MOROCHO RÍOS ALIAS "COME VIDRIO" EL FAKIR VILLACURANO
Por Oscar Carrasquel
Su lado flaco eran las tradicionales fiestas de San Luis Rey en el mes de agosto en Villa de Cura. Morocho Ríos fue uno de los personajes más curiosos que se conoció de mediados del siglo pasado del gentilicio popular villacurano. Un hombre ingenuo de la vida cotidiana que impacta. Corría la década de los 50 y principios del 60. Eran tiempos cuando el popular Ricardo Flores cargaba en la parrilla de su bicicleta Raleigh un plato tocadiscos, y una ruma de Long Play de música popular, con lo cual ponía a mover el esqueleto en los “picoteos”, llamados también “bailes de arroz”, de fin de semana. Ricardo Flores fue padre del "salsero del barrio" nuestro amigo Hildemaro Flores.
De esos días conocimos a un hombre joven, fiestero, trigueño, retaco, bebedor, cuya figura quedó sembrado para siempre en nuestra memoria. Morocho Ríos se transformó en “Come Vidrio”, como era conocido a quien tratamos en varias oportunidades. No era forastero este otrora personaje, al parecer era nacido en una barriada de alfareros de Villa de Cura, en la Parroquia Las Mercedes. El hombre como si fuera un auténtico faquir se llevaba a la dentadura todo lo que fuera hecho de cristal. Se sabe de personas que se comen una luz en un semáforo; pero que se coma un bombillo fluorescente y un vaso de vidrio jamás. Adquirió ese remoquete porque delante de la mirada de toda la gente que se agolpaban a su alrededor, el hombre agarraba un par de vasos grandes de vidrio y los trituraba en la dentadura, sin producirse ni siquiera un rasguño; y detrás de la peripecia, ingería un vaso lleno de cerveza o cualquier otra bebida. Existió consenso en decir que en apariencia el hombre mascaba vidrio.
El número lo realizaba en cualquier tiempo y lugar, en la plaza Bolívar, en los "bailes de arroz", en la arepera La Única, en El Teide, pero especialmente en el interior de los bares de La Alameda, ante la presencia de un gran número de parroquianos bohemios que como premio le depositaban recompensa en un sombrero de fieltro, y le brindaban las espumosas bien frías pero servidas en vasos de cartón. "Come Vidrio" trabajaba en las fábricas de tejas porque aquello no le alcanzaba.
Si alguno de los lectores lo conoció puede dejarlo en los comentarios. He tenido deseos de conseguir una foto y sus datos genealógicos pero me ha sido imposible..Después, indagando, hojeando por curiosidad unos manuales de anatomía que me habían regalado, pude darme cuenta que las personas que mastican vidrio merecen conmiseración y respeto, sufren de una patología que la ciencia médica denomina Hyalophagia. Hasta se dijo que Ríos, lo hacía al propio estilo circense o había escuchado hablar del famoso Blackaman; también es probable que nuestro personaje sufriera de ese trastorno poco conocido. En La Villa no se sabe de otro caso similar.
Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis, enero 2023
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