En la gráfica Saturno Linero, Silvino Díaz y Manuel Vicente Zapata. en los estudios de Radiodifusora La Villa. Foto Editorial Miranda/ Expresión/No 31/mayo 1991/.
Por
Oscar Carrasquel
.
A finales de los años 40s el Joropo Aragüeño
de arpa, maracas y buche era incipiente se escuchaba muy poco, la Villa entonces era un pueblo pequeño apto para la siembra y la cría. El maestro José Sanchez fue el primero que surgió
ejecutando el arpa aragüeña, oriundo de la Parroquia “Las
Mercedes”, Y en la década de los 50s dejaron huella los arpistas Saturno Linero, Emilio Mosquera, Julián Bolívar, Luís Castro,
Alberto Urica, Florencio Morales y Salvador Rodriguez, emerge también Alfredo
Victorio Sánchez, que siente y lleva esta música en el alma, en la actualidad ocupa un lugar preponderante del Joropo Central.
Para Juan José Vargas Castillo quien es considerado el mejor bailador de
joropo, Saturno Linero es el arpista que quedó sustituyendo al
célebre José´ Sánchez, al mismo tiempo fue un reconocido compositor de canciones instrumentales, siendo la más icónica "La Ruperta".
Decía Juan José, quien
lo conoció desde que contaba 12 años, que, Saturno Linero acompañó en el arpa a los
mejores cantadores de la época entre ellos al negro Laureano Mogollón, quien
sufría de una miopía declarada, también a Julio Pérez, Pedro
Matos, Quintín Duarte, Silvino Díaz, entre otros.
Quien escribe la nota tuvo la satisfacción de
disfrutar de sus presentaciones en vivo en la década del 50, amenizaba un programa
matutino por la emisora Radiodifusora La Villa en la compañía de Silvino Díaz. Y lo vimos en varias presentaciones públicas.
Saturno Linero, como es sabido, nació
privado del sentido de la visión. Su lugar de nacimiento fue el asentamiento agropecuario "Tierra Blanca", bucólico paisaje aragüeño, ubicado a un costado
de la carretera que conduce a San Juan de los Morros, nació el 11 de febrero de 1906,
hijo de la señora Juana Julia Linero, de familia campesina muy humilde.
Desde muy pequeño se levantó en el sector “El Chino”, en el seno de la familia Esaa, un matrimonio campesino formado
por don Adolfo Esaa y doña Rosa de Esaa, donde se criaban reses y se
cosechaban frutos del campo.
Su vida en el
campo la aprovecha para asistir a los bailes y reuniones donde se tocaba,
cantaba y bailaba joropo. Desde que era un infante con todo y sus
limitaciones sintió y comenzó a mostrar sus deseos e inclinación por el arpa.
Quizá uno de los momentos más emocionantes
de su vida fue haber fabricado su propio instrumento, hecho de la cascara de una calabaza, de allí
comienza a desarrollar sus dotes de rigurosa inteligencia ejecutando posteriormente un arpa
decente.
Un buen día, don Juan Bautista Rodríguez Zerpa, productor agropecuario, quien lo escuchaba todos los días tocar a trascorral, se lo trae para La Villa y lo recomienda al maestro Ruperto Briceño, destacado director de orquesta, quien comienza a prepararlo y le enseña las primeras lecciones con el Cuatro, y a tocar el güiro, con el fin de llevarlo a su agrupación musical.
El maestro Briceño quería integrarlo a la música popular. Pero resulta que el muchacho tenía metido en el cerebro algo distinto, no pensaba en otra cosa que no fuera el arpa; máxime, después de haberla oído tocar por la manos del maestro José Sánchez, de éste señor comenzó a recibir las primeras enseñanzas con el instrumento.
Saturno Linero siempre llevó una vida
modesta, eso sí, le gustaba vestir de liquiliqui y no se tapaba la calva, usaba zapatos de patente
bien pulidos, real en el bolsillo y andar bien acompañado, nunca se le veía empinarse una botella.. Me cuentan que era muy
delicado de carácter. Para lograr cantar con Saturno había que afinar bien el oído y tener un torrente de inspiración.
Compartió vida sentimental con una dama muy bonita de nombre Ruperta González, natural del caserío “Cataurón”,
jurisdicción de Villa de Cura.. Su compañera de vida murió en la Parroquia Las
Mercedes el 8 de junio de 1945. La pareja procreó hija única, llevó por nombre
de pila Juana Julia Linero González, la cual tuvimos el honor de conocer en 1991;
nos recibió a Juan José Vargas y a quien escribe en su residencia ubicada en la
acogedora ciudad de Cagua.
Al morir doña Ruperta,
Saturno se avecindó en la parroquia "Las Mercedes", compenetrado con la música de joropo y el
cariño de su gente. No tuvo muchos amoríos. Según fueron sus deseos y el ofrecimiento de la familia Ascanio, fue a vivir
soltero a la casa de su gran amigo y compadre don Máximo Ascanio, donde va a recibir las máximas
atenciones.
Fueron muchas sus composiciones, entre
golpes y pasajes, pero las más impactantes que se conocieron fueron “ “La Ruperta”, en
honor a su mujer quien fue el gran amor de su vida; otra pieza que impactó mucho fue “Ausencia de José Sánchez”, de un gran
cariño dedicado a su maestro del arpa;
le siguen “El Ocumo” y “Caicara”; el golpe “Santa Rosa”, ofrendado, no a Santa
Rosa del Sur, sino a Santa Rosa del Pao, donde fue un artista muy querido y
admirado; la pieza “La Niña Llorando”,
la que probablemente fue su preferida, inspirada por el nacimiento de su hija,
de días de nacida.
Hay evidencias documentales que indican
que Saturno Linero fue maestro de maestros, él fue quien enseñó a ejecutar el arpa
al reconocido arpista, nativo de Belén, Salvador Rodríguez. Veamos lo que dice
textualmente en una entrevista el propio Salvador Rodriguez.
"De niño yo veía
tocar al ciego Saturno Linero allá en El Pao de Zárate, acompañando a su
cantador Laureano Mogollón. Fue viéndolo tocar que aprendí a tocar el
arpa", dato obtenido de una entrevista concedida al periodista, escritor y poeta
Pedro Ruíz. La obra se denomina "Memoria de Aragua", el citado libro
me lo dio el escritor aludido con una dedicatoria.
El tema “La Niña Llorando” le pidieron que lo interpretara en la ceremonia del matrimonio de su hija Juana Julia Linero, desposada con el joven nativo de La Villa José Vicente Cordero. En la sala arrancó lágrimas de emoción, tanto a los futuros esposos como a los asistentes a la recepción.
Juan José Vargas, me confió que en una visita que hizo a Santa Rosa, Linero compuso la pieza cumbre, es un joropo instrumental grabado que lleva como titulo “El Arrendajo”, en la cual imita el trino del ave llanero en la armonía del arpa. Dejó muchas de sus compasiones sin registro. Creo que de él no existen suficientes grabaciones sino algunos discos de acetato de 78 rpm.
Fue siempre el arpista que
acompañó a otra leyenda del joropo como el legendario Laureano Mogollón, fue músico de Quintín Duarte y de Silvino Díaz y de un grupo de buenos cantadores de joropo.
En la casa de su hija Juana Julia Linero, reposa el único
premio recibido suante su vida artística. A ella le fue entregado, mes y
medio después de la muerte de su padre, un pergamino por la
Asamblea Legislativa del Estado Aragua, por una propuesta llevada al cuerpo
legislativo por el entonces diputado por el Distrito
Zamora Juan José Vargas Castillo.
En el seno de la familia Ascanio en la
Parroquia “Las Mercedes” donde Saturno Linero vivió feliz por muchos años va a fallecer
después de una larga y penosa enfermedad el 13 de junio del año 1968. Había cumplido 62
años de edad.
El maestro Saturno Linero fue un hombre llano, honrado, respetuoso, no criticaba a nadie,
bromista, a veces satírico y excelente como amigo; fueron entre muchas las facetas que adornaron la vida de este señor. Obviamente,
estos conceptos lo recogimos de personas que lo conocieron de cerca, de músicos
y cantadores, y de hombres preocupados por la cultura como el poeta Vinicio
Jaén Landa, el testimonio del poeta J M Morgado y del radiodifusor Manuel Vicente Zapata.
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