martes, 4 de enero de 2022

DON MATÍAS RODRIGUEZ EMPLEADO PÚBLICO Y EJEMPLAR CIUDADANO

 



Por Oscar Carrasquel

Entre ese desfile de personajes simbólicos que han surgido de esta noble tierra de Villa de Cura,  escarbando las raíces de nuestro pueblo nos encontramos en la memoria con la figura de don Matías Rodríguez, el cual por sus innumerables virtudes humanas  se sembró en el sentimiento y afecto colectivo. Fue de aquellos ciudadanos que tuvieron en suerte vivir una época distinta. Eran aquellos que veíamos en su diario trajinar sin retroceder ni desviar una pizca su camino. Antes de clarear el día ya andaban en la calle buscando que hacer. para enfrentar la vida. Llegar bien temprano y puntualmente a su puesto de trabajo era su norma de su conducta. En la conciencia de cada uno de ellos latía la convicción de que eran legítimos servidores públicos y se debían a su gente. Corría entonces la década de los años cincuenta.

Recuerdo el entusiasmo conque en estos días  lo hablaba en una especie de remembranza con mi vecino y amigo Pedro Botello, a quien  detuvimos un día en la calle para que nos diera alguna información sobre el personaje. Tratamos también con sus contemporáneos que lo conocieron bien. Don Matías Rodriguez fue una de esas personas serias que aglutinaron aptitudes dignas de ser valoradas por su honradez y verticalidad reconocida. 

Puede decirse con justicia y sin temor a equivocarse que don Matías Rodríguez, en el desempeño del trabajo que le toco realizar y en su actitud ante la vida, fue un hombre suficientemente formal, responsable, decente, callado, meticuloso al vestir, cualidades que le distinguieron. Así tuvimos la honra de conocer en nuestra juventud a este hombre de tantas virtudes en la vida. 

Ángel Matías Rodríguez Sumoza nació en la parroquia Las Mercedes jurisdicción del entonces llamado Distrito Zamora del estado Aragua el 2 de marzo de 1930. En sus pasos infantiles cursó hasta sexto grado en las aulas de la escuela Arístides Rojas de Villa de Cura  con notables maestros como don Víctor Ángel Hernández, quien con el correr de los años va a ser también su maestro musical.  Hasta allí no llegó su fase de formación educativa ya que se fue a estudiar y graduarse en la especialidad de Contabilista en la ciudad de Caracas. Después de llegar a ser un hombre hecho y derecho avanzó en esa dirección, con  el añadido de más de tres décadas de servicios prestados a la administración pública.

Se caracterizaba por su manera de manejarse eficientemente como escribiente, poseedor de una clara y cursiva caligrafía. En el Ministerio del Interior en la Dirección de Identificación Nacional fue rotando prácticamente por todas sus dependencias de servicio y finalmente le tocó asumir el cargo de Jefe de la Oficina de Identificación y Extranjería en la ciudad de San Juan de los Morros. Fueron más de tres décadas de servios a la nación, cuyo cometido llevó a cabo en ese ir y venir cotidianamente desde Villa de Cura con destino a San Juan de los Morros donde se le quería y se sigue recordando en muchos sectores de aquella ciudad.

Don Matías, además  de su sencillez fue un caballero cuidadoso al vestir y muy decente en el trato personal, por eso y otras cosas se ganó la consideración y el respeto de sus superiores y también de sus conciudadanos,  muy conocido tanto en La Villa como en la capital del estado Guárico, allí estaba siempre el hombre viviendo sus vicisitudes en el terreno de su labor.

Desde la Oficina de Identificación de aquella ciudad llanera le sirvió a mucha gente que acudía en busca de su ayuda para los trámites en esa dependencia, sirviendo con probidad, esmero y sencillez a la comunidad. Eran aquellos tiempos en que se daban y te respondían los “buenos días” y se decía “con su permiso”. En ese tiempo se desconocía esa lacónica respuesta de pésimo gusto, “Este trámite lleva tiempo. Pero yo sé como te sale en menos de un día”, que da rabia.

Cuando era joven además de su largo periplo como empleado publico, su gusto vocacional por la música fue también como un complemento en su existencia, se nutrió de la experiencia y conocimientos del violinista y director de orquesta don Víctor Ángel Hernández, de quien se instruyó  hasta formarse como trompetista. Aprendió también a ejecutar el saxofón bajo la batuta del profesor Germán Cordero Padrón en la Escuela de Música “Rafael Hernández León”, fundada en la década del 60 en Villa de Cura.  Como es sabido hay que tener vocación para aprender este arte y Matías la tenía de sobra. Cuando eso la ciudad era apenas  un pequeño ámbito pueblerino.

Desde cuando era un joven ya formado, en los días y horas de solaz descanso, cuentan muchas personas vecinos que lo escuchaban ensayar  su instrumento  por entre los solares de empalizadas,  entretenidas las familias con sus interpretaciones en los viejos corredores de las casas de la vecindad.  Yo en plena adolescencia me tope´muchas veces con Matías.

Matías Rodríguez provenía de una familia humilde de arraigada ideas católicas. Lo trajo al mundo doña  Ramona María Sumoza Reina de Rodríguez. Su padre fue don Leonardo Rodríguez González. Desde que era un párvulo supo de los cuidados y crianza de su tutora la abuela materna doña Josefa Antonia Reina de Sumoza, de familia muy querida y respetada en la hermosa y pintoresca comunidad de Nuestra Señora de Las Mercedes.

Don Matías tuvo tres hermanos varones: Ángel Alfonzo Rodriguez, Ángel Matías Rodriguez y el menor Jesús del Socorro Rodriguez "Chuito". ya fallecidos. "Chuito"  fue vendedor ambulante, fotógrafo, coleccionista de objetos antiguos y cineasta, reforzado con la venta discos de acetato. El maestro clave que le inculcó el arte del cine  fue el señor José Girlando, quien además de primer técnico de cine, fue columnista y cronista gráfico de la ciudad.

La música le viene a nuestro personaje por herencia  que pasa por una cantera de músicos de ancestro. Los Rodriguez estuvieron emparentados con el maestro Salvador Rodríguez, el cual  como es sabido ejecutaba maravillosamente el arpa y el joropo aragüeño  y cautivó con sus composiciones e interpretaciones los estados centrales,  Miranda, Carabobo, Aragua y el Distrito Capital.

Ángel Matías Rodriguez Sumoza contrajo nupcias con la villacurana Petra Matilde Aranda Girón de Rodríguez, de la unión de ambos nacieron cuatro hijos, dos varones y dos hembras.  Matías Enrique, el mayor, Ingeniero Petrolero graduado en EEUU, uno de los beneficiarios de las becas  de la fundación creada durante el mandato de Carlos Andrés Pérez denominada “Gran Mariscal de Ayacucho”. Desde que se graduó le abrieron las puerta en esa nación donde va a desempeñar la profesión. Le siguen  Asdrúbal Armando y luego Enilda Yakelin, graduada de Ingeniero Agrónomo y Doctora en Educación; y por último Solange Rodríguez Aranda, de profesión abogado.  Matías fue un dedicado y responsable padre de familia que supo combinar su función de trabajo de viajes constantes a otra ciudad, con la obligación de formar y darle una imperecedera educación  a sus hijos. Su viuda doña Petra Matilde Aranda gracias a Dios sigue agregando años en la majestuosidad y con el arrullo del paisaje villacurano.

Los nietos de Matías Rodríguez son Jacqueline Sophia, hija de Matías Enrique, y Alejandro, hijo de Asdrúbal Armando, médico de profesión actualmente viviendo en España,  este año 2019 cursando un posgrado en la Universidad de Salamanca. 

Don Matías Rodríguez fue un hombre perseverante con una extraordinaria hoja de servicio.  Con el paso del tiempo tanto sus facultades corporales como su salud fueron disminuyendo. Fuimos informados que un infarto fulminante acabó con su existencia. Dios decidió el final de sus luchas a la edad de 76 años cumplidos el 29 de enero de 2006 en Villa de Cura, la ciudad todavía discreta de mucha paz, la ciudad que junto a San Juan de los Morros fue parte de su batallar en la vida y el espacio que tanto amó. Nuestra razón de este escrito fue rendirle un homenaje de admiración y recordación a este ciudadano ejemplar.

Oscar Carrasquel. La Villa de San Luís, enero 2019



Fotos tomadas del álbum familiar
Reconocimiento: Al señor Pedro Botello que fue vena comunicante con la familia Rodríguez 

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