"LA VILLA
DE AYER Y HOY"
Por Oscar
Carrasquel
De esta manera se titula un
programa radial que se encuentra en etapa primigenia, educativo y cultural, nos
invitaron para acompañarlos, para hablar cosas del pasado reciente...
Dicho programa se transmite en vivo por Radio Kristal 100.3 FM en Villa de
Cura, lo pueden disfrutar cada domingo, comenzando a las 10 hasta las 12
del mediodía. Como productores y narradores dos figuras de la
radiodifusión venezolana, la licenciada Dalia Rodríguez con el licenciado Raúl Gerardi (en la foto)
bajo la. lupa del director doctor Pedro González.
La historia que no se cuenta, no
es historia, ayer y anteayer nos tocó vivirla, lo bonito y lo feo, pero amamos lo nuestro con fervor y pasión, por eso volvemos al camino
andado. Hablar de los primeros pasos dados por sus calles que entonces eran de
tierra y polvo.
Somos testigos de la cordialidad
y querencia del villacurano...La urbe era muy nombrada por sus fábricas
de ladrillos y tejas rojas, su fábricas de pasta y de hielo. Las familias se
sentaban afuera a platicar y ver pasar la tarde y parte de la noche. Me acuerdo
de sus campos, de los ríos convertidos en balnearios. La Alameda, sus
bares llegaron a ser refugio de las
meretrices
Uno de los restaurantes más
nombrados era la Posada de Juanita Echegaray, mejor conocida como "las
tres lunares". Cómo no recordar a las maestras uniformadas de azul y blanco, entre ellas a
Rosa Amelia Flores Chapellin, la primera Maestra Normalista villacurana graduada en Caracas.
De los poetas,
recordamos a Pascual Nieves y sus Cartillas de Aguinaldo, y la
pasión por la cultura del poeta Vinicio Jaén Landa. Los personajes populares
que caminaron sus espacios, la loca Amparo, con su vestido negro, dormía
en los ante portones. Juan del Pueblo, cargador para la sabana de los borrachitos y Juan Torero y su guitarra (él solo, parecía una orquesta). Las misas de aguinaldo con
sus paseos de madrugada por la calle el ganado hasta llegar a la plaza Bolívar.
El violín de don Victor Ángel
Hernández y la trompeta de Germán Cordero Padrón; bailadoras de joropo de la talla
de Juana Méndez y las Tres Marías. Para inyectarse o quitar una fiebre la
botica de don Ladislao Tosta. Era una manía “quebrar la olla” el día Sábado de Gloria.
La comida para el centro del país
salía toda del Valle de Tucutunemo .., Negro Lindo , Benito Pérez
(vendedor de kerosen), y José Heredia, dueños de carretas de mula. Saturno Linero
el mejor intérprete de arpa aragüeña. Y
si hablamos de recortadores de cabello, los barberos Rufo Archila y Luis Manuel
Botello.
Entre los ases de la fotografía Estudios La Penta y el lente de José Girlando. Nunca dejaré de recordar al repartidor que dejaba el
pan y la leche de ordeño en las puertas de las casas. Había bastantes
costureras y mujeres que vivían haciendo arepas, en cada pueblo las había. Trajes hechos a la medida en la Sastrería “Núñez” y Sastrería “La Palma”.
Las muñequeras eran Angelina
Utrera y Emiliana de Nadal. El negro Testamar, fue el primero y último
reparador de sombreros y lavandería. Las pulperías del fiado y la ñapa y su
reparto a domicilio. Un tango de despecho en la voz de José Pérez y José
Chacín "Gardelito". Las comadronas trayendo en sus manos
hijos que no eran suyos.
Se celebraban tradiciones
como fiestas patronales. y tardes de toros coleados por la
calle Sucre que era de tierra, en invierno un lodazal, había que llevar las alpargata en la mano, por esa razón le pusieron el sobrenombre de “calle la Chancleta”. El paso de los rebaños de
reses por la calle “el ganado”. La procesión del Santo Sepulcro. De cuando se
jugaba pelota béisbol en el “cuadro” de la sabana. Qué divertidas
eran las series del oeste americano y las películas mexicanas en el cine
El Corralón. Y las carreras que se pegaban para no apagar candela.
Cómo olvidar El Calvario y
la peregrinación en febrero. el baile de la Burriquita ... Los
dulces típicos hechos en la Villa son entodo tiempo los mejores. Los sesentones y ochentones probaron el majarete y el carato que vendía Carlina Casado y que decir la jalea de mango de Carlina Padrón.
Nombrar a esté pueblo era decir
las mejores alpargatas y sillas para montar a caballo hechas a mano.. Pueblo
que tenía sus galleras donde se apostaba cantidades de dinero. .. Villa de Cura le abrió las puertas a muchas familias provenientes de
otros continentes por el éxodo de la guerra.. De esa etapa el célebre equipo
Ayacucho Star, campeón nacional juvenil en 1943... La
prosperidad se hizo notoria con la apertura del primer banco, el banco
Carabobo. La primera compañía de teatro la crea don Críspalo Galo y la maestra
Josefa Rodríguez.
En la época existían dos criollísimas panaderías, propiedad de Pancho Parra y otra de Juan Pancho Rodríguez. El gran periódico “El
Quijote" abre la historia del periodismo.en Villa dé Cura. Radio
Difusora La Villa AM, la pionera, se constituyó el 1ro de mayo de 1955.
El profesor Oldman Botello nos
demostró que la villa conoció la única pista para el aterrizaje de
aviones, ubicada en lo que hoy es la avenida Paradisi. El primer automóvil
que cruzó sus calles fue un Ford de tablitas propiedad del comandante Victor
Manuel Reyes. Habían dos policías escolares para vigilar la asistencia de
alumnos a las aulas, Brígido Alegar y Lucio Reina ... Era común decirle a una
persona mayor “buenos días”, “buenas tardes, y a veces hasta le pedíamos la
bendición.
Empresas pioneras en las artes
gráficas Tipografía “Miranda” y tipografía “La Esperanza" El médico de
familia era el doctor Leopoldo Tosta, andaba sobre el lomo de una mula. La voz y
la guitarra de Martin Barrios, evocando amores que se fueron y vocalizando el
tango “el día que me quieras”. El abogado del pueblo era don Candelario Matos.
Botas Loblan originales,
liquilique y sombreros "Borsalino" hechos de piel de
conejo lo hallabas en "La Casa de Cuadros ". Venía a
la villa un viejo árabe renco, zapatero
remendón y pegador de tapitas de zapatillas. Para un partido de bolas
criollas Bar La Garita; también había en el centro el Bar Savery, la máxima
taberna del centro del país.
Cada una de estas cosas y otras
más que faltan es una historia diferente.. Pienso que debe dársele importancia
a la historia chica. Cosas como estas no es posible encontrarla en tu
biblioteca, ni en estantes de librerías. Basta saberlo en el
análisis de los que se ocupan de dibujar el paisaje y la vida
íntima de este gran pueblo de donde venimos, y como dice en su canción Waldemar
Oliveros “ mi mayor orgullo es ser villacurano”… "La villa de ayer y de
hoy"., no dejes de sintonizar ese programa cada domingo.
Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis, Tricentenaria.
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