Nota acerca de la imagen: Al centro María Peralta, a su lado Cupertina Lugo, entre dos personas difícil de identificar. Ellas hicieron de la política un juego placentero. Terminaron siendo muy amigas Foto cortesía de Ramón Alfredo Corniel.
Por Oscar Carrasquel
No pretendemos hacer valoración política con el presente trabajo, no es el estilo de esta columna. Lo que aprendimos es a hacer alusión a cosas de nuestro pasado. Es lo que nos anima y llevamos adherido en la piel. A finales de la década del 40 del pasado siglo xx albergaba la población de Villa de Cura un par de damas, hoy olvidadas. Dos personajes de la cotidianidad de nuestro pueblo, que se mantuvieron un tiempo metidas con cierta profundidad en la política. Poco a poco, como hoja que se eleva con el viento fueron cobrando fama en la población.. Una de nombre María Peralta, y la otra, Cupertina Lugo, ya desaparecidas. Desde aquel entonces seguimos de cerca su pasión partidista..Conocimos a Cupertina y a Peralta, ésta ultima amiga de mi padre, mi mamá le hacía calaches y le confeccionaba camisones para la Peregrinación.
La "negra" María Peralta era militante de Acción Democrática,. el partido del pueblo, que daba hasta los ojos en defensa de esta organización, y la segunda, Cupertina Lugo, que era capaz de ofrendar hasta la vida por el partido COPEI. Ellas supieron manejar con inteligencia los matices de la política. Ninguna de las dos asumieron esta actitud a cambio de regalías, puestos en el gobierno o prebendas, sino con un apasionamiento desbordado por defender a sus líderes y respaldar un ideal. En el respeto, la convivencia y la tolerancia, estuvo la singularidad para superar obstáculos y diferencias de caracteres.
La voces entre ellas se centraba en discusiones como un par de chiquillas, pero sin ofenderse. Se reían, planteando su antagonismo.. Una y otra de características propias y un lenguaje coloquial no agrio. Voy a procurar describirlas y de contar algunas de las cosas de su vida, con certeza.
MARÍA PERALTA
Seguro muchos la conocieron. Al principio llegaba de transeúnte. Buena como pocas y humilde en exceso, alta, delgada, de piel oscura, pelo canoso enroscado, rezandera, le servía a la Iglesia católica, formada en el campo en labores agrícolas, le fascinaba compartir reírse a carcajadas, usaba un par de zapatos Keds blancos; llevaba una pañoleta blanca atrás de la cabeza. Su lugar nativo fue un vecindario rural llamado "La Ceniza", en jurisdicción del antiguo Distrito Zamora del estado Aragua, capital Villa de Cura. Bajaba de aquellos confines vestida de largo camisón de crehuela, blanco, atravesando campos y veredas, montada sobre un burrito pardo, con las dos canillas juntas colgándole del lado izquierdo. Era costumbre de su lenguaje llamar "ñero" o "compañero", al primero que se topara con ella en el camino y en el perímetro urbano.
Andaba acompañada del marido, ella encaramada en el burrito y él, atrás servía de arreador, un hombre de voz ronca, rostro pálido, de ojos azulinos, su nombre Heriberto Carrizalez. Un labriego que cuando venía al pueblo se ponía blusa y pantalón blanco, sombrero de media ala y alpargatas suela de goma, para no perderse las reuniones que se daban en la casa de su partido AD en la calle Miranda, que se celebraban todos los fines de semana. En toda la esquina de la calle Miranda, cruce con Dr Manzo, donde funciona hoy la "Licorería Los Hermanos".
La pareja se entregaba al furor de los bailes de joropo aragüeño, la música la dibujaba Saturno Linero en el arpa, que llegaba de El Cortijo, cantando Quintín Duarte. Saturno y Quintín eran compañeros de partido de la señora Peralta. La fiesta se daba en la casa del Acción Democrática, en un salón grande y aireado, poco después de haberse realizado el acto político. Día domingo a plena luz del día, con más frecuencia que cualquier otro día de la semana. El Secretario General Seccional Zamora de AD para la época era el conocido médico internista y parlamentario José María Carabaño Tosta.
Un día que llegó don Rómulo Gallegos a la Villa en campaña electoral, se bajó del auto en el sito "Las Rosas", donde lo esperaban bajo una suave lluvia. En una fotografía de archivo (borrosa, casi no se distingue) aparece María entre la entusiasta multitud. Refiere en su libro nuestro paisano Omar Gutierrez Hurtado que, el Maestro Gallegos al bajarse del auto pronunció las palabras siguientes: "Vuelvo de nuevo a mi terruño, en esta tierra descansan los restos de mis ancestros villacuranos".
Lo cierto es que tanto María, como Heriberto, compartían la militancia y su espíritu frenético con todos sus compañeros de partido. No se perdían una reunión, una marcha en grupo, un maratónico mitin o una concentración popular; ella. meciendo en su mano derecha una banderola blanca. Y el marido, un pendón con un retrato gigante de Rómulo Gallegos. De pronto compartían una comelona en AD donde se bebía guarapo de limonada endulzado con papelón. La pareja de adecos pasaban la noche en casa de algún compañero de partido en La Villa, hasta que lograron vivienda propia en el sector Los Tanques. A Maria Peralta se le oía reiterar lo siguiente:. ”Adeca hasta la muerte”, con una absoluta fidelidad a sus máximos líderes Rómulo Betancourt y Rómulo Gallegos..Ambas personalidades gobernaron a Venezuela.
CUPERTINA LUGO
La primera vez que la conocimos fue en casa de don Aníbal Martínez, casado con la mayor de las Pino, maestra de escuela. La señora Cupertina Lugo, era una mujer de nobleza, con un corazón hecho de bondad, católica toda su vida, de mucho temple. Necesitaba del auxilio de anteojos.. Era hacedora de tortas y dulcería de todo tipo, de arepas asadas, que entonces era negocio. No tenía ni un pelo de intelectual, pero tampoco de tonta. Siempre andaba en permanente movimiento por la calle. El pueblo de antes acostumbraba a reunirse en los bancos de la plaza Miranda. Nunca ocultaba su color político; incansable; insistente el desvelo por su militancia copeyana. La recuerdo claramente, casi siempre vestía de color verde, que mostraba con orgullo a sus críticos. Bromeaba diciendo "verde, hasta los calzones".
Además de todo esto, cuéntase que laboró como empleada doméstica en la casa de familia del máximo líder de Copei doctor Rafael Caldera, Presidente de la República en dos periodos democráticos, quien tenia su residencia en el sector de Sabana Grande, dueño de la quinta “Punto Fijo”. Es de suponer que Cupertina era mujer de confianza de la familia Caldera-Pietri, cocinó y le sirvió mesa a sus antiguos patronos y a muchas personalidades y dirigentes nacionales y regionales de su partido. Y otros representantes de partidos políticos.
En otra ocasión en la cual el pueblo de Villa de Cura recibió la visita del Presidente doctor Rafael Caldera, me cuentan que fue muy emocionante y aplaudido el momento, cuando se confundieron el Presidente de la República y Cupertina en un solo abrazo y una breve conversación. Jamás Cupertina se sintió tan alegre como en esa ocasión.
Una escena similar se vivió el año 1968 cuando el doctor Luis Herrera Campins dio un mitin en La Villa en campaña electoral, en la Plaza Miranda. Al salir y terminar el acto se entregaron el candidato y Cupertina en una amena conversación, ya que se conocían desde antes.
La casa del partido verde en Villa de Cura se encontraba situada en la calle Comercio a pocos pasos de la Casa Parroquial, el jefe de esa tolda política en el Distrito Zamora era el señor Pedro Pablo Poleo, y después lo fue don Aníbal Martínez. Apenas abrían la puerta, allí estaba doña Cupertina penetrando a la casa de su partido con beneplácito, un día cualquiera de la semana.
DISTANTE EN EL TIEMPO
María Peralta y Cupertina Lugo (no son un mito, sino realidad) a pesar de su humildad, sin ninguna preparación, demostraron que pensar distinto, no debe ser motivo para perder el dominio de la síntesis y la razón, Ni cerrarle el paso al contrario para que no ejerza su derecho.
Por ejemplo, para aquel tiempo, un candidato a la presidencia era incapaz de llamar a otro "viejo decrépito", En 1935 vino Carlos Gardel a Maracay, única y exclusivamente a cantarle al presidente J, V, Gómez. Entre su repertorio interpretó un tango muy famoso titulado !Pobre gallo bataraz! (viejo y enclenque). Al terminar la pieza, el General Gómez se le acercó y le dijo: "Maestro: viejo pero no enclenque". Y la gente se desternilló de risa.
Hemos evocado a dos seres humanos tan llenas de sencillez, defendieron sus ideas sin faltarse el respeto, amantes de la paz y la tolerancia. Se aceptaron, compartieron las mismas penas; quizá cuando la política era más seria y producía verdaderos resultados para el pueblo... Ambas muy queridas y respetadas en el seno de nuestra sociedad.
EL FINAL
Luego de tantas alegrías, penas y vicisitudes en la vida, murieron. Primero María que cayó enferma, y mucho después se fue yendo Cupertina, dos seres de alma buenas dentro de la comunidad donde vivían, llenas de fe, honestas, sin arrogancia. .Sus restos reposan en el viejo cementerio municipal de la calle Comercio de La Villa.
Que Dios las tenga en la Gloria.
Oscar Carrasquel, La Villa de San Luis, agosto de 2018
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