RECORDAMOS QUE HOY 14 DE JULIO ESTÁ DE CUMPLEAÑOS
Por Oscar
Carrasquel
Algunos estarán pensando como yo que su nombre es ADELA, pero no. Su nombre original que aparece
estampado de su cédula de venezolana es ADELITA HERNÁNDEZ OLIVEROS. Su nombre suena a
canción de serenata. En su cara luce un lunar a modo de un lucerito. Tenemos algún tiempo tratándola. Una vez llegué a su casa como un forastero.. Llegamos a mediodía a su hogar.
Me designó asiento y seguidamente, por verme un poco quebrantado, preparó un té de manzanilla y limón, endulzado con papelón y miel de
panal. Un gran gesto de esta dama que agradezco. ADELITA es nativa de Villa de Cura, aquí nació un día como hoy en fecha 14 de julio de 1950.
Mujer guerrera. Sus atributos son la solidaridad, la sencillez, el cariño, la ternura y los colores del alma conque ella endulza todas las mañanas. A pesar de la lucha diaria para sobrevivir en estos tiempos tan duros de verdad, conque este largo viento nos ha maltratado a los adultos mayores. La clave es mantenerse y dar gracias al reino de Dios por la vida. Esos escollos a ella no la desaniman, siempre anda risueña, disfruta, comparte. Son sus mejores opciones.
La casa que
habita ADELITA en La Villa se ubica en el barrio La Coromoto, decimos que es como “La Viña del Señor”,
donde cabe todo aquel que la desee visitar, lo único que hay que saber es
mantener la cordura y el debido respeto. ¿Quién del barrio “La Coromoto”, Los “Coloraditos” la calle “El Ganado” y
adyacencias no conoce a misia ADELITA? . Forjadora de la religión católica pertenece activamente al grupo Sociedad Religiosa de Nuestra Señora de La Coromoto.
Se mueve llena
de expectativas, es comadre de media barriada. La casa es como un centro cultural, allí suelen reunirse, músicos, coleadores, poetas, locutores de radio, troveros y gente de liquilique y
sombrero. Ella dice que servir a la gente contribuye a sobrellevar su salud
mental y espiritual.
Experta en preparaciones culinarias, siempre derrochando alegría, y si se trata de atender a la mesa, es una maestra; preparadora de todos los platos criollos, mondongo, cruzado y hasta sancocho de “picatierra”. También es dulcera. En el traspatio, abajo de las ramas de un árbol frondoso, mujeres y hombres ponen a hervir una olla “cuartelera” en un fogón de leña. La vida la llevó a aprender otras cosas, a zurcir, lavar y aplanchar, y todos los oficios de un hogar, así como también lograr otras metas.
Hay grupos
que se reúnen a tertuliar, y algunas veces forman jolgorios de música llanera amenizando la tenida... ADELITA no es mujer de
estar sin hacer nada. Está alerta cuando hay reunión, a veces hay dos o tres allá fuera esperando para entrar por el garaje. Quien escribe ya conoce de memoria la ruta, por las veces que he
tomado esa vía. Uno llega, toca duro el portón y pide permiso. Con
ella vive el resto de la familia gente de trabajo.
En La Ovallera (La sede de la familia Vázquez-Ovalles) en un ameno compartir, allí estaba ella sirviéndonos en la mesa las
bandejitas de anime y anclada una hallaca con sus contornos. La comunidad la quiere mucho
porque reconoce su incansable trabajo. Para ella no hay otra cosa más
importante, servir al prójimo, cocinar, atender a
los asistentes para que se sientan igual
que en su casa. Si no, pregúntele a sus paisanos y amigos don Juan Colmenares y Alexis Herrera, el hombre de los poemas.
Nuestro propósito no es alabarla, pero si apreciarla en grande. Por medio de esta página queremos dejar testimonio de su calidad humana, de los diferentes ámbitos por donde uno siempre la mira, transitando los senderos
de la vida. Dios le regale mucha vida y salud DOÑA ADELITA. Ahora que esta de cumpleaños le deseo feliz vida.
Oscar
Carrasquel. La Villa de San Luis, 14 de julio, feliz cumpleaños.
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