esfuerzo allanó su propio camino de las cosas que pensaba, y raudo  lo convirtieron en un artista de mucha sonoridad...  
Raymond Pérez es un músico bastante reconocido en los mejores escenarios, aunque muchas veces le gusta disfrutarla como  un pasatiempo ameno, en veladas nocturnas y al aire libre. En “Las Tablitas” es una fija cuando se realizan reuniones bohemias..  Son incontables las veces cuando  es invitado para alguna fiesta o celebración familiar... Cualquier día es bueno para llegarse de improviso a  “La Carluchera”,  la enramada de nuestro amigo Anseris Quintana.. Esta madriguera que nunca está cerrada para sus amigos que lo quieran visitar. Los he visto reunidos durante prolongadas horas cuando se hacen acompañar  de voces y de instrumentos a cuestas, y del Dios Baco que siempre está asociado a las cosas buenas que da la vida..
Raymond es nacido, criado y  todavía avecindado en la inmensa geografía del barrio “Las Tablitas”, una cantera que ha dado mucho prestigio musical a Villa de Cura.  Raymond es un hombre que a cualquier hora de la noche nunca se pierde en el silencio de sus callejuelas, siempre anda activo con un instrumento colgado al espaldar, o bien, con una guitarra agarrada por el diapasón metido en su afanes  procurando tocar y cantar para consolar y alegrar las almas. En ocasiones, cuando no lleva la guitarra en la mano, le basta con unas pistas electrónicas para hacerse acompañar.
A pesar de su autodidactismo ha formado parte de grupos musicales importantes que han tenido vida en Villa de Cura, Cagua y Maracay. Es bueno evocar aquellos maravillosos tiempos, horas de ensayo, de tocar noches completas durante su paso en el conjunto  Los Tablisónicos,  con ese nombre se hizo famoso este grupo en Villa de Cura, especialistas en música bailable y romántica. Recuerdo siempre en este grupo  la vocalización de don Adrián Nieves que nos deleitaba con sus espléndidas guasas y merengues de aires venezolanos "El Muñeco de la Ciudad" “El Catre” y “Besos y Cerezas”. Se paseaba por diversidad de piezas jocosos y románticas.
Raymond Pérez también ejecutó la guitarra con la famosa banda Los Anacoberos, que se destacó con incursiones en la ciudad, amenizando fiestas y eventos artísticos de toda índole.
Ha tenido la dicha de acompañar como guitarrista a diversos cantantes villacuranos tales como Pedro Ezequiel González, José Ángel Fagundez, Jesús Revilla, Dámaso Toledo, José Linero, Virgilio Linero y otros. Una leyenda musical es también su hermano Diego López, conocido cantante de música llanera, compositor y ejecutante del arpa, el cuatro,  maracas y bajo. 
Su trayectoria es indicadora de su talento. Cuando la música llanera estaba relegada en Villa de Cura tuvo la oportunidad de trabajar al lado del cantante y compositor de música llanera el maestro Lucio Seijas “El Cimarronero”, igualmente acompañó al grupo de Manuel Rattia. También tocó con el conjunto criollo de Ramoncito Páez.. Es una referencia, no solo como guitarrista, también es  ejecutante de una variedad de instrumentos de cuerdas;y de madera-cuero, entre ellos el Bajo, Tambora,  el tradicional Cuatro, el Bongó , ejecuta de forma maravillosa el “Tres”, que fue destronado en los conjuntos musicales por el teclado.
En Maracay acompañó  a la orquesta de “Los Hermanos Blanco” y “Hermanos Planchez”; también formó parte en la capital de Aragua del grupo de música italiana “Miky Boys” que contaba con el excelso saxofonista Gustavo Palma. Este conjunto lo dirigía musicalmente el maestro de origen italiano Vittorio Baronetto.
Los mismos músicos organizaban conjuntos para amenizar bailes y eventos artísticos en la ciudad En Villa de Cura participó con el conjunto “Voces y Cuerdas de Villa de Cura”, “Grupo Llamas”, conjunto “Conoropo King”, grupo “Conservación”, “Mayoral Latino”, grupo “Integración Tropical”, agrupación “Noche Tropical”, del cual Raymond fue director, bajista y tecladista. Una de sus experiencias importantes fue tomar parte como bajista de los tradicionales conjuntos de gaitas que son leyenda en Aragua “Los Turupiales de Aragua”, “Las Carruzas de la Gaita”, “Los Jomarcas” y “Alcides y su Parranda”. En la ciudad de Cagua municipio Sucre formó parte del conjunto de música de vallenato  “Zerpa Swing Show”. 
Participó como guitarrista en un acontecimiento artístico en la Casa de la Cultura de Villa de Cura denominado “Noche de Guitarras”, junto a  las guitarras del Maestro Aly Hernández Calvo y Miguel Terán; con César Martínez en la flauta y Elías en el Bongó complementado el grupo..
Raymond conoce toda La Villa y mejor el acogedor barrio Las Tablitas porque en él nació el 4 de junio de 1950, sabe que su gente es muy llana y también parrandera, le gusta la vida de su barriada, sabe bastante sobre el rostro y el nombre de las familias que lo habitan y de la marcha del antiguo caserío; sus padres fueron unos de los primeros habitantes de la barriada. Bucólico era el barrio y de gente trabajadora y de paz, y todos nos conocíamos..
De aquí de este barrio es oriunda su compañera de vida conocida como doña Lina Mercedes Delgado,. el padre se llamó José María Pérez, y su progenitora doña Lucrecia Cusati, la cual tuvo mucho conocimiento en la fabricación de alpargatas, fue una de las primeras mujeres expertas en la confección de este calzado con el grado de “Oficial”, cuyo oficio era propio de hombres. Los hijos de este músico  se llaman: Nilda Isabel Ochoa, Vleidys Franco, Senia Pérez Hernández, Raymond Virgilio Pérez Delgado, Marcos Antonio Pérez Delgado; también son sus hijos Jesús Enrique Mirabal, Leonardo Delgado y Reny Delgado.
A Raymond lo conocemos hace bastante tiempo como un hombre trabajador, recto, de una vida sencilla, del cual además hay que agregar los variados oficios que ha desempeñado en la vida, armoniza la música con el culto al trabajo y la amistad, regularmente lo tropezamos en cualquier calle o asomado en algún espectáculo en la festividades de la calle Páez. .
Siempre quise escribir y narrar un poco de su vida, para ello  bastó un bolígrafo y una hoja de papel en blanco, como si fuera una fotografía, para que los lectores conocieran más cosas de él. Siempre está a la disposición de los amantes de la música (cuando bien lo dispongan) para que disfruten de la sonoridad de los instrumentos que ejecuta, con un repertorio de las melodías de los mejores sabores para el alma...




Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis, noviembre 2022 (Versión nueva)
Organizador y corrector de fotografía Ramón Alfredo Corniel.

martes, 22 de noviembre de 2022

ESBOZO SOBRE LA U. E. E. JUAN ANTONIO PÉREZ BONALDE DE VILLA DE CURA.

 

                                        Instalaciones de la U.E.E. Juan Antonio Pérez Bonalde
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                                                                         Por Oscar Carrasquel

 

En esta oportunidad la crónica viene a dedicar un  recuento sintetizado sobre una  institución escolar pública dedicada hace años al arte de la enseñanza en nuestra querida Villa de Cura. Me pareció pertinente invitar a uno de sus más ilustres vecinos el poeta José Manuel Valera Lara, que mantiene dos programas semanales relativos al joropo y la cultura general a través de Radio Artesana, bastante conocedor de las vueltas y las calles de su barriada. Y fundamentalmente con la presencia de la directora actual profesora Yocelín Aguilar, quien ya tiene  17  años de graduada luchando por el apostolado de la educación, labrando camino detrás de  sueños alcanzados y los que le faltan por alcanzar, gracias Maestra por aportarme suficiente información histórica documental y fotográfica para escribir esta nota.

A las gestiones de un numeroso grupo de vecinos de las comunidades del noroeste de Villa de Cura y a la representación estudiantil a quienes iba a beneficiar el incremento de la matrícula escolar, se le debe la creación de esta escuela en jurisdicción del municipio Zamora del estado Aragua. Creada en 1959 por resolución de la Gobernación del Estado Aragua en el sector Los Colorados de Villa de Cura con el nombre de “Escuela Estadal Unitaria No 41” como permaneció durante 15 años.

Es oportuno señalar que la Maestra de San Sebastián de los Reyes Blanca Victoria Correa de Delgado fue una de las primeras docentes que ofreció sus servicios a esta institución. De aquellas Maestras de mitad de siglo que mientras más grande era el compromiso mayor es era el empeño por servir al prójimo y a la educación. La segunda creación  fue en casa alquilada con el nombre de “Escuela Concentrada No 41” concretándose su reubicación en un terreno adyacente a la quebrada de Guayabal. En esta nueva dirección se reinagura el 16 de septiembre de 1975  con el nombre de Escuela Estadal Graduada Los Colorados.

Posteriormente fue cambiada la identificación oficial del colegio por “Escuela Estadal Graduada Juan Antonio Pérez Bonalde” concretando una proposición hecha por la directora Blanca Victoria Correa de Delgado para que se bautizara con este nombre. Hoy en día por decisión de las autoridades educacionales lleva el sugestivo nombre de “Unidad Educativa Estadal Juan Antonio Pérez Bonalde”.

Al fin, en 1972 se cumple el sueño para que le fuera erigida su sede definitiva cuando fue incluida  en el plan del gobierno del doctor Rafael Caldera de construcción de edificaciones escolares. Está edificada debajo de una alameda en armonía con la naturaleza donde se remolina la inmensidad de la brisa, ubicada calle abajo, a la orilla de la quebrada de Guayabal, constituyendo un gran beneficio para los pobladores de sus contornos y de la colectividad residente en este populoso sector, con una área construida que abarca las aulas y demás características con el fin primordial de cumplir con un programa  de enseñanza, desde preescolar, y de primero hasta sexto grado en doble turno. Posee dependencias administrativas y jurisdicciones de diversos servicios. La educación física debe practicarse para la formación integral de los niños. Aquí los alumnos tienen sala de usos múltiples, unidad Psicopedagógica y un escenario techado para actividades culturales, los alumnos son aplicados en conocer sobre manualidades y otras actividades culturales

Históricamente cumplieron funciones administrativas y directores del plantel las siguientes licenciadas en educación: Blanca Victoria Correa de Delgado, Eulalgia Borges de Vivas, Amaira Álvarez, Nélida Gómez, Rosa Guerra de Cartaya “Melita”, Blanca de Delgado, Migdalia Thais, Gioconda Marcano, Luz Vega,  Jennifer Sandoval y Dalia  Toledo, En el cuerpo de docentes figuran una cantidad de Maestras y Maestros de reconocida capacidad profesional y de servicio.  Sería muy largo de enumerar a las secretarias, el equipo de obreros y bedeles, y difícil mencionar a todas las madres procesadoras del Comedor Escolar que han pasado por la institución los cuales merecen el  reconocimiento de la comunidad.

Nos dice su actual directora la profesora Jocelin Aguilar que dentro del proceso educativo actual, se ha puesto en práctica el trabajo agrícola con la siembra de huertos escolares que consiste que el alumno aprende acerca del cultivo de productos útiles para la vida, como plantas ornamentales, alimenticias y medicinales. 

Hemos logrado indagar sobre la vida del epónimo y por ende trazar un esbozo biográfico del intelectual Juan Antonio Pérez Bonalde, lo cual es parte sustancial para el conocimiento y evitar la desmemoria sobre las raíces de la escuela de Guayabal en esta jurisdicción.



Juan Antonio Pérez Bonalde era una figura de las letras venezolanas, Era de la ciudad de Caracas, nació en 1846 y murió en La Guaira en 1892, fue un personaje que atesoró la cultura literaria, figura entre los más esclarecidos poetas líricos de su época. Dejó una obra poética de inigualable valor en la última etapa de su vida. Un sector de la crítica literaria de entonces señala que. Después de don Andrés Bello fue uno de los poetas cosmopolitas del siglo XIX. Los insignes poetas de su época fueron don Andrés Bello, Rafael María Baralt, José Antonio Maitín y Francisco Lazo Martí, entre otros. Pérez Bonalde pasó muchos años de su vida en el exterior exiliado por razones políticas, la expatriación y la diáspora forzada fue tratada por él en profundidad; para muestra basta nombrar uno solo de sus poemas épicos titulado "Vuelta a la Patria". Se le señala como traductor de textos de otros idiomas a la lengua española. Cuánta sabiduría había en este hombre. Dominaba perfectamente el Inglés, alemán, francés, italiano y portugués. 
Es lógico recordar que por esta institución han desfilado una gran cantidad de educadores entregando educación, dando vida y espíritu a la población estudiantil. La U.E.E. Juan Antonio Pérez Bonalde cuenta con una preocupada y eficiente directora la profesora Jocelín Aguilar y de un cuerpo de maestros de vocación que se sacrificaron estudiando y preparándose para hacer una patria grande. Se entiende que hay madres preocupadas pero la maestra es la encargada de formar al niño.


                                                  Directora actual profesora Jocelín Aguilar

Con mucha fe, optimismo y esfuerzo la U. E. E. Juan Antonio Pérez Bonalde ya ha alcanzado un total de 71 años brindando una labor de calidad educativa al sector estudiantil de la colectividad villacurana. Para la fecha cuenta con una matricula de 301 estudiantes. El plantel se tiene como una referencia en el desarrollo de la educación en el estado Aragua, Venezuela.

No obstante, el 99 por ciento de los habitantes a su rededor, incluyendo docentes y representantes, coinciden en manifestar que la escuela desde el punto de vista ambiental vive un tiempo de dificultades, por los olores nauseabundos que despide el sistema de cloacas que está colapsado en este sector, que invade tanto las aulas, como los demás espacios de la escuela, lo que generaría contaminación, provocando deserción escolar por enfermedades. Por consiguiente es imperativo solucionar este problema a la brevedad para mejorar las  condiciones de vida, tanto de los habitantes como, de los educandos y los educadores.

Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis, noviembre 2022







EL DÍA DE SANTA CECILIA EN LA VIDA MUSICAL DE VILLA DE CURA

 






Por Oscar Carrasquel



  
   “En 1886 la población DE San Luis de Cura, gracias a las actividades del Doctor Jaime Bosch, tenía un movimiento musical bastante apreciable”.  José Antonio Calcaño.
                                                                                                                               

La  cita del maestro Calcaño es solo una pista para el tema que pretendemos desentrañar hoy cuando la Iglesia católica conmemora la festividad en honor a Santa Cecilia, la patrona de los músicos , lo cual nos obliga a  señalar que en Villa de Cura contamos con buenas orquestas, en este sentido la historia reúne muchos músicos, compositores, directores de orquesta, y cantantes en diferentes épocas. Es como un ver un viejo retrato. En este trabajo solo nos vamos a referir a la vida musical del terruño a partir de los años 50.

La música emerge en esta tierra villacurana como nacen las quebradas y  sus montañas. Muchos músicos  de aquella época pasada son nativos de la ciudad; otros se encariñaron y se quedaron adheridos para siempre en esta tierra, entre ellos aparecen las sólidas figuras del maestro Víctor Ángel Hernández que era natural de Cagua,  el profesor Germán Cordero Padrón que llegó a la Villa siendo un muchacho  desde San Francisco de Cara. Ambos  finalizaron siendo músicos, maestros y directores de orquestas. A este solar llegaron un día, se enamoraron, se casaron y formaron familia. Les nacieron hijos que llevan apellidos de familias villacuranas. Los hijos varones del profesor Cordero Padrón, la mayoría son hoy en día prestigiosos músicos de orquestas.

Conocimos de otros que  llegaron de visita, eran como la brisa y  la lluvia, venían y se iban, pero siempre se encontraban activos en este ámbito villacurano. Y es que La Villa fue otrora un pueblo muy hospitalario para la gente de afuera. Debió ser porque los visitantes se asomaban por cualquier rendija y veían sus calles y plazas llena de princesas, de caras y ojos muy bonitos. Quien tenga duda puede preguntarle al profesor Raúl Aular Flores.

La música estuvo además estrechamente ligada con el cine y el teatro. En el cine El Corralón se presentaron muchas revistas teatrales especiales, sainete, danzas. Los instrumentos usados eran generalmente guitarra, cuatro, violín y piano. El cine El Corralón siempre mantuvo al lado de la pantalla grande, un anticuado piano marca Excélsior para estos espectáculos,  que todavía sobrevive guarnecido en el Museo de Tradición  Inocencio Utrera de la Ciudad. 

BUSTAMANTE Y SUS MUCHACHOS

A esta peña musical  en Villa de Cura pertenecieron: Jesús “chucho” Bustamante, trompetista y Humberto Bustamante, trombonista, a quien se les une  Manuel Eduviges Estrada, saxofonista; y otros músicos que  crearon un grupito, sin la formalidad de pentagramas, ni altoparlantes. El conjunto  tocaba música cañonera, fue una atracción animando paseos musicales, retretas, procesiones de imágenes sagradas y  tardes de toros coleados. Por años recorrieron acompañado las festividades patronales  de   ciudades y pueblos, Villa de Cura, Parapara, Ortíz,  Barbacoas, El Sombrero, San José de Tiznados y San Francisco de Tiznados.  En su periplo  fueron a dar hasta Camaguàn y  a  La Unión, una tierra caliente de los llanos de Barinas que pega con Camaguán y San Fernando de Apure.

Daba gusto oír quebrantar el silencio de las calles en fiestas patronales, en un recorrido musical madrugador acompañados de cohetes cruzando la ciudad, y animando las tribunas en un juego de béisbol en el campo de La Aduana, al compás del ritmo festivo de “La Perica”, "La Mucura" “Compadre Pancho” y “Camilo se está Muriendo”, y en los toros coleados interpretando los pasodobles “Rubito”, "Besos y Cerezas" y "Claveles de Galiban". Y una diversidad de composiciones populares que cabían completos en la memoria de sus integrantes.

De esta misma camada proviene el músico José Del Valle Bustamante, que en toda su carrera formó parte como trompetista de la orquesta caraqueña “Luis Alfonzo Larraín”, de grato recuerdo en los años 50.

Estaba lejos la creación de los Niños Cantores de Villa de Cura  y no se había producido la llegada de  la figura bondadosa y pedagógica del padre Salvador Rodrigo, como tampoco la fundación de la  escuela de música “Ángel Briceño”, forjadora de generaciones de músicos.  La juventud valiente  de estos días se entrega la mayoría al estudio, a ser músico de la mano de  buenos maestros.

LOS BRICEÑO

La familia  Briceño todos nacidos en Villa de Cura la gran mayoría fueron músicos o descendientes de músicos famosos. Amador Briceño, Manuel Briceño, Ruperto Briceño y Ángel Briceño. Otilia Martìnez Briceño, nieta de este ultimo, fue compositora, violinista de concierto, profesora en la Escuela Superior de Música e integrante de la Orquesta Filarmònica del Estado Aragua.  Don Ángel Briceño fue el más importante y distinguido músico y compositor que tuvimos los villacuranos. Fue la  primera flauta  de la Orquesta Sinfónica de Venezuela en los años 60, se había unido antes, en los años cuarenta, como arreglista, clarinetista y saxofonista  de las orquestas  Billos Caracas Boys y Luis Alfonzo Larraín.  Era nativo  de este municipio, quizá de la parroquia Las Mercedes, de allí de ese suelo eran oriundos desde el primero  hasta el último de los Briceño. De La Villa jamás se separó aunque después hizo su asiento familiar en San Sebastián de los Reyes. Casi siempre  cuando venía de Caracas de paso  se paraba en su pueblo; fue  asiduo visitante de la casa de Don Leandro Nieves, donde se hospedaba, con quien lo unía una gran amistad y siempre compartieron juntos. El maestro Ángel Briceño fue muy amigo también de don Felipe Aular Bolívar, quien siempre le acompañó serenatas de media noche con el cuatro quien lo ejecutaba casi a la perfección..

“Fue emocionante que el maestro Ángel Briceño nos interpretara en el piano en su casa en San Sebastián, al poeta Miguel Ramón Utrera, José Girlando y a mí, su joropo "Adiós”. La revelación de la atribuyo al  profesor e historiador don Oldman Botello, en la una ocasión que abordamos el tema.

LOS YBARRA

Villa de Cura es un valle pequeño, tan pequeño que apenas cabe en un estrecho territorio entre colinas. Así es amigos, éramos antes un pueblo pequeño pero muy distinto al de hoy. Hace más de siete décadas atrás,   surgió entre la alegría y la brisa aragüeña una dinastía musical que comienza con Carlos María Ibarra, trompetista y compositor villacurano, formó parte hasta su retiro de la Banda Marcial de Caracas, fue subdirector de esta banda en la época  que la dirigió el compositor y director musical,  también nacido en Villa de Cura, Carlos Bonet (1892-1983). Bonet fue un fecundo compositor, creador de marchas y música folclórica instrumental para orquestas, con ritmo de joropo, vals y merengue, siendo “Quitapesares”  la más  emblemática de todas. Igualmente compuso las marchas que identifican a las estaciones Radio Caracas Radio y Radio Caracas TV, como se sabe, hace poco sacadas del aire e invalidada su concesión.

Le sigue  su hermano Cirilo Ibarra, músico popular y parrandero, experto tocando el cuatro tradicional y las maracas, últimamente vivió una vida bohemia. Era una fija junto con José Alejandro Martínez y su sinfonía, acompañando el tradicional velorio de la Cruz de Mayo en la casa de habitación de doña Alejandra Castillo, en la antigua calle Guárico de Villa de Cura. Cirilo Ibarra este dúo dedicó muchos años de su vida a acompañar musicalmente el tradicional baile de La Burriquita en el barrio La Represa.

La tercera figura de esta dinastía fue el arpista Víctor Ibarra, maestro y artista  del joropo aragüeño,  el cual se tocaba   y bailaba con mucho furor en los años 50, sobre todo en el centro y la periferia de Villa de Cura; en tiempos modernos el joropo netamente de Aragua  opta en el folclore nacional la denominación de “Joropo  Central”. Arpistas de su misma talla y generación son también Saturno Linero, Fulgencio Aquino, Alfredo Victorio Sánchez y Salvador Rodríguez, entre muchos más. 

LOS VILLASANA DONAIRE

Fueron músicos de ancestral dedicación entre ellos el maestro  Héctor José Villasana Donaire, intérprete del órgano y el piano, solista, concertista, sus composiciones son abundantes de valses y demás aires musicales venezolanos. La última vez que lo vi tocar  fue en "La Pianola", un auditorio muy selecto allá en la ciudad de Araure, estado Portuguesa. Su hermano Jesùs Marìa "Chucho" Villasana Donaire se dedicó también a la ejecución del piano, (se sabe que su hijo Jesùs Antonio Villasana Coelles cultiva también la música). En época más remota el padre de Hèctor y "Chucho" fue comerciante de ganado en el llano pero ejecutaba muy bien la bandola, mandolina y la guitarra.   

LA FAMILIA CALVO

Rosa Emilia Calvo,  con una dulzura y docilidad interpretando el piano; el maestro Miguel Calvo, prodigo tocando el piano. Aly Hernández Calvo (hijo de Rosa Emilia), activo en la ejecución de la guitarra eléctrica, el cuatro y la guitarra española, aprendido de tradiciones familiares y estudios.

FAMILIA NIEVES AZUAJE

Esteban Nieves, el padre de familia, descolló como músico y compositor; surgieron sus hijos Lerman Nieves Azuaje,  contrabajista, bandolinista y pianista y Sergio Nieves Azuaje, saxofonista. Concertistas y creadores de agrupaciones orquestales en su lar nativo y en Europa.

LOS PARRA DÍAZ

Esta dinastía de músicos vllacuranos comienza con don Ramón Parra, cuatrista y compositor de aires venezolanos la mayoría dedicados a Villa de Cura, le siguen como continuadores de su obra: Ramón Parra Díaz , Carlos Parra Díaz, Victor Parra Díaz, Anibal Lara Parra, el poeta y guitarrista Victor Parra Rivero.

LA CIUDAD Y SUS MÚSICOS

Es brillante y extensa la lista de músicos  en Villa de Cura de aquellos años cincuenta   de los cuales voy a mencionar algunos, otros me perdonan que seguramente escapan a la memoria:

La lista la encabeza el villacurano Frank Hernàndez Valarino, el popular "Pavo Frank", uno de los músicos más emblemáticos, su desempeño fue como baterista de la orquesta capitalina Aldemaro Romero, lo fue también de la orquesta puertorriqueña de Tito Fuentes; Emilio Guevara, de manos maestras para el piano; Enrique Frezza, organista, acompañante del coro parroquial en la Eucaristìa; Alberto Esàa, bombardino;  Pedro Tomàs Machado, baterista, Miguel Inojosa, saxofonista y músico militar; Agustín Muñoz, trompetista; Manuel Luna, bajista; Josè Torrealba, trompetista, Pedro Flores, clarinete;  Rafael Betancourt, tocaba saxofón y clarinete; Germán Cordero Padrón, trompeta y flauta transversal; Víctor Ángel Hernández, violín y director de orquesta; Aniceto Bolívar saxofón, Eladio Lovera, clarinete, José Linero, trompetista; Raúl Agraz Blanco, trompetista; Rafael Garaicochea, saxofonista; Pedro Blanco, trombón; Rogelio Colmenares, percusionista; José Velásquez, maestro del bajo; Pedro Raffezca, bombardino; Oscar Hernández, a quien llamaban el rey del “Tres”; el ítalo-venezolano Giovanni Anunziato, que  hacía llorar el  bandoneón; Francisco  “Pancho” Puerta, natural de Cagua, saxofonista y director de la orquesta “Sensación”;  Geràmel Meléndez, percusionista de la orquesta caraqueña  "Pedro Josè Belisario"; un hijo de Italia, Dominico Napolitano “Pepino”, clarinete; José Torrealba, saxofón; Rafael Almeida “Petit”, intérprete del Bajo, timbales y tumbadora; Carlos Rafael Torres Velásquez, (1905-2001), fue un viejo sabio ejecutante del Banyo, lo aprendió a tocar sin maestro,  utilizando un plectro, los ingleses  llaman a este instrumento Banjo, Torres era oriundo de Santa Cruz de Aragua, radicado en La Villa, fue padre del conocido Pediatra doctor Carlos Torres Quintana. 

Le sigue Pedro Ramírez Peña, saxofonista de la Banda de Concierto “Nicolás Leal” de San Juan de los Morros, dirigida por el profesor Germán Cordero Padrón, quien   igualmente dirigió hasta su jubilación  la Banda Marcial del estado Guárico. A muchos de ellos tuve el honor de conocer y en ese avance quedaron los roces de la amistad. Pocos viven. La mayoría emprendieron el viaje a la infinitud, pero continúan engarzados en el recuerdo.

Tanto la orquesta Siboney y la orquesta Sensación, como la Banda  Municipal "Juan Landaeta" acostumbraban reforzarse con músicos circunvecinos, claro que después se agrupaba un reducido grupo de músicos y aplicaban  lo que  algunos llaman “matar tigritos”,llegaban a los reductos de La Alameda unos cinco músicos.

La popular orquesta “Siboney”, animadora de bailes de gala, retretas y festejos populares,   en una segunda etapa, tenía como  cantante al conocido Armando Corniel, nativo y residente de la parroquia Las Mercedes, jamás olvidaré a este cantante de pasodobles, boleros y guarachas.

Fueron cantantes de la orquesta  "Siboney" en su primera ediciòn: Leo Rodríguez y  Teobaldo Parra Coronado, nacidos de Villa de Cura. El sancasimereño Simòn Dìaz, primero fue acomodador y atrilero y despuès bolerista. Fueron memorables los bailes que tocaron en el escenario del Club Social de la calle Miranda de Villa de Cura, en el Club Los Cocos y el hotel Termal en San Juan de los Morros.
  
En los años 50 fue muy  afamada en Villa de Cura la banda municipal "Juan Landaeta", fundada y conducida por el maestro Víctor Ángel Hernández que amenizaba de manera instrumental las misas en la Iglesia y también las recordadas retretas vespertinas en la plaza Miranda, dos días a la semana, bajo los auspicios del Concejo Municipal zamorano.  Algunos músicos alternaban en las dos agrupaciones.

Y cómo olvidar esa gama de músicos de guitarra y requinto, serenateros,  de aquella época en Villa de Cura . Raimond Pèrez, José Linero, Virgilio Linero, Andrés Delgado, Gustavo Niazoa, Dámaso Toledo, Julio Martínez,  Jesús Revilla y Evelio Román. Hay muchos más. Lo importante no es mencionarlos a todos sino de hacer una enumeración de su papel en el campo de la cultura musical de Villa de Cura.

Nunca olvidamos que a  la altura de la edad moza disfrutamos la grata costumbre de reunirnos en las avenidas de la plaza Miranda con olor a cedro, para admirar en las noches el paseo de las muchachas . Las jóvenes venían a disfrutar de las retretas, y otros días de la música grabada que salía de  unos parlantes colocados en los árboles de la plaza;  las parejas de novios daban varias vueltas a la redonda de la plaza antes de concretar su entrada al cine Ayacucho o al cine El Corralòn.



Esto es solo una parte de la historia musical de  Villa de Cura, de mitad del siglo XX, nadie puede creer que es  todo lo que hubo. A todos los mencionados y los que restaron por mencionar nuestro reconocimiento y eterno recuerdo. Han pasado muchos años, falta mucho por escribirse sobre la expresión  musical de las modernas agrupaciones que deben ser estudiadas y escritas.

Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis, 22 noviembre de 2016 Día del Músico.
                 


sábado, 19 de noviembre de 2022

LOCUTORA OLIVIA LASABALLET UNA VILLACURANA TRIUNFADORA EN EL CAMPO DE LA RADIO Y LA TELEVISIÓN.

 

                               Olivia Lasaballet, canta baladas con el alma.. Foto bajada de su facebook



Por Oscar Carrasquel

A mediados del siglo pasado la época cuando Villa de Cura era un pueblo pequeño y bucólico de apenas 20 mil almas, con dos planteles educacionales, la Arístides Rojas para varones y la Teresa Carreño para hembras, impartiendo los mejores conceptos morales y educacionales. A mitad de la cuadra entre calle Sucre y Juan de Dios Agraz, y a cuadra y media de la calle El Ganado en la casa marcada con el No 22 habitaba un grupo familiar muy conocido, integrado por doña Rosario Berrueta, junto con sus hijos Pedro Ernesto, Manuel y Clara Linero, productos del matrimonio con el llanero de San Fernando de Apure Manuel Linero. Doña Rosario también fue madre de crianza de Edelmira y Josefina.

Mujer de temple  dedicación a su hogar y a la atención de sus hijos. La señora Rosario Berrueta era casada en segundas nupcias con un guariqueño de Valle La Pascua que respondía al nombre de Juan Antonio Lasaballet, un chofer de camión conocido simplemente en el ambiente ganadero y en La Romana de La Villa como “Totón”, que supo muy bien ejercer su rol de padre. Éste cosechó muchas amistades entre  los que ejercían el oficio de transporte de ganado en La Romana, siendo algunos de ellos Pedro Guevara, padre de Alexis Guevara Pérez; Eusebio Carrizales y Domingo Quintana, entre otros.  

De esta feliz unión nació una niña que fue bautizada en la Iglesia Matriz San Luis Rey con el nombre de  OLIVIA DEL ROSARIO. Una niña tan bonita  que desde los 7 años era bulliciosa, encantadora y traviesa, jugaba dándole vueltas a una zaranda  y hablaba con los otros niños por un teléfono de dos vasos de cartón y una cuerda, desde pequeña tuvo una voz musical.    En tal sentido cuando estaba de edad escolar fue inscrita en la Escuela Teresa Carreño de su tierra natal, donde cursó la educación primaria hasta 6to grado. Sus maestras, según ella me cuenta, eran Misia Conchita de Rodríguez y Angelina Nieves. Actuaba con su uniforme e insignia en los actos culturales de su escuela. Olivia tiene antecedentes como soberana infantil de la belleza, fue reina de Segundo Grado en la Escuela Teresa Carreño, y siendo adolescente fue  Madrina del gremio ARAGUA INDUSTRIAL bajo el patrocinio de la Cámara de Industriales del  Estado Aragua.  

Pasado algún tiempo se la trajeron a vivir a la ciudad de Maracay donde la familia fijó nueva residencia. Entre tanto en la Ciudad Jardín realizó su educación secundaria en el “Liceo José Luis Ramos” donde obtiene el título de bachiller..Ella nunca quiso ser médico, como querían sus padres, sino actriz de la pantalla chica y locutora, le fascinaba la Radio..   

Su nombre completo es OLIVIA DEL ROSARIO LASABALLET BERRUETA. La papeleta de nacimiento dice que abrió los ojos al mundo en Villa de Cura el  07 de  noviembre de 1950,  hija de Juan Antonio Lassaballett Hernàndez y Rosario de Lourdes Berroeta Caffiero de Lasaballett.


Cuánta admiración, respeto y contento sentimos por esta dama los villacuranos, en especial los que somos sus amigos en el mayor afecto. Ella le da gracias a Dios por haber tenido unas abuelas  que le brindaron todo su amor y cariño, sus yayas se llamaron doña Trina de Lourdes  Caffiero   y doña Antonia Hernández de Lasaballet.

Se graduó de locutora y su voz en reconocida en todo el ámbito del territorio nacional, pues el tono y la personalidad de su voz se escuchó resonar muchos años por varias importantes radioemisoras caraqueñas y otras del interior. Su trayectoria profesional es un poco difícil de explicar en todo su contexto; pero en resumen vengo a contar los pasos que ha dado hasta los momentos en la radiodifusión venezolana.

En su cambio de niña a adolescente, desde que tenía la edad de 14 años, mientras cursaba el bachillerato, está sumergida en una cabina de radio, la profesión que más ha disfrutado en su vida. Por ser menor de edad el anterior Ministerio de Comunicaciones le otorgó el permiso correspondiente, pero el reglamento en aquellos días era muy estricto, establecía que no podía mencionar cuñas comerciales. Andando en los pasillos y estudios de Radio Maracay  de la capital de Aragua obtuvo el certificado de locutora comercial. Su primer trabajo cuando era muy juvenil fue en Radio Girardot de Maracay, con la recomendación y apoyo de varios compañeros profesionales de la Radio, formó parte de su staff de locutores, para aquel entonces tuvo el privilegio de ser  la única mujer en cabina. Su primer comercial lo grabó con el locutor Alfredo José Mena, y siguieron muchas más..Me contó ella misma lo siguiente:.

--Hice festivales de música criolla como el Maracaya de Oro, programas vivos presentados en la plaza Girardot; bailes con orquesta que se transmitían por radio desde el Club de Sub-Oficiales y el Círculo Militar. En las ferias de San José presenté la revista Voz Libre de Hugo Montesino Castillo.

Esto le dio una fama repentina a nivel  nacional. Después de recorrer con éxito las  emisoras del Estado Aragua, en el año 1970  le llovieron las ofertas para trabajar en Caracas, la vino a buscar el sr Oswaldo Yépez para la inauguración de la emisora “Radio Uno”  que  tenía los estudios ubicados en Petare; y luego de un tiempo se mudó para Chacaito en el Distrito Metropolitano. En esta empresa laboró 7 años y medio, Tomo palabras de ella misma:

--Y allí fue más grande mi alegría al trabajar con don Francisco Amado Pernía; de él aprendí todo en narración de noticias, aparte en musicales con Clemente Vargas Jr, y en  comerciales con César Pinto, Walter Parra, Luis Ochoa e Iván Díaz Millán.

Más tarde formó parte del staff de locutores de Radio Nacional de Venezuela (RNV). Su estadía en la Radio Nacional fue de 1979 hasta el 2003. Al mismo tiempo haciendo programas y micros especiales, fue colocada en los tres noticieros diarios, con excelentes parejas de narradores cómo Rafael Guillermo Zamora, teniendo de compañeros a Marco Antonio López, Walter Roca, Ezequiel Suárez Avendaño, Chang D"Alessandro, Alexander Freites Pulido, Héctor Iturbe y Harry Froyet.

                            Olivia, actuando en una telenovela en Radio Caracas TV

De allí pasó a trabajar en la emisora Ondas Populares fundada por el veterano  radiodifusor Gonzalo Veloz Mancera que formaba parte  de la Cadena RadioVisión con 14 emisoras, donde ella tenía la exclusividad de ser la voz femenina, tenía  programas diarios, noticiero informativo y comerciales. De allí pasó al canal internacional de Radio Nacional de Venezuela (RNV) con grabación de micros, programas y noticieros, aparte tenía producción de tres noticieros en horario completo. Al mismo tiempo debía  grabar comerciales para Radio y Televisión. Olivia también formó parte del elenco  como actriz de telenovelas que hicieron suspirar a muchos. En Radio Caracas Televisión laboró en 14 novelas, la primera fue titulada “La Guajirita” protagonizada por Caridad Canelón y Franklin Virguez, que fue de mucho éxito.

De manera simultanea grababa los sports comerciales en los estudios de Radio Rumbos que quedaba en la esquina de Junín.. Imposible dejar de mencionar su primera cuña comercial grabada en Caracas la cual es emblemática, todavía en estos tiempos suena en Radio y TV, se trata del  “Limpiador de pocetas Más”, que limpia más y no daña.  Olivia muy contenta porque estaba haciendo lo que le gusta.

Que más decir de ella?...Genuina para todo lo bello hasta para interpretar canciones en su estilizada voz. Y en cuanto a la edad ha tenido siempre los años que ha querido... Me contaron algunos amigos en voz baja que Olivia Lasaballet en su larga trayectoria en la Radio y Televisión recibió muchos premios, Órdenes y Reconocimientos. Pero ella afirma modestamente que el mejor regalo que le dio la vida fueron sus dos hijos,  Ángel Oswaldo y Angeoly; feliz de compartir con sus cuatro nietos, Andrea, Dayangel, Daimar y Gabriel José. Vive en Caracas rodeada de una biblioteca llena de libros de diversos autores,.Interpreta con una voz maravillosa, canciones románticas y de cuna, en el nido del hogar..En ella cohabitan  los deseos que  brotan en el alma. 

En este recuento narrativo resuenan en su memoria el apellido de los vecinos y amigos de su infancia y compañeros de colegio en Villa de Cura, entre ellos menciona a  los Flores, los Sandoval, Amaya, Infante,  Paradisi, González, Pálima, Guerra, Ledezma, Espinoza, Arias, Carrasquel y otros

De eso han pasado muchos años, tengo el orgullo de conocer a Olivia Lasaballet desde que la tuvo doña Rosario en La Villa.  Nos separaba solo 100 metros, una casa de la otra. Al lado de su madre ningún niño se sentía desprotegido, excelente amiga de nuestra madre..Gracias a Dios por esta grata conversación  hoy cuando nos abrió las puertas de su corazón desplegado a la vida, sobre todo para contarnos algo de su recorrido en el  maravilloso mundo de la comunicación. La parte caracterológica y espiritual, quien escribe ya la sabía, el tiempo nos cambia el rostro, arruga la piel, pero nunca la sensibilidad del corazón. 

Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis, 11/2022

Diagramador Ramón Alfredo Corniel

 

lunes, 14 de noviembre de 2022

EL CORRALÓN... “CINE DEL AYER QUE HOY VUELVES DEL OLVIDO”, .

 


 .

"Cine que hoy vuelves del olvido"Imagen tomada del facebook del escritor Leonardo Nazoa


                                                                 Por Oscar Carrasquel

Hemos tomado para el título  de esta crónica unos hermosos verso de la autoría del poeta Vinicio Jaén Landa. 

Como es sabido la historia del cine en nuestro país tiene su génesis a finales del siglo XIX, las primeras películas fueron proyectadas (no en Caracas) sino en la ciudad de Maracaibo hacia 1896. Villa de Cura está ligada increíblemente con la cinematografía en Venezuela. Pues bien, la creación de esta sala se llamó al principio Cine Apolo, conocido posteriormente como Cine El Corralón, no solo fue la primera sala de cine de Villa de Cura, sino también una de las primeras en proyectar películas sonoras en la Venezuela del siglo XX.

Por cierto,  un cineasta villacurano que se llamó Edgar Jair Anzola, nacido en La Villa de San Luís en 1893 y fallecido en Caracas en 1981, entre sus múltiples facetas, fue precursor del cine en Venezuela. La historia contada en una crónica por Leonardo Nazoa,, profesor universitario, a quien tuve la oportunidad de conocer, me lo presentó el  profesor Oldman Botello, Edgar Anzola sería uno de los nietos de don Eligio Arocha, aquel pionero de la industria cinematográfica a quien en esta oportunidad venimos a recordar.

El escritor, metido entre la misma familia, nos indica a través de la crónica que, esta sala de cine comienza a proyectar las primeras peliculas hacia 1916, proyectando películas silentes, sin sonido. El Corralón proyectó muchas películas mudas de Charles Chaplin y Laurel y Hardy, que ni siquiera pronunciaban palabras para hacer reír a la audiencia. Es bueno saber que dichas proyecciones eran acompañadas por bella música en vivo, por una orquesta dirigida por el director musical don Víctor Ángel Hernández, nativo de Cagua, y el otro fue  el maestro Francisco Hernández, villacurano...

El crédito de su fundación recae en la figura de un comerciante nacido en esta tierra villacurana don Eligió Julio Arocha, nacido en 1889. El apellido Arocha está diseminado en Villa de Cura. La idea surge de su hermano, un hombre de ejemplar vida llamado Don Luis Arocha Rodríguez, que fue tío de los hermanos Arocha Rodriguez. Don Román González, de Guigue fue el socio contribuidor con recursos económicos a la novel empresa. Cuarenta años estuvo al frente don Eligió en esta sala de cine, falleció en la misma tierra que lo vio nacer en 1978, bajo profunda pena familiar y de sus cuantiosos amigos..

 

                                      Don Eligio Arocha pionero del cine en Venezuela

La sala tuvo una duración desde los inicios de los años 20, hasta los años 50, cuando sus puertas se cerraron.  En 1959 renació con el nombre de "Cine Central", adquirido por el empresario y pianista  don Emilio Guevara, quien fue su continuador hasta el final de sus días..

Don Eligio Arocha tenía una pequeña tienda de mercadería, golosinas y artículos escolares  en las inmediaciones ubicado el local a la derecha de la taquilla. En una mirada retrospectiva recuerdo que solía ver a mis amigos  Joaquín Morillo y Julio Morillo, hijos de don Eligio Arocha. El edificio estaba situado en la calle Real a escasos 50 metros de la Plaza Miranda, en los años 80 fue derribado el edificio; en su lugar hoy se encuentra erigido un centro comercial con un supermercado de chinos.

El 1ro de mayo de 1921, como se puede leer en el facsímil publicado por el señor Leonardo Nazoa, presenta en la pantalla una película filmada en Italia en 1915, una obra del  actor, humorista y director italiano Eleuterio Rodolfi, titulado “Rodolfi Sherlock Holmes”. 

La edificación era un galpón grande. El ambiente para el publico tenía tres localidades  con nombre muy peculiares: “Numerado”, ubicado en medio de la sala en donde se sentaba la gente en butacas;  “Orquesta” al lado derecho con sillas de madera pulida. Falta por nombrar la popular "Galería", con bancos de cemento sin espaldar, le pusieron " el gallinero" de sobrenombre, porque eran capaces de decir unas palabrotas y de armar la "samplabera"  cuando se reventaba la cinta. Una señora, no recuerdo el nombre, era la encargada el día siguiente de la limpieza. El cine daba una función llamada “popular” los martes, por un modesto precio y se llenaba la sala. Las porteras que conocimos en los años 50 fueron dos jóvenes, Hilda Älvarez y la Negra Morgado. 

En año 1927 es cuando comienza el cine sonoro en  Venezuela.  El Corralón recibe películas del Oeste americano producciones de la Metro Goldwyn Mayer, películas de suspenso;  filmes de México con la diva María Félix  y exóticas bailarinas. Las cintas argentinas con Carlos Gardel. Recuerdo también las películas de Cantinflas y las chinas con  Bruce Lee como protagonista. 

Como era tipico en ese tiempo, dentro de un saco de fardo los ancianos autobuses que iban con pasajeros para Valle de La Pascua, traían los carretes de películas. Posteriormente eran transportados por los señores Paco Villalobos y Rafael Exime, que viajaban diariamente llevando pasajeros de La Villa a Caracas, y viceversa..

Además, en esta sala se presentaron varias obras en vivo de corte dramático, con actores agrupados en una compañía teatral de Villa de Cura denominada “Centro Cultural Antonio Saavedra”; el elenco lo integraban, Josefina Caracas, Ana Isabel Domínguez, .Ignacia Terán,  Pedro Raffeca, Ramón María Acosta, Agustín Muñoz, Luisa Alcubilla, Lourdes Aponte,  Antonio Martínez Santaella, Críspulo Gallo y otros; bajo la acertada dirección de la señorita Sofía Rodríguez y el poeta y locutor Vinicio Jaén Landa, que también fue actor. Muchas veladas se dieron en este escenario del cine El Corralón. Podían ser visto titiriteros; excelentes intérpretes de boleros, tangueros,  cantantes de música mexicana y guitarristas .El anciano piano marca "Excelsior" que acompañó a estos actores  descansa en el Museo de Tradición Inocencio Utrera de La Villa..

Así fueron transcurriendo los años. Fue una escena desagradable presenciar la demolición del caserón del primer cine de la ciudad,  ningún ente en el ámbito de sus atribuciones tuvo que ver por preservar este portento histórico villacurano. No hay información a dónde fueron a tener sus grandes proyectores, donde estaba la lucha y pasión de sus fundadores, que ya no están, pero siguen vivos en la memoria colectiva. 

Yo pasaba con un amigo por el frente de la vieja casona, cuando veo a unos obreros que montaban los escombros en un camión, libros, papeles,  botellas vacías, pedazos de tela y madera de la pantalla..El camión llevaba la foto de Clint Eastwood y una zapatilla de Ingrid Bergman..Volteo la mirada y veo en el piso .la imagen fotográfica  de Rita Hayworth..  

Sobre la vida propiamente de este cine  existen documentos. De la historia de esta vieja sala de cine, de su anecdotario, no es todo lo que hemos escrito, hay mucho más por conocer y relatar. 

Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis, Tricentenaria

Reportero  gráfico y trabajo de laboratorio Ramón Alfredo Corniel.











MILAGRO ALMENAR DE PÉREZ ¡QUÉ BELLA ES VIVIR LA VIIDA TRASMITIENDO PEDAGOGIA !

                        Profesora Milagro Rafaela Almenar . Foto tomada de su archivo.                                                    ...