Por
Oscar Carrasquel
Mis ojos se vuelven a
recrear
en el espejo de la tarde
Recordando a don
Pancho Espi
en su bar Zulia o bar La
Cubana
Frente a las ramas de
un samán
Con su voz sonora
-temblorosa-
Sirviendo a los
parroquianos
palos de whiskeys en
el mostrador
Y voces de hombres
jugando
partidas de billar y dominó
en el bar de La Alameda
Las copas chocando en las manos
del larense Teódulo Aguilar
Aquel hombre de vida
bohemia
que parecía un gallo
A veces
la casa de tejas y aleros
se transformaba en tolerante
para los enamorados
Se miraba cruzar por un lado
a la “Negra Inés”,
(muchas veces la vimos)
con su faldón de
campana
olorosa a pachulí
Pasaba el umbral del botiquin
el negro Testamar
dándole puntadas a un sombrero
Por la acera del frente
buscando su mundo divertido
Rufo Archila y Luís Manuel Botello
un par de maestros cortando pelos
Todos con el tiempo
ya caminaron hacia
las estrellas
Todavía viven
en la sumisión de mi recuerdo.
Oscar Carrasquel. La Villa de San Luís/ 2020
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