UN PÁSEO POR MUSEOS PRIVADOS DEL MUNICIPIO ZAMORA ESTADO ARAGUA

 

                                      William Federico en "La Morocota" foto de mi archivo

                                                           Por Oscar Carrasquel

 

Es muy sencillo llegar y visitar en Villa de Cura una tienda de antigüedades denominada “Museo Privado y Galería La Morocota”. Su dueño se conoce con el nombre de William Federico Saldeño. Se encuentra establecido en una casa  con una  fragancia de campo de flores y claveles, en terrenos del sector “La Providencia”.

Cada vez que se habla en el centro de coleccionar cosas antiguas  surge inmediatamente como una importante referencia el mencionado anticuario. Abre su puerta todos los días de lunes a domingo. Un sitio concurrido por propios y viajeros;  los sábados por la tarde,  domingo y días feriados, son los días perfectos. Una tienda especializada en coleccionar objetos antiguos pero muy bien conservados recolectados por Saldeño, también  se provee  de la compra, y  otras   veces se surte por cambalaches  con otros coleccionistas

Para orientar mejor a la gente, basta tomar la Avenida Lisandro Hernández,  y 200 metros  antes de llegar a la curva de Las Mercedes,  te vas a encontrar con esta tienda de antigüedades. Si no posees vehículo, no te preocupes, ya que por la carretera asfaltada pasa una línea de autobuses que cruza toda la Villa  y te deja en todo el frente,

La sala de exhibición es visitada diariamente por gente que vive en pueblos aledaños. Como es de imaginar esta actividad, como negocio, no genera ganancias económicas, pero sí muchas satisfacciones personales. Como se dice por amor al arte. Desde que el visitante se asoma a sus instalaciones  siente y  respira la historia de la ciudad  a través de aquel montón de corotos que ya pasaron de moda.

Federico Saldeño,  como todos lo nombran, suprimiendo su primer nombre,  es un joven poeta muy laborioso  ligado fundamentalmente a la cultura. Es nativo de San de los Morros, Estado Guárico; pero La Villa de San Luis ha sido como su arteria vital. Tranquilo, paciente, de buen humor, humilde. Además de escribir poesía destacó un tiempo en los medios de comunicación radial. Otra de sus virtudes es que le fascina salir al campo a tomar fotografías curiosas a las aves, animales silvestres y a la flora.

Federico es como una especie de Sherlock Holmes investigando y explicando la historia de objetos antiguos, sobre el origen y significado de cada una de ellas por remota que sea. En algunas ocasiones  el salón de exhibición lo convierte en escuela.  Docentes y estudiantes de diferentes planteles públicos y privados de la ciudad reciben charlas e ilustraciones sobre cada una de las secciones y objetos que se exhiben en el local. .

En lo que se acerca la temporada de Navidad, el área delantera del Museo es pura diversión, fue bautizado por él con el nombre de “Pasaje de los Cultores”... Aprovecha dicho espacio para  organizar exposiciones, acompañado de espectáculos folclóricos y culturales en vivo, para disfrute de grandes y chicos, con caritas pintadas, títeres, burriquitas y la presentación de diversos conjuntos de parranda de música navideña. En el año 2016 se presentó el tradicional conjunto Los Turupiales de Aragua. Difícil organizar hoy en día espectáculos como esos.

Federico Saldeño, es un coleccionista reconocido en casi toda Venezuela, por el tiempo  metido de lleno entre esa gran familia. Nos dice que su afición por el arte le viene desde que era un niño. Ha sido delegado a convenciones nacionales y regionales de coleccionismo, conociendo los museos históricos y la cultura de muchas ciudades y pueblos. Por otra parte, es miembro fundador  de  la  “Asociación Venezolana de Coleccionistas” (ASOVECOL). 

Los museos públicos y particulares son de un amplio ámbito cultural que compartimos plenamente. Una vez  lo recorrimos como aquel que visita un antiguo templo. Uno a uno, fuimos examinando los tesoros de esta colección de antiguas y exquisitas muestras. De repente  te tropiezas con envases de cerveza y refrescos, una ruma de discos de acetato, monedas antiguas; una vieja rokola, máquinas de coser y moler, fonógrafos, cámaras fotográficas, objetos de decoración, teléfonos de pared y relojes muy antiguos, cuadros, una anciana motocicleta, bicicleta de la marca Humber, y otros útiles que usaron nuestros antepasados; esmeradamente protegidos en estanterías y vitrinas, acomodados de acuerdo con la antigüedad y naturaleza de las piezas..

El coleccionismo privado de antigüedades en Venezuela es muy sacrificado, depende de los gustos de cada individuo, conocen demasiado de ese mundo, no se practica ni se mide pecuniariamente, sino más que todo por afición y sentimiento. 

En otra ocasión hace tiempo visitamos el resto de los anticuarios   para conocer su inventario y  funcionamiento, En ninguna se paga por entrar y  dar explicación. Hasta nos regalaron un articulo en cada una que fuimos.

Uno de mayor surtido y  relevancia es el de nuestro amigo el poeta  Elio  Martínez, situado en la urbanización Funda Villa. El anticuario posee una abundante existencia de botellas y de disco de vinilo que datan de los años 1948 y1950. De orquestas y cantantes que se hicieron popular en distintas épocas. Con frecuencia acuden grupos de coleccionistas de otros lugares. Es apreciado hasta por gente honorable de Caracas.

De igual manera, está el  museo que posee  el comerciante de origen portugués  Ricardo Rodríguez de Gouveia (hijo), situado en el caserío Pedregalito, lo visitamos transitando un camino debajo de unos arboles en la carretera San Juan-Villa de Cura. A los largo de su experiencia como coleccionista posee  una estantería con varias hileras de botellas de diferentes épocas y marcas..

La otra tienda de gran notoriedad, que compra y vende  objetos de arte, y otros útiles de valor museístico se encuentra en la calle Real de la población de San Francisco de Asís. La administra y atiende su dueño el señor  Leonardo Aguilera, Un hombre que te enseña el historial de cada pieza desde la más importante hasta la más noble. Me dicen que se mudó para una nueva sede en la misma calle. Aquí se respira historia antigua. Uno de los más significativos atributos es que don Aguilera sabe preparar  los diversas platos a base de carne de conejo, para desayuno y almuerzo. 

Con su esposa y una cuñada el poeta Federico Saldeño se encarga de atender al publico, también que las piezas se mantengan en las mejores condiciones, De manera que, con todo estos detalles, no duden, aprovechen y anímense de visitar en estas navidades, tanto el  “Museo  y Galería La Morocota” como los otros señalados, que ya son como una pertenencia de los zamoranos. Seguro encontrarás artículos museísticos como un Museo  de Ciudad, y  tener frente a tus ojos  una importante porción de la  historia vital de nuestros antepasados.

         Oscar Carrasquel, La Villa de San Luis,  diciembre  2017. Revisado en 2023

 

POESÍA DE PABLO CABRERA

 

                   Isbaelita en el anfiteatro de la escuela. Foto archivo., corregida por Alfredo Corniel

POESÍA DE PABLO CABRERA

 BALADA PARA ISABELITA

               A Oscar, Elizabeth, Gilda, Yelitza y Rafael

 

Isabelita era una niña

que amaba los colores mágicos

Del arcoíris y el delicado

aletear de las mariposas

 

Una noche la vi junto a otras niñas

cantando en el anfiteatro de su escuela

Y los alegres matices de su voz

Sembrando sonrisas en el auditorio

dibujaba:

“Un pez de mucha fuerza

Que rompe los anzuelos

Y revienta los guarales”

 

Después se confundía con la brisa

y se iba acariciando frondas

y desgranando arrullos

 

Algunas veces contemplaba las estrellas

Y otras veces hablaba con las rosas.

Entre inviernos y veranos

la pequeña Isabelita

se transformó en una doncella

y se enamoró de un poeta

 

Entonces se puso más hermosa

Y lo mismo que una cayena

le brotaron retoños

y se cubrió de flores

 

Pero una clara mañana

Isabelita se fue

envuelta entre las alas

de una canción de octubre

 

Sin embargo

A veces imagino

Que debe andar escondida

entre los colores de un arcoíris.

 

Autor: Pablo Cabrera

Tomado de Diario La Antena

de San Juan de los Morros

Edición del 11-11-94

Colección de Elio Martínez

 

 

 

 

 

UNA CRÓNICA SENTIMENTAL A MI AMIGO JUAN COLMENARES EN LA CELBRACIÓN DE SU CUMPLEAÑOS.

 

                    Juan Colmenares Romero. Foto  colección de Ramón Alfredo Corniel 

                                                   Por Oscar Carrasquel

Reuniones como ésta son necesarias, tienen carácter educativo, su primordial objetivo es entretener y pasar un rato ameno, y al mismo tiempo fortalece los vínculos de amistad. En este mismo concepto está la necesidad de recordar el pasado, es decir el tiempo que vive en nosotros los humanos.

En los años 50s nos reuníamos la muchachada que sentíamos una gran atracción por las tardes de toros coleados en La Villa… Se llamaba “Polvorín” un bonito y brioso caballo entrenado para coleo. Recuerdo que en la puerta del toril alzaba las patas delanteras, se apoyaba en los jarretes, y luego emprendía veloz carrera para que el jinete se apoderara de la mota del toro y diera una efectiva coleada.

El dueño y coleador sobre ese caballo a que me refiero está con nosotros en esta casa del sector La Coromoto. Se trata de don JUAN COLMENARES ROMERO, a quien le estamos celebrando la suma de sus aprovechados 89 años de existencia. Un día como hoy pero en 1934 nació en Belén, estado Carabobo. Con el transcurrir del tiempo lo adoptó el pueblo de Villa de Cura por amor al terruño que lleva en el corazón.

Un ser que desde pequeño fue formado junto a su progenitor;  forjado en labores de ganadería y crianza de caballos, dueño de “Cachicamo”, un modesto fundó de belleza natural ubicado por los lados de La Pavona. En donde lamentablemente la violencia hoy levantó su templo. El muchacho se hizo coleador en mangas de los pueblos de Aragua y Carabobo.

Juan Colmenares, un agente vendedor de la empresa General Electric de Venezuela y  coleador que  después se convierte en un auténtico bastión del sector agropecuario, no sólo como criador con muchos años de trabajo, sino incansable su desvelo como dirigente de ese gremio. Directivo de la Liga de Coleo del Municipio Zamora.  Fue Comisionado de la Asociación Agropecuaria del Estado Aragua, cuando fue presidida por el doctor Aníbal Pérez Zamora. Ha concurrido como delegado a la convención  de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedenaga). Con lo cual se hizo conocer en casi todo el territorio nacional  

Ha sido presidente de las fiestas patronales de La Villa. También encomiable su labor como comentarista del deporte de coleo, y productor independiente de programas que ha logrado en diferentes emisoras de radio… En el Estado  Aragua es el creador hace más de cuatro décadas del codiciado premio titulado “Zamora de Oro”. Todo ese trayecto recorrido por Juan Colmenares le ha permitido llevar sobre su espíritu y sus hombros los rigores de la edad.

Me consta, porque lo conozco desde hace tanto tiempo, que la honestidad y  la amistad para ti es cosa sagrada,  por esa razón estamos aquí alrededor tuyo en esta celebración, tantos amigos que te queremos… Desde hace rato sentimos tu presencia en esta sala  disfrutando del momento, como siempre acostumbras, llevas un terso sombrero peloeguama, vestido con liquiliqui de yunta color crema y estampa de vaquero. Juan tiene otra cualidad personal, viejo como está, se mete con facilidad en el corazón de las mujeres.

El poeta Alexis Herrera, un personaje folclórico de la radiodifusión es el encargado para leer este mensaje, por ausencia involuntaria de quien escribe. Si hubiese podido asistir a la casa de nuestra querida amiga Adelita Hernández.  Sin duda hubiera degustado de un suculento sancocho en leña.  Había guarapo de limón endulzado con panela y miel, también tenían la bebida que tomaba Dionisio, el  dios griego de las festividades. El ritmo de la música llanera y joropo aragüeño acompañaron la festividad.   

Querido Juan Colmenares, hoy solo cae una hoja más del almanaque, con el privilegio de poder andar en la vida con vitalidad y optimismo. Que Dios te de muchos años más cultivando el alma y que te mantenga joven por toda la vida que falta. Feliz cumpleaños te deseamos de todo corazón.

Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis, 24 de noviembre 2023.

LA VETUSTA CASA DE DON HERMÓGENES RODRIGUEZ

 

                                      Casa de familia Rodriguez, calle Paez con ductor Manzo 

         Por Oscar Carrasquel

A pesar de resistir la ausencia de sus antiguos moradores y por la implacabilidad del tiempo, todavía, tanto sus columnas de madera de puro corazón, como su techumbre de caña amarga y tejas la mantienen intacta, con vida, por la fila de bloques de cemento que ayudan a sostenerle. El inmueble ha recorrido unos cuantos años.

Cuando yo la conocí, la vetusta casa estaba en perfectas condiciones originaria. Nos anima escribir esta crónica sentimental  por la sorpresa que nos causa su estado actual inusitado. La conocimos desde aquellos lejanos años en manos de su dueño,  mejor dicho un vecino nuestro, catire. flaquito, llamado don Hermogenes Rodríguez. . El que lograba visitarla se encontraba con el trato amable y cariñoso de doña Carmen Narcisa de Rodriguez y de sus hijas.

Se trata de una casa de estilo arquitectónico antigua con sus amplios corredores aireados, y al frente un gallardo jardín cultivado de flores por su esposa doña Carmen que la mantenía bonita, con potes sembrado de matas como los helechos. Fíjense que aún su frente conserva la línea de zócalo azul y almagre en marcha por la larga pared. Sus ventanas de madera de balaustre visibles soportando sol y lluvia.

No había otro medio de empleo importante que el taller de carpintería y fábrica de fustes como el que existía al fondo del patio principal, en el cruce de la calle Páez con la calle doctor Manzo. Por la Manzo existe un portón de campo por dónde entraban los carros de mula que iban a cargar los fustes … A uno se le metía por los ojos y por los oídos el ruido de las sierra y el golpe del martillo en el yunque, que se oía por todas partes. Y además el hollín a madera que despedía la labranza de la madera. Y es que a poca distancia estaban una docena de artesanos en su consecuente y diaria labor.

El primero, don Hermógenes fajado en el taller. le acompañaba la lucha de sus hijos varones. El taller de manufactura tenía piso de tierra y árboles leñosos y frutales. Al pasar por el sitio usted veía en plena jornada al patrón junto con la huella imborrable del catire Luis Albert, el “mastro” Víctor Rojas Esáa, Félix González “el niño”; Antonio Ysaya “el mono” y don Miguel Ascanio. Nadie estaba pendiente de regalías.

Es lamentable el deterioro del pavimento de las calles de La Villa, también que en diversas esquinas y lugares del territorio villacurano existan casas en el olvido abandonadas; estamos dejando que a nombre de la modernidad, se le cambie el rostro histórico que identifica a nuestra querida ciudad. No resultaría extraño que en un futuro veamos estas  casonas suplantada por un antipático monstruo de concreto de estilo moderno.

Sin embargo, podemos constatar que nuestros antepasados le pusieron marca filosófica de fábrica, por lo cual este bello sitio se seguirá llamando la esquina de la familia de don Hermógenes Rodríguez. Bastante elocuente la foto tomada por el lente de muestro amigo Ramón Alfredo Corniel.

Oscar Carrasquel La Villa de San Luis, Tricentenaria

 

 

VICENTICO ¿ACASO UN PERSONAJE MÍTICO?

                                  

                             Vicente Alfonzo Arias "Vicentico". Foto tomada con mi celular Jezz

Por Oscar Carrasquel

Vicente Alfonzo Arias es su nombre completo. Su lindero nativo fue San Juan de los Morros pero ya se hizo ciudadano villacurano por adopción, por los años aquí vividos. La Villa de San Luis  ha sido su hogar desde que era un niño. Hijo de Alfonsa Emilia Arias y de Humberto Alfonzo, ya difuntos. Nació el 22 de septiembre de 1975. Tiene cara de niño y cometido de adulto. Algunos lo miran como un personaje mítico, otros como una figura quijotesca. Posee unos ojos de almendra y una fachada rígida que lo hace aparentar mal humorado. Pero basta conversar un rato con él para cambiar esa creencia. Se mueve de un lado a otro con la tenacidad de una persona madura para una ciudad que va de prisa. Vive en La Villa en casa de familiares por parte de padre.

Aprendió desde que su madre lo trajo al mundo a manejarse con  cuatro  dedos en cada una de sus manos, y es feliz con un caminar tumbado apurado como de gabán pescando, como ejecutando una danza, lastimado por las circunstancias de su destino. Eso me lo dijo un día.  Es común que  pase todo el santo  día en la calle. Sube y baja serenamente la camioneta de pasajeros cuando el recorrido es largo, pero ahora por la situación habitualmente lo vemos a pie, acometiendo diariamente su trabajo.

Para granjearse un salario y sacudir su pobreza debe fajarse todo el día en su trabajo como mensajero de una conocida empresa Funeraria local. No está esperando que le regalen todo. Su estatura es pequeña para un ser humano de tamaño corriente.  Para nada es un enano, se parece a la replica de un niño.  Dueño de una disminución de extremidades desde pequeño.  Su estatura no pasa de sesenta y cinco centímetros. Esto no le preocupa en absoluto, tampoco lo abruma ni le acompleja, más bien con su gracia hace florecer los ambientes.

Se queja con  resignación,  con mucha naturalidad, que a pesar de sufrir de una incapacidad motora en sus dos manos, aun no sea beneficiario de una pensión. Sin embargo nos atrevimos  recomendarle acudir a la sección de Desarrollo Socia de la alcaldía, quien con toda seguridad lo va a orientar y le ayudará a solventar  su caso.

Conoce a plenitud los linderos de enamorarse en donde ha perdido y ganado, y sabe escoger sus  amistades. Amigo de ofrecerle un halago a una dama. No lo piensa  dos veces para  lanzarle flores a una a una dama de estrechos bluyines. Siempre se le ve vestido con telas de sastrería, pulcro, con un par de zapaticos negros bien pulidos, protegiendo su cabellera con una cachucha deportiva,  con unos pantalones de talla ancha, mayor a su tamaño. Siempre lleva atado a la espalda un morral escolar al espaldar atestado de provisiones. Está pendiente de todo. No necesita carta de recomendación, con solo su trato uno sabe que es un hombre responsable y honesto. Pone su cara seria cuando ve que alguien quiere jugarle una broma.

Lo cierto es que “Vicentico” es un tipo muy simpático; casi todos los días nos sorprende caminando las aceras con un dinamismo y una agilidad envidiable. Saluda a todo aquel que pone la atención en él. Hace diligencias sin murmurar y lo llaman para hacerle encargos, lo cual es otra de sus facetas. Ya se ha convertido quizá en uno de los personajes populares de La Villa, prendido del fervor amistoso característico del villacurano.

No dura mucho en la cola a las puertas de los abastos cuando llegan productos, ni cuando se instala en las taquillas de los Bancos o en alguna oficina pública cancelando impuestos y servicios. Los porteros le brindan antelación en las filas siendo el número uno en comprar, para ir amontonando el sustento para la despensa familiar. Es el clásico tipo  sociable acostumbrado a entablar una larga conversa como la que hoy sostuvimos en su lugar de trabajo. De repente sus labios dejan fluir un refrán o una anécdota de sano humor, y a veces sin proponerse se le salen unas palabrotas. 

Aquel hombre menudito conoce cómo granjearse las buenas amistades y a pesar que tuvo poca escuela, sabe administrar  lo que aprendió por obra de  Dios y de las adversidades de la vida. Afable, cortés, pero se hace respetar cuando lo enfrentan. Lo mismo platica con una gerente china  que con una secretaria bancaria, con muchachas estudiantes cuando regresan o van para el liceo, quienes disfrutan con sus ocurrencias. También se confunde entre la multitud en cualquier acto social y público. Sin embargo en la calle es reservado y cauteloso. Está al tanto que la calle  está inundada de peligros y de mucha inseguridad, sin embargo nadie se mete con   “Vicentico”, pues él siempre  anda pila mirando para todos lados, precavido por si las moscas. Dios le ha dado esa sabiduría.

Vicente Alfonzo Arias “Vicentico”, es la viva estampa de un popular personaje  de la Villa de Cura presente, que jamás se aparta de la comarca, es parte de la historia menuda pueblerina que él mismo ayuda a forjar. Sigue aqui clavado en esta tierra, uno sin necesidad de buscarlo, lo cruza en cualquier boca calle o en la plaza hablando por su celular,  lo vemos dando vueltas cotidianamente por las diferentes calles del centro  de la ciudad, porque vive recorriéndolas con paso seguro,.

Oscar Carrasquel, La Villa de San Luis,  octubre de 2017

LOS NIÑOS LA FÓRMULA PARA UNO SENTIR ALEGRÍA

 

Fotos de mi archivo

                                                  Por  Oscar Carrasquel

Hoy es un día de alegrías infinitas es el Día del Niño, traigo a colación a nuestro  amigo hermano en el afecto  Alexis Guevara Pérez, quien presenta y es moderador de un programa de elevada categoría, el cual sale por una emisora  de  radio local  se titula “Aquí en Familia”, que difunde conceptos filosóficos interesantes acerca del amor a Dios y la familia. 

El que nosotros nos sintamos deprimidos por circunstancias de la rutina diaria, y que además, algunas veces tengamos el carácter duro como una roca, eso no tiene  que ver con la perspectiva y la conciencia filosófica. Los niños son los mejores psicólogos y le dan inspiración a las realidades de la vida. Acaban con la melancolía. Esa virtud solo la tienen ellos.

Estos seres  pequeños y grandullones a la vez son unos verdaderos maestros que enseñan lo que es el valor del amor y  la ternura para padres, hermanos, tíos y  abuelos. Con su profusión de sonrisas, sus abrazos, su gracia y cariño. Y también los mas grandes en el momento cuando agarran los bártulos del Liceo y te piden la bendición- Son los mejores medicamentos para sentirnos felices.

Los niños son una atracción, conexión y  ejemplo de vida.  Con su presencia nos sentimos queridos otra vez por los hijos que salieron volando del nido con un plan. Lamentablemente hay tristeza porque algunos han tenido necesidad de emigrar a otras naciones. (Como es nuestro caso).

Los pequeños de la casa  rezan, saben hacerse la cruz en la frente. Son una especie de poema o una canción de cuna. Cuando se juntan con otros, porque uno de ellos cumple años, o es el Día del Niño, o se van  a la piscina a rebotar en unos globos inflables, o van a comer helados, pasteles y chucherías, parece que todos los niños del universo estuvieran de fiesta. En el regazo de un abuelo se siente el calor de los latidos de su corazón.

El más tierno de nuestra familia llegó a comienzos del mes de febrero  para alegría de toda la familia en espacial sus primos y hermana... Recuerdo que  una vez llegó Disney, les borró el nombre propio y le puso nombre de sus personajes:  "pochocho", "Lucy", "Tortugo" y a otro  "Ponky" .

Es común aseverar  que todos los niños del mundo son dulces como un panal y queridos como si fueran nuestros, mi mamá tenía razón. Dios los bendiga a todos. Feliz Día del Niño.

Oscar Carrasquel La Villa de San Luis,Tricentenaria

! NO NOS DEJEN MORIR !

Por Oscar Carrasquel

 

Hay casas y caserones emblemáticos en el casco urbano de la población que todavía resisten el paso del tiempo. Todo el mundo se preguntará, cuántos años tendrán?. Todas ellas en algún momento fueron útiles a sus dueños o moradores. Sus ventanas de balaustre huelen a serenata de la mujer amada. Saben lo que es parranda de aguinalderos. Hoy son casas envejecidas que se niegan a morir. Con sus paredes y techumbre  que  conservan la memoria de un pasado remoto de esencia espiritual. 

Hoy se encuentran llenas de musgos, de plantas parásitas que se deslizan asomados desde su techo. Sus desempeños en el pasado fueron diversos, bodegas, bares, residencias particulares de hombres que irradiaron luces, que quizás rindiendo muchas jornadas.

Es como si en las puertas de la muerte nos hablaran y nos dijeran: !No me dejes caer en el olvido, quiero ser eterna! .

Todo ello se muestra en el arte de las fotografías que con gesto de sentimiento de amor por lo nuestro, nos las proporciona el amigo coterráneo Félix Humberto Herrera, demostrando, como él ama a su histórico terruño, las cuales valieron de inspiraron como una ofrenda al pueblo que nos vio nacer.

Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis, Tricentenaria

Nota: No estoy informado que fotógrafo tomó las imágenes

GRANDES INCENDIOS OCURRIDOS EN LA VILLA DE SAN LUIS DEL SIGLO XX

 

             En cuyo sitio funcionó Bodega Caracas, Bodega 5 de julio y Pescadería Cagua

 

                                                             Por Oscar Carrasquel

 

La Villa a mitad sel siglo xx cuando era pueblo y ocurría un incendio de cierta magnitud; se escuchaba el toque en arrebato de las campanas colocadas en la torre de la Iglesia Parroquial, solicitando auxilio de los vecinos  y anunciando la emergencia al cuartel de policía que quedaba al frente de la plaza, a cualquier hora del día o de la noche. Las campanas eran como una de esas alarmas incendiarias.

En nuestro pueblo sucedieron  algunos episodios lamentables que también forman parte  de la memoria histórica  de la ciudad recién confirmada Tricentenaria. 

Don Víctor Hernández Ramos, escribió una nota insertada en el quincenario “El Villacurano”, periódico que redactaba junto con otros colaboradores, donde señala que entre los años 1929/1930 se registraron dos grandes incendios en el comercio villacurano. Tragedias que mucho perjudicó a la pequeña economía local de aquella época.

El primer incendio aconteció en 1929 en  el interior del almacén mayorista de don Manuel López, ubicado en la calle  calle Comercio, llamada también calle Zulia.  Refiere la aludida reseña´periodística que, “Las latas de manteca sonaban en el aire como cañonazos”.

El otro fuego  acaeció el año 1930 en la calle Real (Bolívar)  en una tienda muy popular conocida como “Casa Benarroch”. propiedad de los Hermanos Benarroch de descendencia española. La gente trató inútilmente de sofocarlo. Ardieron completamente sus inventarios con pérdidas materiales cuantiosas.

A finales de la década del 40, en toda la esquina donde desemboca la calle Bolívar y Villegas  con la calle  Comercio, existió una bodega con el nombre de  “Bodega Caracas”,  su propietario el señor Pablo José Caracas. A las 9 de la mañana de un domingo,, se oyó el sonar de las campanas de la Iglesia alertando sobre lo sucedido. A Párroco le llegó un vecino sobre una bicicleta con la novedad, que se había desatado un incendio de grandes simetrías por los lados de La Alameda Crespo. Inmediatamente subió el mismo sacerdote  hacia el campanario, a repicar las campanas pidiendo ayuda.

Tanto la casa de habitación de don José Caracas,  como la Bodega fueron consumidas totalmente por el fuego. Se tuvo por entendido que fue causado por un corto circuito. Las llamas sobrepasaban el techo. Afortunadamente  no se extendió a las casas aledañas, tampoco causó pérdida ni lesiones humanas. .El comerciante era dueño de otras propiedades en la calle Páez. La bodega fue refundada en los años siguientes por el comerciante apureño don  Rafael Ortega, con el nombre de “Bodega 5 de julio”.

Como en esos tiempos no había cuartel de bomberos cerca, sino  a muchos kilómetros de distancia, la ciudadanía y agentes de la policía, con perolas y recipientes  corrieron para ayudar a sofocar las llamas, pero el intento  fue infructuoso. Las perdida materiales fueron totales. Lo fuerte de la candela arropó una carreta con una mudanza que se hallaba estacionada en esa esquina. 

Mucho antes, en el año 1909, según nos relata el profesor Oldman Botello, temprana la tarde se incendió el negocio de ferretería de don Alberto Montenegro. Las llamas fueron sofocadas por los vecinos y agentes de policía con  agua del río Curita, cargada en carretas tiradas por mulas.

En el año 1959 explotó una gandola cargada de combustible propiedad de un señor muy trabajador de nombre Luis González. Con esa unidad viajaba por toda Venezuela. la cual se encontraba estacionada en un solar anexo a su vivienda en la calle Sucre, desembocando en la Bolívar y Villegas, lo que se conoce como “El Cofre de Oro”. La intervención del cuerpo de bomberos de Cagua, evitó que el fuego cubriera otras unidades que se encontraban en el lugar del suceso, el comerciante perdió un capital. Había dos  cuadras de curiosos algunos trataron de ayudar.

En la Peregrinación de febrero allá por el año 1960, un domingo cuando empezaba la misa de 9 am, con una gran afluencia de peregrinos, se desató fuego en el interior de la Iglesia Matriz San Luis Rey; dicen que fue por  el encendido de unas velas. Se quemaron  documentos, libros de nacimiento, bautizo y confirmación. Por la gracia de Dios no hubo personas lesionadas, pero si se vieron correr feligreses por las calles adyacentes. La respetada matrona Rosa Romero, según confiesa su nieto René González (el de Javori) : “Aún acuerdo que mi abuela salió a toda carrera de la Iglesia y llegó a la casa con una sola zapatilla en la mano, sin velo y con el pelo chamusqueado”.

Uno de los grandes incendios ocurridos en la población, que recordamos, tuvo lugar en la panadería de unos portugueses, ubicada en la calle Miranda, en el cruce con la calle Carabaño, centro de Villa de Cura; las bandejas de aluminio junto con el pan volaban como barajitas con el viento. Ese establecimiento fue reinagurado. La voz del pueblo le borró su verdadero nombre, por lo que hoy automáticamente  lo sigue llamando:   “La Panadería que se quemó”.

Un suceso que dejó huellas lamentables fue el incendio en una empresa denominada Plagatox, en la zona industrial, en la vía que conduce a Los Tanques, Un diciembre cuando sus trabajadores se preparaban para salir de vacaciones y celebrar la alegría de la Navidad. Se produjo un incendio en el área de maquinarias y depósito de productos químicos, con el lamentable resultado de dos personas fallecidas, y otros obreros con quemaduras.

 Reflexión:

Antes, se cocinaba con leña y eran muy frecuentes los conatos de incendio de pequeña magnitud. A veces era un colchón y una cama. Los hechos narrados  de añoranzas que provocaron daños y dolor, los conocimos  en  los años de la niñez y mocedad, otros en  la calle o tal vez en la penumbra de un bar,  a todos nos anima el propósito  de tener recuerdos de la ciudad  y sus vicisitudes. 

                              Oscar Carrasquel La Villa de San Luis, 11-2023

 

 

EL GRILLO Y SU GRILLAR

 

EL GRILLO Y SU GRILLAR

 

      Oscar Carrasquel

 

Desde aquí te veo

en un rincón

de mi habitación

Como si fueras la sombra

de un helicóptero

 

Canta en los entresijos

de las paredes,

Escondido en tabiques

y entre los libros 

 

Entre las ropas

Atrapando a otros bichos

 

En los bolsillos

Y ojales

de la negrura de un flux

 

Debajo de la solapa

de un “carnesalá”

bailando un vals

 

Detrás de una cortina

cortejando a tu prometida

 

En una madriguera

con tu afligido grillar

 

No dejas de cantar

Aunque el frío de la madrugada

saturada de silencio

te encoja de frío.

 

 

                          

 

UN NUEVO LIBRO DE LA POETA ROSANA HERNÁNDEZ PASQUIER

 

Rosana Hernández Pasquier foto del álbum de Prof María Teresa Fuenmayor.

Por Oscar Carrasquel

 

Hoy amanecí con palabras sencillas de emoción, A quién no le hubiera gustado asistir? Pero sí pudimos saber  del gentío, de las personas que acudieron a pesar de la falta de gasolina. Se trata del bautizo y presentación de una obra de la poeta Rosana Hernandez Pasquier, el escenario tue un distinguido sitio denominado "Restaurante De Luca”, en el centro de la ciudad de Maracay. Quedó fijado el acto a las diez del alba del jueves 16 de noviembre de 2023. Les correspondió la apertura del acto y la presentación del bautizado a nuestros talentosos poetas Rubén Darío Carrero, Efraín Barazarte y Alberto Hernández, amigos de la autora. 

Me cuentan  que se oyó un toque de timbre en la sala y la voz de una guitarra, que daba comienzo al evento, se percibe público hasta en la calle, muchos se aferraron en su butaca. La obra lleva por título Aposento de lo Cotidiano, de la Editorial La Gota de Agua, recorriendo los caminos que ha transitado su inspiración de poeta. Pienso que el libro se fue a la capital porque es que  estamos en un pueblo que, lamentablemente, la electricidad se va hasta cinco horas.  Lo digo como queja. 

La fibra de poeta donde está situada le viene de lejos. Uno supone al poeta presentador explicando lo que ha logrado en la literatura venezolana la narradora y poeta Rosana Hernández Pasquier, por la gracia de Dios nacida en Villa de Cura, templo de sus vivencias; con el antecedente de haber trazando otros poemarios. La buena nueva se regó de inmediato por las redes sociales y las páginas Web; y yo  buscaba el audio en el teléfono para disfrutarlo y compartirlo.

Ojalá que yo pudiera tener el sentido crítico cultural, ya que no me faltan deseos de escribir sobre su obra poética, para elevarla más allá de donde se encuentra, y ser un acuarelista para pintarla trasparente como agua de un manantial.

Todo fue precioso desde un principio hasta el final del evento. Me cuentan que fueron conmovedoras las palabras llenas de agradecimiento y amor de la madre de la criatura, 

A los muchos que te queremos, esto nos ha despertado alegría. Qué hago? , Voy hacer una cosa muy sencilla. Como villacurano y amigos de la familia toda la vida  iremos a la Casa Grande que se hace canto para felicitarla, y ella contarnos del poemario que tituló "Aposento de lo Cotidiano", para aplaudir con ganas por ese nuevo aporte al mundo de las letras. Un faro luminoso.como el que existía en los Morro de San Juan

                                                 foto archivo prof MarÍa Teresa Fuenmayor

                              Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis, 17 de noviembre 2023

DON ALFREDO SÁNCHEZ UN MAESTRO ARPISTA DEL JOROPO ARAGÜEÑO

 

 Foto archivo del Prof Ángel Berríos, corregida por Ramón Alfredo Corniel

Por Oscar Carrasquel

 

Traer a la memoria lo eterno de los exponentes del joropo aragüeño, la música que apoyamos y nos gusta oír, porque la sentimos nuestra, retrotraer lo imperecedero de nuestras raíces, es igual  que mencionar a una persona digna de admiración, que está considerado como un virtuoso interpretando el arpa aragüeña.  Se trata nada menos que don  Alfredo Victorio Sánchez. Un hombre de fama y de larga experiencia, lleno de fe y dimensiones humanas, quien además posee una sólida formación cultural y valores artísticos, no solo con un arpa  en las manos, sino en la ejecución de cualquier otro instrumento musical.

Así lo comprobamos cuando ha sido nuestro compañero en las recordadas giras y eventos organizados por Sacven en conjunto con el circulo Cauza PC… Desde el asiento de atrás del autobús se le escuchan sus bromas, anécdotas y sonoras carcajadas. De esta manera lo conocimos, aunque poco hemos conversado con él.

Por sus manos han pasado muchos cantores afamados. Como es sabido, Alfredo Sánchez s una persona de condición especial, es ciego de nacimiento, pero la verdad es que desde que dejó la niñez aprendió de forma autodidacta a tocar el arpa, desarrollando la mente,  A la edad de 12 años ya estaba amenizando su primer baile  allá en una serranía. De manera paralela se dedicó a faenas agrícolas. Se nutrió de hombres que lo motivaron,  oyendo interpretar el instrumento y melodías por grandes músicos como los maestros Saturno Linero, Salvador Rodríguez, Ciro Pimentel y Fulgencio Aquino, entre otros. 

Además de tocar arpa, sabe  lo que es el pentagrama musical, lo aprendió eficazmente por  medio del método Braille.  Se formó en un centro de estudios musicales en el “Instituto de Ciegos de Venezuela”; en Caracas. Nada de lo que  musical le es ajeno. En esa institución aprendió a tocar la guitarra española, el cuatro, la bandola; tiene habilidad con  los capachos y  ejecuta muy bien el piano.  Además el maestro es fecundo compositor de joropo; arreglista, ha reunido  una  cantidad de temas.

Ha grabado  junto con destacados autores tales como el poeta José Manuel Valera, quizás al que le ha acompañado  más producciones discográficas para sellos disqueros de este género tan nuestro.  Como  también se pasea acompaña temas de nuestro recordado poeta Tomás Torres Molina. También le ha puesto sus acordes a letras escritas por el villacurano   Joaquín Villamizar y otros célebres autores.

Ha grabado con una pléyade de  cantadores afamados, entre ellos Félix Sánchez, El Joven Ceni, Pablo Emilio Ramírez, Margarito Aristiguieta, Silvino Díaz. El arpista Alfredo Sánchez tuvo éxito actuando en la primera emisora Radiodifusora La Villa, en su etapa experimental, acompañando a una cantidad de cantadores de joropo de primera línea, pongo como ejemplo a Rafaelito Sarramera y otros.

Supimos por medio del poeta Pablo Cabrera, que don Alfredo tiene una magnífica voz como solista, de hecho interpreta  canciones románticas de su inspiración. Para quién no sabía  tiene grabado en el año 2001 un  disco que encontramos en el anticuario del poeta Elio Martínez con el título  "La Voz Señorial de Venezuela Canta para Ti..  Acompañado por su guitarra, contiene dos boleros “Cuando yo te conocí”, y otro titulado “Tus manos y tus labios”,  

Carátula de su primera producción discográfica

Dicen que da gusto oír en su voz aquel bolero  “Escríbeme”, con letra de Guillermo Castillo Bustamante, popularizado por Alfredo Sadel. A todo esto se agregan otras bellas melodías de género romántico. 

Alfredo Sánchez es un arpisto  que tiene en su haber, a lo largo de su carrera, más de seis décadas de vida artística. Amenizando bailes de polo a polo, Cualquiera puede pensar que es nacido en Villa de Cura… Alfredo Victorio Sánchez es  oriundo de la Parroquia Pao de Zarate, Municipio José Félix Rivas, Estado Aragua, donde abrió los ojos al mundo el 8 de noviembre de 1948. Su padre fue Justo Campos, un viajero que se ganaba el sustento con un arreos de mulas y asnos; su madre se llamó  María Sánchez, ambos campesinos del  caserío Guaipo, en jurisdicción  del Pao de Zárate. El nombre de  Guaipo, proviene de un ave zancuda pecho colorado que abundaba antes en esa zona montañosa.  El sitio se había caracterizado por producir de todo y era un destino turístico,. 

Don Alfredo Victorio Sánchez tiene una bella familia,  humilde, bastante conocidos, constituida por su esposa doña  Enma Díaz de Sánchez,  con dos hijos de esa unión, hembra y varón....Ermely es la hija cariñosa y consentida  encargada de su cuidado,  que suele acompañarlo a los diferentes compromisos, giras y presentaciones en auditorios.

Alfredo Sánchez durante el lapso de su trayectoria artística ha sido objeto de varios  reconocimientos, placas, diplomas, entre los que cabe señalar: Samán de Aragua, Zamora de Oro, Orden Ciudad de Villa de Cura; ha sido honrado con el Cantalicio de Oro, Coleador de Oro, etc. Su actuación ha tenido méritos internacionales en países latinoamericanos y en Europa. Actuó en el Poliedro de Caracas, en el Teatro Teresa Carreño y el Teatro de la Opera de Maracay. Le han celebrado merecidos homenajes  de la Dirección de Cultura del Municipio Zamora, Estado Aragua, debido a su larga trayectoria. Siendo  titular el profesor Ángel Berríos, al frente hoy el profesor Toni Colmenares.

Alfredo sabe que la ciudad ha cambiado su rostro, ahora no es aquel pueblo pequeño y primoroso de antes, pero sigue radicado con su familia  en el sector Las Mercedes, la primera parroquia   del Municipio Zamora del Estado Aragua,  que ha sido siempre su hogar  y dónde goza del afecto y del gran cariño de su gente.

Sin duda alguna, el joropo central tiene  en don Alfredo Sánchez uno de sus más insignes intérpretes con el arpa. Los jóvenes deben seguir su ejemplo. Nuestro propósito con estas acotaciones ha sido mostrar la imagen de este patrimonio viviente de la región central,  que junto a jaroperas y jaroperos se ha dedicado a  difundir esa cultura, Dios quiera que sus luchas no terminen en el olvido.

Hace pocas semanas asistió  invitado a Radio Artesana, De Izq a derecha don Alexis Guevara Pérez, don Alfredo Sánchez, Yaneth Gancedo, Prof Yudith Rivas, la dama ultima de la fila no dimos obtener su nombre.

 Oscar Carrasquel. La Villa de San Luís, Tricentenaria