viernes, 24 de febrero de 2023

EL "NICHE DE ARAGUA" UNA VOZ INCONFUNDIBLE DEL JOROPO CENTRAL

 

El Niche de Aragua con los capachos en las manos. En el arpa Robertico Rodríguez

                                                Por Oscar Carrasquel

Dicen que de un convite de fin de semana donde actuaba "El Niche" compartiendo escenario con el célebre cantor barloventeño don Silvino Armas, llamado artísticamente “El Feo” y con Esteban Ramos "El Perico de Miranda", fue donde le surgió a Valentín Barrios el  apodo de “NICHE DE ARAGUA”.. Desde entonces está considerado como una de las voces más oídas en la actualidad  de nuestro género autóctono. El género musical fue llamado desde épocas remotas "Joropo Aragüeño", cuya mención poco a poco le fue quitado. Cambiaron su nombre y comenzó a llamarse JOROPO CENTRAL una música muy común en todos los ámbitos  de los estados Aragua, Carabobo y Miranda; en toda fiesta en Villa de Cura y sus verdes y deliciosos campos y sierras. Lo hemos disfrutado en diferentes lugares en el campo y la ciudad. Los hombres y mujeres de la familia joropera se desplaza unos cuantos leguas para bailarlo  en pareja y escucharlo cantar en tres noches continúas de jolgorio. 
El nombre completo como fue bautizado  el Niche  es  Valentín Barrios Bolívar.  La huella de un documento nos dice que lo trajo al mundo una mujer sumamente pobre llamada Eduviges Bolívar, fallecida en La Villa en diciembre de 2019. Nuestro personaje nació entre trinos de aves silvestres en un campo que forma parte de Santa Rosa del Sur, municipio Carlos Arvelo del estado Carabobo el  l4 de febrero de 1961. 
Nos interesamos en acércanos a “EL NICHE DE ARAGUA” a su periplo en la vida, procurando conocer todo de él, su sensibilidad, sus remembranzas, ejemplo, saber sobre el mundo de aquel viajero de origen campesino que un día llegó a La Villa  y comenzó a abrirse paso  en el estudio, el amor, el canto y el trabajo.
Siendo un niño, era llevado a clases agarrado del brazo por su mamá; empezó en Santa Rosa estudiando las primeras letras en una escuela Rural, después cuando le toca conocer el rostro de la ciudad de Villa de Cura continuó cursando sus estudios de primaria en la "Unidad Educativa Padre Jiménez”, donde saca el certificado de 6to grado. 
Enamorado siempre de la manifestación musical ingresa a principio de los años 70 al muy reconocido coro de voces NIÑOS CANTORES DE VILLA DE CURA, donde aprovecha para aprender teoría y solfeo, Nos manifiesta que su profesor  guía y  consejero en esta Academia musical fue el músico Guillermo Hernández Pasquier,  quien lo nutrió de bastante conocimiento y se esmeró en enseñarle el camino. Sigue recordando que en la coral tuvo de condiscípulos al tenor villacurano  Francisco Flores, a Gianfranco Vigíleta, Jesús Vásquez y Lerman Nieves.
Además de cantador de Joropo Central  también ha incursionado un poco en la música llanera. Es creador y dueño de un nutrido grupo de composiciones en décimas, lo que le ha permitido  distinguirse en improvisaciones. El golpe titulado “Santa Rosa” es uno de los cantos que le ha compuesto a su tierra nativa, y uno de los temas que más quiere, pero además tiene otras composiciones difícil de mencionarlas a todas..
La verdad que no es tan famoso como lo fue el talentoso Julio Pérez durante las primeras décadas del siglo xx, pero nadie puede restarle méritos como artista popular. El hombre es quien hace sus propios pasos y él lo ha realizado a fuerza de constancia y de esfuerzo. Lo pondero por su valor, la constancia y el empeño que pone en cada una de sus presentaciones para poner muy en alto la música típica de nuestra región; lo admiro por ser un hombre de clara expresión de humildad; y porque su voz  se escucha dura y cantarina, poniendo  a volar la metáfora, nombrando personas,  el río, los frutos silvestres y los arroyos montañosos de la Santa Rosa del Sur, que lo vio nacer.
Tampoco se puede obviar que le sobra garganta para cantar,con una variada versificación y buen dominio de los capachos. . El caso es que “EL NICHE DE ARAGUA” pasó a ser uno de los cantadores en la lista de los “Viernes Culturales”, coordinados por la Dirección de Cultura de la Alcaldía del municipio Zamora del estado Aragua bajo la batuta de la profesora Eva Arteaga, cuyos festejos se realizan todas las semanas en espacios abiertos. Los grandes eventos se realizan en dos lugares simbólicos de Villa de Cura, unas veces en la Plaza Bolívar, y otras, en la plaza Miranda.
Los diversos cantadores y músicos que concurren a participar en estos festejos son sus amigos, en especial se nota su compañerismo con el afamado arpista Alfredo Sánchez. Don Alfredo es un personaje de mucha cultura, sabe recostar sus maravillosa manos sobre las primas y los bordones del instrumento,  mueve los dedos como las alas de un colibrí cuando le llega a la flor.  Los dos artistas conforman una llave de cantador y músico  que nunca faltan en el disfrute de los Viernes Culturales.
En estos espacios donde se presenta la gran fiesta se honra la presencia de otras destacadas figuras del joropo aragüeño, cantadores, arpistas y bailadores; además contamos con excelentes presentadores tal como el Chino Rujano que solo descansa unos minutos; y las parejas de bailadores que salen entre los espectadores, zapateando y escobillando hasta que desaparecen los destellos de la tarde-noche 
"El NICHE DE ARAGUA” registra en su currículo diversas presentaciones, tanto en la Casa de la Cultura, en los salones de fiestas, parques feriales, como en otros espectáculos públicos y privados. En los espacios de la Fundación del Niño Simón lo vimos actuando en un encuentro regional de joroperos. Canta bajo cualquier enramada donde se entable una fiesta de joropo. Allí siempre estará él en su rutina, con la versificación a flor de labios, describiendo los encantos del paisaje, ofrendando su canto en compañía del arpa aragüeña y el susurro tembloroso y alegre de los capachos. 

De modo, pues, que no es que lo tenga que  exaltar  en balde, vengo a identificar al hombre en la intimidad emocional de esta nota.. Ojalá  que  “EL NICHE DE ARAGUA” el tiempo no le apacigüe el espíritu ni se le destiña el alma.

     
                                                                Pareja de bailadores en la Plaza Bolívar de La Villa

Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis, febrero  2020
Foto de entrada cortesía del profesor Gabriel Sumoza, resto de gráficas del álbum del artista Ramón Alfredo Corniel.

viernes, 17 de febrero de 2023

EL APAMATE DE LA CUADRA

 


EL APAMATE DE LA CUADRA

                Oscar Carrasquel

 

Noble árbol de mi cuadra

alto de señorío y gruesa corteza

Decorando la esquina

que amó el barbero 

Luis Manuel Botello

querendón de este pueblo

 

Con un amplio abanico

y tus livianos frutos

que volaban con el viento

como aves que huyen

con la primera brisa


Me acuerdo  

que en entrada de aguas

te deshojabas todo

y tu follaje se cubría de flores

de color morado suave

para darle colorido a la avenida

(la calle Comercio)

 

Fuiste refugio del peregrino

Orientador del enterrador

Iluminaste las andanzas

en los días de mi juventud

 

En un anochecer

cortado de lluvia y relámpagos,

dejaste la cuadra desolada

con su rostro de hastío 

 

La brisa de Las Tablitas

en su ir y venir

siempre me trae en febrero

lo imborrable de tu recuerdo.

 

 

 Oscar Carrasquel. La Villa de San Luís, febrero 2021

 

"GUIRICHÍ" UN PERSONAJE IMPRESCINDIBLE RECORRIENDO LAS MANGAS DE COLEO EN ARAGUA

                                     "Guirichi". La foto  me la regaló el día de la imprevista visita



El transitar por este camino de la escritura algunas veces nos va dejando momentos de sinsabores. Nos llegó tempranera la noticia que el 29-11-2019 con sol de los venados, se nos marchó con su sonrisa buena Juan Ramón Rodriguez, mejor conocido como "Guirichi".. Perdió la ultima batalla en el pueblo que lo vio nacer, donde con el paso del tiempo  alimentaba su espíritu de buen ciudadano, más allá del trato dispensado fue mejor amigo. Paz a su alma y consuelo a su familia. En febrero de 2018 lo visitamos y esto fue lo que escribimos..

Por Oscar Carrasquel

Dentro el deporte del coleo "GüirichÍ" ha hecho casi todo (menos, jinete coleador). Juan Ramón Rodríguez es el verdadero nombre de este popular personaje villacurano, sus vivencias y sus ocurrencias son dignas de reseñarlas. Chofer de jaula ganadera, amarrador de ganado, sabe como esquivar un toro resistido y cuidador de tapón  Seguro que si a algún forastero  se le ocurriese solicitarlo en La Villa por su legítimo nombre, probablemente le responderían: ¡No lo conozco!  Pero nada más nombrarlo  “GuirichÍ”, de seguro le informarían de inmediato que, nuestro querido personaje  habita  una casa rural transformada en quinta, ubicada por la calle Comercio, casi llegando al Cementerio Municipal, por la  acera derecha, cerca de las instalaciones del Ince.

Juan Ramón Rodríguez nació en Villa de Cura el 21 de marzo de 1937, específicamente en el barrio Los Colorados. Hijo de Dionisia Rodríguez.  Casó con la villacurana Aleida Azuaje de Rodríguez, de cuya unión nacieron cuatro hijos, dos hembras y dos varones. Hasta el momento suman seis nietos y tres biznietos. Una de las nietas  fallecida a temprana edad en  Villa de Cura en la Semana Santa de 2017.

Me cuenta Juan Ramón que el sobrenombre de “GüirichÍ” proviene de sus andanzas por el llano adentro; un día en la tarde que su patrón necesitaba a alguien que le bañara unos caballos, finalizada la faena, y lo eligió a él, indicándole al caporal lo siguiente: “Déselo para que los bañe ese muchacho catire que parece un “Güirichí". El que està sentado en el tranquero”. A partir de ese momento  quedó bautizado para toda la vida con el mote "Guirichí".

Por las precarias condiciones económicas de su familia no pudo estudiar mucho, sino hasta los primeros grados, siendo la maestra Priscila Bolívar quien le impartió los primeros conocimientos; pero a cambio, la vida le sirvió de escuela y lo obligó a defenderse desempeñando una diversidad de trabajos como medio de subsistencia. Su grandeza consistió en su honradez, en su carácter jovial y en el  trabajar sin pausa.

No recuerdo qué edad tendríamos, pero sí me acuerdo que siendo chavales, ambos con otro grupo de muchachos jugamos pelota sabanera, que iniciamos en un terreno lleno de maleza y oloroso a bosta de vaca  por los lados de La Romana, en lo que es hoy en día un conjunto de edificios de apartamentos con locales comerciales al frente.  

Amigo de coleadores desde pequeño, presente en las grandes faenas de coleo. Por esta razón conoce los nombres de pintorescas figuras del coleo como Marcos Alfonso, Chipilo Rivas y Simón Infante, de una lista. Sabe que en la Villa se instaló la primera manga en Venezuela en 1950 y recuerda cuando vino el presidente Marcos Pérez Jimenez a su inauguración... Fue torero espontáneo, Muy conocido en el medio taurino,  despuntó como banderillero vestido con traje de luces- hizo su debut en los festejos realizados por el ex torero Rústico Pacheco, en una plaza de verdad levantada en la esquina “El Taparito”  por ahí en los años 50. Se llamaba: “Plaza de Toros La Giralda”. En varias ocasiones lo vimos adornándose en el centro del ruedo durante la suerte de banderillas  -en el segundo tercio de la lidia-  en compañía de otro banderillero llamado Oscar Borges “Zapatilla”.  En las corridas  le correspondió hacer el paseíllo en el ruedo junto a los diestros villacuranos Rafael Flores y Manuel  Rodríguez “chiquito”.

A manera de anécdota nos cuenta que, en una corrida dominical realizada a plaza llena en "El Taparito", “Zapatilla” salió al ruedo, se adornó con el par de capullos en alto para lucirse con la suerte de banderillas -al son un  pasodoble- con tan mala estrella que en la carrera resbaló, y en vez de hundirlas en la cerviz del toro, se las clavó  en la pantorrilla derecha, tuvo que ser llevado en hombros directo al hospital José Rangel frente a la Plaza Bolívar.

De tanto trajinar con ganado cuando era nuevo, ”GüirichÍ” estuvo muy ligado a los toros coleados, fue enlazador de ganado y lidiador en las mangas improvisadas, su labor consistía en amarrar y conducir  los toros a los corrales después de terminado el turno  y era el encargado de abrir y cerrar el coso cuando  los coleadores estaban listos para cumplir su turno. Encargado del coso, se denomina  esta acción

Siempre anduvo con la gente que se agolpaban en las adyacencias de La Romana. Por muchos años  se desempeñó como conductor de un camión ganadero  para trasladar reses desde los hatos del llano a las mangas de coleo y luego regresar el ganado a su destino . Visitaba cada pueblo o ciudad donde se celebraban fiestas patronales y torneos; por tanto no era raro encontrarlo en un quiosco o dentro de la manga de coleo con el bluyín y la camisa de cuadritos impregnados de  orine y bosta de ganado. No recuerdo el año, pero una vez  que se celebraba un campeonato, nos  topamos en la manga “Coleadores de Araure” en el estado Portuguesa. Vivía y trabajaba yo en aquella villa araureña.

“GüirichÍ” entre tantos oficios que le ofreció la vida fue “Busetero”, casi todas las calles de la Villa lo vieron rodar frente al volante de una de las primeras camionetas “Titán”, que concedió a crédito el primer gobierno del doctor Rafael Caldera, adscrito a una línea que cubría las rutas interurbanas. Con nostalgia  recuerda que, antes había mucho respeto y consideración en esa relación transportista y usuario..

En sus mejores tiempos fue un hombre muy dinámico y de mucho coraje. Ciertamente  en la Villa en esos tiempos se pasaba trabajo para ganar el sustento diario. En  su rol de transportista anduvo durante algunos años manejando un camioncito Chevrolet 350 con el cual realizaba fletes, haciendo viajes y cargando enseres y todo tipo de mudanzas, dentro y fuera del perímetro de la entidad aragüeña. y conductor de jaulas ganaderas.

Ahora que ha pasado el tiempo son pocas las ocasiones que lo vemos en la calle, sus pasos lerdos ya no se sienten en las aceras de cemento ni en el asfalto, los años le cayeron encima y también una disminución visual lo recogió en casa y lo mantiene alejado de los sitios que frecuentaba. Hasta hace poco se distinguía de lejos cuando se dirigía al  estadio “Ramón María Acosta” donde regularmente acudía a presenciar los desafíos del béisbol.. 

Pero  lo positivo es que a pesar de tener 80 años encima y vivir aquejado de diversas dolencias, “GüirichÍ”,, todavía mantiene el espíritu  intacto,  alegre y su trato cordial. No hay duda que entre tantos otros personajes que deambulan a la luz del día, Gürichi es uno de esos que enriquece el acervo popular villacurano.


Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis, febrero 2018






miércoles, 15 de febrero de 2023

LA TRAYECTORIA DE BERNARDO JOSÉ RIVAS EN LA RADIODIFUSIÓN VENEZOLANA BREVE RESEÑA

 

                                                                             Por Oscar Carrasquel.

La trayectoria de tanto tiempo desempeñándose como locutor de Bernardo José Rivas es digna de recordar, su itinerario en el ambiente de la radio es de tal dimensión que es algo más que meritorio de mencionar, justo cuando el locutor y periodista por vocación está celebrando otro aniversario de su carrera profesional. Se gradúa de Locutor Comercial en el Instituto Universitario de Nuevas Profesiones, extensión Valencia. Comienza su carrera, lo que le vale trabajar en diferentes emisoras de radio del centro del país, entre las que figuraran Radio Mía, Radio Impacto, Radio Maracay, Radio Apolo, Radio Mundial, Radio Visión 650. y Radio Rumbos La Villa 570, Podemos calificarlo como un  maestro de las generaciones presentes y futuras. Excelente locutor y comentarista, gracias a su talento y estilo, organiza, promueve, dedicado integralmente a todos los campos de su profesión. Una fuerte y clara voz. Con experiencia como vendedor de publicidad, y hace poco arrancó dirigiendo un curso de como aprender hablar en la radio y otras cosas más, un hombre sencillo, limpio el bolsillo, pero empeñado a enseñar a las futuras generaciones. 

Bernardo José es respetado y reconocido como un hombre múltiple en la radio. Además de una apasionada labor como reportero gráfico, periodista laborioso, acucioso de la historia local, hubo de crear después de varias noches de desvelo un importante programa de radio llamado EXPRESIÓN VILLACURANA, micro histórico- cultural que equivale a educación, es y sigue siendo de un impacto considerable en la audiencia, trasmitido en 5 ediciones diarias durante la semana a través de las ondas hertzianas de Radio Artesana 105.5, en cuyo proyecto participaron muchos nombres.

La actividad como locutor no ha sido su único trabajo. Su desempeño fue también como reportero gráfico. Luego de muchos ensayos y un inmenso trabajo lo llevaron a popularizar un noticiero denominado CAFÉ Y NOTICIAS, como vehículo de noticias sobre los acontecimientos locales, regionales y nacionales, a través del contacto con una buena agencia de noticias nacional. En dicho noticiero hay una sección que proporciona noticias deportivas dirigida por el doctor Lucho Fantasía. Bernardo José Rivas es moderador de otro programa de discos para complacencias, con linda música venezolana, poesía, relatos, anécdotas, denominado "La Tarde Veguera". En muchas oportunidades lo acompaña el operador Wilking Martínez.

Se puede decir que, Villa de Cura es la cuna que lo adoptó, ciertamente no nació en este pequeño valle hermoso, pero ya no es un extraño, según el mismo lo confiesa. Porque desde que llegó se enamoró de la tierra de Rafael Bolívar Coronado y de Oldman Botello el escritor de los hechos históricos. A la Villa llegó cuando habitaba el mundo de la soltería, aquí formó familia. Bernardo José Rivas es casado con una gran dama guariqueña, de Valle de la Pascua, de origen italiano, la señora Esmeralda Rita Lamonge de Rivas, de cuyo matrimonio nacieron dos hijos, William Andrés Rivas Lamonge, la otra, Ivana Gabriela Rivas Lamonge.  Alberga muchos amigos en su corazón y aprendió a trochar sus caminos, sus veredas y a querer la ciudad y admirar la bellezas de sus mujeres. 

Las palabras que en esta oportunidad escribo son para formular a este compañero de andanzas por el sendero de las letras, mis felicitaciones por su trabajo en la radio durante más de cuatro décadas.

Oscar Carrasquel. La Villa de San Luís, febrero 2023


domingo, 12 de febrero de 2023

SEGUIR AMANDO

 

         SEGUIR AMANDO

 

             Oscar Carrasquel


No existe secreto
entre tú y yo
No soy feliz
sin el calor de tus brazos


Y a ti te hacen falta
mis besos que saben a mies
de fruta madura


Quiero que sepas
que aún no se han borrado
las huellas de esos besos


Todavía cruza por mi mente
una profunda reflexión

.
Mi alma, ni la tuya,
no alcanzan a vislumbrar el motivo
de nuestra separación


Creo que fue una decisión
de infantilidad
Lo miro en lo profundo
de tu mirada
Lo presiento en las lágrimas
que no se atreven a fugarse de tus ojos


Tu nombre viaja en mis sueños
Y me desvelo
buscándote en mi poesía.

                                          14 de febrero, día de San Valentín

jueves, 9 de febrero de 2023

EL CIELO


 

           



             EL CIELO

        Oscar Carrasquel


No hay altura más bella Que el cielo de mi Villa


Es una de las tantas maravillas que nos regaló El genio de la arquitectura
Pues este pueblo lo conoce Dios


El sol que todo amarra,

se asomaba

por la fragancia del alba

 

Un edén con su color azul en el altar Y su teñido de pinceladas blancas Pues fue Dios quien decoró

el cielo, sus valles y montañas.

Y pintó la poligamia de sus alboradas.


Aprendamos a inhalar el aire,

A disfrutar de su belleza
Ya que somos gaviotas

de un vuelo pasajero..

                 O. C. 2023

martes, 7 de febrero de 2023

DOÑA MATEA GALINDO DE RODRÍGUEZ Y LA RELIGIOSIDAD DE UNA MADRE

 

              

                               Doña Matea Galindo. Foto archivo. Rectificada por Alfredo Corniel


                                                                                  Por Oscar Carrasquel

 

De esta dama, madre de nuestro recién desaparecido amigo Rafael Rodríguez Galindo, cuyo nombre completo era Matea Ifigenia Galindo de Rodríguez es poco lo que conocen las nuevas generaciones, bastante la tratamos desde que éramos infantiles. Evoco aquellos años mozos y nunca dejaré de recordar su trato amable de tantos años, una dama de buen carácter, con su rostro siempre risueño y la bondad enterita. Hoy ha vuelto a surgir su nombre en la pantalla de los recuerdos; una   madre  que junto a los suyos habitó una casa solariega por la  calle "el ganado" hoy Lisandro Hernández, que en ese tiempo todavía no estaba pavimentada. Y sobre todo porque después que se conoció con nuestra madre,  trabaron amistad y compañerismo, tuvieron la dicha de compartir la ilimitada dedicación al mundo de la costura, soñaban y se ayudaban recíprocamente. Para nosotros tenía el igualitario sentimiento de otra madre.

A esta matrona la comparo en apariencia y condiciones humanas con María Inocencia Flores de Carrasquel. Muy buena costurera fue la señora Matea Galindo, creativa tanto en su arte de coser como en la pobreza.  La comienzo a buscar en la memoria y puedo resumirla como una mujer muy seria, cariñosa y trabajadora, bondadosa y digna de admiración, de tez morena, baja de estatura, de  rasgos indígenas, de pelo largo hasta casi la cintura. Doña Matea fue del tamaño de su paso por la vida porque la muerte le apareció a edad temprana.

Nacida en 1918 en la comunidad del Cortijo en la cuenca del Río Tucutunemo, a 5 kilómetros al noroeste de Villa de Cura. Hija de Luisa Galindo, de vida doméstica y del agricultor Sixto Carmona. Tomó estado con  Marcos Rafael Rodríguez Barrios, hijo de Rosendo Rodríguez y Fabiana Barrios, se conocieron en sus años moceriles. Ejerció de costurera toda una vida cosiendo en una máquina  Singer de pedal,  la negrita, desde que clareaba el día hasta altas horas de la noche entregada a su incansable labor.

Acometió con mucha destreza su labor, su técnica consistía en tomar la medida directa de la ropa de la persona, para  después llevarla con intelecto a la tela, nunca usaba patrones de cartón como era de ley; cortaba en el extremo de una larga mesa de madera; trabajaba con telas de marca, como lino cien blanco, kaki y gabardina. Su fama creció en La Villa como buena costurera.

En aquellos años 40 apenas estaba llegando a La Villa la era de la energía eléctrica, La sala la iluminaba la mortecina luz de dos bombillos, y eventualmente se alumbraba con una lámpara a base de kerosene. Cuenta su hijo, el ingeniero Rafael Rodríguez, con un gran sentimiento por dentro,  que durante largas horas nocturnas podía escuchar el "chas, chas" cosiendo en su máquina envuelta en un silencio profundo. Fue costurera de confianza de labriegos que llegaban de las aldeas aledañas a Villa de Cura hasta que el pueblo empezó a cambiar. 

Don Marcos Rodríguez era un hombre flaco, fuerte, muy dinámico, desempeñó muchos años el oficio de maestro albañil, nacido en 1890, era ciego pues perdió el sentido de la visión a los 45 años de edad, sin embargo, sabia de sobra por donde andaban sus pasos. Ejerció la agricultura, cultivaba él solo un conuco en el sector de Los Tanques, con la única ayuda de los hijos varones, una vez que  salían del colegio y los fines de semana,  para ayudar al sustento de la casa. Los muchachos fungían de lazarillos. Todos los días atravesaban a pie la sabana, transitaban ese camino acompañando y guiando los pasos a  su padre.

Producto de este matrimonio nacieron: José Vicente, Rafael, Carlos Ponciano, Gonzalo, Luisa Amalia, Néstor, Carmen,  Hilda y Delia. Para la señora Matea no había obstáculos ni imposibles que valieran, siempre tuvo tiempo para todos. Rafael se gradúa de bachiller en el Liceo Alberto Smith, me cuenta su amigo el profesor Raúl Aular que fue el mejor estudiante, muy aprovechado.

Don Marcos y doña Matea siempre compartieron la idea que sus hijos pudieran estudiar y llegar lo más lejos posible. Ese empeño y voluntad de marido y mujer  aferrados a la esperanza que sus hijos estudiaran, hizo que finalmente, Rafael, nacido en la Villa de San Luís el 6 de septiembre de1939, ingresara a la Universidad donde se gradúa de Ingeniero Forestal en 1961, egresado de La Universidad de los Andes;  después de graduado su profesión la desarrolló principalmente para el Ministerio del Ambiente en la conservación de la reserva forestal de Uverito, entre Anzoategui y Monagas en el oriente del país; me hablaba que Uverito es el bosque artificial más grande del mundo. Vaya a ver lo que hoy. Desde la adolescencia se dedicó a conocer la historia del budismo a través del Zen Rodai Shin. Carlos Ponciano fue Ingeniero Agrónomo de la UCV y José Vicente obtuvo el título de Maestro Normalista,  se desempeñó en las escuelas públicas de Villa de Cura toda su vida.

Doña Matea era quien sacaba tiempo para asistir a las convocatorias de profesores, padres y representantes en la escuela Arístides Rojas y en el Liceo Alberto Smith en donde estuvieron estudiando los muchachos. La verdad es que el matrimonio acostumbró a todos sus hijos a trabajar desde pequeños, apoyaron el esfuerzo de sus padres realizando  oficios del hogar, tales como hacer labores en la cocina, moler maíz, servir la mesa, lavar platos, barrer. También se entregó a enseñarlos a que la ayudaran en la costura, Rafael ya sabía bastear,  pegar botones y coser ruedos. Además realizaron actividades de crianza de gallinas y cerdos enchiquerados. Parte  de aquellas labores domésticas consistía en la crianza y manejo de un corral lleno de chivos, atrás en un espacio del patio.

Cuenta el ingeniero Rafael Rodríguez que “hembras y varones aprendimos a  tejer capelladas en un telar en casa, trabajamos mucho tiempo para la alpargatería de don Enrique Flores. Bs 6 era el trabajo de un día. De este producto los muchachos recibíamos un real para asistir al cine El Corralón, lo demás lo ingresábamos para los gastos de la casa"Es bueno señalar que nunca los venció la escarmiento ni el desaliento. Todo lo contrario el trabajo lo hacían con entusiasmo.

La casa materna, aún se encuentra instalada a la orilla de una ancha y moderna avenida. Sombreada de unas matas de almendrón y un patio grande, al lado quedaba el negocio con cancha de bolas criollas “El Pan Pan”.  

Así fue transcurriendo la vida de esta matrona hasta que en 1960, (faltando un año para graduarse su hijo Rafael). En unas vacaciones de Semana Santa, madre e hijo se confundieron en un interminable abrazo de despedida aquí en La Villa. Mayúscula sorpresa la que se llevó  Rafael al llegar  a Mérida  buscando culminar sus estudios, al abrir un telegrama urgente se encontró con la fatídica noticia de que había fallecido su mamá de forma repentina. "La noticia peor que yo haya recibido en la vida"nos los dijo pensativo.

Rafael heredó de doña Matea Galindo, no solamente su estatura y parecido físico, también su resistencia, su coraje,  casta, y también su bonhomía. Don Marcos, el hombre invidente, quedó a la cabeza de la familia con el apoyo de todos sus hijos. No fue necesario que pasara tanto tiempo para darse cuenta la falta que hace en casa una buena esposa y una madre.

La muerte siempre en acecho llegó de manera repentina  y se acabó  aquella vida todavía útil con escasos 47 años de edad. Al final sentimos un escalofrío en el cuerpo y en el corazón al no comprender cuál es la verdadera misión de la muerte y su inmenso misterio. Doña Matea siempre merecerá de nuestra familia infinitos recuerdos.

En resumen,  su día  final queda plasmado en un poema que le dedicó, con su cariño tan constante, nuestra querida y admirada poeta Rosana Hernández Pasquier, así fue lo que escribió la poeta:

 

La mujer lloró sin consuelo

El día que su hijo se despidió

Exhibía disminuida voz

Sonaba a cuenco roto

Nadie comprendía el por qué

                                           Era un viaje de rutina                     

La madre tenía la certeza

No se sabe qué voz la advirtió

Que no volverían a verse jamás.

 

Queda demostrado  que en la vida solo hay una mujer irreemplazable, esa que desde que se nace llamamos mamá. De nada vale luchar contra el destino, de cualquier forma las hojas verdes se llegan a secar y se las lleva el viento. Qué decir de esta madre que se llamó Matea Ifigenia Galindo de Rodríguez que no haya salido del cuerpo y el alma. Descanse en paz señora Matea al lado de nuestro amigo y hermano Rafael; de Carmen, don Marcos, Ponciano, Salomón (hijo de don Marcos), Gonzalo y José  Vicente. Llena sigue la casa materna del retumbo de sus voces.

Foto archivo Rosana Hernández Pasquier

Nuestro amigo Rafael Rodríguez Galindo falleció en Caracas el 4 de febrero 2023, había dormido la noche entera, había soñado con el paisaje, boscoso de Uverito y con la mesa de Guanipa . Murió contento con su eterna sonrisa, “sus ojos se cerraron”  en el regazo de su amada hija Anabel Rodríguez Ríos.Jamás se olvidó de su terruño natal..

 

Oscar Carrasquel...La Villa de San Luís

 

lunes, 6 de febrero de 2023

RAFAEL RODRÍGUEZ GALINDO

                            Foto copiada del álbum de la escritora Rosana Hernández Pasquier


 Por Oscar Carrasquel



Tenía años, Rafael Rodríguez,
Amigo y hermano, sin verte,.
Hoy vi tu retrato entre  notables
en el centro de una toldo 
reunido con el Zen Rodai Shin .

Resaltan  maestros budistas  
Hombres y mujeres de reputación 
Tropa de sabiduría de Japón
El Budismo en su estado más profundo.

Tú, entre todos, el más conocido
De oscuro gabán ibas trajeado
Con tu pelo cano
y cerrada barba 
Como la que lucen los hombres sabios.

Paz, fe y sanación.
Estas tres oráculos ,
Como música que embellece al alma
Te brinda ese sagrado Monasterio
Bien serio en tu meditación.

                                                              

Viernes de Concilio de 2016

domingo, 5 de febrero de 2023

RAFAEL RODRIGUEZ GALINDO UNA TARDE INOLVIDABLE

 




Por Oscar Carrasquel


La casa de la infancia de grandes recuerdos, de zaguán y ante portón, de cálidos y viejos paredones, de largos corredores con aroma de jazmín que con el tiempo llegamos a conocer. Un paraíso apropiado para los sentimientos de afecto, para retratarse hombro con hombro, tiempo hermoso.. Allí viven unas amigas del alma al rescoldo  de un jardín de rosas de bellos colores donde todo reverdece. Una  poeta valiosa y escritora de un gran pueblo. Un viajante con sus barbas níveas de sabio. Un febril visitante viejo amigo de la casa se juntaron los tres. Rosana Hernández Pasquier, Rafael Rodríguez Galindo y Oscar Carrasquel, unidos por la arteria vital y fraternal de la amistad.

Una tarde inolvidable entre cafecito y cafecito, un cirio pascual que relampaguea apurado en todo el medio de un mesón, unos libros de poesía de luz propia de la escritora, y una conversación que gira entre tres polos: lo religioso, la literatura y la sublimidad de la existencia. Gracias a Dios Rosana y Flor María, dos botones de la floresta materna cultivando fragancias, siguen su marcha heroica con sus sueños y luchas a pesar de los eriales que rodean la vida. Una tarde de alegría para disfrutar cuando uno se encuentra con unos amigos de verdad, los de siempre, los que están al lado del corazón.Sin tener que pensar que la vida es solo un pasar de hojas del almanaque. 

Foto  tomada por la profesora María Teresa Fuenmayor. 


Oscar Carrasquel, La Villa de San Luis, noviembre/ 2017

sábado, 4 de febrero de 2023

! AHORA LO QUE VIENE ES CARNAVAL ! ASÍ ERAN LOS CARNAVALES EN LA DÉCADA DEL 50 .

  

GISELA I (Gisela Matute Padrón) aparecen Josefina Cambra, el Paje es Carlos Trujillo



Por Oscar Carrasquel

 

Estoy aquí para  contarles en forma sincera como eran  aquellos carnavales de antes. No está demás volver a recordarlos,  por  tratarse de una festividad popular que todos disfrutamos en el ayer. Todos quisiéramos que volvieran las  “fiestas carnestolendas”.  Se celebra antes de la Cuaresma Cristiana.. Se le rinde culto a un personaje de la mitología griega, al Dios Momo o Rey Momus, llamado también  "patrón de escritores y poetas". Hay una salsa maravillosa de la cantante cubana  Celia Cruz, quien afirma con dosis de alegría que "la vida es un carnaval".  

Hay quienes sostienen que desde 1950 hasta 1954, en tiempos de Marcos Pérez Jiménez se organizaron unos de los más fascinantes carnavales en Venezuela. En la capital de la República y en la provincia. Por tradición la festividad es movible en el calendario, comienza a mediados de febrero o en la primera semana de marzo. Desde un mes antes alguna gente andaba pendiente de los días de Carnaval para irse de vacaciones con su familia a la playa o al llano.

Hacen muchos años atrás  la Cámara Municipal de Zamora  en sesión especial nombraba una Junta  pro-festejos, se desarrollaba una programación, y no conforme con esto, se festejaba la "octavita" el fin de semana siguiente.. La junta de carnaval estaba representada en cada  barrio de La Villa,  enviaban  una reina y carrozas al desfile central para magnificar la fiesta. 

Durante un largo puente de cuatro días se organizaban comparsas, desfiles de disfraces y carrozas por las calles principales, levantaban templetes donde se instalaba la reina. Las calles se llenaban de papelillos, serpentinas y caramelos.  En esa época las calles principales fueron recorridas por las muchachas más bellas y elegantes coronadas como reinas  y sus acompañantes, montadas sobre la plataforma de camiones. Algunas reinas de carnaval que recordamos: Gisela Matute Padrón, Gladys Ledezma, Lisbeth Lara Parra, Sonia Meza, Marianela Ascanio, Bergeny Curvelo Huttado, Maruja Matute, Esmeralda Páez, Carmencita Torres y Adelita Martínez, entre otras.

Grupos de pequeños corrían  detrás de las carrozas disputándose los puñados de caramelos, se les oía decir: ¡Aquí es...Aquí es”. Lo que se veía como algo normal...Uno de los disfraces más vistoso de aquellos carnavales  correspondía al canario Agustín Dorta,  el de la “Arepera La Única”. Se presentaba a los desfiles en franelilla y  vestimenta de campesino, con sombrero de cogollo, conduciendo un quitrín arrastrado por un una  mula, tirando papelillos, repartiendo caramelos y golosinas a la muchedumbre.

Es oportuno recordar también  a la vistosa figura del Negro Pastor Ilarraza, un mecánico de carácter jovial, acostumbrado a disfrazarse de rumbera con un atuendo diminuto, como lo hizo la actriz del cine mexicano María Antonieta Pons. Después del desfile se paseaba y rumbaba en la plaza Miranda, y en la tarde-noche llevaba su show  a los suburbios de La Alameda.

En un baile del Club Social de la calle Miranda ocurrió un caso curioso. En una comparsa entró una dama disfrazada de "esposa de Adán", con un tul transparente mostrando toda la intimidad femenina, Ante el murmullo de familias y la miranda de los músicos que no  podían fijar los papeles en el atril., tuvo que retirarse ipso facto..


Comparsa antañona,. aparecen,  Julieta Hernández,  Miriam Hernández, Gisela Rosales,  Providencia Delgado, Oscar Parra, Antonino Rodrigurz, Rafael Trujillo, Carlos Hernández,  Nelson Hernández y Guillermo Machado

Una vez que terminaba el desfile, venía el  baile de disfraces en la plaza Miranda amenizado por una orquesta, alternando con música de discos y  personas de todas las edades disfrazados. ¿Saben lo que significaba la frase interrogativa !A que no me conoces!? . En Villa de Cura se daban bailes en el Club Social de la calle Miranda, amenizado por la orquesta Siboney;  en el Club Sorocaima, en el Centro Cultural Italiano en la calle Bolívar, igual por la noche se prendía la fiesta en los amplios salones del Bar Savery. En cualquier casa particular había baile de disfraces y también se realizaban espectáculos en la Av Paradisi. Música llanera y joropo central.

En la plaza Miranda los grupos se intercambiaban irrigaciones con talco “Sonrisa”, y se rociaban la ropa con agua de colonia, muchas veces, tanto las damas como los caballeros, se veían envueltos en aromas de finos perfumes parisienses, que entonces eran baratos en la tienda "La Casa de Cuadros".

Había diferentes modelos de disfraces,  el más  llamativo era el disfraz de "dominó", el arte de fabricar este gabán lo aprendió la señora Petra Torres; también los alquilaba para todos los días de carnaval.  Había comparsa de negritas, de mamarrachos, comparsa antañona, disfraces de apaches, el zorro, el fantasma, gorilas. Algunos mocitos  aprovechaban para disfrazarse de negrita. Se le daba premio al disfraz más original. 

En la Alameda Crespo vía el cementerio, se prendía una rumba de cuatro días seguidas,  gente de acá, y otra que llegaba de fuera, se soltaban el moño en el Bar La Gavilana y en el botiquín de don Pancho Espi, que  tiempo después cambió de nombre para “Bar La Cubana” cuando eso, una caraquita o polarcita bien fría se adquiría por un real (0,50).


Comparsa de la calle doctor Manzo. Aparecen Vivian Mena, el de sombrero Luis Mena

No hay que dejar de mencionar los desfiles de carrozas y bandas show de diferentes instituciones educativas de Villa de Cura los 4 días de carnaval,  con la participación de las escuelas publicas y privadas, y la representación del “Parque de Recreación Dirigida CVN”; con su banda show tocando la música de “steel band” y grupos de danzas, en medio de fuegos artificiales, sonidos de pitos y tambores. Se integraban a los desfiles, Clubes sociales, Cámara de Comercio, sindicatos, empresas y  almacenes al mayor..

Recordamos momentitos únicos para aquellos que lo vivieron. En la Capital de la República cuando Caracas fue llamada  “ la Sucursal de Cielo” los carnavales eran espectaculares, los del  Hotel Ávila con aquel slogan que decía “En el Ávila es la cosa”. Aquellos del Circulo Militar al cual asistía  el Presidente Pérez Jiménez con su familia..  Las fiestas en el Club Paraíso; en el Hotel Tamanaco, Club Casablanca; Club Hipocampo,  La Hermandad Gallega; el Terminal de Pasajeros de La Guaira, amenizados  por las orquestas caraqueñas de la época, especialmente la Billos Caracas Boys, Los Peniques, Chucho Sanoja, los hermanos Belisario y Luis Alfonso Larraín..

La orquesta cubana Sonora Matancera alternando con Los Corraleros de Majagual de Colombia, amenizaban los bailes populares de carnaval en la Plaza Venezuela, en el más absoluto orden y respeto. Debo hacer un alto para contar que una vez estuve disfrutando este espectáculo.

El martes de Carnaval generalmente se terminaba la fiesta  Se jugaba en las calles con baños de agua mezclada con almidón, negro humo y otras sustancias, a pesar que  estaba: "terminantemente prohibido el juego con agua y sustancias nocivas a la salud" 

Me acuerdo en ese camino bello de la vida,  un martes de carnaval,  llegando a casa me mojaron hasta quedar totalmente emparamado, sin poder evitarlo, me lanzaron agua limpia pareja desde una terraza, unas vecinas que vivían al lado  en la calle Dr Manzo. 

El régimen del General Pérez Jiménez, quizás por alteraciones del orden público y seguridad personal minimizó el carnaval a partir de 1954,  cuando quedó parcialmente extinguido. La historia nos indica que no fue la meta, siguieron, pero menguados.



Desfile de carnaval en la calle Paez, foto archivo Ramón Alfredo Corniel

Pues bien, la larguísima sequía  de los carnavales en Villa de Cura, ha sido resucitado por el Comité de Festejos de la calle Páez,.. En la calle Sucre también se niegan ver desaparecer los carnavales y procuran mantenerlo vivo, siguen brindándole oxígeno, . Organizarlos esta vez será difícil, pero ellos hacen el esfuerzo y mueven al mundo. En esta fiesta de carnaval participan diversos grupos folclóricos y  danzas. 

Es bueno recordar  que desde 2019 en adelante, la Alcaldía y el Concejo Municipal del Municipio Zamora decidió  devolver la alegría y el significado del carnaval, con algunos cambios; volvió esta fiesta colectiva a la avenida Paradisi y la avenida Bolivar, realizando un vistoso desfile y concursos de disfraces infantiles en las plazas y sitios públicos, con música  y una lluvia de premios a los mejores disfraces y comparsas. Las perdiciones es que este año será igual. Esperamos la programación.

 

Oscar Carrasquel. La Villa de San Luís,  Tricentenaria

Fotos del antiguo carnaval cortesía de Ing Manuel Matute Padrón

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