viernes, 30 de agosto de 2024

DON JUAN VIDAO, UN APELLIDO BASTANTE AMPLÍO


 

La imagen  muestra a don Marcos Vidao,  hijo de don Juan Vidao, fundador del apellido.


                                                Por Oscar Carrasquel

.  

Juan Vidao, el primer Vidao, considerado como fundador del apellido en Villa de Cura en el siglo pasado, había nacido en el Litoral Central, en la Guaira, hoy Estado Vargas;  de tanto rodar como una bola el viento lo empujó hasta acá, debió haber llegado a este estrecho valle villacurano en la tercera década del siglo xx... Acabado de arribar a su nueva querencia sostiene comunicación con la Hna Socorro de Lourdes, el mayor símbolo de religiosidad de esa morada de paz llamado en aquella epoca  Hospital Asilo Santo Domingo. Ayudando cuando la circunstancia lo requería. Así  empezó su acercamiento con la Sociedad  del Santo Sepulcro y con la Peregrinación. 

Este ciudadano formó familia con una dama oriunda de Villa de Cura de nombre Cayetana Reyes. Se residenció  por los lados del sector Aragüita,. ocasionalmente un paradero en donde se degustaba una suculenta sopa servida por doña Cayetana, con ese gusto que solo ella sabía hacer.

Juan Vidao, el viejo roble fue uno de los primeros en establecer una fábrica de escobas de millo en Villa de Cura, posteriormente se hizo botiquinero, fue dueño de un negocio denominado "Brisas de Aragüita" que quedaba a unos  cien metros  de la "Y",  donde había un  "Reloj antiguo"; que daba la hora y cuidaba a los villacuranos. "El Renco Vidao", así le decía todo el mundo, porque cojeaba de una pierna.  El viejo Vidao fue un hombre preocupado y entregado siempre a su familia.

En Juan Vidao fueron pocos los momentos que no se le vio trabajar con esfuerzo.

Con lo claros del día se veía pasar aquel hombre que también  se dedicó a la venta de pollos y gallinas en plumas..  Todos los días se lanzaba a pié  ofreciendo en los barrios gallinas de corral que habían dejado de poner. Es sabido que,  las familias aprovechaban su carne y sus posturas para  suplir las necesidades de proteína. Era muy solicitado.

En los años de la década del 50  se tropezaba uno en la calle con don  Juan Vidao  llevando una especie de garrocha cruzada en el hombro, cargada de punta a punta de gallinas vivas. Pero hay algo bien importante, los huevos los entregaba envueltos en hojas de maíz disecadas, costaba el empaque de dos unidades un real (0.50).  ¡ Llevooo pollos, huevos y gallinas.! Así era su repetido pregón.


Yo me acuerdo que aquel o aquella que le ponía el ojo a una  gallina bien gorda debía pagar un bolívar o tres reales, dependiendo del tamaño corporal del ejemplar. Las llevaba de todo tipo, colorada,  jabada, grifa, negra, piroca.  También ofrecía pollos de buen porte al mismo precio.

Con el tiempo, el apellido se expandió por todos los ámbitos de Villa de Cura. Desde el primero hasta el ultimo Vidao viene de esa macolla.  A su descendencia le quedó orgullosamente el ejemplo de su honradez, de verticalidad ciudadana y amoroso padre de familia. Años más tarde enfermó y se encontró  con el golpetazo de la muerte. Se marchó para siempre  feliz de haber realizado su misión. El nombre de Juan Vidao, el patriarca, aún perdura en la memoria del tiempo. Pareciera que uno no es de donde nace. Aquí en esta noble tierra que le dio tantas alegrías quedaron enterradas sus cenizas para siempre.


Oscar Carrasquel. La Villa de San Luís, Tricentenaria

 

 

 


 

martes, 27 de agosto de 2024

RECORDANDO LAS FIESTAS PATRONALES EN VILLA DE CURA

 

 


                                                 Por Oscar Carrasquel

En décadas del 40-50-60 Villa de Cura era un pueblo muy alegre, divertido. La Villa encabezaba la lista de las mejores fiestas patronales que se realizaban en todo el Estado Aragua, superada solamente por las Ferias y Fiestas de San José en Maracay.. En eso tiempo llegaban  a nuestro pueblo  su la última semana de agosto un caudal de gente de todas partes.

Solía visitar la población en temporada de fiestas a mitad del siglo xx el  "Circo Razore" que instalaba sus carpas con animales salvajes en nuestra pintoresca "sabana" , cuya atracción principal era el célebre Blacamán, el mejor Faquir y domador del mundo. En la Villa fue fundado posteriormente el Circo “Los Hermanos Castro”.

Lo cierto que en festividades patronales llegaba de todo a esta especie de feria popular, tales como carruseles, bazares, carritos chocones, ilusionistas, payasos,  ruleteros, juegos de batea blanco y negro, juegos de ruletas Nos visitaron comerciantes, ganaderos, y hombres de letras, de la eterna bohemia, de expresión poética y artistas teatrales.

Hubo la costumbre que en víspera de agosto  el Concejo Municipal de Zamora designaba la Junta Directiva de las fiestas patronales, y en los primeros días de agosto ya la gente estaba preparada para recibir el programa  de las fiestas. En formato grande, como un periódico,, el cual lo imprimía la Tipografía Miranda, Se contaba siempre con la colaboración del comercio mayorista..

El programa era repartido en medio de una caravana de automóviles  acompañados de músicos del pueblo, bajo la batuta de Germán Cordero tocando desde la platabanda de un camión, con lanzamiento  de cohetes.

En esa época a que nos referimos hubo dos celebracion en un mismo programa, la religiosa y la popular. La imagen de San Luis Rey de Francia era retirada de su nicho y en la noche la sacaban en procesión.  Las viejas campanas coloniales de la torre de la Iglesia Matriz repicaban a rebato llamando a la misa de  tres padres. 

La  programación contempla encuentros de béisbol en el estadio de La Aduana, con encuentros entre el Ayacucho Star de la Villa, versus Universidad  Central, Cartografía Nacional, Valdespino y otros.  

Pongo la mirada retrospectiva en los rumbosos bailes en La Alameda, en el Bar La Gavilana, para aliviar el estrés, y una hilera de quioscos ubicados en la calle Comercio por la acera de Régulo. Allí estaba el  restaurant de don Arístides González, con sus recetas culinarias típicas de la época. En el bar y patio de bolas El Samán se podía adquirir la exquisita parrilla de carne de José Gómez al precio de tres reales el servicio.

Y qué decir de las grandes tardes de toros coleados escenificadas en la Calle Sucre, cerraban con viguetas las bocacalles, y la gente de trepaba de las ventanas. Las damas premiaban  con lazos multicolores las coleadas efectivas. A los toros acudía sin ninguna pompa el presidente del Estado, y el presidente del Concejo Municipal, ocupaban puesto en el templete de la Reina, con la orquesta moliendo pasodobles y música cañonera..

Cómo olvidar todos los días el  paseo musical, a partida de las 5 de madruga, por las principales calles  amenizado por un conjunto, y recordar también las retretas con profusión de fuegos artificiales en la plaza Miranda. Los señores de sombrero ocupaban los bancos de la plaza y los muchachos platicando en la acera.

En aquel tiempo había Bulevar frente al parque del CVN, desfile de la soberana en su trono, escoltada por jinetes y lindas amazonas. Juan Colmenares era  principal animador de esta caravana y de las fiestas.  

La mano estrechando la de tanta gente que llegaba a Villa de Cura de .todos lugares, entrando a comprar a los establecimientos,  talabarterías, alpargaterías, comprando  liquilique hechos por nuestras sastres y costureras. La Casa de Cuadros ofrecía cortes de casimir inglés, perfumería, zapatos Walkover y las mejores marcas en sombreros para el llanero,  Panizza, Cabaliero y Borsalino. 

En la vieja casona de don Dionisio Infante y doña Carlina de Infante con sus patios de trinitaria repleta de coleadores que llevaban sus monturas,  entraban y salían  por el “portón de campo, por calle Urdaneta.

En la antigua calle Guarico estaba la gallera del carupanero don Pío Zapata,  en agosto de realizaban peleas de gallos de feria. Venían cuerdas y galleros de todas partes. Igual en El Gallo Giro en Los Colorados, vía Carrizalito. Villa de Cura contaba con su Plaza de Toros en la calle Guárico, concretamente levantada en la esquina El Taparito.

Ubicado en el propio centro de la comarca el flamante Bar Savery, la primera tasca al estilo europeo, podía parangonarse con las mejores de la capital. Y  los legendarios botiquines  "La Garita" y "El Chorrito",  Carlos Almenar y Rafael Gómez, respectivament, recibían a los coleadores después de la faena. 

A poca distancia de La Calidrat,  el bar-cabaret "La Cita" de ambiente de placeres. en agosto en tiempo de fiesta patronal no cerraba nunca. Recibía meretrices criollas y de otros países latinos que le dieron fama.

En ese tiempo la cosa era al revés, empiezan a llegar a La Villa familias procedentes de otros países buscando una mejor vida.  Aquí le dimos hospitalidad y se arraigaron con nuestra cultura.

Las dulceras de Turmero y Ocumare de la Costa, hacían su agosto, el fotógrafo con una cámara de cajón, y los vendedores de estampas milagrosas, se agrupaban alrededor de la Iglesia y la Gruta Nuestra Señora de Lourdes.

Por la noche del día 25 el baile de gala en el Club Social de la calle Miranda, fueron contratadas las orquestas Billos Caracas Boys, los Melódicos, Megatones de Lucho, alternando con la Orquesta local Siboney. Se trata de un evento social de mucha importancia en el marco de las fiestas patronales. Se alumbraba todo el pueblo con una sola  Planta eléctrica, instalada en la calle Comercio..

Invitado especial a los  salones del Club Social en 1948 fue don Rómulo Gallegos, quien bailó el Alma Llanera con la soberana de las fiestas, señorita Teresita Díaz Dorta, según testimonio del escritor villacurano Omar Gutierrez Hurtado..

El programa de las fiestas patronales contempla ternera para los barrios, donada por el comerciante de ganado don Ramón Hernández y otros  ganaderos. La música popular de nuestras raíces ancestrales, fue  siempre el joropo aragüeño. Recordamos los maratónicos  bailes en La Alameda, cantando Quintín Duarte y Silvino Díaz y Rafaelito Zarramera, además de  otros cantores, acompañados por el arpa de Salvador Rodríguez y Saturno Linero.

Ramón Trujillo desde  Altozano de la Iglesia Matriz, en horas de la noche, lanzaba unos globos de papel al espacio, la gran bola llevaba un mechón encendido en el centro, .presenciado el acto por un gentío en la plaza Miranda.

Cómo no recordar a Víctor "sordo" Criollo,  con un pianito de manilla, amarrado a la cintura, amenizando los bailes en los salones de las casas de cita en La Alameda  Crespo.

El célebre PIRULÍ con su ruleta repartiendo premios en caramelo. Y en La Alameda, Ramón El Lotero con su ruleta de animalitos.

Desde el primer día "El Pajarero", era un hombre que aparecía por la plaza Miranda los días de fiesta patronal, llevaba una jaula abrazada. Se presentaba  con un periquito en el centro de una pequeña jaula. El loro era prestigiador.

Entre 9 y 11 de la mañana competencia  en bicicleta de paseo, recorriendo las calles Bolivar y Miranda , con llegada marcada  en la Plaza Bolívar, frente al viejo hospital doctor José Rangel. 

Aparte de las distracciones, se incrementa la compra-venta de ganado en La Romana,  también se convierte en un espectáculo los corrales de remate "Subasta La Rural", en el sector El Samán. .  

Todo esto nunca se olvida lo acontecido en el pasado reciente. Lidiando con el recurso de la memoria hemos refrescando unas cuantas décadas de nuestra historia.

 Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis, Tricentenaria

El corrector fotográfico   Ramón Alfredo Corniel, tiene problemas con el equipo

 

lunes, 26 de agosto de 2024

DOÑA ELENA VIDAO LÓPEZ NACIÓ PARA SERVIR

 

                                   En la foto doña Elena Vidao, siempre será recordada

                                          Por  Oscar Carrasquel

No es fácil reconocer que nada en la vida es eterno. Se entiende y acepta por la fe que profesamos a Cristo Jesús. Se apaga la fuerza de nuestra energía, cuando no se soporta más el embate de las enfermedades que   recorren nuestro  cuerpo. Y de aquellas que el alma conoce en silencio. 

Ha muerto la señora Elena Vidao López. El 25 de agosto de 2024 en horas de la noche dejó de latir su noble corazón de infinita generosidad. Una  fuente importante de alegría y apoyo de los ancianos que alberga  el hogar del Asilo Santo Domingo de la ciudad de Villa de Cura.

Doña Elena fue un bálsamo de servicio y de bondad con un profundo sentido de cariño que profesaba a los abuelos, que necesitan más del auxilio del Estado y que muchos carecen de atención hasta de sus propios familiares. Doña Elena brindaba gran atención en la alimentación a los ancianos internos.

Se fue al cielo a gozar de la paz y de las maravillas que Dios tiene reservado para las hijos buenos como ella. Como bien lo dice el libro del Eclesiastés,  Todo tiene su tiempo. Todo debajo de los cielos tiene su hora. Tiempo de nacer y tiempo de morir. De un extremo a otro se ensanchan hoy las oraciones por el eterno descanso de su alma, de  parte de aquellos que la amaron de corazón..

Hermana  Elena Vidao, que la tierra le sea leve,  y que su alma viaje con la prisa del viento al Reino de los Cielos.

A través de una amiga Gilda Carrasquel, con jerarquía de madre, hija, tía y Ministro de la Sagrada Comunión, hacemos llegar en esta hora de aflicción, un abrazo de afecto y solidaridad  a sus hijos, nietos, y demás familiares y  amigos.

Oscar Carrasquel. La Villa de San Luís, 26 de agosto 2024

domingo, 25 de agosto de 2024

LA VERDADERA HISTORIA DE FERNANDO MEDINA EL "COME VIDRIO"

 



  Por Oscar Carrasquel

 

La experiencia del tiempo vivido nos indica que todos los sobrenombres tienen su historia, vienen del pueblo, son para hombres y mujeres. A Gibran, el poeta, lo llamaban "el sucio" por su color .. No hay a quien echarle la culpa. De nuestra juventud rememoramos a la figura de “come vidrio”  uno de los personajes más curiosos que conoció aquella Villa de Cura de mediados del siglo pasado. Algunos informantes afirman  que su nombre era Fernando Medina, un hombre ingenuo del pueblo. Para los años 50  tenía cerca de  25 años de edad.

Fernando efectuaba trabajos como ayudante de albañilería y electricista, lógicamente no le permitían que cargara bombillos; oficio al que le dedico la mayor parte de su vida. Cuando estaba libre se olvidaba de la faena  y se entregaba a la sana diversión, cultivaba el hobby por los “bailes de arroz”.

Era mejor conocido con el sobrenombre de “come vidrio” y también le decían “masca vidrio”. Al parecer era nacido entre una legión  de alfareros a orilla del río Tucutunemo, concretamente  vivía en la Parroquia Las Mercedes.

El hombre  se llevaba a la boca  todo lo que fuera de vidrio. Delante de la mirada de todo el mundo se  mascaba  un bombillo fluorescente, una copa de vidrio, un vaso de su uso. En el botiquín de la esquina agarraba un par de vasos bocones  y los trituraba en la dentadura, sin producirse ni un solo rasguño; y detrás ingería un vaso  de cerveza bien helada o cualquier otra bebida. La gente quizá por ingenuidad pensaba que el hombre  comía vidrio.

La acción  la repetía en cualquier sitio, por ejemplo, en los bares de  La Alameda, reunido con un gran número de parroquianos  le servían la  cerveza en vaso de cartón desechable.

Indagando, buscando evidencias, leemos en unos manuales de anatomía, que aquellos seres humanos  que mastican vidrio, ameritan servicio y tratamiento de un especialista, sufren de una enfermedad que la ciencia médica denomina Hyalophagia.

Han pasado varias  décadas y no hay  en la villa  otro caso similar, Quizás Fernando, sin saberlo, sufría de esa patología poco conocida. Poco a poco cayó en la  aflicción de la vejez. Lo cierto es que. lo seguimos recordando afectuosamente por ese  sobrenombre. Este distinguido caballero se fue al cielo sin cicatrices.

 

Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis, Tricentenaria

 

 

sábado, 24 de agosto de 2024

CECILIO GARCÍA UN VILLACURANO EN LA HÍPICA NACIONAL

 

  

Cecilio García Foto tomada del diario El Siglo de Maracay, pasada por el laboratorio de Ramón Alfredo Corniel.


                                                        Por Oscar Carrasquel.

 

La historia de los  hipódromos en  Venezuela comienza con el óvalo de Sabana Grande en la ciudad de Caracas, construido en 1896, inaugurado por el General Antonio Guzmán Blanco. Surgen posteriormente en la capital de la República el Hipódromo El Paraíso por el general Cipriano Castro en 1908. Ahora está La Rinconada que corresponde en tiempos del General Marcos Pérez Jiménez.

Si nos remitimos a la historia, uno de los primeros protagonistas de la hípica en el país fue don Florencio Gómez Núñez, hijo del general Juan Vicente Gómez. En 1925 el general J. V Gómez fue muy entusiasta por las carreras de caballo.

De gran interés por tratarse del primer  jockey que salió de este suelo villacurano fue un joven de extracción humilde, su nombre Cecilio Ramón García Acevedo. 

Del matrimonio de don Cecilio García con doña Carmen Teresa Acevedo de García, nacieron cuatro hembras e igual número  de varones, Cecilio Ramón, Ignacio, Carmen, Juan Bautista, Maritza, Rafael, Yolanda y Reyna García Acevedo. Como es sabido hubo entre ellos la figura del conocido Presbítero Juan Bautista García Acevedo, que fue párroco local y también ofició en la Iglesia Nuestra Señora de Las Mercedes, quien falleció en tiempo reciente.

Cecilio García, como lo llamábamos en aquella Villa de Cura pueblerina, bucólica y bonita.  vino al mundo el 10 de noviembre de 1930. Cursó primaria aquí en su villa. Un joven bajito, de poco peso, parecía un firifirito.  En ese tiempo estaba de moda en los jóvenes los pantalones bota ancha. En su terruño cosechó muchas amistades gracias a su sencillez y empatía. 

Evoco aquellos días cuando Cecilio García pasaba  por la "cuadra larga" muy orondo   conduciendo un auto de los que llaman pepón o “pepiao” . Creo que era un carro marca Osdmobile. En Villa de Cura casó en primera nupcias con la señorita Nélida Bolívar, dilecta hija de don José Bolívar, mejor conocido como "boilivita" familia oriunda de este pequeño valle, radicados primero  en la calle Miranda con Urdaneta y luego en la calle Real (Bolívar)  al lado de la Casa del Santo Sepulcro.

Cecilio García  se  marchó para Caracas, porque había tomado la determinación de inscribirse en la Escuela de Jinetes del Hipódromo El Paraíso, animado por un amigo  vinculado con el ambiente de las carreras de caballo.  Después de completar estudios y cumplir entrenamientos como jinete de caballos pura sangre,  fue matriculado en la promoción de Jockey de 1953, junto con un grupo entre los cuales cabe destacar a Jesús Bolívar, Luis Bolívar, Jesús Ferrer, Miguel Moly, entre otros, los cuales llegaron a montar ejemplares ganadores, tanto en las no válidas del sábado, como en los programas oficiales del domingo válidas para el juego de 5 y 6. 

Cecilio García tuvo un oficio que le deparó satisfacciones.. En 1958 alcanzó su primer triunfo sobre los lomos de la yegua "Nick Danghter"; además arribó a la primera posición en la Copa Leoncio Martínez; otro triunfo fue en el Clásico Ministerio de Agricultura y Cría; y el año siguiente se adjudicó el Clásico Fuerzas Terrestres con la yegua “Manisa” preparada por Millad Ziadie, con la cual también ganó la Copa Joaquín Crespo.  En 1960 se adjudica el clásico INAUGURACIÓN con el campeón “Gradisco”. Ese año terminó entre los primeros cinco jinetes que ocuparon la estadística general.

Después de un largo tiempo,  en 1964   se marchó a Estados Unidos donde empezó como traqueador hasta que llego el ansiado debut,  participó en competencias con estrellas de la fusta del Hipódromo de Hialeah en Miami donde ganó cinco carreras. En Chicago alcanzó ganar 17 competencias que le valieron muchos aplausos de ese público al final de cada competencia triunfadora. Obtuvo algunos triunfos también en los Hipódromos de Nueva York y Chicago.

En 1973 le da término a su carrera como jinete profesional. se hablaba que quería ser preparador de caballos purasangre de carreras. En Valencia estado Carabobo dejó un total de 224 primeros lugares como preparador. Según testimonio aportado por Felipe Larrazábal en ocasiones fungió como Pony Boy o Policía de Pista.

Hubo de transcurrir algún tiempo  para retirarse de forma definitiva, sin embargo siguió siendo una figura muy reconocida en este medio.  Cecilio García. Siempre le llamó la atención venir a su pueblo natal en tiempos de Semana Santa y a disfrutar de los toros coleados en fiesta patronales. 

Su destino final fue descasar en su tierra natal para siempre. Atras quedaron los momentos estelares. Aunque sea difícil admitir los seres humanos se cansan en el exceso de los años, fallece en el  acogedor hogar del Asilo Santo Domingo de Villa de Cura el 16 de julio 2024 a la edad de 93 años, en donde era atendido por las Monjas de la casa hogar.  Se exhumaron sus restos  en el viejo cementerio de la calle Comercio. Le expresamos palabras de condolencia a sus familiares y amigos.

Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis, Tricentenaria

Fuentes

Reyna Josefina Acevedo

Poeta Elio Martínez

Félix Humberto Herrera

Felipe Larrazábal

 

jueves, 22 de agosto de 2024

LA DIMENSIÓN DE ESTEBAN NIEVES PATRIARCA DE UNA DINASTÍA MUSICAL

HA MUERTO UN GRAN AMIGO HERMANO.  Sentí una punzada muy grande en el alma cuando me anunciaron la muerte de un amigo querido, llenando de dolor mi viejo y cansado corazón. Traigo uno de los momentos compartidos que quedó plasmado en letras pero especialmente grabada en  mi mente para siempre, para recordar a este inolvidable ciudadano, Que tú viaje a la eternidad sea acompañada de música. Descansa en paz, compadre..


Por Oscar Carrasquel


Esteban Nieves nació el 13 de febrero de 1938 en Villa de Cura, pueblo cabecera del entonces llamado Distrito Zamora, estado Aragua, Venezuela. A pocos pasos de las faldas del cerro El Vigía quedaba su casa materna, en el barrio Las Tablitas para más señas. Sus inolvidables educadoras de primeros grados fueron las señoritas  Ligia Rodríguez y Priscila Bolívar, maestras  de la Villa de antaño, a quienes se les puede aplicar también el título de humanistas. 
Desde la infancia comenzó a despertarse en él  su amor por la música. Sin embargo nos cuenta que su andar con una guitarra lo  inicia  a los 14 años de edad; fue en una época de Navidad y Año Nuevo que recibió de regalo el instrumento de su padre,  un poeta espontáneo llamado don Pascual Nieves.
Recuerdo la primera vez que  lo vi tocar una guitarra   fue acompañando la voz del tanguero villacurano Antonio Tamiche,  que siempre lo iba a  visitar en su casa. A menudo  los veía por el patio como unas garzas gemelas

.Nosotros vivíamos al lado  y por entre una empalizada de alambre   lograba verlos cuando  se sentaban a ensayar bajo de la sombra de una mata de Guácimo. Debió ser por ahí a comienzos de la década del 50. Aquella vecindad nos sirvió de vena comunicante y una invaluable amistad que fue creciendo con el tiempo y hasta yo fui el padrino de bautizo Mariela.

Como conocedor del barrio Las Tablitas, muchas veces anduvo por sus calles en las noches tranquilas alumbradas de la raquítica luz de los postes del alumbrado público,    acompañando con su lira a otros cantantes, tales como Juan Nieves, Vinicio Jaén, Eladio Lovera, Pedro Ezequiel González, José Chacín “Gardelito”, Andrés Almeida, Agustín Ascanio, José Ángel Fagúndez, Teobaldo Parra y otros juglares. 

Esteban no faltaba a las interminables tenidas de nuestra Peña Morgado, amigo de celebraciones, o de repente dando serenatas a las damas solteras que se asomaban en los postigos de las ventanas  en los barrios de la Villa. Visitaba los sectores de Las Mercedes y Las Tablitas.

Muy bien acompañado también debió sentirse el afamado flautista de la Orquesta Sinfónica de Venezuela don  Ángel Briceño, cuando este joven músico Esteban Nieves,  en muchas ocasiones con su guitarra salía con el maestro a tocar en las  casas que visitaban y tomarse sus traguitos en La Villa, en San Sebastián de los Reyes, San Francisco de Asís y Magdaleno, donde tenían grandes amistades. Pero sus andanzas juntas no tenían límites. La idea era sentirse felices y contentos. 

Barriada vieja y querida de consolidada bohemia  ha sido siempre   Las Tablitas, suelo de hombres y mujeres humildes  y trabajadores que saben labrar la tierra y coser la alpargata, tierra que vio nacer a poetas, músicos y juglares, entre ellos, a su padre el poeta Pascual Nieves... Pascual un poeta popular. Su encuentro con textos  le permitieron la interpretación y conocimiento de leyes. Vino al mundo con  una pluma fuente y una libreta en sus manos, para dibujar con versos,   editó con recursos propios aquellas frescas cartillas de aguinaldo que nos deleitaron en las décadas del 40 y 50, para animar los días Pascuales y de Nochebuena.. Las cartillas de aguinaldo salían a la calle con el valor de una locha.

 Raimunda Esaà de Nieves (1900-1990) fue la mujer que trajo a Esteban al mundo, una abnegada y bregadora matrona muy religiosa, pobre pero de bien, que supo encaminar a sus hijos y con el pasar del tiempo se convirtió en una sombra protectora para sus retoños. Siempre estaba allí en medio de sus ocupaciones, cocinando, pensativa, bordando, ya agachadita por el tiempo.

Desde pequeña fue de las primeras peregrinas de la cofradía, inmediatamente después de su creación por el Padre Jiménez y la madre superiora Enriqueta de Lourdes. Fue toda su vida rezandera de rosarios en rituales fúnebres, cantaba y rezaba en velorios de la Cruz de mayo y adoctrinaba a los niños y niñas para que aprendieran el catecismo y se formaran para la Primera Comunión. Aficionada a la repostería,  doña Raimunda fabricó el típico rúscano o aliado más prestigioso de toda La Villa en aquellos tiempos.

Avanzando en esta conversa me vino claro  a la memoria el nombre de un noble cantante a quien se le puede endilgar el título de cantor popular, se trata de su hermano Adrián Nieves Esáa; consecuente bohemio y excelente amigo, dueño de un variado y nutrido repertorio musical, entonaba temas de diversos estilos: boleros, tangos, pasodobles, joropos, merengues y guasas. Cantaba  con una voz nasal pero  cristalina. Se  contaron  en la familia Nieves Esáa un total de cinco  hermanos,  dos hembras y tres varones, de los cuales  gracias a Dios quedan Celestina Nieves Esáa y Esteban Nieves Esáa.

Hay quien dice –por ligereza  que el amor de Esteban Nieves por la música solo era un   hobby para identificarse en la barra de una cantina, para dar una serenata y para jugar una partida de dominó con sus amigos y vaciar unas cuantas botellitas de cerveza. Pero no. Aquello era solo un decir.

 “Los Tablisónicos”, así se llamó el primer conjunto musical que formó parte Esteban Nieves en el barrio Las Tablitas. Muy reconocido como fuerza musical primigenia en el sector. Estaba integrado por cuatro conocidos músicos: Esteban como director y guitarrista; Raymond Pérez, bongó; Cuzate, maraquero-cantante y Natividad Jaspe, marimba. Salta a la palestra este grupo amenizando fiestas bailables de cumpleaños y reuniones familiares en toda Villa de Cura. 

--"Funcionaba  este conjunto y  realizábamos los ensayos -dice Esteban- en la casa de familia de Pedro Juan López, en nuestro barrio Las Tablitas".

Poco a poco, Esteban iba tomando impulso y descubriendo los escalones de su progreso, actuando en veladas,  en sitios públicos y reuniones sociales, hasta que promueve y funda el conjunto “Voces y Cuerdas de Villa de Cura”, el cual integraron Carlos Parra, guitarrista; Orlando Nieves, bajista; César Nieves, cuatrista; Raimond Pérez en el bajo; Esteban Nieves, bandolinista y director, con la alternancia de excelentes cantantes como Danny Páez, Andrés Almeida, Freddy Licón, Aurelio Carrasquel y Adrián Nieves. No se perdían una fiesta en pueblos aledaños y reuniones sociales donde eran contratados. El grupo amenizó en parte los actos inaugurales del espectacular escenario del Centro Hispano de Villa de Cura… Me ataja y cuenta el músico:
--"En esa oportunidad alternamos con la Billo’s Caracas Boys, la orquesta Los Melódicos y también con la “Orquesta Elegante” de Colombia que andaba cumpliendo una gira por toda Venezuela". 

Entre sus más importantes presentaciones también se cuentan las giras cumplidas por el conjunto al hoy estado Vargas y la ciudad de Caracas. De manera que estuvieron viajando  todos los sábados durante diez temporadas seguidas, bajo la conducción de su representante y estupenda promotora la joven Belkys Briceño, festejando la bienvenida de turistas extranjeros que arribaban por el terminal marítimo de La Guaira. Igualmente el grupo cumplió presentaciones en el Hotel Tamanaco, situado en Las Mercedes, en el Este de Caracas, alojamiento ideal para artistas y músicos que llegaban de otros países. También les correspondió alegrar con su música las funciones nocturnales, en la  célebre Quinta Anauco en San Bernardino.

--"En una ocasión - cuenta Esteban-entre los asistentes a una de estas presentaciones en la lujosa Quinta Anauco, se encontraba en el público un invitado de lujo el señor Aldemaro Romero. Recuerdo que le interpreté en la guitarra una pieza instrumental de su autoría titulada “Quinta Anauco”; se levantó de su asiento para darme las gracias, entablamos conversación  y mostró sus deseos para que  la repitiera".
Esteban, además de ser ejecutante de la guitarra clásica es también músico del cuatro, requinto, bandola llanera y bandolina y excelso compositor, entre sus sentimientos le brota el gusto por la poesía, una vez se propuso escribir una canción  entre silencios, cantos de chicharra y matas de cují, y le compuso al pueblito de San Francisco de Cara un vals en letra y música, antes que este pueblo quedara sepultado por las aguas de una represa.

Dicha pieza fue objeto de elogiosos comentarios en la farándula. En una oportunidad fue presentado este tema en la voz y guitarra del cantautor villacurano Víctor Parra Rivero, con la cual ocupó el primer lugar en un festival realizado en San Casimiro de Guiripa. Colgado en la pared delantera de su casa se encuentra un diploma con ese testimonio y otros múltiples reconocimientos.
Surgieron más adelante otros temas de su inspiración entre ellas “Caseda”,  una pieza dedicada al pueblo español adonde nació al presbítero Salvador Rodrígo. Otro vals de sentimiento villacurano donde cita y realza a los personajes de la población se titula: “Remembranzas de cantores villacuranos”.
Pero la más emblemática de todas es un tema con letra y música, solemne, dedicado a su pueblo natal, titulada "Villa de Cura"...Dice la letra: "Recuerdo cuando niño jugaba por tus calles...Quisiera Villa de Cura mía/ cantarte hasta que un día me aleje".
  
Escucharla en la voz y guitarra de su autor, emociona;  lo acosa la nostalgia, lo invita a correr como un niño bajo la lluvia y el sol. Constituyó un éxito rotundo, no solo en Venezuela, sino que la grabación recorre a través de las redes sociales parte de Europa y países Latinoamericanos. Contó con el arreglo e interpretación de una orquesta de baile española bajo la dirección de su hijo el maestro Lerman Nieves y la producción de su otro retoño Sergio Nieves...  Y sigue un conjunto de composiciones más.

 Mientras discurría el tiempo  y  se educaban sus hijos. Lerman, Sergio y Orlando, por sus innumerables  cualidades y su talento  ingresan al grupo coral parroquial de Niños Cantores de Villa de Cura, creado y dirigido por la respetable y quijotesca figura del presbítero Salvador Rodrigo.

Por cierto, Esteban en su comienzo fungió de recaudador del grupo coral. Yo lo veía salir a recolectar de casa en casa las contribuciones espontáneas en su carrito Volkswagen, se mantuvo  ayudando y viviendo momentos trascendentales con esta agrupación coral orgullo de Villa de Cura y de Venezuela. Esteban es reconocido como un hombre cabal, de comprobada rectitud y honradez.  Sé que estas virtudes le vienen del fervor materno. En la distancia del tiempo se las observo recordando   las rugosidades de la piel, en los ojos  y  los labios de Doña Raimunda de Nieves.

Esteban Nieves contrajo matrimonio con la villacurana María Eugenia Azuaje de Nieves, “Maruja”.  De esta  unión nacieron: Mariela, Esteban Rodolfo, Orlando, Lerman y Sergio, a los como buen padre cuales les sirvió de guía..

Ya cuando estaba consolidada la unión en la familia (las cosas pasan en un instante)  la implacable muerte le arranca de repente  de los brazos  a su hijo Orlando, dejando una profunda incertidumbre en la familia. De manera que se da perfectamente el pronóstico de aquel poeta que escribió que la madre es “sembradora, mártir y madre”.  

En ese vaivén de la vida surgió entre sus muchachos la idea  de irse de viaje y trabajar al exterior y se fueron a España. Lerman, ya formado como contrabajista, ejecutante de bandolina, bandola llanera y pianista. Al igual que Sergio, saxofonista, junto con el tenor de voz clara y sonora Francisco Flores y  con otros músicos que conocieron allá fundan en Las Islas Canarias el conjunto orquestal denominado “Caracas”. Reconocido por sus presentaciones a través del canal YouTube y otras redes sociales en Internet.

Los muchachos se casaron, procrearon hijos, viajaron ávidos de conquistar el público de otros mundos.  Ya tienen varios años residenciados en San Sebastián y Santa Cruz de Tenerife. Y llegaron los nietos.

Uno de los más nobles y plausibles pasos  de sus hijos fue llevar en unas vacaciones a Esteban y su esposa Maruja para que conocieran y disfrutaran del hermoso  paisaje de aquellos mares  y la vida cotidiana de  las Islas Canarias. Allá aprovecharon de visitar a “Caseda”, el pueblito del padre Salvador y otros lugares de las Islas atlánticas.
Pasear la mirada retrospectiva por la vida de Esteban Nieves es como recordar que siendo un joven de 19  años de edad ingresó a la Estación de Malariología  de Maracay, una dependencia del  Ministerio de Salud y Asistencia Social. Se prepara en metodologías de control ambiental y antiparasitario, enrolado en ese ejército de hombres formados por el investigador trujillano doctor Arnaldo Gabaldón... Entre 1959 y 1960. Gabaldón organizó la  primera campaña para la erradicación del paludismo o malaria en Venezuela,   pesquisando la diversidad de patologías en pueblos abandonados y en aéreas campesinas de difícil acceso.

Don Esteban fue durante  40 años un servidor público con verdadero sentido de heroicidad en beneficio de la salud humana. Había que ver lo que era subir y bajar cerros, bandear quebradas crecidas, caminar sin saber en dónde se iba a comer o pasar la noche, lo importante era poner la vacuna y llevar el medicamento antipalúdico, así como aplicar el dicloro definil (DDT), aunque fuera pasando las de Caín.

En las galeras de San Francisco de Cara y La Dantica, por ejemplo, la cuadrilla tenía primeramente que sondear bien el camino,  porque allí no era nada extraño distinguir un tigre mariposa asoleándose sobre una rama, y por el riesgo de encontrase en  cualquier rastrojo con la  mapanare y cascabel; pero  eso no era ningún impedimento, había que cumplir la misión de buscar  rostros, de día o de noche, sospechosas de haber contraído la enfermedad de  Chagas o  paludismo.

Entonces cabe  preguntarse ¿cuál ha sido la compensación recibida del Estado por tan nobles servicios? Por cierto, hoy todavía no han sonado las alarmas, pero se dice que los pueblos del sur del país se cundieron otra vez de este flagelo por el abandono de este programa.

Esteban Nieves, no solo domina el arte de tocar y componer, sino que es un reconocido Luthierista. Después de un sueño revelador que tuvo toda una noche, la siguiente mañana decidió dedicarse a la tarea de fabricar, reparar y vender instrumentos musicales de cuerda por encargos. Proveedor de cuatros, guitarras, bandola llanera y bandolinas para Aragua y otras partes de Venezuela. 

En una ocasión  recibió en su casa la visita del Cronista de La Victoria doctor Germán Fleitas Núñez, con el propósito  que le fabricara un cuatro y también aprovechó para repararle otros instrumentos de cuerda a este ilustre ciudadano de las letras. Platicaron y la comunicación se ha mantenido invariable.
Nieves, reconoce que su labor de fabricante de instrumentos musicales iba en ascenso pero de repente lo arropó la prolongada crisis económica que sufre el país, y debido  al alto precio de los insumos,  especialmente de la madera,  el negocio dejó de ser rentable.

Hoy, muy a pesar de los embates por las dolencias reumáticas y de la tensión, nunca  doblega su espíritu y su entusiasmo por la música, todavía cree que ser joven no depende de las canas, y lo demuestra  muchas veces cuando despoja de la funda y pone a tono las seis cuerdas de su guitarra marca "Paulino Bernabé" o de un requinto. 
Hoy en día se entregó a vivir escasamente de los recursos  derivados de su jubilación y la pírrica pensión que le paga el Seguro Social, la cual como se sabe , ya no  alcanza para las primordiales necesidades y el sostén de una familia, como establece la Ley del Seguro Social..
No quiero finalizar este trabajo sin dejar constancia de mi agradecimiento y reconocer su amable atención, por haberme abierto de par en par -una vez más- las puertas de su residencia en Villa de Cura, aquí  donde cada amanecer le regala aliento a su espíritu. También a la comadre Maruja , a mi ahijada Mariela. Gracias  a una guitarra que me reconoció, me abrió sus brazos, acudió a recibirme y me despidió con música romántica. Esteban, mi querido compadre me dio información cuantiosa  sin lo cual no hubiese sido posible realizara este trabajo. 
A la casa que habita Esteban, para los que anhelen visitarlo, se llega caminado, marcando varios pasos desde la avenida Aníbal Paradisi buscando la Lisandro Hernández.. En esta casa siempre se comparte una satisfactoria bienvenida y nunca falta una arepa recién salida de un budare y una taza de café caliente. Cierto que no provoca irse.
La conversa fue realizada en marzo de 2017
Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis, Tricentenaria.

 

miércoles, 21 de agosto de 2024

EL PAJARERO EN LAS FIESTAS DE VILLA DE CURA

 

           


En la foto don Juan Díaz,  de Barbacoas,  estado Aragua, padre de  los artistas don Simón Díaz y Joselo Díaz, las veces que debió trabajar como pajarero, lo dice la señora Sara Carucí en una dedicatoria al dorso de la foto. La imágen fue tomada de LA VENEZUELA DE AYER EN FOTOS. Don Juan Díaz vivió sus últimos años con su familia en Villa de Cura, sus cenizas deben de reposar en el viejo cementerio municipal de esta ciudad.EL PERIQUITO MÁGICO  PRESTIDIGITADOR  EN LAS FIESTAS DE VILLA DE CURA.

                                     Por Oscar Carrasquel

 

La huella de las fiestas de antaño no ha sido borrada totalmente de la memoria. Vengo a recordar la historia  de  un personaje simple y sencillo que quedó en el pasado. Aunque venía todos los años merodeando con un espectáculo cargado de ingenuidad, nadie lo llamaba por su nombre propio,   "Pajarero", fue el título conque era conocido..

El hombre aparecía por la Plaza Miranda de paltó y sombrero, se desplazaba junto con un periquito rehén de una pequeña jaula. El lorito según él, era adivinador. Altamente reconocido en la Caracas vieja y hacía escala en diversos centros poblados de la provincia en donde se celebraran fiestas populares.

La pequeña jaula en su parte inferior estaba provista de un portacartas corredizo  donde cargaba una fila de sobrecitos, cada uno con un mensaje distinto. Por lógica, uno en los primeros días de la existencia jugaba con la imaginación.  Cancelaba medio real (0,25) y luego el perico con una señal del pajarero, golpeando dos dedos de la mano derecha, cumplía su misión.

En solo cuestión de segundos, el perico lentamente sacaba alzado en su pico un sobrecito cerrado  con un suave y perfumado papelillo,  colocaba la carta astral en la palma de tu mano; y al abrirlo aparecía una repuesta que dejaba a uno sorprendido, la cual  indicaba un placentero augurio,  un piropo, matrimonio, viajes futuros, predicciones sobre el amor, la salud,  presente y futuro,

El Pajarero seguía su rumbo  entre el gentío de  la plaza y el Altozano de la Iglesia Matriz,.. Buscando gente que confiara en su destreza. Y  se escuchaba  el gorjeo de loro y la  perorata del hombre con la jaula abrazada ¡El periquito mágico!.., ¡Prueba hoy tu suerte!... ¡El periquito mágico!, por tan solo medio.

Hará de  este sencillo historial  70 años, más o menos. Usted amigo lector dirá que no conoció al Pajarero y tiene sobrada razón, no perteneció a aquella generación. A otros los cubrirá la nostalgia. 

Después de pasado tanto tiempo, desempolvando viejas añoranzassupimos que don Juan Díaz (en la foto) era oriundo de Barbacoas, Estado Aragua, Se quedó a vivir  en Villa de Cura en donde fue enterrado.

                    Oscar Carrasquel La Villa de San Luis, Tricentenaria

 

EL BAR DE DON PANCHO

 




 EL BAR DE DON PANCHO

 

       Oscar Carrasquel

 

 
Vengo a cantar como
 jilguero

A la figura de Pancho Espi

Y al sin fin de caminantes

que viven su frenesí 


Con su voz sonora, temblorosa.

Siempre delicado de carácter

sirviendo copas de licor

 

Entre las brumas del recuerdo

En  la misma  cuadra

Rufo Archila y Luis Manuel Botello

Espléndidos barberos

 

La amable Alameda

De prodigiosa primavera

Mujeres al encuentro de su oficio

Se internan en ese paraíso 


Teódulo Aguilar

A la izquierda de la barra

Experto con la guitarra 

Canta milonga como Gardel


La casa de bahareque y tejas 
con su barra y alcoba

Bajo una tenue luz

Un pianito de manivela

dibuja música mabilera


Con la belleza de su encanto  

Pasa de repente la “Negra Inés”

Con su faldón de campana

.

Con la lluvia llega la bohemia 

para un rincón de la cantina 

Es Testamar el apureño

Dandole cepilladas a un sombrero.

metido en sus tragos de ron


Se perciben voces

Muchos Don Juanes
Cruzando el sendero 
 

por donde pasó el amor


Ahora hay jolgorio en el cielo 

hacia las estrellas se fueron

Pero aún viven 
En la sumisión de mi recuerdo.


                  

 

 

 

¿QUÉ SE COMPRABA?

  Foto colección Ramón Alfredo Corniel   ¿QUÉ SE COMPRABA?           Oscar Carrasquel   Utilidades y Vacaciones Estas dos palabrot...