miércoles, 21 de junio de 2023

BARBERÍA "EL CATIRE" DE BLAS CEDEÑO EN LA CALLE COMERCIO

 

                                         foto referencia tomada del Impulso  de Barquisimeto

                                                                  Por Oscar Carrasquel


Ser barbero no es utopía sino un arte y una tradición. Al Catire Blas lo conocimos mucho, fue vecino de la calle Comercio en La Alameda Crespo, Quién no recuerda al barbero de antes,   que después de la afeitada te ponía un espejo en la nuca para chequeo, rociaba agua fría perfumada con una perita,  y te pasaba una brochada con polvo "sonrisa"..Afilaba la navaja por las dos caras deslizándola por una cinta de suela.. Buena persona, un hombre humilde y servicial. 

Se llama barbería “EL Comercio”, bautizada asi por su fundador, un caballero de piel blanco y cabello rubio, serio. El publico comenzó a llamarla barbería El Catire.  Oriundo del Pao de Zárate, en jurisdicción del municipio José Félix Rivas, estado Aragua, en dónde había nacido  el 3 de febrero de 1943.  En esa ruralidad pasó sus años juveniles en labores agrícolas y cría de porcinos y vacunos. 

Pasado el tiempo se trasladó a Villa de Cura, donde  se granjeó del cariño de mucha gente.,  Fue un padre de familia ejemplar y responsable, procreó con su compañera seis hijos,  Yeneida, Yaritza, Yosmary, Blas Joel, Yonny y Yonaldo José.. Gracias a la encomiable labor emprendida al frente de este negocio levantó a su familia 

Se le considera fundador de una herencia de tres hjos barberos.. La tradición está  viva por la popularidad que se han ganado este grupo de jóvenes. Por este salón de barbería han pasado diversas personalidades y muchos otros miembros de esta comunidad villacurana... La descendencia maneja muy bien las diferentes técnicas para el corte de cabello.  

En una barbería se conoce diversidad de historias y anécdotas, en la tertulia que sostienen sus clientes mientras esperan su turno para ser atendidos. Desde temas que tienen que ver con las cosas más sencillas que ocurren en la vida cotidiana del pueblo; hasta conocer del béisbol de las Grandes Ligas y otros deportes. Sobre el número que sale en la lotería y los animalitos que van a ser ganadores en los sorteos diarios. En la barbería El Catire podías leer  magazine, El Siglo, Periodiquito, El Nacional, Gaceta Hípica, y hasta sacar crucigramas, pero esto es cosa de tiempo pasado.

Los pueblos se hacen visibles por sus barberos. Recuérdese que la barbería, más que un oficio, es un arte. La Villa ha contado con una gran legión de fígaros en diferentes épocas, la mayoría se formaron por su cuenta, y otros se modernizaron con la llegada de la emigración italiana a mediados del siglo xx.

Cómo es sabido, la barbería “Comercio” o la barbería “El Catire”.está establecida a la altura de “La Alameda”. Aquí se presta servicio todos los días de la semana de 7 am hasta las 7 de la noche, los precios ajustados de acuerdo con la situación inflacionaria, lo importante es que se hace todo tipo de corte de acuerdo con la moda. Los padres y abuelos también llevan a sus pequeños para ser atendidos por este grupo de jóvenes. 

Un día la muerte le llegó a Blas Cedeño, falleció a causa de enfermedad natural en el Hospital  de San Juan de los Morros; ocurrió el 5 de enero del 2000, apenas había había cruzado los 53 años de edad.

En esta oportunidad hablamos con su hijo Blas Joel, que aprendió de su padre junto a sus hermanos y emprendieron este camino en donde se han mantenido; pese a lo duro que han tenido que batallar siguen ahí atrincherados en su mismo local, haciendo su trabajo con esmero, la clave  es  perseverar y aguantar la pela.

Los que conocimos a don Blas Cedeño, sentimos mucho su muerte. No fue posible conseguir una fotografía del Catire, a pesar de las múltiples diligencias,

Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis, Tricentenario

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