martes, 29 de marzo de 2022

VÍCTOR DAVID PARRA SUS CANCIONES SE ESCUCHAN SE DISFRUTAN TODO TIEMPO POR EL PORTAL DE YOU TUB

 


Por Oscar Carrasquel




De rompe para ofrendarlo diremos que es un artista que domina muy bien el bolero que es como decir poesía y música al mismo tiempo. .Fue bautizado y confirmado en Villa de Cura su pueblo natal con el nombre de Víctor David Parra Rivero... Estudioso por naturaleza, tenaz, metódico, educador público y privado; poeta, en cuyo género ya ha publicado algunos libros. Desde su niñez manifestó su vocación por la música, debió ser de tanto escucharla y compartirla en el seno de la casa paterna..  Toca muy bien la guitarra. Es una referencia importante de su pueblo Villa de Cura y de su historia musical. Un hombre preocupado por la cultura en general con una preparación sólida. Incursiona en la comunicación social escrita en periódicos y revistas.  
En esta oportunidad maravilla con una selección de temas y arreglos anglosajones traducidos al español y europeos, delicadamente seleccionados y magníficamente interpretados, no exentos de frescura, interpretados con las características propias de su talento...Víctor David Parra, sabe interpretar la música anglo italiana con un sentimiento diáfano, una voz suave y melodiosa.. Esa que con asombro y sutileza se encaja en lo mas profundo del alma. Ésta pasión suya por la música romántica es reforzada con la composición que ha sido también una de las facetas de su vida..
No podemos decir que él está en etapa de desarrollo, pues se trata un artista consagrado, buscando siempre nuevos caminos a ser conquistados, y la verdad es que lo ha logrado, su música tiene sentimiento, posee cuerpo y espíritu. Víctor David, al igual que su engranaje familiar, es un músico consagrado y cantante, con experiencia en radio y televisión. Fue además presentador y productor independiente de un estupendo programa trasmitido los sábado por la onda de Radio Villa 95.5 fm  en Villa de Cura..  El primer lugar fue para Victor David en un festival realizado en San Casimiro, estado Aragua interpretando la inspiración del poeta Pablo Cabrera un tema titulado "San Francisco de Asis". .
Sus inquietudes artísticas le nacen del corazón. Recuérdese bien que en Villa de Cura hace una cantidad de años se formó  un conjunto musical de voces y guitarras  entre miembros de este núcleo familiar, que gratamente se recuerda con el nombre de TRÍO HERMANOS PARRA  de los años 50-60, compuesto por sus tíos Ramón Parra, Carlos Parra, y de Víctor  Parra (su padre). Otro fue su abuelo, un viejo muy cariñoso,  de expresión musical, pulpero en la calle Comercio,  cuatrista y bandolinista, se llamaba don Ramón Parra; este hombre  figura como autor de varios valses escritos a la ciudad tricentenaria. Así que no fue necesario que a Victor David le descubrieran su arte, ya que casi toda la familia Parra nacieron tradicionalmente con esa inclinación, con un pentagrama, una guitarra o cualquier otro instrumento musical adornándole el corazón.
Su joven carrera lo lleva a forma parte en los años 70 y 80 de grupos de música popular que se formaron en Villa de Cura, de los cuales ya se conocen sus éxitos, como fue el conjunto de gaitas PASIÓN GAITERA, que amenizaban fiestas donde Victor David se desenvolvió muy bien como cantante   durante varias temporadas de fin de año..
Además Víctor David Parra, es reconocido  como un artista modesto que apoya a los nuevos valores, continúa cantando e interpretando la guitarra española con su característica sencillez, animando veladas y conciertos diversos en Villa de Cura, y otros espacios de la cultura  en Caracas  y capitales de estado. El álbum de reciente aparición incluye doce canciones inglesas e italianas, todas inspiradas en el amor, las cuales, algunas ya están en video, en la plataforma estadounidense de YouTube donde lo ubican haciendo click acá: https://www.youtube.com/results?search_query=victor+david+parra´;  Siempre en versión español para que cada uno de los venezolanos los sienta como si fueran propios. Desde que apareció su imagen en la redes sociales no cesan una cantidad de mensajes que circulan por este canal. 
La noche del 20 de diciembre de 2018 fue una triunfante presentación que pudimos disfrutar en los canales de You Tube...Víctor David Parra  estuvo estrenando dos temas nuevos titulados "Te quiero tanto" y "Tu recuerdo" de gran éxito. La gala fue  filmada en un bien logrado  video  contando con la producción y dirección  del Lcdo Josè Melèndez, conocido dramaturgo, profesor musical villacurano. Pero en cada tema vemos como Victor David Parra luce y despliega su vocación de excelente artista. En la voz de Parra se aprecia con claridad el esplendor de la balada. 
Así que los invito cordialmente para que logren disfrutar de la excelente presentación de este villacurano que  ha dedicado su vida a la interpretación musical  para alegrar el espíritu, hoy en día en constante superación..


Oscar Carrasquel, La Villa de San Luis, verano de 2018/ reeditado y corregido en marzo 2022

 

LA CALLE

 

                                                     Foto colección de Milagros Almenar


    

                      Oscar Carrasquel


Discurro  el velo

del ancho ventanal,

de un mundo cerrado

un sábado por la noche

 

En la esquina desierta

pestañea

la  mortecina luz

del poste de la cuadra

 

El asombro muerde   

la inevitable congoja

de la penumbra

 

Como aprendiendo

de  una pequeña guerra

 

Especie de tribulación

al aire libre,

un cuento con terquedad

de verdades

 

La tiniebla no reconoce

siluetas en la calle,

ni varones ni de hembras

 

Un mendigo de mirada triste,

de barba espesa,

arrastra su miseria

con un periódico en la mano

 

Un perro negro  sin dueño

deambula por la acera

desgajando  la bolsa  negra

 

(Ya las manos inocentes de un niño

la desbastaron con asombro)

 

La ciudad

es un valle pequeño

envuelto en una red

 

Las agujas de un reloj de pared 

marcan las nueve de la noche.

 

Un silencio

como de media noche

disgregase

en medio de la calle

 

Arriba, un cielo oscuro

presagiando lluvia,

huérfano de luna y de  estrellas.

 

                                    La Villa de San Luis, septiembre de 2017

TRANSPORTE EN CARRETA Y BESTIA DE CARGA A MITAD DEL SIGLO XX EN LA VILLA DE SAN LUIS DE CURA

 


    Por Oscar Carrasquel

En las primeras décadas del Siglo xx cuando en Venezuela no había llegado completo la era del transporte automotor, tanto el traslado de personas como de carga de alimentos del campo a la ciudad y viceversa, se tenía que hacer en carretas tiradas por caballos  o en lomo de burros, o en bestia mular. En cualquier parte, carretera, calle o camino real nos encontrábamos de frentes con ellos.
Por las calles de Villa de Cura, hace casi tres cuartos de siglo,  no era raro encontrarse en las puertas de los comercios los arreos sostenidos  de los  ventanales de los almacenes y las pulperías, o amarrados de una punta de eje de carreta que encajaban en el piso en las esquinas.
Siendo yo un muchacho observaba diariamente los arreos frente a la bodega de don Francisco Martínez y a la entrada de los almacenes de Manuel Melo, Norberto Ramón Vásquez, Francisco Matute y Froilán Aguirre, amarrados con un mecate de los ventanales. Previamente eran recibidos por el comisionista don Alfredo Rodríguez que fue un gran comerciante a pie.
De las primeras décadas del siglo xx se recuerda al humanista doctor Leopoldo Tosta Alfonzo, un villacurano que ejerció la farmacia y la medicina a su modo. Se le conoció mula propia, siempre andaba arriba de su mula dedicado a la prestación de un servicio social, salvando distancias, visitando y atendiendo a personas enfermas en la población urbana y rural.


                                        Mula de silla del doctor Leopoldo Tosta. Foto archivo Editorial Miranda.


En los años 1940 hasta los 50  todavía los arreos de burros y carretas transitaban por trochas angostas o malos caminos, en cuyos predios se cultivaba café, panelas, granos y otros productos, los llevaban a La Villa provenientes de El Cortijo y de las haciendas Santa Rosa y La Violeta, desde  Picacho Blanco, Platillón, Virgen Pura y otras fundaciones. 
José Carrillo,  mejor conocido como “Mano Chico” dice que siendo mozo laboró en la hacienda "La Violeta". Nos dice que  el magnate de esos lares era un señor llamado Ismael Pérez, rico hacendado  propietario del fundo. Tenía un buen arrreo  de burros y  de mulas.  "La Violeta" tenía una pulpería bien surtida, practicaba el truque de fichas por jornal para que sus obreros gastaran en su propia comercio.
Carrillo, muy conocedor nos explica que cada uno de los arreos lo conformaban siete bestias en fila india, tirados por un chicote. Llevaban un pedazos de faldo a los lados de la cabeza para direccionar el campo visual del animal. El primero lo denominaban  puntero o campanero, porque llevaba colgado del cuello una campanilla que sonaba un "tilín" al caminar y marcaba el paso para gobernar el resto de la caravana.
Seis burros llevaban enjalma para aguantar y adaptar la carga. El último  de la fila era el burro sillonero, el único que no llevaba enjalma, sino el sillón de quien era el arriero.  Pendían de la tabla del cuello de los animales unos bolsones llenos de maíz en grano para alimentarlos durante la jornada; bebían  agua en lo que se detenía la caravana en un paso de quebrada. Descendían por el camino  de Santa Rosa para llegar al centro de La Villa. De regreso iban cargados de productos que no se daban en el campo, tales como sal, enlatados, ropa mandada a hacer, alpargatas y herramientas para el trabajo en las haciendas.
Como es sabido, con el paso de las décadas llegaron el jeep y camiones, pero aún en los años 50 del siglo xx la carreta y personas sobre burros, mulos y bestia caballar se podían ver confundidos entre los escasos autos que circulaban. Cuando eso el límite de la Villa llegaba hasta la Alameda y la plaza Bolívar, lo demás como  dice el dicho,  era “puro monte y culebra”..
Cómo no voy a recordar a don Dionisio Infante si fue mi padrino, con toda su pompa montado sobre el lomo de una mula  negra que tenía marcada una  estrella en la frente. En un tiempo fue su medio de transporte desde la “puerta de campo” de su casa de familia  hasta la vaquera de La Providencia. Con frecuencia se oía el rebuzno  del animal y el traqueo de los cascos,  y las personas ya sabían que era el Negro Infante por la calle Sucre.  Regresaba con la ropa  blanca embardunada de orine y estiércol de ganado. Apenas llegaba a su casa, la desensillaba, le daba un baño, le propinaba una nalgada, y la obediente  mula regresaba por el medio de la calle Sucre, sin que ningún muchacho se metiera con ella, hasta llegar a La Providencia..
Los villacuranos de la década del 50 no pueden dejar de recordar a una mujer  llamada Nicolasa López. Era una señora feliz y muy avispada, con rasgos de campesina, vestido largo, blanca, robusta; llegaba los fines de semana, cultivaba productos en un cerro de  “Camejo”, bajaba por un camino a pie echando por delante un par asnos cargados hasta la coronilla de productos agrícolas para comerciar en los negocios de pulpería de La Villa. Compraba mercadería seca y revendía en el campo.
Otro personaje popular era una humilde mujer llamada Juanita Flores, muy conocida en el barrio Las Tablitas, arreaba un burrito  cargado de frutos del campo, bajaba  por el camino de tierra de “Camejo” cercano a Villa de Cura, donde ella tenía una parcela. Entre sus cosas traía plantas medicinales y miel de abeja. Contaban que consiguió un préstamo de 300 bolívares de los antiguos e instaló un puesto de venta dentro del Mercado viejo que quedaba diagonal con la Plaza Miranda. Venía con aves de corral, papelón, postura de gallinas envueltas en hojas de maíz, granos y verdura para darle gusto al hervido.
También  esos años era común observar montando una mula mansa  a un árabe  ya viejo y obeso, quien todo el mundo conocía como “Musiú Samuel”, habitaba una casa de bahareque por la calle Urdaneta o Cuadra Larga, casi a mitad de cuadra la cual también era tienda. En las tardes calurosas se paseaba ofreciendo en las casas cortes de tela por cuota. El viejo poseía una característica, entregaba la mercancía y recibía el pago  sin necesidad de bajarse de la mula (Cuando eso la expresión: “Bajarse de la mula”, no tenía la connotación que tiene ahora, de cobro ilegal). Mi mamá como era costurera de oficio se contaba entre sus marchantes.
Hace más de 60 años vivió en Villa de Cura un personaje peculiarmente y muy querido en el barrio Las Tablitas llamado Rosendito Martínez; hoy en día los habitantes  de la barriada vivirán  añorando a este señor, porque parecía  una panadería ambulante. Cotidianamente andaba montado sobre un burrito con un par de cestas que le colgaban a cada  lado, ofertaba: pan de piquito (parecido al ”pan francés”) pan dulce, tunjas, bizcocho redondo, butaques y catalinas. Su burrito se hizo muy conocido porque caminaba con paso acelerado:  Murió pobre Rosendo y su negocio lo terminó la modernidad, que ahora pasado tanto tiempo puso en boga las ya perpetuadas colas para poder adquirir el pan de panadería.



A este  transitar por calles y caminos utilizando medio de tracción de animal, se agregaban las carretas tiradas por caballos. Un personaje por demás  conocido fue el  señor José Heredia, un hombre pequeño y delgado, usaba sombrero de fieltro ala corta, muy activo; y por su modo rebotado al caminar, por causa de las traidoras niguas,  le pusieron el apodo de “zamuro”. Se dedicaba a transportar enseres de mudanzas,  retirar escombros, cargar material de Tejerías y botar basura. En tiempos de Carnaval lo contrataban para forrar su carreta con vistosas y bellas flores, y por los lados pencas de palmeras;  participaba en los cuatro días de desfiles de carrozas y en la octavita.  Más de una reina de las fiestas carnestolendas de Villa de Cura de la época, paseó y exhibió su belleza repartiendo  sonrisas, papelillos y caramelos montada sobre la carreta de Heredia. 
Otro personaje muy peculiar fue don Benito Pérez, un hombre  trabajador, era renco de una pierna, y se apoyaba en una muletilla para caminar. Siempre lo veíamos  montado sobre un quitrín halado por un viejo caballo. En aquellos lejanos 50 recorría las principales calles de Villa de Cura, surtiendo a la población de leche de vaca recién ordeñada, a real (o.50) cada litro, casa por casa,  procedente  de vaqueras cercanas; y luego se dedicó a la venta de kerosene a domicilio. Don Benito además se convirtió en un experto ensalmador de torceduras, del  mal de ojo y culebrillas.
Y así como en la vieja Caracas existió el famoso cochero don Isidoro Cabrera, símbolo de la vida capitalina del pasado siglo, inmortalizado por Billo Frómeta en un ritmo de guaracha,. Igualmente de  nuestra Villa de Cura romántica y antañona quedaron en el recuerdos un montón  de “Isidoros”  que con su trabajo pudieron levantar a una familia, como fueron el musculoso Negro Lindo, Ramón Tabares, Simón Méndez, Augusto Pérez, Benito Pérez, José Heredia, Félix Durand, Pedro Palma, Inocencio Vina, Pablo Rodríguez y Jesús María Espi, este último, hermano de don Pancho Espi, vecino de Las Tablitas.
Como es sabido en  la segunda y tercera década del siglo XX, en Venezuela el transporte movido por tracción de sangre comenzó a cambiar, por la presencia de gandolas, camiones, camionetas, jeep, etc.Uno que siente  compasión por los animales le entristece contar que los pobres burritos y bestias mular, la paga que recibieron por su largo y sacrificado trabajo, es que fueron reclutados para saciar el apetito de  animales salvajes amaestrados de  los circos,  y  de los tigres y leones en  parques zoológicos.
Resta por recordar que en aquella época  los conductores de carretas debían poseer  credencial o "título". El desplazamiento  por el perímetro urbano  estaba sujeto a  expresas disposiciones legales...Muy útiles estos medios de transporte en la época, era mejor que andar a pie...
 "!Qué gasolina en dolares náaa!", dijera nuestro paisano y amigo el difunto Sandalio Barrios.

Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis, abril 2020


La foto de la mula del doctor Leopoldo Tosta es propiedad de Editorial Miranda, las otras dos bajadas de Internet.

lunes, 28 de marzo de 2022

LAS PENAS QUE CARGABA A CUESTA "LA LOCA AMPARO"


La Loca Amparo. Tal como se la vio el ingenio del poeta y pintor villacurano Fernando Olivo


Por Oscar Carrasquel



Esta historia no me la contaron sino que la viví en ese camino de mis años mozos. Se trata de un popular personaje  de mediados del siglo xx.... La cruz que llevaba a cuestas la pobre Amparo era una cruz pequeña, pero   pesada de verdad y de   profundo dolor humano, sobre una desgracia que marcó su vida. Desde cuando yo era un muchacho  tuve conocimiento en Villa de Cura de la llamada "Loca Amparo". De eso hace muchísimo tiempo, sin embargo hoy la traigo a esta columna para evocar el recuerdo  del ayer para que quedara escrita su origen.

Todos los días, menos sábado y domingo,  yo la veía deambular por la calle Blanca (hoy Miranda). Con su andar despacito, sin fatiga, sollozando por la acera, caminando pegada a la pared, igual cuando la tarde agoniza y se resbala la sombra en los atardeceres villacuranos. Entonces era una mujer flacucha, de regular estatura, ya entrada en años.

De Amparo no se sabe cuando llegó al pueblo, tal vez venida de un lugar lejano, quizá de la mano de algún transeúnte o de una estrella caída del cielo. Hay quien dice que era oriunda de San Juan de los Morros..Uno de estos días se me acercó alguien y me dijo que era nativa de Villa de Cura. Creyó ella que refugiarse en este querido rincón aragüeño la hacía feliz.

Amparo era una persona disminuida de la razón, trastornada de la mente, sufría de manifestaciones delirantes, jamás, nunca ejercía violencia contra la propiedad ni las personas. De su mente enfermiza brotaban cosas disparatadas. Le encantaba ver a los niños cuando jugaban al regresar del colegio. Aunque los infantes por su aspecto famélico le huían, quizá por grima, por miedo. En un tiempo le seguía los pasos  un perrito callejero como una mascota que la seguía todo el tiempo lamiéndole el fustán . 

Por lo general estos que llaman "loco" son personajes folclóricos  cuyos pasos se pierden en la vida de los pueblos, con su andar lastimero sin que nadie se apiade de ellos, derrotados; pero en resumidas cuentas son constructores  dela historias menuda. Amparo era una mujer de vestir andrajoso, pero siempre andaba cubierta, vestida completa, bien protegido su cuerpo, jamás buscó coger carretera o refugiarse en parajes retirados. No daba muestras de ser loca.. creo en lo que decía un poeta "Era una mujer enamorada del amor". Se quedaba mirando a las personas en la calle y dibujaba una sonrisa triste de larga penumbra.. Hubo un día que alguien puso sobre su cabellera desbaratada un sombrerito de fieltro que se lo tumbaba el viento, o envuelta en una bufanda que se colocaba sobre la cabeza en forma de velo, tal vez emulando a las señoras que pasaban para la Iglesia del pueblo..

De los días cuando era joven y buena moza le quedó un par de aretes cobrizos que le colgaban del pabellón de las orejas. Siempre vestía un largo camisón de crehuela unicolor (rosado o negro) que le llegaba hasta los tobillos, mugriento e impregnado de mal olor. Algunas mechas de su pelo cano y descuidado le caían al lado izquierdo de su frente. Las señoras que salían para misa le regalaban flores naturales que ella colocaba sobre su pelo y disfrutaba de su color y perfume.

Amparo mostraba una extraña fantasía. Sobre su lado izquierdo sostenía una figura hecha de trapos envuelto en una cobija que abrigaba y arrullaba como una madre apegada a su único hijo, y hasta le tarareaba canciones de cuna. Sobra tiempo para entender que el destino la convirtió en  una mujer desamparada como un ave errante, pero lo cierto es que no aguantaba lluvia, ni sol, ni soportaba las tardes villacuranas visitadas por ventoleras.



Amparo. cuadro del reconocido artista villlacurano Fernando Olivo

Se refugiaba para descansar detrás del ante-portón de los caserones de zaguán de la gente más acomodada, con su doble portón siempre abierto a los rayos del  sol y a la brisa. Frecuentaba en tres cuadras el zaguán de casas de familias donde encontraba refugio, aquello era como su tabla de salvación...Cuando la mañana se hacía clara entonces ganaba de nuevo la calle.

En una mano sostenía un pocillo de peltre y un pedazo de totuma que usaba como cuchara,. alargaba la mano y lo entregaba a través de una ventanilla  del ante-portón en las casas  donde se había ganado la confianza, el cual le era devuelto por la dueña con una ración de comida. Muchas veces la gente de bien le regalaba vestidos de medio uso y zapatillas de tacones altos.

Hablaba despacito consigo mismo, con un gemir lastimero como si sus palabras le salieran del alma,  de cosas que le vinieran a su mente enfermiza. De algo grave que le había ocurrido a su vida, tal vez sobre el sueño de un amor pasajero como el de los marineros y de un beso que no se repitió. No le faltaba bailando entre sus dedos un tocón de lápiz de grafito, o un trozo de tiza blanca con el cual dibujaba figuritas y colocaba mensajes indescifrables en las paredes, como trazando el hilo de su vida, inventando palabras que pareciera que le alegraban el corazón.  De repente buscaba trazar el rostro de aquel amor que lastimó su existencia.

Por años, Amparo fue burla de algunas personas mayores y de muchachos realengos que, seguramente, ignoraban su tragedia, sus fragilidades y sufrimientos. Como las hojas secas que se desprenden de los arboles en otoño así era su vida.

Se contaba en casa de quien escribe, en conversaciones de personas mayores, que la pérdida parcial de su mente se debió a un desengaño amoroso, cuyo sufrimiento fue progresando cuando le fue arrancado de sus brazos su primer y único hijo producto de su inicio conyugal, cayendo en un mutismo y un desconsuelo interminable que le hicieron perder parcialmente la razón y por supuesto las alegrías, suficiente para que le fuera agregado el cognomento de "loca". 

Así anduvo en un ir y venir, mañanas y tardes en las décadas 50 y 60, por dos céntricas calles de  Villa de Cura,  (calles Miranda y  Bolívar) arrastrando su tragedia, pernoctando en zaguanes, reposando y durmiendo sobre pisos frescos de cerámica, hasta que el tiempo la convirtió en anciana.

Su cuerpo de tanto andar se fue volviendo enflaquecido y pesaroso,  ya casi no veía ni oía, hasta que un día de claro amanecer villacurano, sin ninguna compañía, se fue quedando dormida en los brazos de la muerte. Eso  fue en el albergue de ancianos del Hospital Santo Domingo de las Hermanas Catequistas de Lourdes.

Según contaba mi mamá, no hubo honras fúnebres,  lágrimas,  ni redobles de campanas; solo rezos breves de las hermanitas de la caridad. Su cuerpo fue puesto en un cajón y conducido en el hombro por un solo  hombre corpulento hasta el cementerio de la calle Comercio. El celador del camposanto plantó sobre la pila de aquella tierra generosa un ladrillo con un solo nombre: "AMPARO". Yo francamente soy de los piensa algo distinto, Amparo no era loca de remate, fue uno de esos personajes que dejaron huella identificadora y que seguramente se ganó el cielo. Que su alma descanse en paz.




            Oscar Carrasquel, La Villa de San Luis, septiembre de 2017



Reintero :Ilustración de mi estimado amigo Fernando Olivo, artista plástico villacurano. 
 Fernando, quiera Dios que nos sigas entreteniendo con tu arte y tu espíritu de bondad.

¿QUIÉN EN VILLA DE CURA NO SE ACUERDA DE GREGORIO GARCÍA EL CHICHERO?

      


Don Gregorio García. La foto es cortesía de su hijo Félix García “El Chino Félix”


 Por Oscar Carrasquel


                                                                                                    
¿Quién de los que fueron niños, adolescentes, y mayores de edad en la quinta y sexta década del siglo XX no conoció en Villa de Cura a don Gregorio García “El Chichero”?... Llegó desde el estado Lara a deleitar a varias generaciones de villacuranos, dueño una chicha con una característica muy especial.. Con la chicha de don Gregorio soñábamos todos. Un vaso grande de cartón servido salía por medio (0.25); refrescaba, energizaba y daba valor todo un día al cuerpo y al espíritu. El sueño de cada niño pobre en esos días era cómo conseguir "medio", para deleitarse con una chicha. 

Gregorio García no solo ofrecía en la calle la típica bebida refrescante, sino que inventó la formula casera más espectacular para prepararla..Mucho se dijo que era tan maravillosa su chicha como la del maracayero don Félix Pacheco, la cual  se convirtió en una especie de leyenda. Capitulo aparte tenemos de otro famoso chichero en La Villa que se llamó don  Tomás García.
 
La elaboración de la "Chicha de Gregorio" abarcaba muchos detalles, fue cocinada en leña que le daba mejor sabor. El arroz y los aditivos era cosa primordial, y lo otro era la leche pasteurizada envasada en cartón. Era normal observar sobre  el carrito la muestra de los envases vacíos de leche "Táchira" y "Silsa" para que el público no dudara. Me contaron que la señora Carmen Rodríguez, su compañera de vida y una excelente cocinera le colaboraba en la preparación de la mezcla.Su chicha elaborada con crema de arroz era pura, no le gustaba combinarla con ajonjolí ni con otros frutos.

Gregorio El Chichero solía salir bien temprano de su casa  pedaleando un triciclo que parecía un montacargas con un cajón en la parte delantera.. En su interior llevaba  dos latas donde venía la manteca "Los Tres Cochinitos" y una olla de aluminio con tapa metálica llena del producto. Se estacionaba a la salida del colegio Arístides Rojas. Transitaba con su carro las principales calles de La Villa, se paraba en una de nuestras esquinas pero su estación favorita era frente a la plaza Miranda, por allí cerca de la llamada ARC o terminal de autobuses de la Línea Demócrata. Al frente de su carrito en un visible letrerito se leía: “CHICHA HELADA SIEMPRE IGUAL”…Bien pulcro al vestir. La espesa mezcla la batía firmemente con un cucharón de aluminio que hundía en la olla para servirla con  hielo pulverizado..

Para quien no lo sabe, don Gregorio  García era oriundo de la bella población de Duaca, municipio Crespo del Estado Lara. Se trasladó en la mocedad a Villa de Cura en la tercera década del siglo pasado y jamás regresó a su lugar de origen. En esa época circulaban pocos automóviles en la población, no había tarantines de buhoneros en las vías principales y era una hazaña encontrar una motocicleta por sus calles. La Villa contaba con su emblemática y hermosa sabana donde se practicaba béisbol. Hasta allá en los desafíos de pelota beisbol llegaba los domingos la chicha de don Gregorio. En este terruño aragüeño .formó y levantó a dos familias, toda su vida fue trabajar como un  buey..

Gregorio García, nuestro tradicional y recordado chichero fue un hombre lleno de coraje, una cátedra de fino humor, conversador, refranero, mamador de gallo, aficionado a la pesca y a los gallos, pero al mismo tiempo de carácter recio. Lo más importante es que fue un hombre carismático que  se granjeó el cariño y afecto de muchas familias villacuranas.

Cuánto diéramos hoy en día por volver a saborear su chicha y escuchar su grito guerrero en las horas de reposo meridiano?  Era una fija a la hora cuando todas las familias estaban disfrutando del "Show de las 12", por Radio Caracas TV con Víctor Saume como presentador. La gente dejaba los que estaba haciendo y salía de sus casas en carrera en busca del chichero que rompía el silencio de mediodía con el siguiente pregón. 

                                                                ¡Chicha Helada…Helada la chichaaaa!

El carrito tenía una campanilla que la hacía sonar como un despertador. Cuando le conocimos era un hombre que apenas frisaba los cuarenta años de edad. Siempre calzaba zapatos negros tipo mocasín, muy bien arreglado al vestir, con una bata blanca pulcra y grandes bolsillos a la altura de la cintura. Muchas veces lo vimos en camisa manga corta. Jamás usaba gorro para la cabeza, siempre cargaba un fino sombrero Borsalino ala ancha, de esos que utiliza el llanero. Los villacuranos de su época fueron testigos de su optimismo y la pasión por su trabajo refrescando a tantas almas.

En torno al personaje surgieron en aquellos días muchas peripecias y anécdotas. Una de las cosas que  más atormentaba a este hombre es que lo llamaran “chichero". .Lo rechazaba con una expresión muy criolla Había que decirle simplemente Gregorio. Y es que don  Gregorio gozaba defendiendo la dignidad de su humilde trabajo..Nunca salía sin una pulida vera encabuyada. "Porsiacaso" como dicen en El Tocuyo". "Meneco" era el apodo de Natividad Bermúdez que sabía que le disgustaba que lo llamaran "chichero" y por esa mamadera de gallo tenían sus encontronazos. 

Yo creo que  existe mucha gente de nuestra generación que sería capaz de pagar la cantidad que sea por volver a saborear una deliciosa chicha de antes..Todavía nos acordamos de la legendaria chicha de Gregorio García, la cual no se ha perdido del todo del gusto popular, aún permanece en la memoria  del villacurano de antaño. No había algo mas refrescante que una chicha de Gregorio.

Gregorio García enfermó, se nos fue yendo lentamente. Solo la muerte pudo interrumpir su alegre  transitar por la vida.  El 13 de enero de 2001 a la la edad de 86 años dejó de latir el corazón de este gran larense de ojos pardos y achinados en su casa de habitación en el callejón 3 del barrio El Rincón, al norte de la ciudad; entre un montón de refranes escritos en las paredes, y de aves disecadas que coleccionaba, además una jaula con pájaros en cautiverio que silenciaron su canto. Su osamenta descansa en el viejo cementerio municipal de la calle Comercio de  Villa de Cura. Paz a su alma.


Oscar Carrasquel. La Villa de San Luís, marzo 2015

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domingo, 27 de marzo de 2022

CONOZCA AL PARQUE DE RECREACION DIRIGIDA NIÑO SIMON, LO QUE ERA ANTES

 

                                        Profesor Pablo Ponce,encargado de dirigir el Parque

Por Oscar Carrasquel


Remachando  lo manifestado por mucha gente que nos habla en la calle sobre estos particulares, en especial  la juventud de ayer; un tanto descuidado, (cerrado indefinidamente)  se encuentra el parque que en los tiempos actuales se denomina "Parque Niño Simón", colindante con la plaza Bolívar de Villa de Cura, pero que en otras décadas se llamó "Parque de Recreación Dirigida", bajo subordinación del Consejo Venezolano del Niño CVN, instituto autónomo, cambiado en un tiempo por Instituto Nacional del Menor INAM. No venimos a establecer opiniones... En todo caso recalcar y recordar que por estas instalaciones han pasado diversos directores  que según a las circunstancias  han puesto su empeño en elevar las  condiciones de este parque..

En este sentido venimos a evocar la personalidad del profesor Pablo Ponce, quien fue director desde el 19 de marzo de 1975 hasta 1998. Pablo Augusto Ponce Nieves,  oriundo de la ciudad de Caracas dónde nació el 01 de septiembre de 1940.. Estaba establecido en San Fernando de Apure dónde desempeñaba el cargo de director del parque del CVN, consiguió cambio y fue designado a esta Villa de Cura como director  del susodicho centro deportivo y educativo de La Villa. Llegó  colmado de proyectos y elevadas aspiraciones.

El recorrido que hacemos de su actuación es por la labor que le tocó realizar en el  cuidado y uso de aquellas instalaciones. Empezaremos por decir que estaba abierto todos los días de la semana. En el salón principal y la planta alta se fomentaba la educación, un área donde se enseñaba corte y costura y otros oficios a los representantes. Y para  los niños juegos  recreativos y didácticos, además de la diversidad de canchas para ejercicios y práctica de deportes de varias especialidades, y una moderna piscina estructural  de agua limpia y tratada, apta para dar clases diarias de natación a los niños dependiendo de su nivel escolar. También se les proporcionaba a los alumnos de las escuelas clases de cuatro y otros instrumentos musicales, canto, danza y teatro infantil. La gimnasia era de suma obligatoriedad.

Entre las más importantes actividades  que realizó el profesor Ponce fue la  estructuración  del grupo folclórico "FANTASÍA" creado por el profesor Marcos Montesinos y la profesora Haidee Matos. Fundó la Banda Seca  y la Banda Show para animar los desfiles de las escuelas, difundiendo el folclore nacional. Casi todos los instrumentos eran producto de donaciones. Quizás en el año 2023 le hubiera cantado una serenata a Villa de Cura  la ciudad de los tres siglos. Sin duda alguna el profesor Pablo Ponce desarrolló un trabajo de ojo clínico porque se conocía todos los campos de su vocación pedagógica, con lo cual en aquella época logró distinguir la institución a nivel  deportivo y artístico en varias ciudades.

Diligente en las actividades deportivas como voleibol,  basquetbol, futbolito, natación, yudo; pingpong  y ajedrez; títeres,  obras de teatro . Con la colaboración  de los instructores de la época profesores Óscar Parra Díaz, Marcos Montesinos y Mario Toledo.  Compartió con  la Universidad Ezequiel Zamora actividades folclóricas relativas a los Diablos Danzantes de Yare y aquí se elaboraban las máscaras. 

Ahora bien, también se rodeó de un grupo de personas con excelente disposición conectados con el parque, entre ellos la maestra Rosa Melita de Cartaya, las hermanas Gilda y Elizabeth Carrasquel; siguen las Maceros Flores, la hermanas Varganciano, Yakeline Alvarado Weffer, los Chachaguarán Karim,  los Mendoza, los Villegas, los Ortiz, Yudith Gutiérrez, los Oliver Raffeca; los Rengifo; Diana Tabares; familia Corrales, los Alaimo, Carmen Elena Matos, los Martínez Flores, los Guevara,  los Vilera, familia Pérez García y muchas .más que escapan de la memoria. A sus alumnos les enseñó el sentido de la disciplina y la rigidez a la hora de entrada y salida a clases, y puntualidad cuando había que tomar el autobús para alguna gira. Fue un hombre que se desvivía por enseñar, muy estricto en el orden y el buen mantenimiento del edificio y de las instalaciones de este centro deportivo y cultural, incluyendo su zona verde y la arboleda donde se veía el volar de loros y guacamayas. Abierto su puerta de entrada todos .los días de la semana y a toda hora diurna,  

El profesor Ponce ya no está entre nosotros pero quedó adentrado en el sentimiento de la mayoría. Muchas veces nos ofreció su trato cordial de mano amiga, un hombre bien preparado, le gustaba leer y dialogar. El profesor Pablo Ponce sintió una gran querencia por Villa de Cura dónde vivía con  familiares en uno de sus extremos. Falleció producto de un arrollamiento en la calma de un atardecer del 5 de abril de 2013, en la subida de Los Colorados vía San Francisco de Asís. Sus restos reposan en el cementerio municipal. Que en paz descanse Maestro... En Villa de Cura se  le sigue recordando



Alguna gente  se ha dirigido a nosotros preguntando ¿qué pasa con el Parque un ícono sentimental del villacurano? Que va para más de un mes teóricamente cerrado y sin ninguna actividad de bailoterapia caminatas y otros deportes. Obviamente la pregunta se queda sin repuesta. Tal vez nuestro fraternal amigo profesor Toni Colmenares, con su amabilidad característica, al frente  de la actividad cultural y deportiva del municipio, sea quien pueda ofrecer una repuesta a esa inquietud. 

.Oscar  Carrasquel. La Villa de San Luis, Tricentenaria

 colabora en este trabajo  la profesora Haidee Matos

Fotos familiar por gestión de Ramón Alfredo Corniel.








sábado, 26 de marzo de 2022

EL PAVO FRANK HERNANDEZ EL MÁS UNIVERSAL MÚSICO VILLACURANO DE UNA ÉPOCA

 



Francisco Antonio Hernández Valarino o El pavo Frank Hernández. Foto tomada del facebook de Acosalsa


Por Oscar Carrasquel


En una hondonada  rodeada de una arboleda de samanes, a la orilla de una quebrada llamada “Curita”, en una pequeña vaquera donde criaba bestias de potrero su padre Francisco Hernández Monroe, ·"cacharro", discurrieron los primeros años de vida de Francisco Antonio  Hernández  Valaríno.  El mismo que después de haber transitado muchos caminos fue conocido en el universo musical venezolano y extranjero, con el nombre de El Pavo Frank Hernández. Es la  historia que voy a contar de este villacurano.
Vino al mundo el 26 de septiembre de 1934. Hubo de ser el alumbramiento, según dato que nos fueron aportados, en una modesta casa situada en el cruce de la calle doctor Rangel con Miranda, frente a la casona de la familia Carvallo en Villa de Cura, la cual habitó siempre el grupo familiar. Fue su madre la señora  Alec Valarino de Hernández, persona de buena educación, natural de Caracas, de origen español de remota antigüedad.
Como suele suceder  muchas veces, en la intimidad familiar, en su casa se le redujo el nombre completo para llamarlo con uno más corto: Frank Hernández... Catire, el pelo abundante, bien cuidada su  estampa, muy activo. No era un muchacho de esos revoltosos; lo que si me cuenta el músico jubilado Rafael Almeida “Petit”, bajista, es que ya a los ocho años, por el portón de su casa, lo podía observar dándole cachetadas a una perola lechera, apretadas en las piernas como si fuera un bongó..
Como es sabido, con el transcurrir de las décadas perteneció este villacurano a la historiografía musical venezolana salsera de la segunda mitad del siglo xx. Fue músico reconocido en Venezuela, en Norteamérica, algunos países hispanoamericanos y en Europa, como uno de los reyes ejecutando la batería y los timbales.
Cuando todavía  era un niño, su padre que era un hombre de oficina se traslada a Caracas empleado por la firma “El Almacén Americano”, ubicado en la esquina de Sociedad, empresa distribuidora de automóviles nuevos, fundada por el empresario estadounidense William Henry Phelps. En la misma firma estaba trabajando otro villacurano que  hizo historia como pionero de la radio y el cine llamado Edgar J. Anzola.
En una Caracas de oportunidades  don Francisco Hernández, el padre, se granjea su modo  de vida, fijó su residencia  de Bucare a Carmen número 168, Urbanización  Quinta Crespo, Parroquia Santa Teresa. Ninguno en su casa jamás  se imaginó donde irían a parar las cosas con su hijo Frank. Atrás quedó el recuerdo de aquel pueblo  villacurano, sano, apacible  de sus correrías infantiles..
Muy aprovechado el joven, muy dado y apegado a sus estudios de Dibujo Técnico y Topografía que comenzaba a cursar en Caracas. Se volcó a conocer la gran ciudad, pero la verdad es que otra era la historia que le aguardaba el  destino....Inmediatamente  dio muestra por la música .Con apenas 12 años de edad inicia  sus estudios de percusión con el maestro  Germán Suárez, quien lo ayudó mucho en sus inicios. 
Cuando no estaba en la Academia Técnica de Topografía, esperaba que comenzara la música en vivo en las emisoras de radio  y se  lanzaba  a Radio Caracas 750 AM en El Paraíso, donde se presentaba todas las tardes la orquesta de Luis Alfonzo Larraín. El muchacho empezaba a dar vueltas entre los músicos  hasta que se hizo conocer por todos los músicos. .En este ambiente fue prácticamente su formación musical, no podía sacarse aquello de la cabeza. 
De esta manera se ganó el aprecio de los músicos de la orquesta de Luís Alfonzo, a quienes le formulaba miles de preguntas,y recibía sus consejos, aquello fue más que una escuela.  Aprovechaba para agarrar los timbales y sonar los cueros mientras descansaba el baterista de la orquesta. Tan pronto tuvo la edad necesaria, fue integrante apreciado en esta  banda caraqueña de renombre.
Cuando contaba  18 años fue la orquesta del saxofonista Manuel Ramos  que se interesa  donde estuvo varios años.  En 1953 el joven timbalero es contratado por el Maestro Aldemaro Romero que se lo lleva a trabajar en su agrupación hasta que decide abolir la orquesta.
Luego de aquella ruptura  consigue tocar  en la orquesta  del pianista y compositor  Jesús “Chucho” Sanoja, que tuvo entre sus  cantantes a Nelson Pinedo, Víctor Piñero, Víctor Pérez, Alci Sánchez, Paula Bellini y Kiko Mendive, entre otros.
Lo del sobrenombre de “Pavo”,  de cuyo apelativo  no pudo desprenderse nunca, se lo contó a través de una de sus tantas anécdotas a la periodista Lil Rodríguez, en una entrevista consignada en las páginas del  diario Últimas Noticias el año 2002.

-- La cosa es que como yo  era el más joven de la camada los músicos me decían… mira pavito…ven acá pavito… otros me pedían…toca tal cosa pavito. Con el pasar del tiempo el pavito se convirtió en "pavo" y así me quedé para siempre.

El Pavo Frank, consigue permiso de su padre para trasladarse a Santo Domingo en compañía de los hermanos Héctor y Sócrates De León, músicos que había conocido con Aldemaro Romero, allá en la capital dominicana el grupo monta su orquesta.
Un año después  regresa a Caracas firma contrato con la orquesta cubana del maestro Armando Orefiche, cuya agrupación musical fue contratada para la inauguración y la elección de la reina de Carnaval  en el Hotel Tamanaco en época de Pérez Jiménez.
En el año 1958  viene a ser tiempo propicio para buscar moldear su futuro. Decide trasladarse a Estados Unidos con la finalidad de perfeccionar y especializarse en  el dominio con la batería.
“El Pavo” Frank en New York  conoce y posteriormente logra tocar con la orquesta de Tito Puente “El rey del timbal”. Ya contando con una sólida formación en esta banda  va a compartir escenario con Dámaso Pérez Prado, “El rey del Mambo”; con  la orquesta del cantante y compositor  Machito Ponce; con la orquesta de Armando “Chick” Corea, mejor conocido como el tecladista del jazz fusión; también con el salsero  Natividad Martínez “Naty”, el rey de la flauta mágica.
Todo esto le valió entonces la contratación  con la famosa orquesta del cubano Ramón “Mongo” Santamaría, quien fue una de las primeras figuras del jazz latino. En Puerto Rico trabaja con la famosa banda salsera de Cesar Concepción. Ya alcanzado ese superior rango va a participar como timbalero de la orquesta cubana de Mario y sus Diamantes
Ciertamente ya estaba cansado de estar fuera de su terruño, fue en 1964 cuando decide atender  un nuevo llamado que le hizo desde Caracas el maestro Aldemaro Romero, quien lo coloca como músico de planta en el recién inaugurado canal 8 de Venezolana de Televisión.
Posteriormente en 1968  pasa a integrar la nueva orquesta de Aldemaro Romero, quien recién había creado el nuevo ritmo  "Onda Nueva", una combinación de Jazz y Bosanova instrumental que causó un gran revuelo en Caracas. Además de las presentaciones en Venezuela,  viaja con Aldemaro a Francia, Suecia, Holanda y  luego realiza una gira por varios países del Caribe. Dicen las cronistas de la farándula que Aldemaro Romero sentía una admiración muy especial por el Pavo Frank, por su desempeño maravilloso en la especialidad de Jazz..
En los años 70, después de regresar de Estados Unidos, el famoso timbalero villacurano de gorrita blanca, se independiza, y bajo contrato con un sello disquero nacional,  graba cinco CD dirigiendo su propia agrupación musical  que se llamó “Frank Hernández el Pavo y su Orquesta”.
.Luego en lo que podría llamarse tiempos de retiro es contratado por la “Orquesta Sinfónica Municipal de Caracas”, donde entra por la puerta grande, toca con este grupo en conciertos sinfónicos en escenarios cerrados y plazas públicas de la Capital..
Y ya para concluir su larga y exitosa carrera, en 1977 fue a parar a una orquesta muy  popular en Caracas llamada “Trabuco Venezolano”, que fue una banda de salsa y jazz latino creada por su amigo, el arreglista y compositor venezolano Alberto Naranjo, la cual reunía a los más destacados músicos de la ciudad de Caracas de aquel tiempo. También participa en la orquesta de concierto "Gran Mariscal de Ayacucho".
Dicen las crónicas caraqueñas de aquella época que la ancianidad y el acorralamiento por las enfermedades nunca le apagaron el ánimo. Su entusiasmo hasta lo último fue titánico y sus presentaciones en TV nunca desmejoraron. Enferma y fallece Francisco Antonio Hernández Valarino, mejor conocido como el Pavo  Frank Hernández  a los 75 años de edad, en  la Caracas que fue su establecimiento definitivo  el 16 de junio de 2009.
Así de esta manera se convirtió en una figura musical y  termina la trayectoria, la vida de este paisano villacurano que encarnó estas virtudes, tan llenas de realizaciones en el mundo de la música popular  de una generación.

Oscar Carrasquel. La Villa de San  Luis, enero 2019


viernes, 25 de marzo de 2022

CUMPLEAÑOS DE LA DRA LISET VARGANCIANO

 



Dedico a  Lizz Estefanía y Yannalizz Valeria, sus hijas

                                                      Texto: Oscar Carrasquel


La casa de los Varganciano en la calle  se viste de música y color de primavera. La doctora Liset Varganciano  está de cumpleaños. Al parecer suman 30+30 caminando ese trayecto braceando sobre la cresta de las olas ... Podría  decir ahora unas cuantas cualidades de esta madre villacurana pero debo ser parco.La conocemos desde que era una niña, tanto a ella como a su familia...A veces se despoja del gorro y la bata blanca y  se le oye cantando aguinaldos en el conjunto gaitero "Las Carruzas" junta a su hermana Yezenia Varganciano que también canta y baila, y otras integrantes, entre ese magnifico grupo la china Sambrano.

Que Dios te depare mucho más tiempo querida amiga.  La vida es un don natural y a pesar de tener la mirada  lejos de los seres queridos, celebrarlo siempre será un viaje maravilloso que te regala el Todopoderoso y no se puede dejar de soñar y desperdiciar; así que auguramos tengas un día de cumpleaños de muchas alegrías.



La Villa de San Luis, 25 de marzo 2022

                              Oscar Carrasquel/ Ramón A. Corniel

UNA SERENATA PARA RADIO ARTESANA EN SU CUMPLEAÑOS

 



Villa de Cura

Estado Aragua

Por Oscar Carrasquel

Vamos  pedirle a Dios de los cielos  que le conceda un permiso al músico Emilio  Arvelo y al gran compositor Luis Cruz, para que nos acompañen es esta alegría de hoy, para que juntos entonemos su canción “Cumpleaños Feliz”  dedicada a esta gentil dama villacurana que lleva por nombre Radio Artesana 105.5 fm, un clarín romancero que está  en el aire todos los días desde La Romana de nuestra amada Villa de Cura tricentenaria. 

Hay que reconocerle merito a su director  Domingo Rafael Mendoza y a Miguel Angel Delgado el musicalizador con su genial equipo de locutores, tan villacuranos como todos nosotros,que con su aporte entusiasta y profesional saben encaminar la emisora por sendas de progreso.  Hoy digo que la gran familia ARTESANA se compone de locutores, operadores de consola, secretarias, reporteros, productores independientes,anunciantes pero también se nutre del publico radio-escucha. 

Adentro  de este cubículo hay gente  que con su trabajo contribuyen a su crecimiento en esta vida de tantos caminos, la radioemisora se va haciendo más grande a pesar de las tormentas, aunque de verdad  falte todavía por hacer. Felicitaciones  familia por este aniversario que se multipliquen más de logros y de éxitos.

La Villa de San Luís,  marzo 2023

martes, 22 de marzo de 2022

AREPITAS.DULCES

 



En la imagen Thais Galavis. Ella es una artista nacida en esta primorosa Villa, una heroína  perturbadora de paladares porque cautiva a la gente con unas sabrosas arepitas amontonadas en una bandeja, Sus arepitas no se parecen a otras, no tardan en salir de un fogón en la mañana y en la tarde. Esta historia tiene más de veinte años. Más que un homenaje quiero resaltar su pasión por el arte culinario. Thais ha visto en el canto una necesidad espiritual y su mayor razón para existir.  Se muda de un género musical a otro. Recrea con música romántica y bailable. El primer conjunto donde participó fue en el Grupo Énfasis. Reina de la balada y de los ritmos tropicales, Ahora canta espléndidamente en los diferentes escenarios para avivar la música llanera, Por sus obras magnificas La Villa de San Luís le debe mucho.Siempre lista para servir a la cultura, el arte y el trabajo..Allá va Galavis con su pregón y su oferta gastronómica. 

         AREPITAS DULCES

                       Oscar Carrasquel

De sueter encarnado 
y pantalón  de bluyin
como  una flor de cayena
con su gorrita deportiva
recorre las calles de la Villa

Sin cansancio, con esmero 
con los claros del alba se pasea 
por las afueras Mercado
los días sábado

Sale como el rey astro 
todas las mañanas
y se retira con el ocaso

La veo pasar  
por la puerta de las casas 
con la sombra de  la tarde.
Llevado años en esa tarea
.
Pueblo arriba y pueblo abajo,
recorre toda La Villa 
portando un canasto en el brazo
cubiertas con un pañuelo 

Camina llena de entusiasmo
por donde los pensamientos 
y sus sueños la dirigen

Lleva una fila de arepas, 
fritas, dulces, de color dorado
como mi abuela las hacía 
Salpicadas con anís

Las arepitas dulces  
recién ahogadas en aceite 
Alineadas, abombadas,
como si fueran infladas

La joven de piel morena 
pone una encantadora sonrisa
junto con ofrecer su venta callejera  

Baja y sube aceras,
mientras va pregonando
como el canto de un pájaro 

No se cansan mis ojos
de mirarla,
Ni sus labios señoriales
pronunciar con amor 
¡Llevo las arepitas dulces!.









HOMENAJE A PERSONAJES POPULARES SUS MEJORES TIEMPOS

 HOMENAJE A PERSONAJES POPULARES SUS MEJORES TIEMPOS

Foto perteneciente a la colección de Ramón Alfredo Corniel
       

Por Oscar Carrasquel

El núcleo de los llamados personajes populares es una parte importante de la historia de aldeas, pueblos y ciudades. Aquellos hombres y mujeres que fueron cimentándose y dejaron una importante figuración en cada lugar donde vivieron.  La histórica ciudad tricentenaria de La Villa de San Luís de Cura no ha sido la excepción. Ellos contribuyen a saber más sobre la historia corta de nuestro pueblo.

La investigación la realizamos de memoria, igualmente indagando con la narrativa oral de la calle y se confirma con el testimonio fotográfico que nos ofrece  Ramón Alfredo Corniel, En el pasado.los expertos cronistas gráficos de La Villa  fueron  José Girlando y José Seijas, ellos se ocuparon de captarlos para que las nuevas generaciones los conozcan con claridad, Y nosotros nos encargamos de explicar algo de sus vidas y costumbres

Eran asiduos en las calles y por allí aprendimos a tener contacto con ellos, se hicieron populares por su forma de ser, se sembraron en la memoria colectiva,. Se hicieron conocidos por sus muecas y sus apodos, por sus costumbres, pero también por su labor y su arte...De esta forma se sembraron transformándose en un sedimento de la cultura popular..Gran parte aparecen en letras de canciones y grabaciones de artistas nativos. Hay otros que ya tienen su puesto en el cielo y en el Museo de Tradición de la Ciudad "Inocencio Utrera".

"Loco Lindo" En  lugar preponderante colocamos al célebre personaje  “Loco Lindo”,. Ya no está entre nosotros Juan Alayón, el creador del personaje. Hoy tenemos de sustituto a Ramón Alfredo simbolizando al personaje. Ellos no usan máscara como en el teatro griego, sino que andan con el rostro y toda la ropa sucia embadurnados de negro humo arrastrando su perolero por el pavimento.

"Juan Torero". Un hombre que le cantaba  a la vidaLigado al pasado lejano villacurano de mediados del siglo xx, se desempeñó como carpintero, músico de guitarra, parrandero, aficionado a la bebedera.. De sus labios brotaron las mejores canciones.. Imitaba a la perfección el sonido de una tumbadora, de un bongó y de una trompeta. En una oportunidad fue presentado por Amador Bendayan en el programa "Sabado Sensacional" por el canal Venevisión.

   
"Cecilio", un personaje de los años 50, lo llamaban " El loco Cecilio", su vida fue tranquila, se paseaba por la acera salpicado de notas musicales, tarareaba y silbaba preferentemente boleros, siempre alegre con una sonrisa a flor de labios. Se transformaba en peticionario a las familias de la calle Urdaneta que le regalaban un tarro de café, un pedazo de queso y otro de papelón.

"Mapurite" Músico autodidacta, percusionista, cuatrista. Tocaba piano sin haber tenido maestro. Sus canciones alimentaban las pasiones. La mecánica automotriz la aprendió por su cuenta. Muy conocido en sus barrios y el centro de la ciudad. Le pusieron el mote de "mapurite" porque siempre andaba con unas bragas percudidas..No lo van a creer, pero estuvo actuando en cine, pues consiguió un papel en una película sobre "La batalla de La Puerta".

Existió un grupito de personajes muy singular de la década del 50, entre otros, "Tabaquito" "Medio postín", "Braulio", "Monroe", "El llanero", "Mojón de tigre" ,  que hoy recordamos con  nostalgia. Había uno  que tenía nombre de novela, le decían “Amar y Padecer". El gusto de ellos por excelencia, desde la primera luz de la aurora hasta la puesta del sol, era el consumo de ron y la música de rokola . Se ganaban la vida "con el sudor de la frente" todos trabajaban como   caleteros a pulso de los almacenes mayoristas.

"La Sancocho"..Conocedora de la gastronomía culinaria, especialista en la elaboración de sancocho y del menú criollo..Mujer humilde vivió en la calle Guárico. Decidió dedicarse la crianza de perros. En la memoria guardaba el nombre de cada uno de sus ejemplares. Iba por la calle con su bandada de perros detrás. La definición del sobrenombre es porque no le faltaba una lata de "sancocho" en el patio para alimentar y mantener a sus canes.

"Chivita". La historia  de este personaje es igual como la de un lanzador de beisbol.  A veces se enfurecía y se defendía con disparos a 90 millas con piedras que cargaba en una mochila. Todo por la impertinencia de los muchachos en la calle que le largaban en voz alta el sobrenombre: “!Chivita!”..."Chivita", para provocar su cólera y verlo correr detrás de ellos.

"Quetena", ¿Quién no conoce acerca de esta humilde mujer en el barrio La Represa?, amiga del viento y de la lluvia. Respetada y querida en toda la barriada. Es fácil encontrarla haciendo mandados a la bodegas. En la actualidad vive por los lados de “La Tigrera” que es por donde se le ve caminar de manera frecuente.


"Puqui Puqui".  Heredó el sobrenombre de su padre, un hombre útil que manejaba un viejo camión, el cual poseía una bocina de pera super potente sujetada a la cabina.  Dando vueltas por el pueblo en todas las esquinas  hacia sonar su característico mecanismo de "puqui...puqui". Los ponedores de sobrenombre no tardaron en ponerle "puqui puqui"

"El quebradito"..Un personaje muy especial..No recuerdo su nombre. Corto de estatura como un enano. Manejaba un anciano autobús  de la circunvalación urbana, sentado en un taburete para poder alcanzar el volante; algunos estudiantes le jugaban una broma que no le gustaba, le decían "¿donde está el chófer de este bus como que anda a control remoto?", y "El quebradito" no tardaba en  responder la afrenta con esta frase de su inspiración: "!Aquí estoy CDTM!".  


"Nicolasa".  Se trata de la célebre loca Nicolasa, una mujer de picara sonrisa,  poseía una gran simpatía en el barrio La Represa y en la esquina El Taparito.. Por albur tuvo la osadía  de darle  nombre a la “Bodega La Loca” de don Francisco Martínez. La historia acerca de Nicolasa y la bodega la escribimos aparte.

"El loco más Ingenioso" Este otro personaje a quien no le consigo el nombre ni su origen, parece que si tuvo escuela. Me contaron que vive en El Cortijo. Se la pasaba todo el santo día en la esquina del callejón 2 del sector Las Tablitas leyendo en periódicos las noticias de ayer. A veces el sol se le clavaba en la espalda porque andaba sin camisa. De tarde iba a misa a la Iglesia Matriz y asistía a procesiones de santos.

"El pajarero". Acostumbrado a tener bastante jaulas de pájaros de todas las especies en su casa. Poseía ejemplares muy finos para la venta. Se esmeraba por su cuido. En esos tiempos, en las casas de habitación se acostumbraba a tener pájaros en cautiverio para embellecer con su trino los jardines. 

"El loco Pedro". Uno que considero muy especial era Pedro, conocido también como "el loco de la ramita", enamoradizo, apreciado en la comunidad de la calle doctor Urdaneta en donde hacía mandados, un joven caminador, risueño, de pelo enroscado, vivía con su madre en la calle del Ganado, cargaba una varita de retama alzada en su mano que era como un periscopio o una brújula

"Aníbal"  el sentimental  Aníbal recorría las calles, querido en toda la ciudad, aunque vivía en Las Tablitas. Siempre juguetón, tenía ojitos de lucero; bailaba en la calle de brazos cruzados retorciendo su frágil cuerpecito. Lloraba con lágrimas de verdad  acompañando a los entierros sin haber conocido al difunto...Injustamente o por descocimiento la gente le creó el mote de "El loco Aníbal".

"Julián", Su oficio fue muy singular, desde muy pequeño se ganaba los cobres lustrando zapatos, tenía su clientela fija en personas importantes. Cada mañana salía a realizar su trabajo con sus pasos lerdos, asiduo  en la plaza Miranda, de seguidas se trasladaba en horas pico a las oficinas del Concejo Municipal. En la ciudad y particularmente en la calle Comercio diagonal al INCE donde vivió toda su vida se hizo de una gran cantidad de amigos.

"Mario Carbonilla". El andar bien temprano por el centro, te encontrabas con este personaje, instalado debajo de un arbolillo, al lado de una parada cerca de la plaza Bolívar, con una ruma de periódicos nacionales y regionales.Allí encontrabas todos los diarios. Lo entregaba sin necesidad de bajarte del carro.

"Petra La Sastra".  Solamente por el talento de esta humilde mujer a mitad del siglo xx se conoció en el barrio Las Tablitas desempeñando el arte de la sastrería. El profesor Olman Botello, de cercana residencia en la calle Comercio, me contó que confeccionaba de todo para hombre, desde de un slack hasta unos calzoncillos rodilleros..

"Pateturca". Este mítico personaje, por la misión que se le encomendó, fue una celebridad  dejaba impactado a cualquiera con su trabajo. En los años 50 era imprescindible en la puerta del antiguo hospital Santo Domingo regentado por las hermanas Catequistas. Un hombre de piel oscura, alto, musculoso que ponía los pelos de punta. Su labor cotidiana era conducir un ataúd sobre el hombro de menesterosas fallecidos  hasta el cementerio municipal y sepultarlo,  

"Amparo", todavía se oyen sus voces de alma adolorida por una tragedia, jamás agarró carretera, pernoctaba en zaguanes arrastrando su drama psicológico, le obsequiaban ropa y comida en casas de familia sensibles y desprendidas. Recordada por algunos como “La loca Amparo”. De ella no hay foto pero mi amigo el poeta y pintor Fernando Olivo la dibujó idéntica para ilustrar una crónica de quien escribe..

"Correita", ferviente vendedor de periódicos especialmente del vespertino "El Mundo", no había noticia  vespertina, nacional o regional que no la conociera La Villa entera en la voz de Ismael Correa, pregonando a todo trapo los “tubazos” por el largo de la calle, se parecía un locutor de “Noti Rumbos”. Repartía volantes de todos los partidos políticos y también invitaciones para entierros.

"Julio", pequeño de tamaño, flaquito,, yo creo que éste no conoció el pecado, siempre andaba limpiecito calzado de alpargatas caladas. Para  Julito, toda persona que se atravesaba en el área de su camino era su ¡PAPA! ¡PAPA!, y enseguida le pedía la bendición cruzando los brazos. Vivía en el barrio “Las Tablitas”.

 "Quimbanche", A esta dimensión del pasado siglo xx pertenece este gran artista, hacedor de las mas diversas figuras en cerámica en forma de alcancía, para salir a vender en las calles...Detrás del personaje quedó una singular historia aferrada a cada paisaje y evocarlo alegran el corazón..

"Juan del Pueblo". Hombre de sonrisa amplia como la sabana. Caletero a pulso y repartidor de víveres de los almacenes mayoristas.  En los años 50 recorría la puerta de los bares, especialmente los fines de semana. El terror para los que se sabía oficialmente que eran "borrachitos" consuetudinarios. Los subía él mismo en una carretilla y limpiaba el pueblo de "borrachitos".Adquirió fama.

"Plomo" Lo han retratado y dibujado a cuerpo entero, de frente y de perfil. Se ha convertido en uno de los personaje más popular de la ciudad tricentenaria. Humilde pero nunca triste. Se pasea por el centro y asiste regularmente a la Iglesia. Actualmente anda con sus sueños prestando sus humor a la humanidad. .Entre chascarrillos le pusieron "Plomo", un sobrenombre corto y fácil de pronunciar acorde con los nuevos tiempos.

"Cachón". Vende actualmente chicha casera y toda clase de alimentos y granjería al pregón y ayuda a su mujer en todo tipo de oficio en la cocina. Con el dinero que obtiene lo primero que hace es comprar el bastimento para la casa..Posee un conocimiento innato sobre la ciudad y lo conoce medio mundo. 

"Casunga" . Su vida transcurre en su pueblo nativo donde se conoce con este familiar apelativo. La madre lo forjó desde pequeño para el trabajo de campo. La música de parranda se le metió en el cuerpo y en alma y ha sifo su eterna compañera.

"Pablito y Borno". Con este doble nombre estuvieron estos dos hermanos encerrados en el sentimiento popular. Se convirtieron en un bastión de la querencia allá en su barrio La Represa, recorriendo sus calles en un gesto de su amor por Baco, el Dios de la música y el vino..

De aquí salieron otros personajes tradicionales cada uno con una historia distinta, pero todo parece que lo borra la neblina del tiempo, entre este numeroso grupo que se conocieron por el sobrenombre están “Sota de basto”, "El Chivo",  "Cuatrofilo""Tirabeque", “Relámpago”, "La Morocha" “Cohetón”, “Nigüín”, “Dólar”, "Oripopo", “Mira poquito” “El Amigo”, "Mamusa", "Ramoncito", "El Niño". Quién no recuerda al cariñoso "Chicho", de origen portugués.

Aun faltan más nombres de personajes y sobrenombres, hubiera deseado mencionarlos a todos. A la mayoría lo que les faltó es humanidad, comprensión y cariño. La crisis económica y la inflación galopante les dio su "matracazo" y los hizo huir de las calles. . Muchos de los que conocimos en el tiempo pasado partieron a la eternidad. Sin buscarlo, compartimos con ellos los sinsabores y alegrías de la vida cotidiana de La Villa de San Luís..

 

Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis, 2022

Fotos de la colección de Ramón Alfredo Corniel. La foto de Juan Torero es propiedad del anticuario del poeta Elio Martínez de Funda Villa

 

 

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