jueves, 4 de septiembre de 2025

HABLANDO DE LA VIDA DEL ARPISTO VILLACURANO DON SATURNO LINERO

 

En la gráfica Saturno Linero, Silvino Díaz y Manuel Vicente Zapata. en los estudios de Radiodifusora La Villa. Foto Editorial Miranda/ Expresión/No 31/mayo 1991/.


                                         Por Oscar Carrasquel

 .

A finales de los años 40s el Joropo Aragüeño de arpa, maracas y buche era incipiente se escuchaba muy poco, la Villa entonces era un pueblo pequeño apto para la siembra y la cría. El maestro José Sanchez fue el  primero que surgió ejecutando el arpa aragüeña, oriundo de la Parroquia “Las Mercedes”,  Y en la década de los 50s dejaron huella los arpistas Saturno Linero,  Emilio Mosquera, Julián Bolívar, Luís Castro, Alberto Urica, Florencio Morales y  Salvador Rodriguez, emerge también Alfredo Victorio Sánchez, que siente y lleva esta música en el alma, en la actualidad ocupa un lugar preponderante del Joropo Central.

Para Juan José Vargas Castillo quien es considerado el mejor bailador de joropo, Saturno Linero es el  arpista que quedó sustituyendo al célebre José´ Sánchez, al mismo tiempo fue un reconocido compositor de canciones instrumentales, siendo la más icónica "La Ruperta".

Decía Juan José, quien lo conoció desde que contaba 12 años, que, Saturno Linero acompañó en el arpa a los mejores cantadores de la época entre ellos al negro Laureano Mogollón, quien sufría de una miopía declarada, también a Julio Pérez, Pedro Matos, Quintín Duarte, Silvino Díaz, entre otros.

Quien escribe la nota tuvo la satisfacción de disfrutar de sus presentaciones en vivo en la década del 50, amenizaba un programa matutino por la emisora Radiodifusora La Villa en la compañía de Silvino Díaz. Y lo vimos en varias presentaciones públicas.

Saturno Linero, como es sabido, nació privado del sentido de la visión. Su lugar de nacimiento fue el asentamiento agropecuario "Tierra Blanca", bucólico paisaje aragüeño, ubicado a un costado de la carretera que conduce a San Juan de los Morros, nació el 11 de febrero de 1906, hijo de la señora Juana Julia Linero, de familia campesina muy humilde.

Desde muy pequeño se levantó en el sector “El Chino”, en el seno de la familia Esaa, un matrimonio campesino formado por don Adolfo Esaa y doña Rosa de Esaa, donde se criaban reses y se cosechaban frutos del campo.

Su vida en el campo la aprovecha para asistir a los bailes y reuniones donde se tocaba, cantaba y bailaba joropo. Desde que era un infante con todo y sus limitaciones sintió y comenzó a mostrar sus deseos e inclinación por el arpa.

Quizá uno de los momentos más emocionantes de su vida fue haber fabricado su propio instrumento, hecho  de la cascara de una calabaza, de allí comienza a desarrollar sus dotes de rigurosa inteligencia ejecutando posteriormente un arpa decente.

Un buen día, don Juan Bautista Rodríguez Zerpa, productor agropecuario, quien lo escuchaba todos los días tocar a trascorral,  se lo trae para La Villa y lo recomienda al maestro Ruperto Briceño, destacado director de orquesta, quien comienza a prepararlo y le enseña las primeras lecciones con el Cuatro, y a tocar el güiro, con el fin de llevarlo a su agrupación musical.

El maestro Briceño quería integrarlo a la música popular. Pero resulta que el muchacho tenía metido en el cerebro algo distinto, no pensaba en otra cosa que no fuera el arpa; máxime, después de haberla oído tocar por la manos del  maestro José Sánchez, de éste señor comenzó a recibir las primeras enseñanzas con el instrumento.

Saturno Linero siempre llevó una vida modesta, eso sí, le gustaba vestir de liquiliqui y no se tapaba la calva, usaba zapatos de patente bien pulidos, real en el bolsillo y andar bien acompañado, nunca se le veía empinarse una botella.. Me cuentan que era muy delicado de carácter. Para lograr cantar con Saturno había que afinar bien el oído y tener un torrente de inspiración. 

Compartió vida sentimental con una dama muy bonita de nombre Ruperta González, natural del caserío “Cataurón”, jurisdicción de Villa de Cura.. Su compañera de vida murió en la Parroquia Las Mercedes el 8 de junio de 1945. La pareja procreó hija única, llevó por nombre de pila Juana Julia Linero González, la cual tuvimos el honor de conocer en 1991; nos recibió a Juan José Vargas y a quien escribe en su residencia ubicada en la acogedora ciudad de  Cagua.

Al morir doña Ruperta, Saturno se avecindó en la parroquia  "Las Mercedes",  compenetrado con la música de joropo y el cariño de su gente. No tuvo muchos amoríos. Según fueron  sus deseos y el ofrecimiento de la familia Ascanio, fue a vivir soltero a la casa de su gran amigo y compadre don Máximo Ascanio, donde va a recibir las máximas atenciones.

Fueron muchas sus composiciones, entre golpes y pasajes, pero las más impactantes que se conocieron fueron “ “La Ruperta”,  en honor a su mujer quien fue el gran amor de su vida; otra pieza que impactó mucho fue “Ausencia de José Sánchez”, de un gran cariño dedicado a su maestro del arpa; le siguen “El Ocumo” y “Caicara”; el golpe “Santa Rosa”, ofrendado, no a Santa Rosa del Sur, sino a Santa Rosa del Pao, donde fue un artista muy querido y admirado; la pieza “La Niña Llorando”, la que probablemente fue su preferida, inspirada por el nacimiento de su hija, de días de nacida. 

Hay evidencias documentales que indican que Saturno Linero fue maestro de maestros, él fue quien enseñó a ejecutar el arpa al reconocido arpista, nativo de Belén, Salvador Rodríguez.  Veamos lo que dice textualmente en una entrevista el propio Salvador Rodriguez. 

"De niño yo veía tocar al ciego Saturno Linero allá en El Pao de Zárate, acompañando a su cantador Laureano Mogollón. Fue viéndolo tocar que aprendí a tocar el arpa",  dato obtenido de una entrevista concedida al periodista, escritor y poeta Pedro Ruíz. La obra se denomina "Memoria de Aragua", el citado libro me lo dio el escritor aludido con una dedicatoria. 

El tema “La Niña Llorando” le pidieron que lo interpretara  en la ceremonia del matrimonio de su hija Juana Julia Linero, desposada con el joven nativo de La Villa José Vicente Cordero. En la sala arrancó lágrimas de emoción, tanto a los futuros esposos como a los asistentes a la recepción. 

Juan José Vargas, me confió que en una visita que hizo a Santa Rosa, Linero compuso la pieza cumbre, es un joropo instrumental grabado que lleva como titulo “El Arrendajo”, en la cual imita el trino del ave llanero en la armonía del arpa. Dejó muchas de sus compasiones sin registro. Creo que de él no existen suficientes grabaciones sino algunos discos de acetato de 78 rpm. 

Fue siempre el arpista que acompañó a otra leyenda del joropo como el legendario  Laureano Mogollón, fue músico de  Quintín Duarte y de Silvino Díaz y de un grupo de buenos cantadores de joropo.

En la casa  de su hija Juana Julia Linero, reposa el único premio recibido suante su vida artística. A ella  le fue entregado, mes y medio después de la muerte de su padre, un pergamino por la Asamblea Legislativa del Estado Aragua, por una propuesta llevada al cuerpo legislativo por el entonces diputado  por el Distrito Zamora Juan José Vargas Castillo.

En el seno de la familia Ascanio en la Parroquia “Las Mercedes” donde Saturno Linero vivió feliz por muchos años va a  fallecer después de una larga y penosa enfermedad el 13 de junio del año 1968. Había cumplido 62 años de edad.

El maestro Saturno Linero fue un hombre llano, honrado, respetuoso, no criticaba a nadie, bromista, a veces satírico y excelente como amigo; fueron entre muchas las facetas que adornaron la vida de este señor. Obviamente, estos conceptos lo recogimos de personas que lo conocieron de cerca, de músicos y cantadores, y de hombres preocupados por la cultura como el poeta Vinicio Jaén Landa, el testimonio del poeta J M Morgado y del radiodifusor Manuel Vicente Zapata.

 Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis, Tricentenaria 


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