Guitarristas Esteban Nieves y Carlos Parra, de pie y camisa blanca Adrián Nieves foto cortesía de Jesús Vera Nieves
Por Oscar Carrasquel
Tenemos el corazón lleno de ausencias
por la partida física de nuestros amigos cercanos. Poco se nombra hoy día al cantante Adrián
Nieves, este popular personaje de La Villa con especial devoción por el género
de la canción romántica y garapachosa.
Adrián Nieves proviene de la época de
oro musical de Villa de Cura, nacido en el apacible barrio Las Tablitas,
formando parte de una dinastía de músicos con una fecunda actuación
y experiencia, tanto en La Villa de San Luis, como también fuera de nuestras
fronteras, tal es el caso de sus sobrinos Sergio Nieves y Lerman Nieves que
triunfan musicalmente en las Islas Canarias.
Adrián Nieves en su lenguaje musical se aficionó a la interpretación en tono jocoso de la canción folclórica nacional,
ofrendando temas de naturaleza social como “El Catre”, una
composición con ritmo de merengue de la inspiración del conocido
guitarrista y poeta Luis Fracachán.
Unas de las
canciones que llevaba sembrada en el corazón era “El Catre” , una de las
que más proyectó a Nieves cuando era cantante del grupo "Los
Tablisónicos"; y del conjunto “Voces y Cuerdas de Villa de Cura”, con quienes se presentaba y llenaba
los auditorios donde actuaban estos famosos grupos de música bailable de las
décadas del 60 y 70. En las fiestas callejeras le pedían que cantara esa canción
venezolana. La interpretaba con un estilo inconfundible.
: “No
puedo pagar la casa y me tengo que mudar/ voy a vender los corotos porque yo
pienso emigrar/… Voy hacer un avisto económico y ligero/ a ver si vendo esos corotos
que no se llevó el casero/ una jaula, un primo y un juego de dominó/… el catre
yo no lo vendo porque en ese duermo yo”.
Con la cual le ponía ritmo y sazón y
emplazaba a mover el esqueleto a todo el mundo, con prolongados aplausos..
Estuvo estrechamente vinculado a una
lista de músicos libres en esa época entre ellos estaba su hermano Esteban Nieves, Raimond Pérez, José
Linero, Jesús Revilla, Carlos Parra, Cesar Nieves y Aníbal Lara Parra; solían
frecuentar fiestas hogareñas, onomásticos,. Además de músicos, casi todos
cantantes. La visita de casa en casa de estos grupos en “La Carluchera”, “El
Rincón de Pío#, en clubes y en salas de venta de carne en vara, dejó recuerdos inmemoriales.
Lo cierto es que Adrián Nieves fue un
cantante que se dedicó a interpretar temas del rico repertorio popular venezolano; también cantaba
pasillos de Julio Jaramillo, temas de Simón Díaz, Los Panchos, Olimpo Cárdenas,
pasodobles, bambucos, tangos, valses y otros ritmos. Quiero subrayar
que en la Peña Morgado le oímos Interpretar Joropo Central, el acompañamiento lo asumía Esteba con el requinto y Adrián las maracas Su voz no era tan fuerte, este tercio tenía una voz nasal, pero a la vez melodiosa.
Adrián Nieves junto con Danny
Pérez, Andrés Almeida, Aurelio Carrasquel y Freddy Licón, se
integraron como cantantes del conjunto “Voces y Cuerdas de Villa de Cura”, un
grupo musical bajo la dirección del maestro Esteban
Nieves, que también ejecutaba el requinto y la bandolina. El grupo
musical en una oportunidad compartió tarima con la orquesta Billos Caracas
Boys y la Orquesta Los Melódicos, en una gran gala con motivo de la
inauguración del Centro Hispano de Villa de Cura, ubicado en la
Avenida Paradisi.
Con el conjunto “Voces y Cuerdas de
Villa de Cura” Adrián Nieves realizó giras como cantante al estado Vargas, dando
la bienvenida al torrente de turistas que arribaban al país por el Terminal
Marítimo de La Guaira.
Una de las más emblemática de estas
presentaciones fue en el Salón Naiguatá del Hotel Tamanaco en la avenida
principal de Las Mercedes, Caracas, y las célebres presentaciones en La Quinta
Anauco en San Bernardino. En esto sumaron más de seis años. La tutela,
promoción y representación de este grupo musical estuvo a la cabeza la promotora
cultural villacurana Belkys Briceño.
Sabía distribuir su tiempo, aparte realizaba
un trabajo arduo en Malariología en la
campaña anti malaria.
Adrián Nieves falleció en
Villa de Cura, cuando terminó ese
capítulo de su vida. La interpretación de variados géneros del acervo musical,
la ciudad con su inagotable inventario de gente con sabor a pueblo, que
nos recreó el alma y el espíritu con su
manojo de canciones, es una de las mejores contribuciones que los
artistas le pueden hacer a la historia musical villacurana.
Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis
Tricentenaria
Corrector de fotografía Ramón Alfredo Corniel
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