sábado, 4 de febrero de 2023

! AHORA LO QUE VIENE ES CARNAVAL ! ASÍ ERAN LOS CARNAVALES DE ANTES .

  

GISELA I (Gisela Matute Padrón) aparecen Josefina Cambra, el Paje es Carlos Trujillo



Por Oscar Carrasquel

 

Aquí estoy para  contarles  como eran  aquellos carnavales de años atrás. No está demás recordarlos,  por  tratarse de una festividad popular que todos disfrutamos.. Todos esperábamos ansiosos las  “fiestas carnestolendas”.  Se celebran antes de la Cuaresma cristiana.. Un escenario donde se le rinde culto a un personaje de la mitología griega, al Dios Momo o Rey Momus... Qué bueno amigos de la cultura,  "patrón de escritores y poetas". Hay una rumba de la artista cubana  Celia Cruz, donde expresa que "la vida es un carnaval".  

Hay quienes sostienen que desde 1950 hasta 1954, en tiempos de Marcos Pérez Jiménez,  se organizaron unos de los más fascinantes carnavales en Venezuela. Tanto en la capital de la República y también en la provincia.  La festividad es movible en el calendario, comienza generalmente a finales de febrero o en la primera semana de marzo. Desde un mes antes, alguna gente andaba pendiente de los días de Carnaval para irse de vacaciones con su familia a la playa o al llano.

Hacen décadas atrás  la Cámara Municipal de Villa de Cura,   nombraba una Junta  pro-festejos, se desarrollaba una extensa programación, y no conforme con esto, el fin de semana se festejaba la "octavita".. La junta de carnaval estaba representada en cada  barrio,  enviaban reinas y carrozas al desfile central para magnificar la fiesta. 

Durante un  "puente" largo de cuatro días se organizaban comparsas, desfiles de carrozas por las calles principales, levantaban templetes y en el centro se sentaba la reina.. Las calles se llenaban de papelillos, serpentinas y caramelos, las calles principales recorridas por las muchachas más bellas y elegantes coronadas como reinas  junto a su corte, montadas sobre  plataforma de camiones. De esa época recordamos a las queridas y respetas reinas de carnaval, se hablaba de Gisela Matute Padrón, Gladys Ledezma, Lisbeth Lara Parra, Sonia Meza, Marianela Ascanio, Bergeny Curvelo Huttado, Maruja Matute, Esmeralda Páez, Carmencita Torres y Adelita Martínez, entre otras.

Grupos de muchachos pantalones cortos corrían  detrás de las carrozas disputándose los puñados de caramelos. Se les oía decir: ¡Aquí es...Aquí es”. Lo que se veía como algo normal

Uno de los disfraces más vistoso de aquellos carnavales  correspondía al canario Agustín Dorta,  el dueño de la “Arepera La Única”. Se presentaba a los desfiles en franelilla y  vestimenta de campesino, con sombrero de cogollo, conduciendo una carreta arrastrada por una mula, tirando papelillos, repartiendo  caramelos y golosinas a la muchedumbre.

Es pertinente mencionar a la vistosa figura del Negro Pastor Ilarraza, un mecánico jovial, acostumbrado a disfrazarse de mujer rumbera con un vestido de cola, y un parecido extraordinario a la rumbera del cine mexicano María Antonieta Pons. Después del desfile se pasaba  rumbeando en la plaza Miranda, y en la tarde-noche llevaba su show  a los suburbios de La Alameda.



Comparsa antañona,. aparecen,  Julieta Hernández,  Miriam Hernández, Gisela Rosales,  Providencia Delgado, Oscar Parra, Antonino Rodrigurz, Rafael Trujillo, Carlos Hernández,  Nelson Hernández y Guillermo Machado

Una vez que terminaba la hora del desfile, seguidamente el  baile de disfraces en la plaza Miranda, amenizado por una orquesta de moda, alternando con música grabada,  para disfrute de  personas de todas las edades disfrazadas. 

Se realizaban bailes en el Club Social de la calle Miranda;  en el Club Sorocaima,  Club  los Amigos; Club Aragua; en el Centro Cultural Italiano en la calle Bolívar,  por cuatro noches se prendía la fiesta en los amplios salones del Bar Savery. En cualquier casa particular había baile de disfraces y también se realizaban espectáculos al lado del CVN, con música en vivo,  llanera y joropo central.

En la plaza Miranda los grupos se intercambiaban irrigaciones con talco “Menen” y "Sonrisa", y se rociaban la ropa con agua de colonia Jean María Farine; tanto las damas como los caballeros se veían envueltos en aromas de finos perfumes parisienses, en esa época del bolívar aquel,  eran baratos en la tienda "La Casa de Cuadros".

Había diferentes modelos de disfraces de acuerdo a la preferencia,  el más  llamativo era el disfraz de "dominó". El arte de fabricar este gabán lo aprendió hacer la señora Petra Torres; costurera de oficio, los alquilaba para todos los días de carnaval.  Había comparsa de negritas, de mamarrachos, comparsa antañona, disfraces de apaches, el zorro, el fantasma, gorilas. Algunos mozos  aprovechaban para disfrazarse de mujeres negritas. Se le daba premio al disfraz más original. 

En la Alameda Crespo vía el cementerio se libera el cuerpo del alma, se prendía una rumba de cuatro días seguidos,  gente de acá, y otra que llegaba de fuera, se soltaban el moño en el Bar "La Gavilana" y en el botiquín de don Pancho Espi, que  tiempo después cambió de nombre para “Bar La Cubana”. En ese tiempo, una caraquita o polarcita bien fría se adquiría por un real (0,50). En las festivas noches carnestolendas el Negro Testamar, ese gordo mundano, se disfrazaba para bailar con un antifaz y  traje de "dominó".


Comparsa de la calle doctor Manzo. Aparecen Vivian Mena, el de sombrero Luis Mena

No hay que dejar de mencionar los desfiles de carrozas y bandas show de diferentes instituciones educativas de Villa de Cura los cuatro días de carnaval,  con la participación de las escuelas publicas y privadas, y la representación del “Parque de Recreación Dirigida CVN”; con su banda show tocando la música de “steel band” y grupos de danzas, en medio de fuegos artificiales, sonidos de pitos y tambores. Se integraban a los desfiles, Clubes sociales, Cámara de Comercio, sindicatos, empresas y  almacenes al mayor, hasta empleados municipales.

En la capital de la República, cuando  Caracas fue llamada  “ la Sucursal de cielo”,  los carnavales eran espectaculares, los del  Hotel Ávila con aquel slogan  “En el Ávila es la cosa”. Aquellos del Circulo Militar, a cuya fiesta cual asistía  el Presidente Pérez Jiménez con su familia..  Las fiestas en el Club Paraíso; en el Hotel Tamanaco, Club Casablanca; Club Hipocampo,  La Hermandad Gallega; el Terminal de Pasajeros de La Guaira, amenizados  por las orquestas caraqueñas de la época, especialmente la Billos Caracas Boys, Los Peniques, Chucho Sanoja, los hermanos Belisario y Luis Alfonso Larraín..

La orquesta cubana Sonora Matancera alternando con Los Corraleros de Majagual de Colombia, amenizaban los bailes populares de carnaval en la Plaza Venezuela, en el más absoluto orden y respeto. Debo hacer un alto para contar que  una vez estuve disfrutando este espectáculo.

El martes de Carnaval generalmente se terminaba la fiesta  Se jugaba en las calles con baños de agua mezclada con almidón, negro humo y otras sustancias, a pesar que  estaba: "terminantemente prohibido el juego con agua y sustancias nocivas a la salud" 

Me acuerdo en ese camino bello de la vida,  un martes de carnaval,  llegando a casa al bajarme del carro me mojaron hasta quedar íntegramente emparamado, sin poder evitarlo, me lanzaron agua pareja desde una terraza, unas vecinas que vivían al lado,  en la calle doctor Manzo. 

La férrea dictadura del General Pérez Jiménez, quizás por evitar alteraciones del orden público y seguridad, minimizó el carnaval a partir de 1954,  cuando quedó parcialmente extinguido. La historia nos indica que no fue la meta, siguieron, pero menguados.



Desfile de carnaval en la calle Paez, foto archivo Ramón Alfredo Corniel

Pues bien, la larguísima sequía  de las fiestas carnestolendas en Villa de Cura, ha sido resucitado por el Comité de Festejos de la calle Páez. Por ahí observamos a "Loco Lindo II" y su cortejo real, ataviado de camarita y "pompa", con sus elásticas,.. 

En la calle Sucre también se niegan a verlo desaparecer y el Comité de Ferias y Fiestas procura mantenerlo vivo y que no decline, con una fiesta carnavalesca en su calle, comidas y diversiones a granel. 

Conmueve que hayan acabado  de un solo plumazo,  con tanta alegría  de la niña-reina de carnaval en las escuelas,  y su corte. Una inspiración cultural de siglos y emoción para sus maestras, padres y representante. En este momento ya los colegios públicos y privados había elegido por votación la reina y sus séquitos.  

Es innegable  que las autoridades municipales del Municipio Zamora, Concejo Municipal y alcaldía le devolvieron  el significado del carnaval en la cultura popular.. Volvió esta fiesta colectiva a la avenida Paradisi y la Plaza Bolivar, donde se realiza un vistoso desfile y concursos de disfraces en las calles y plazas publicas, con música cañoera  y una lluvia de premios a los mejores disfraces y comparsas. Las perdiciones es que este año será igual. Esperamos la programación y el tradicional "grito de carnaval"..


                    Agustin Dorta sobre la carreta en los desfile de carnaval de 1952 Foto Editorial Miranda. 

 

Oscar Carrasquel. La Villa de San Luís,  Tricentenaria

Fotos 1, 2 y 3  cortesía de Ing Manuel Matute Padrón

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