Aquí estoy para contarles como eran aquellos carnavales de años atrás. No está demás recordarlos, por tratarse de una festividad popular que todos disfrutamos.. Todos esperábamos ansiosos las “fiestas carnestolendas”. Se celebran antes de la Cuaresma cristiana.. Un escenario donde se le rinde culto a un personaje de la mitología griega, al Dios Momo o Rey Momus... Qué bueno amigos de la cultura, "patrón de escritores y poetas". Hay una rumba de la artista cubana Celia Cruz, donde expresa que "la vida es un carnaval".
Hay quienes sostienen que desde 1950 hasta 1954, en tiempos de Marcos Pérez Jiménez, se organizaron unos de los más fascinantes carnavales en Venezuela. Tanto en la capital de la República y también en la provincia. La festividad es movible en el calendario, comienza generalmente a finales de febrero o en la primera semana de marzo. Desde un mes antes, alguna gente andaba pendiente de los días de Carnaval para irse de vacaciones con su familia a la playa o al llano.
Hacen décadas atrás la Cámara Municipal de Villa de Cura, nombraba una Junta pro-festejos, se desarrollaba una extensa programación, y no conforme con esto, el fin de semana se festejaba la "octavita".. La junta de carnaval estaba representada en cada barrio, enviaban reinas y carrozas al desfile central para magnificar la fiesta.
Durante un "puente" largo de cuatro días se organizaban comparsas, desfiles de carrozas por las calles principales, levantaban templetes y en el centro se sentaba la reina.. Las calles se llenaban de papelillos, serpentinas y caramelos, las calles principales recorridas por las muchachas más bellas y elegantes coronadas como reinas junto a su corte, montadas sobre plataforma de camiones. De esa época recordamos a las queridas y respetas reinas de carnaval, se hablaba de Gisela Matute Padrón, Gladys Ledezma, Lisbeth Lara Parra, Sonia Meza, Marianela Ascanio, Bergeny Curvelo Huttado, Maruja Matute, Esmeralda Páez, Carmencita Torres y Adelita Martínez, entre otras.
Grupos de muchachos pantalones cortos corrían detrás de las carrozas disputándose los puñados de caramelos. Se les oía decir: ¡Aquí es...Aquí es”. Lo que se veía como algo normal
Uno de los disfraces más vistoso de aquellos carnavales correspondía al canario Agustín Dorta, el dueño de la “Arepera La Única”. Se presentaba a los desfiles en franelilla y vestimenta de campesino, con sombrero de cogollo, conduciendo una carreta arrastrada por una mula, tirando papelillos, repartiendo caramelos y golosinas a la muchedumbre.
Es pertinente mencionar a la vistosa figura del Negro Pastor Ilarraza, un mecánico jovial, acostumbrado a disfrazarse de mujer rumbera con un vestido de cola, y un parecido extraordinario a la rumbera del cine mexicano María Antonieta Pons. Después del desfile se pasaba rumbeando en la plaza Miranda, y en la tarde-noche llevaba su show a los suburbios de La Alameda.
No hay que dejar de mencionar los desfiles de carrozas y bandas show de diferentes instituciones educativas de Villa de Cura los cuatro días de carnaval, con la participación de las escuelas publicas y privadas, y la representación del “Parque de Recreación Dirigida CVN”; con su banda show tocando la música de “steel band” y grupos de danzas, en medio de fuegos artificiales, sonidos de pitos y tambores. Se integraban a los desfiles, Clubes sociales, Cámara de Comercio, sindicatos, empresas y almacenes al mayor, hasta empleados municipales.
En la capital de la República, cuando Caracas fue llamada “ la Sucursal de cielo”, los carnavales eran espectaculares, los del Hotel Ávila con aquel slogan “En el Ávila es la cosa”. Aquellos del Circulo Militar, a cuya fiesta cual asistía el Presidente Pérez Jiménez con su familia.. Las fiestas en el Club Paraíso; en el Hotel Tamanaco, Club Casablanca; Club Hipocampo, La Hermandad Gallega; el Terminal de Pasajeros de La Guaira, amenizados por las orquestas caraqueñas de la época, especialmente la Billos Caracas Boys, Los Peniques, Chucho Sanoja, los hermanos Belisario y Luis Alfonso Larraín..
La orquesta cubana Sonora Matancera alternando con Los Corraleros de Majagual de Colombia, amenizaban los bailes populares de carnaval en la Plaza Venezuela, en el más absoluto orden y respeto. Debo hacer un alto para contar que una vez estuve disfrutando este espectáculo.
El martes de Carnaval generalmente se terminaba la fiesta Se jugaba en las calles con baños de agua mezclada con almidón, negro humo y otras sustancias, a pesar que estaba: "terminantemente prohibido el juego con agua y sustancias nocivas a la salud"
Me acuerdo en ese camino bello de la vida, un martes de carnaval, llegando a casa al bajarme del carro me mojaron hasta quedar íntegramente emparamado, sin poder evitarlo, me lanzaron agua pareja desde una terraza, unas vecinas que vivían al lado, en la calle doctor Manzo.
La férrea dictadura del General Pérez Jiménez, quizás por evitar alteraciones del orden público y seguridad, minimizó el carnaval a partir de 1954, cuando quedó parcialmente extinguido. La historia nos indica que no fue la meta, siguieron, pero menguados.
Desfile de carnaval en la calle Paez, foto archivo Ramón Alfredo Corniel
Pues bien, la larguísima sequía de las fiestas carnestolendas en Villa de Cura, ha sido resucitado por el Comité de Festejos de la calle Páez. Por ahí observamos a "Loco Lindo II" y su cortejo real, ataviado de camarita y "pompa", con sus elásticas,..
En la calle Sucre también se niegan a verlo desaparecer y el Comité de Ferias y Fiestas procura mantenerlo vivo y que no decline, con una fiesta carnavalesca en su calle, comidas y diversiones a granel.
Conmueve que hayan acabado de un solo plumazo, con tanta alegría de la niña-reina de carnaval en las escuelas, y su corte. Una inspiración cultural de siglos y emoción para sus maestras, padres y representante. En este momento ya los colegios públicos y privados había elegido por votación la reina y sus séquitos.
Es innegable que las autoridades municipales del Municipio Zamora, Concejo Municipal y alcaldía le devolvieron el significado del carnaval en la cultura popular.. Volvió esta fiesta colectiva a la avenida Paradisi y la Plaza Bolivar, donde se realiza un vistoso desfile y concursos de disfraces en las calles y plazas publicas, con música cañoera y una lluvia de premios a los mejores disfraces y comparsas. Las perdiciones es que este año será igual. Esperamos la programación y el tradicional "grito de carnaval"..
Fotos 1, 2 y 3 cortesía de Ing Manuel Matute Padrón
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