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“…Con tus pasos se alejan y nos dejas con un sentimiento de soledad, viejo José Eugenio, te llevas un pedacito de asfalto de estas calles. En esa lucha sin reposo lo has entregado todo...”
Inocencio Adames "Chencho"
EL PADRE
Oscar
Carrasquel
Nos ponemos tristes
Afligidos
Cuando Dios nos muda
De un espacio a otro
De la vida a la muerte
Nunca somos conformes
con esa realidad
El padre se marchó de la vieja casa
como se marchan las hojas de un árbol en otoño.
Caminaste de repente,
como el sol cuando le entrega
su último rayo de luz a la noche.
Se apagó la
trémula luz
bañada en silencio
como una lámpara votiva
que ve un alma morir
No pude superar los kilómetros
Para verter mis lágrimas frías
sobre esa caja de madera
al final de tu vida.
Hoy recuerdo aquella tarde
seguida de la oscuridad de la noche
Se acrecentó mi tormento
de afligido hijo con el corazón deshecho.
Papá, no hay remedio,
En los caminos de la eternidad
La ausencia ya no será más,
Allá avivaremos los sueños.
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