lunes, 30 de septiembre de 2024

AQUEL QUE LLAMABAN SAMUEL


 

AQUEL QUE LLAMABAN SAMUEL

 

                        Oscar Carrasquel

 

Adiós Samuel Alvarado

Lamento la tristeza del paisaje

por tu partida temprana

 

Lamento la congoja

y el silencio de la calle

El viento de los cerros 

Irá detrás de tu cofre de cenizas

 

En el tiempo que aflora

sufriste los dolores de la vida

 

Te canto porque fuiste mi amigo

en la comunicación

cuando nos veíamos al amanecer

 

Ya no eras el mismo de antes

golpe tras golpe, copa tras copa

de un frasco hasta dejarlo viudo

junto con tus compañeros

del edifico de puerta corrediza

 

Quedaste atrapado

Tendido en el campo de batalla

bajo la sombra  de La Alameda.

 

Ya no te buscarán

para llevar los aperos de los buhoneros

Ya no eres concierto de pájaro 

al amanecer

Ya eres tronco seco, hoja caída.

Tu alma huyó hoy al cielo..


                           La Villa 30-09-2024

 

 

domingo, 29 de septiembre de 2024

PEDRO MEJÍAS "EL POLLINO" DIGNO PERSONAJE DE MI PUEBLO

 

Pedro Mejías  en su carro  de raspao. En fecha 29-09-2024 murió su esposa doña Genoveva Flores de Mejías, a la edad de 93 años. Nuestras condolencias a sus  hijos, nietos, extensivo a demás familiares y amigos.



 Por Oscar Carrasquel



Los vecinos lo llamaban "raspaero". La preparación de este delicioso helado o "cepillado" es de antiguas civilizaciones, lo introducen los conquistadores españoles. Hoy venimos a referirnos a Pedro Mejías,  A evocar momentos de su vida. "Pollino", así le decían por cariño en una época cuando nadie estaba a salvo que le pusieran un sobrenombre,  y él nunca se ofendía ni se disgustaba,. Lo corroboramos con una de las anécdotas que contó un amigo: 

Cierto día ingresó con unos tragos a la casa de una señora que heredó el apodo de  "La Burra", entró de sopetón pidiéndole la bendición. La mujer sorprendida le preguntó porqué le pedía la bendición, Pedro le respondió: ¡Es que tú eres la asna y yo el  pollino!.  Así era el comportamiento de este personaje que siempre andaba de buen humor. La verdad que el trajinar  de Pedro Mejías en la vida no fue nada fácil, sino  incansable y de mucho sacrificio. 

Un hombre flaco, de cabellera  abundante, que le caía de un lado de la frente, delgado, con la dentadura curva sobresaliente. Hombre de pueblo, recto, sin torcer el rumbo. Se distinguió por realizar cualquier trabajo honesto que se le atravesara para lograr  sostener a su familia, de buen carácter. Fue muchos años vendedor de raspado, peón de almacén, alpargatero, botiquinero;. En los años 50  trabajó como repartidor, empujando un carretón de madera con el cual distribuía  los pedidos de  los almacenes para las pulperías. 

Se desempeñó como mesonero, para lo cual debía de arreglarse y vestirse con  ropa de sastrería  y corbata, para servir  las mesas en los celebres bailes  del Club  Social,  ubicado en la calle Miranda-  De paso fue mesonero del bar Savery, particularmente en celebraciones de bodas y fiestas de 15 años, siempre bajo la batuta de su cuñado Samuel Flores, uno de los barman más famosos que tuvo la villa..

Fue caletero a pulso en los almacenes mayoristas de don  Manuel Melo, Enrique Piñero y don Francisco Matute Ramos. Igualmente fue dependiente  del  Bar Palumbo,  un negocio que tenía adosado un salón de billar, ubicado por la calle Bolívar.  

Don Samuel Flores, quien mucho lo apreció y fue hermano de su esposa, le enseñó  el oficio de alpargatería, que desempeñó a su lado..Muchas veces lo veíamos andar por las calles pedaleando una bicicleta ring 28, entregando las docenas de alpargatas.
 
Un domingo decidió participar en una prueba ciclística de bicicletas de paseo, el 25 de agosto de fiestas patronales. Se metió medio "enratonado", pero  cansado de tanto pedalear en una de las vueltas cayó al piso con la bicicleta encima; pero se negó que lo llevaran al hospital, solo pedía: "tráigame una chicha de Gregorio". Esto lo contaba su amigo  el poeta J M Morgado en el "Cotejo Mocho". 

Formó familia con su esposa Genoveva Flores de Mejías. Habitó   una casa con su esposa y siete hijos (tres hembras y cuatro varones) en la calle Doctor Rangel de Villa de Cura, haciendo frente con la casa de familia de don Pedro Ezequiel González, quien fue su gran amigo.

Su especialidad era vender "raspao", frente a las escuelas, en el campo de béisbol; pero su parada habitual fue en la Plaza Miranda en la misma acera del "Cine Ayacucho", allí se estacionaba todas las tardes antes de la función de vespertina.  Fue un vendedor ambulante muy pulcro, usaba siempre una bata blanca  almidonada y una cristina militar color blanco. 

Recuerdo que acondicionó una moto de tres ruedas  con un cajón de metal donde llevaba las panelas de hielo y las botellas con jarabes de variados sabores. En definitiva Pedro,  encontró en la rutina de este trabajo la mejor forma de ganarse la vida y mantenerse activo.

Como es natural el hombre envejece. Pedro Mejías murió hace unos cuantos años, pobre pero apreciado por todo el mundo,.. Nada más grato que traer el recuerdo de este  personaje  y darle las gracias por sus cuentos y brindarnos el sabor de sus granizados..



Oscar Carrasquel. Villa de San Luis, Tricentenaria

Fotos cortesía de la señora Genoveva Flores 
diagraman por Ramón Alfredo Corniel.






JOSÉ CHACÍN "GARDELITO" MAESTRO DEL TANGO

  José Chacín "El Gardel Villacurano". Foto Editorial Miranda. EXPRESIÓN  9/1994

"Tango que me hiciste mal y sin embargo quiero"


                                           A mi amigo Ricardo "catire" Jaén, dedico


                                                        Por Oscar Carrasquel

 

Con gusto y emoción.  traemos a la crónica a la  figura de José Chacín. El don que Dios le dio, fue la de entregarle una voz pura, privilegiada. Tenía voz de barítono. Cantante de tangos y  milongas, lo que  originó el doble apelativo, “Gardelito” y el  “Gardel villacurano”, como se le decía.  Fue un personaje popular que formó parte de aquella cordial  Villa de Cura de las décadas del 50 y 60 del siglo pasado, que se nos fue en el vuelo de una gaviota. 

José Chacín había nacido en la población de Zaraza, estado Guárico hacia 1920,  Fue hijo de doña Ramona Chacín, y hermano de doña Anita Chacín, amigas de mi mamá.  Buscando la ruta del centro llegaron a Villa de Cura en 1935, cuando aún no había cumplido los 15 años de edad, era un chico muy dinámico.  Enseguida se incorporó buscando la  efervescencia de los juegos de pelota en la sabana de La Villa, ,y otras diversiones de aquella  juventud de entonces.

Los estudios escolares de Chacín fueron escasos, debió ponerse a trabajar para ayudar al sostén del hogar. Vinicio Jaén en la revista EXPRESIÓN  dice que, por penurias económicas hizo de mandadero en casas de familia pudientes, lo buscaban  para que entregara regalos de boda, y  con un azafate colgado del cuello fue  vendedor  de confites y maní tostado en el cine El Corralón. A los 18 años  aprendió a trabajar  de barman  en el reconocido “Bar Palumbo” situado en la calle Real (Hoy Avenida Bolívar). 

Sus compañeros contaban  que José Chacín, de tanto oír a Carlos Gardel,   Libertad Lamarque, Sara Montiel y Hugo del Carril, en películas y en grabaciones, le  fue  creciendo  su afición por la melodía Argentina. 

Pequeño de tamaño, sonrisa amplia como una centella. Siempre de buen humor. Arregladito al vestir, envuelto en pantalón de dril  y camisa manga corta, . La mayoría de las veces andaba a pie, otro día  se desplazaba por la calle dándole pedal a una bicicleta Raleig, que  alquilaba  en la Agencia de Bicicleta de don Ramón Delgado, diagonal a la Casa Amarilla o Casa de Gobierno.

Cantaba este genero musical en cantinas y arrabales, el pago era un palo de ron,. Formó parte de ese grupo de juglares, un emporio donde estaban los maestros del tango Juan Pancho Rodriguez, Vinicio Jaén Landa, Juan Bautista Alayón,  Antonio Martínez,  Juan Pancho Rodriguez, Andrés Delgado, Eladio Lovera,  Adrián Nieves y el recordado Martín González. Acompañados de las guitarras de don Esteban Nieves, el Che Julio Martínez y Carlos Parra. Se daban cita en la Panadería El Comercio. 

Se sabía un largo repertorio de los más afamados tangos de Carlos Gardel,  cantaba acompañado de guitarras o a la sordina. Una de sus rutas preferidas era la Parroquia Las Mercedes, donde  contaba con un grupo de valiosos amigos. Uno lo conseguía seguro en el negocio "Tango Bar" de don José Pérez. "el moreno porteño".

“La Comparsita”, “Mano a Mano”, “Las Cuarenta” “Melodía de Arrabal”, “Gira Gira”, “El Día que me Quieras”, “Amores de estudiante"  "Tus ojos de cerraron”, “Mi Buenos Aires querido”; fueron tangos que gemía. No interpretaba otro género que no fuera la música rioplatense. Cantaba en  actos culturales, celebraciones en familia, en la mesa de un bar, y en las inolvidables serenatas  de media noche para la madrugada. 

Nuestro fraterno amigo Vinicio Jaén  en plan de trabajo, de vendedor y cobrador por cuotas, para no viajar solo, lo contrató como ayudante, lo montaba en su camioneta Willys, y pasaban días en el llano, pernoctaban en la población de El Sombrero, estado Guárico. En las noche después de cenar cantando y compartiendo en casas de amigos.

El maestro Críspulo Gallo, director de teatro, le habían hablado del talento del joven cantor, le bastó con oírlo cantar una sola vez  y enseguida se lo llevó para su agrupación, bajo su guía, actuaba acompañado de piano, en las veladas artísticas en el cine “El Corralón”. Sabemos que el director de teatro lo presentaba como el “Gardel villacurano”.

El poeta y locutor  Vinicio Jaén lo presentaba en un estelar programa a las 8 de la noche en el espacio “Variedades Pampas”,  por las ondas de “Radiodifusora La Villa”,  De este pueblo que lo adoptó desde pequeño recibió las más consideradas expresiones de aprecio y cariño, por su trato , por ser un hombre sencillo y sin tachas.

Con el paso del tiempo, extrañamente por un desencuentro amoroso se vio atrapado hasta el cuello en una congoja sentimental interminable; su voz ya no era la misma,  Fue cuando  eligió una conducta exagerada con las copas de licor, como hundiéndose al fondo de un río, lo cual “lo llevó a una prematura muerte”,  según contó el poeta Vinicio Jaén.

Son muchos los abuelos de aquella Villa de Cura gentil que lo siguen recordando. José fue mi amigo personal  ,Gardelito vivió aferrado al tango  como ninguno, recuerdo como si fuese ayer, cantaba un tango o una milonga con los brazos abiertos insinuando que lloraba,.. Con José Chacín se nis fue  un pedazo del alma de bohemio..

Oscar Carrasquel. La Villa de San Luís, Tricentenaria

Auxiliar de este blog Ramón Alfredo Corniel.

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sábado, 28 de septiembre de 2024

PARA QUE NO SE PIERDA LA HUELLA AL JOROPO CENTRAL

Poeta José Manuel Valera, fundador de dos programas de radio.
 

                                                         Por  Oscar Carrasquel

Bajo el nombre de “Raíces del Joropo Central” y “Valera y sus Estrellas”, son dos espacios calientes con sabor a golpe, pasaje y revuelta de la música de la región central de país, los cuales cuentan con la simpatía de la audiencia de Radio Artesana 105 fm, los viernes y sábado, respectivamente,  contando con la inteligencia, la chispa, la producción y  animación del cultor y  poeta popular José Manuel Valera Lara, evocando el tiempo que se ha ido y el que se nos presenta. Como poeta  tiene una producción abundante, predominando la décima espinela, grabado por reconocidos cantores y arpistos del Joropo Central.

Es tal la situación por la crisis venezolana, que manifiesta confrontar problemas en el aspecto económico por la carencia de publicidad, para poder cumplir los compromisos con la radio. Es tal la situación, según lo ha dicho y reiterado el poeta  y locutor, que es necesario hacer algo, antes que vaya a sucumbir el programa. Para que dichos espacios no corran el riesgo de salir del aire a través del micrófono.

El llamado es para los amigos de esta tradición popular, en especial a las empresas publicitarias para que se le preste el apoyo necesario, a los fines que el productor  pueda continuar con ese  proyecto cultural. Es un sentimiento que atañe a todos los villacuranos amantes del joropo central, incluyendo a las autoridades de la cultura, y naturalmente a joroperas y joroperos del municipio Zamora.

Oscar Carrasquel. La Villa de San Luís, Tricentenaria, cuna del Joropo Central.

 

 

miércoles, 25 de septiembre de 2024

EL ESTELAR "CAMPO ELÍAS BBC" EN SUS MEJORES ÉPOCAS

 


                         Campo Elías BBC foto cortesía de José Saúl Rodríguez Infante


Campo Elías BBC equipo campeón en 1960.  Aparecen, Manuel Zapata, Francisco Matute Padrón, Pablo Rodríguez, José Ramón González, German Quero, Jaime Fuente, Luís Ortiz, Eustoquio Zapata, Anselmo Zapata, Luis Bello, Raúl Mendía, Ruperto López, Carlos Soto, Luis Aquino, Florencio Colmenares, Cecilio López, Madrinas Raquel Ortiz y  Rosa Licón. Foto cortesía de Pedro López.

                                              Por Oscar Carrasquel


La sección deportiva de nuestro blog registra en esta oportunidad una semblanza del  equipo de béisbol “Campo Elías BBC”, una divisa que  ha sido siempre un ejemplo para la juventud villacurana. Dan ganas de decir que es uno de los clubes de mayor tradición beisbolista calificado por la crónica y comentaristas deportivos  entre uno de los más organizados  de la Liga de Béisbol Aficionado del Municipio Zamora, Estado Aragua.

Ciertamente no contamos con investigación sobre quien o quiénes fueron los que intervinieron y pusieron empeño en su fundación. Se nos informa que  el aguerrido conjunto “Campo Elías BBC” se formó prácticamente solo, sin apoyo técnico y ante una marcada escaces económica; los mismos peloteros tenían que adquirir sus  uniformes, guantes, pelotas, bates y todo lo que necesitaban salía de su propio peculio, de colaboraciones individuales, rifas y aportes del pequeño comercio de Las Mercedes.

Siempre tuvo como sede la Parroquia Las Mercedes. Es bueno recordar que en una época ejerció como miembro de la Junta Directiva del Campo Elías la agraciada señorita Lina Díaz, vecina de la Parroquia. Naturalmente el principal entusiasta y presidente vitalicio del equipo  fue el señor Manuel Zapata, honesto comerciante que se ocupó mucho del auge de la divisa, todo un buen caballero y un ejemplo como dirigente del deporte en La Villa. Desde que le conocimos estuvo radicado con su familia en la calle Sucre. Don Manuel luchó bastante con este equipo, tanto en lo directivo como en la logística, Actuaba en su campo pero muchas veces  trasladaba a sus pupilos en su  camión Ford de barandas a los diferentes campos de juego en pueblos y ciudades donde el equipo tenía compromiso.

Sabemos que don Pedro Ezequiel González, destacado dirigente,  narrador y acertado  comentarista deportivo, fungió como una especie de delegado de equipo, quien adjetivó  a este conjunto “Bombarderos de Manuare”, por aquello de tener tantos  bateadores de poder toda su vida.  Así también ha sido adjetivado  en reseñas de prensa por el conocido columnista deportivo Víctor Martínez Rodríguez, por los narradores de los encuentros y la gran fanaticada villacurana.

Por cierto La Parroquia Las Mercedes ha producido una camada de peloteros buenos de verdad.  Se aprecia que casi todos tenían apodos. Por las filas del “Campo Elías BBC” han pasado peloteros que fueron destacados en  el mundo del béisbol aficionado, desde su fundación hasta la época actual, Anselmo Zapata “la cochina”, Raúl Mendía “camburito”, Rafael Rodríguez “caraota”, José Luís Quero “camaguán”, Emilio Delgado “bachaco”, Saúl Rodríguez, Cisco Ortiz, Luís Freites "perolera" Lorenzo Colmenares “conejo”, Rafael  Rivero “cuzio”, Ali Ortiz “pió pollo”, Germán Quero, Cecilio López “gallo enano”, Nelson Silva “cuacuá”, Rafael Colmenares, Alberto Parra, Félix Infante, Antonio Acosta, Vladimir Parra, Roger Rodríguez, Eustoquio Rodríguez, Martín Aponte, José Gómez, Manuel Moreno, Fernando Tabares “cachi”,  Danny Ríos, Freddy Méndez, Cesar Mejías, Henry Mejías, Gustavo Madera y Gulimar Rodríguez, entre otros.

El equipo “Campo Elías BBC”  prácticamente enalteció en varias épocas el béisbol en la Parroquia, ya se puede considerar como una referencia cultural y deportiva. Posee sus propias instalaciones en un paraje bucólico llamado Brisas de Las Mercedes, un sitio aledaño con la Parroquia Las Mercedes, siguiendo el mismo derrotero de la Manga de Coleo. Como se recordará el parque totalmente cercado, fue construido bajo la administración municipal del señor Luís Herrera, le fue designado el nombre de “Estadio Guillermo Infante”, en honor a la figura de este destacado pelotero nacido en Las Mercedes. Guillermo Infante que siendo juvenil fue integrante del célebre  “Ayacucho Star BBC” de Villa de Cura, campeón nacional en 1943. Actuó en la categoría doble A en Caracas y otras ciudades de Venezuela. Y después se destacó en el béisbol profesional venezolano actuando con el “Cervecería Caracas.

La divisa tradicional de Las Mercedes logró importantes galardones como  campeón y subcampeón  en beisbol clase “A”,;  representó a Villa de Cura en la capital aragüeña. En algunos juegos de carácter amistosos en los años 60, se llegó a medir con equipos de categoría doble A. Se dice que los triunfos terminaban en grandes reuniones bailables en la casa de la familia  Rodríguez y los López, a la hora de celebrar.

El  “Campo Elías” es un equipo que atrae a muchos fanáticos, especialmente la juventud. Nos indica la vieja memoria que un encuentro entre el “Campo Elías” y un equipo rival como “Las Tablitas” en el estadio de béisbol Ramón María Acosta, era un duelo memorable que movía pasiones, un espectáculo que llenaba las tribunas del parque, llovían las apuestas. Era similar como anunciar  un desafío entre “los eternos rivales”  Caracas y Magallanes.

El equipo “Campo Elías” lo completaba un grupo de bellas damas de la Parroquia como madrinas, seguro que recuerdan a la gentiles señoritas Concepción Rodríguez “conchita”, Yakelin Vina, Yoli Hidalgo López, Raquel Ortiz y  Rosa Licón, entre otras, quienes aupaban a su equipo inspiradas en los  frecuentes triunfos, así como lloraban  las derrotas que pudieran ocurrir.

Nosotros pensamos que de los hombres, los mejores animadores que respaldaron a esta divisa fueron Walfredo González Romero “media cuadra”, que junto con la presencia de Santos Terán; organizaban barras entre el público para vitorear y  seguían con verdadera pasión  sus múltiples competiciones en el estadio Ramón María Acosta. El otro fue Andrés Crespo el popular “cachicamo”,  lo vimos siempre exaltado de la alegría detrás del backstop, animando y vitoreando a sus pupilos.

Fue bastante positivo el trabajo de los técnicos y  manager que pasaron por esta divisa en diferentes etapas. Este equipo de béisbol fue dirigido por el profesor Carlos Soto, Guillermo Infante, manager y asesor de este equipo; Saúl Rodríguez López, Raúl Mendía.. El último de los estrategas fue Carlos Rivero “Mata Vaca”.

Este equipo de béisbol de larga tradición construyó su propia historia deportiva, Sus actuaciones en su paso por este deporte le valieron diplomas, trofeos, placas y demás reconocimientos en juegos estadales y municipales.
 
La divisa "Campo Elías" en los últimos años marca una nueva experiencia, incursionando en  la disciplina del softbol, interviniendo  en la categoría masculina de la tercera edad, una liga para mayores de 40, y otro contingente  para más de 60 años de edad.

Para la gran mayoría el “Campo Elías BBC”  merece tomarlo mucho en cuenta al escribir lo concerniente a la historia del béisbol amateur en el Municipio Zamora. Un combinado orgullo del Municipio Zamora que proporcionó inmensas satisfacciones a la afición deportiva villacurana.

.Oscar Carrasquel. La Villa de San Luís. Tricentenaria

Corrector de fotografía  Ramón Alfredo Corniel.

 


sábado, 21 de septiembre de 2024

RECORDANDO UN JUEGO QUE NOS BRINDÓ MUCHAS EMOCIONES


 
Juego de Metras. Cuadro del pintor Carlos Martínez "Cejota"
corregido por laboratorio de Ramón Alfredo Corniel

          

                                               Por Oscar Carrasquel

 

Del juego con metras se dice que, es el más longevo de la humanidad. Investigadores en Google afirman que se encontraron estas esferas en una fosa del Antiguo Egipto de hace 3000 años. La memoria es el archivo con que contamos, donde se preserva como en un chip muchas anécdotas y episodios lejanos relacionados con este juego.

Esta vez les voy hablar sobre ese tradicional juego de nuestra niñez. La historia relata que el juego con canicas lo trajeron a las costas venezolanas en la época de la colonia. Este juego de nuestra niñez y juventud no tiene temporada fija, como si tiene el trompo y el papagayo que se utiliza en Semana Santa;  se juega metras durante todo el año.

Uno se instalaba a jugar metras en cualquier rincón; a la hora del recreo en la escuela primaria; cuando íbamos a llevar las arepas a la bodega; a la salida de clases, a la salida de la misa dominical. Al evocar la infancia, me acuerdo que a mediados del siglo xx, solíamos jugar metras en el solar de la casa de doña Rosario de Lasaballet,  entre un grupo de varones  que vivían en la cercanía, bajo la sombra de un enorme árbol. Recibíamos regaños porque la regla no permitía jugar hembras junto con varones. 

Recordamos que el compañero Héctor Lombano el popular "Casunga", colocaba la cesta con las empanadas en la acera, y se ponía a jugar metras en la calle. Lo que hacía enfadar a la niña Josefita Pineda, quien batallaba haciendo las doradas empanadas en un tarantín, para que el muchacho las sacara a vender.

Cómo no recordar  cuando vivíamos en la calle Urdaneta norte, conocimos a un chaval  que  se radicó en la Villa en compañía de su adorada madre,  y con ese cariño natural que tenemos los villacuranos, los compañeros  le asignaron el mote de  "chapita" (porque era muy hábil jugado chapita). Entre  sus  métodos agarraba tierrita y con tino le  pegaba a la metra del contrario "uñita" y "volao", también existía "pepa y palmo" y "huequito”.

El joven se  sabía todas las picardías y triquiñuelas por eso nunca perdía. Era muy dificil ganarle...Cuando  los resultados no le eran favorables, entonces arrebataba,  le pasaba la mano al "guache" o al "círculo",  al mismo tiempo que pronunciaba la palabra "huelga"; y en  ocasiones utilizaba otra, "cotitumba".  En el lance se apoderaba de las metras de todos los jugadores.. Los más pequeños  quedábamos como en la cédula, pensando que un reclamo  podría convertirse en agresión. 

El chaval se ufanaba de  poseer un  envase  donde viene la leche en polvo de cinco libras, llena hasta el tope de metras. Y para que no le descubrieran,  hundía la lata entre un hueco en el patio de la casa que habitaba. Nadie, ni siquiera la madre se percataba de su pecado. Nunca pudieron regresar del fondo de la tierra.

Porque vamos dejando se ser niños les dimos de baja, nos olvidamos de ellas,  le perdimos la ilusión a las metras.  No se han dado cuenta que ahora las piñatas no llevan  las pulidas esferas, .tampoco la reparten como souvenirs en una fiesta de cumpleaños.

Ahora tampoco vemos  al muchacho cargando en la mochila escolar una malla con metras,  ni jugando una partida en un recodo de la ruta .  Cuando un niño comienza a tener sentido de pertenencia  se le escucha decir: al regresar del colegio “Papi, viene  mi cumpleaños, quiero que me regales  un celular o una Tablet con Internet”.. Nunca jamás se nombraron las cordiales metras con las cuales construimos nuestras primeras emociones.

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Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis, Tricentenaria. 

 

martes, 17 de septiembre de 2024

EL PROFESOR RAÚL AULAR FLORES CONVALECIENTE DE UNA OPERACIÓN

 

En la foto profesor Raúl Aular junto a su esposa


                                                         Por  Oscar Carrasquel

La página  esta vez se ocupa en su contexto de registrar una noticia de sensibilidad especial, por tratarse de nuestro apreciado amigo profesor Raúl Aular Flores. Debo informar que, como consecuencia de un accidente doméstico, en fecha reciente, el profesor Raúl sufrió una caída con fractura en el hueso de una pierna, lo que ameritó  una intervención quirúrgica, la cual le fue realizada en el Hospital Militar de la ciudad de Maracay, por ser el educador y escritor, miembro salido de las Fuerzas Aéreas de Venezuela (FAV). 

Un gran amigo con quien cultivo una sólida amistad desde cuando éramos niños, el cual tiene la costumbre de plasmar sus refrescantes crónicas entregadas a través de las Redes Sociales en su cuenta de Facebook. Columnista de la revista Expresión y compañero articulista en las páginas del periódico El Vigía. Como educador Integró el personal docente del Liceo Alberto Smith, de largos años de trabajo  hasta alcanzar su jubilación..

Uno de sus más recientes libros se titula “Analectas Pedagógicas”, en cuyos capítulos- registra aconteceres de la vieja Villa de San Luís, de la que nos sentimos orgullosos de pertenecer. Tengo entendido que publicó en físico otra obra literaria .

Raúl Aular Flores villacurano de corazón tiene a Villa de Cura en lo más profundo de su ser, nacido el año 1939 en la calle Curita, cuando la calle era de ripio, donde el viento sopla con fuerza la copa de los árboles; en Puente de Hierro, enfrente de la Plazoleta Ayacucho,. con sus jardines y esa tierra que regaba con una poncheras su hermana la poeta Ana Belén..

Para contento de quien escribe, de sus incontables amigos, aquellos bachilleres y sus colegas, el profesor Aular Flores fue dado de alta, de lo cual me entero el lunes 16-9-2024, y se encuentra en reposo pero en franca recuperación, bajo cuidado facultativo y protección familiar allá en Maracay..

Su esposa María Delgado de Aular, con quien logro comunicación, pudo contarme que su marido todavía está lento para oír y hablar, que la recuperación tardará un tiempo, para luego iniciar la fisioterapia pos operatoria. 

Yo no me cansaré  hermano-paisano, de invocar al Dios altísimo y a la Virgen María de Lourdes, por tu total sanación.

Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis, 17 de septiembre 2024

lunes, 16 de septiembre de 2024

LAS HERMANAS POLEO ADALIDES DE LA EDUCACIÓN INICIAL

 



                                   Por Oscar Carrasquel

 

Ha sido reiterativo oír hablar  sobre  la calidad de la educación  actualmente en Villa de Cura, y del "porqué" ahora  los muchachos en la Escuela Basica publica  reciben  clases  solo dos días  a la semana (dos horas de dosis)...El no encontrar repuesta a ese “porqué”, nos obliga a desarrollar estas breves reminiscencias de hace tres cuartos de  siglo atrás, desde cuando se crearon aquellas escuelas que recibieron el nombre de Escuela Unitaria, incluso, aquellas privadas que fueron establecidas en un salón de una casa de familia.  Autorizadas por una ley y su reglamento. que fueron un éxito, atribuido a la inteligencia del maestro  Luís Beltrán Prieto Figueroa. 

Debemos ponderar positivamente la dedicación de las maestras, que tuvieron que cumplir un maratón de doble turno, un menú de tres horas en  la mañana y volver dos horas en la tarde,  teníamos los muchachos que asistir a clases  dos veces al día.

El ejemplo claro lo tenemos en la escuela fundada por las hermanas Poleo, que abrieron en su domicilio, la cual estaba ubicada en el barrio Las Tablitas,  al final de la calle Bolívar y Villegas, en el cruce con la calle Guárico, en lo que se ha dado en llamar la Caja de Agua.

Las hermanas Poleo respondían a estos nombres, la niña Jesusita Poleo y la señorita Miguelina Poleo. El pago no pasaba de dos bolívares mensuales,  un lápiz mongol y un cuaderno de dos rayas que debía llevar el alumno. Fueron mujeres que lucharon con fuerza de voluntad y las ganas que se llevan en el corazón.. Cómo sería el temple de esas maestras Preceptoras, que parcialmente conocían el proceso educativo del ME, algunas apenas poseían  un Certificado de 6to grado,  su emprendimiento fue por el amor a  los niños y su formación. Se aprendía  a leer correctamente, a escribir, matemática, ortografía  además de otras materias como es la urbanidad y el contexto básico de la historia.

Es bueno recordar que en el proceso de inscripción del nuevo año escolar en septiembre, el muchacho era admitido por la Escuela Federal Graduada,  para el aula de 3er grado de una vez, en virtud de que  iban bien formados moral y cívicamente. 

Entre otras de sus labores cotidianas, {as Poleo  daban clases de catecismo a hembras y varones, para que hicieran la Primera Comunión. Era una familia muy católica. Hace falta mencionar a  Pedro Pablo  Poleo,  que se caracterizó como dirigente de Copey y gestor de un despacho de abogados.

En esta casa ancha se veneraba  a la Santísima Virgen Rosalía de Palermo. La talla no llegó producto de una compra, vino de la familia Matos, que la donaron junto con el altar a la Niña Jesusita Poleo, la imagen era adorada en la vida familiar y por el creyente cristiano del entorno. La señorita Miguelina Poleo sabía el oficio de costurera. Le dedicaron tiempo a la artesanía. Ellas fabricaron las muñecas de retazos de trapo, en esa etapa difícil de poder acceder a una muñeca de las que caminan y lloran.

Estas indagaciones se originan buscando en la memoria de testigos excepcionales, que  cimentaron su educación y la de sus familiares en la escuelita de las hermanas Poleo, y todavía llevan la institución educativa en su corazón. Son tantos los abnegados villacuranos  que desfilaron por este colegio, cuando andaban por los ocho años de edad, entre tantos mencionamos a Gladys Ybarra Ortega, Salvador Carrizales, Trina Carrizales, Lucía Carrizales. 
Son tantas las veces que hemos oído nombrar a la Niña Jesusita Poleo, directora de la escuela con un conjunto de cualidades, que la podríamos definir como una leyenda de la educación inicial en Villa de Cura.

Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis, Tricentenaria
Foto y recopilación de información  Ramón Alfredo Corniel 

 

 

miércoles, 11 de septiembre de 2024

SITIOS EMBLEMÁTICOS LA PEÑA ÑA CIRILA

                                               Foto  tomada por Ramón Alfredo Corniel


                                                                    Por Oscar Carrasquel


La leyenda y el relato forma parte de la historia y de la cultura tradicional.. Si eres nacido en la urbe o hace tiempo resides  en  Villa de Cura, deberías saber  en qué sitio se ubica "La Peña de Ña Cirila", Yo la oigo nombrar desde los días de mi niñez y juventud,  pasar por el frente  era una aventura; queda por los predios de la  “Caja de Agua”, sector Las Tablitas al sur de la ciudad.

Esa calle enripiada hasta hace poco se llamaba calle Guárico. En tiempo presente identificada  como calle Rafael Bolívar Coronado.  Hace algunos años, uno de esos viajeros de la vida  me echó el cuento completico  y quedó en mis sienes. 

Allí en ese sitio específico se avistaba una gran roca azul  que parecía  que se había venido rodando de la cumbre, recostada al borde del cerro “El Vigía”. Sembrada a la vera de un camino solitario,  también había un buco o corriente de agua que bajaba del  cerro. A poca distancia hacia la parte alta de la doctor Manzo, hasta no hace mucho, se miraban las tumbas de un cementerio abandonado entre unos grandes matorrales que formaba parte del paisaje. 

Hoy ha cambiado mucho, ahora se encuentra surcado por calles de asfalto y casas de cemento y bloques y el pueblo transformando en ciudad.  Se aposentaron muchas familias vecinos de los barrios La Represa y Las Tablitas.  Respecto a la gran roca, ignoramos  a donde fue a parar.

Cuenta el amigo del relato que, por estas  soledades  a finales de la década del 40  llegó una humilde mujer cargada con sus aperos, vestida con atuendo andrajoso, senil pero con gestos parecidos a una  “loca”, caminando sola por esos senderos verdes. Descubrieron los que habitualmente utilizaban ese pasadizo, que su nombre era CIRILA.  Este camino real conecta con la extensa sabana de la villa, transitada por arreos de burros y carretas de mulas. 

Nunca se atrevió a decir cuál era su verdadero nombre, ni tampoco de dónde procedía. Se cuenta que la  señora, apilando troncos y ramas de palos y ramos del bosque, acondicionó una  grieta  de la piedra para que  le sirviera de refugio. Dicen que la dama  comía y se vestía por la caridad de la gente.

En un tiempo se volvió de carácter irascible. CIRILA no paraba de fumar cigarrillos,  sin tregua tarareaba canciones infantiles que le venían a la mente. Jugaba con muñecas de trapos que le hacían las hermanas Poleo. Según me cuentan, conversaba sola. Se enojaba con algún vivo que le tocaba la puerta de lata donde dormía y cocinaba, le profería  insolencias y frases que no se pueden  repetir. Vale la pena recordar que. ella no le gustaba que le llamaran Ña Cirila

. ---Diganme más bien "Ña mierda"

La piedra azul quedó clavada en las entrañas del cerro como un icono de eterna recordación,  poblada de tantos recuerdos y leyendas, enriqueciendo el paisaje. De repente La PEÑA desapareció del mapa, abandonó CIRILA su morada, se perdió  como un rocío mañanero cuando repunta el sol; sin embargo, después de largos años, LA PEÑA ÑA CRILLA  sigue existiendo como recuerdo inolvidable. Se ama al terruño, pero también a sus espacios emblemáticos.

 Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis,Tricentenaria

 

martes, 10 de septiembre de 2024

EL SEGUNDO SÁBADO DE SEPTIEMBRE DIA MUNDIAL DE LA AREPA

 

 

Por Oscar Carrasquel

 

En ocasión de celebrase el Día Mundial de la Arepa, queremos referirnos a  este alimento esencial  en la mesa de la familia venezolana. Remitirnos a  mucho antes que comenzara el boom de la harina precocida para la elaboración de la arepa. Según algunos historiadores los indios Cumanagotos fueron los primeros en iniciar su preparación.

En la década de los años 50 en adelante fue costumbre generalizada en nuestras vecindades de Villa de Cura, la hechura hogareña de arepas, para vender de casa en casa o para ponerlas a consignación sobre una cesta en aquellas pulperías antañonas de mostradores de madera forrados de hojalata.

Hubo mujeres muy hacendosas en La Villa que su labor consistía en hacer arepas asadas en cantidades,  la colocaban en un canasto tapado con un blanco mantón para mandarlas a la bodega. En aquellos días vendían siete arepas  recién salidas del budare  por medio (0,25). Fue una actividad doméstica que se propagó en aquel tiempo en  todos los sectores populares de Villa de Cura. Humeantes las buscaba la gente para disfrutar en el desayuno con suero de leche, mantequilla Maracay y queso fresco llanero.

Recuerdo que muchas mujeres amas de casa se dedicaron al oficio, pilaban el maíz en concha; lo cocinaban en la noche en un fogón de leña. El siguiente día dejaban el lecho de madrugada y con el primer cantío de gallo, se dedicaban a moler el grano; o  bien se subían una lata de  maíz cocido a la cabeza para llevarlo al molino de los hermanos Savery,  ubicado en la calle Leopoldo Tosta, entre calle Real y calle Comercio. En el negocio de don Pancho Parra en la calle Sucre también se molía el maíz.

Hacedoras de arepas para venta de  vieja  tradición fueron muchas, pero llegan hoy a nuestra memoria los nombres de Petra María Lugo, María Abas, María Vera, Carlina Padrón, Gladys Padrón, Ludovina Linero, Carmen Castillo,  Julia Castillo, Isolina Zerpa, Enma Corrales, Belén Soto, Luisa López, Margarita Soto, Hercilia Silva, Ligia Romero, Consuelo Romero, Sebastiana Sosa, Concepción Barrios, Rosita Flores, Encarnación Méndez Flores, Cecilia Palacios, Luisa Montezuma, Teresa Sojo, Luisa Sojo, Anastasia Pérez, Carmen Díaz, Matilde Blanco, María Morales, Carmen Almeida, Cupertina Lugo, María de Carrasquel (mi mamá) y otras, la lista es larga. 

Y  sobre eso de vivir de la fabricación de arepas para la venta, traigo   emocionado recuerdo de una matrona que fue un icono del oficio en el barrio Las Tablitas, se trata de doña María de Jesús Esaá,  pobre como todas. Según me contó  uno de sus nietos, el amigo Julián Rojas, su abuelita  María de Jesús suplió los encargos de arepas a las contadas familias ricas de Villa de Cura, "Cuando yo era un muchacho  repartía los pedidos, ocho arepas recien salidas del budare por un real"- 

Quizás muchos de ustedes no conocieron " La Arepa Tostada" del señor José Rafael Hernández, el popular "J R", La técnica culinaria de “J R” consistía en hervirlas en leche, luego las llevaba al sartén revolcadas en harina de trigo, la  fraccionada en cuatro partes, rellenaba con queso parmesano rallado, y las arropaba con abundante salsa de tártara  española.

La tostada la cobraba en un real (0,50). El fraternal  José Rafael  laboró muchos años en el negocio de don Pedro Salvatierra, ubicado frente a la plaza Miranda de Villa de Cura, al lado de la Comandancia de Policía, y tiempo después llevó la arepa al  "Bar El Teide" en la calle doctor Urdaneta, entre calle Bolívar y Comercio.

La “Arepera La Única”, fue la primera  en abrir en La Villa, en ofrecer la arepa rellena con carne desmechada, pollo, cabeza de marrano, queso amarillo,  asado de ternera, mejillón y huevos de codorniz. Este establecimiento funcionó en un local de don Narciso Pérez Acosta en la calle Comercio, cruce con doctor Urdaneta. La citada arepera fue fundada en 1955 por el isleño Domingo Dorta Ramos; se oyó decir que después la traspasó a su hermano Agustín Dorta Ramos. La “Arepera La Única” trabajó desde 1955 hasta 1962  con maíz pilado, sancochado y molido, hasta que se expandió la industria harinera..

Particularmente pienso que las reina de las arepas, es la arepa de, maíz pelado. Una experiencia inolvidable eran  las inconfundibles que molían y amasaban las laboriosas manos de la siempre recordada doña Agripina de Ysaya en Villa de Cura. Yo tuve la oportunidad de degustar las que hacen en la Península de Paraguaná, igual a las que nos acostumbraron. 

La  mujer venezolana de diferentes profesiones u oficios, regadas en el mundo, decidieron promover el consumo de arepas en todas las latitudes donde se encuentran, en negocios de comida. “La organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) aprovechó el importante rol que tiene la arepa venezolana y la incorporó como estrategia de seguridad alimentaria y nutricional”, así lo describe Alexis Bonte representante de la FAO.  ..

Oscar Carrasquel. La Villa de San Luís, Segundo sábado de septiembre.  


lunes, 9 de septiembre de 2024

SEMBLANZA DE DON PEDRO EZEQUIEL GONZÁLEZ.

 

 

Por Oscar Carrasquel

 

Personaje importante para reconocer sus atributos, hombre trabajador, dirigente del deporte, ejerció el periodismo escrito, narrador y comentarista de béisbol, y excelente amigo, cualidades que lo adornaron en vida. Así era don Pedro Ezequiel. Fue bastante prolija la existencia de este legendario pilar villacurano, cuyo nombre completo era Pedro Ezequiel González Martínez. Tranquilos y felices debieron de transcurrir los  años de su niñez  allá en el hogar de sus padres  en  la calle Comercio, sector La Alameda Crespo en la Villa de San Luis de Cura donde vino al mundo. 

Realizó estudios de primaria en su pueblo natal, en la Escuela Basica Arístides Rojas. Estudió Contabilidad y otras asignaturas de la carrera de Comercio en la Escuela de Artes y Oficios de Villa de Cura, hoy Instituto Leoncio Martínez

Nació en Villa de Cura el Día de San Ezequiel, el 10 de abril de 1921.  Sus padres se llamaron don Arístides González y doña Josefa Matilde Martínez Peña. Los hijos habidos de esa unión fueron cuatro: Pedro Ezequiel González, Josefina González, casada con don Julián Martínez; Irma Aminta González, casada con don Luis Manuel Botello Rumbos, y la menor  Yolanda Guillermina González, ésta última no tomó estado, ejerció las artes gráficas en la Tipografía La Esperanza de don Rafael María Díaz.

Su padre don Arístides González era un modesto comerciante que fundó una pulpería de aquellas  cuya estantería de madera llegaba hasta el techo, además vendía comida preparada, ubicada debajo de una arboleda de samanes y bosques de árboles frutales en la Alameda Crespo.

Pedro Ezequiel González casó el año 1939 con la villacurana Hilda Romero de González. De esta unión nacieron: Pedro Domingo, Juan Vladimir, José Arístides, Walfredo de los Reyes, Dadila Yajanira, René Alcibíades, Vladimir, Rosa Matilde y Rebeca del Rosario. Don Pedro Ezequiel fue padre también de nuestros amigos Ivonne Peña, Pedro Baltasar Peña, Demóstenes Argimiro Peña e Iris Peña.

Muy útil y bondadoso en el amor por los niños y diciendo "presente" como animador de una vendimia o un acto a favor de una persona necesitada, solo con espíritu de servicio. En lo particular, don Pedro Ezequiel siempre fue un hombre sencillo de trato cordial, campechano, con la fe puesta en nuestro divino Dios. 

Durante su provechosa existencia desempeñó el oficio de bodeguero.  Su padre lo encaminó  a abrir una bodega de aquellas de la ñapa y el fiado; su esposa Hilda, especialista ella en el cuido de sus hijos y el hogar también lo ayudaba en la atención del pequeño negocio. El establecimiento fue fundado en la calle Padre Jiménez, es decir en lo se conoció después  como esquina  “La Muchachera”.

Fue un  hombre siempre aferrado a su trabajo con el cual pudo sostener y levantar a su familia, poseyó una elegante caligrafía y mejor ortografía, sabía manejar la máquina de escribir con dos dedos .  Ejerció como facturador de despacho y receptor de mercancías en  el almacén de don José Rafael Hernández Pérez, también trabajó en otros establecimientos como Contabilista.

Su inteligencia lo llevó al periodismo, colaboró como columnista en la Revista Expresión, el quincenario El Vigía, El Unitario y en el periódico humorístico “El Cotejo Mocho”  en sus páginas suscribía una pegajosa columna humorística titulada "Con la piña debajo del brazo". Corresponsal deportivo de los medios de la región. Sus crónicas deportivas y sociales siempre fueron frescas, firmadas con el seudónimo PEGOM. Tuvo la fortuna de tener amigos a gente relacionada en el mundo de la cultura y Comunicación Social, con: Jesús Ghersy, Parminio González, Jesús Bandres, Luís Evaristo Ramírez,  Luís Alberto. Contreras, Federico León Torres, Carlos Cortez Mota, Raúl Osorio, José Eugenio Carrasquel, Inocencio Adames Barrios, Inocencio Adames Chencho, Rafael H. Medina, Tito Sierra Santamaría, Oldman Botello (su sobrino), Miguel Quintana Delgado, y el periodista y  educador gracitano Próspero Infante, entre otros.

Era muy buscado para organizar y promover eventos deportivos.  En los mejores años de su vida jugó  béisbol amateur con los equipos siguientes: “San Luis BBC”, “Los Nueve BBC,”. Participo en la disciplina de softbol  con el equipo “Los Eternos”. Fue fundador de los equipos de softbol "Los Halcones" y "Piratas".  Participó en las llamadas "caimaneras", en las cuales figuró  como pitcher y defensor de la tercera almohadilla, y temible en una caja de bateo.

Atraído por la política y  su vieja  militancia  en URD, tuvo amistad y vínculos con dirigentes de partidos en la clandestinidad,  por ese motivo sufrió persecución y detenciones del régimen totalitario perejimenista. En 1958 recién salido de la Cárcel Pública, formó parte de la llamada Junta Patriótica de la democracia. En una de aquellas elecciones claras fue Presidente de la Junta Electoral Municipal de Zamora, y en otra ocasión designado Secretario de la Circunscripción Militar.

Por sus múltiples conocimientos y acumulación de méritos fue designado Administrador de Rentas Municipales del Distrito Zamora, por la Cámara Municipal presidida por el señor José Tomás Ojeda. Y desempeñó otras funciones en el Ayuntamiento..

Se trata de alguien que no cursó estudios superiores. Escribiente,  empapado con la teoría de leyes y códigos. Un hombre que acumuló dilatados conocimientos en la jurisprudencia.  redactaba todo tipo de documento, traspasos, venta, contratos. Con el asesoramiento de eminentes abogados de Villa de Cura, San Juan de los Morros y Maracay, montó una Gestoría para trámite en Tribunales y Notarias Públicas. Abría la puerta de su oficina todos los días laborables. Bien temprano se levantaba a comprar los periódico del día, El Siglo, El Aragüeño, El periodiquito y El Nacional, que leía íntegros.

Laboró como Secretario Ejecutivo  de la Cámara de Comercio y Producción de Villa de Cura; funcionario de la Asociación Agropecuaria del estado Aragua, capitulo Zamora, y secretario de la Asociación Regional de Ganaderos del Distrito Zamora.

Se destacó en la narración deportiva y en el rol de comentarista desde la caseta de trasmisión del estadio Ramón María Acosta. En aquella oportunidad fungió de mentor de la gran mayoría de narradores de béisbol reconocidos, José Alí Moleiro, Francisco Matute Padrón, Víctor Córdoba, Eleazar Rodríguez Vargas, Eladio Piñango, Bernardo González y Juan Manzano. Don Pedro también trasmitía las incidencias del tradicional deporte de las bolas criollas.

Por su gran experiencia participó muchas veces como organizador de torneos de béisbol locales en todas las categorías, no hay que soslayar que el béisbol villacurano tomó fuerzas con sus valiosos conocimientos. Fue designado por el IND  Comisionado de Deporte y ocupó la presidencia de la Liga de Beisbol Amateur del Distrito Zamora, Siempre pudimos oír  frases de respeto y  admiración hacia él, de la profesora Carmencita Hernández Paradisi, una figura muy reconocida   en la dirección  del deporte venezolano y suramericano.

Pedro Ezequiel se hizo acreedor de placas, diplomas y reconocimientos, por su gran labor deportiva. por la organización de diferentes torneos y campeonatos distritales. En las paredes de su oficina exhibía algunos diplomas. Pero además fue animador de las fiestas patronales San Luis Rey, Pasó por la Parroquia Las Mercedes en donde se dedicó a trasmitir y cubrir todas las actividades del equipo Campo Elías BBC

Orador de un ceremonial y presentador en actos públicos y eventos culturales y deportivos. Humorista  privilegiado y contador de chistes en el compartir entre amigos. Más de una vez fue  redactor del documento testamentario de la quema del traidor Judas Iscariote al final de la Semana Santa, rodeado de muchas jocosidad. En Villa de Cura y otras ciudades cosechó innumerables amistades y compadrazgos.

Cristiano católico, esa fue siempre su manifestación espiritual, por ello no era raro distinguir su presencia cuando se dirigía a la Iglesia San Luis Rey a la  Eucaristía. Nunca ocupaba asiento en los bancos del templo, siempre se le veía llevar una silla plegable de aluminio. Quién no lo va a recordar en las procesiones de Semana Santa y la Peregrinación, acompañando los actos de la Iglesia.

Un fin de semana se iba de parranda con sus amigos para alegrar el espíritu. Una de sus virtudes es que poseía una super voz para el canto, con un variado repertorio, le fascinaba cantar la pieza "Agonía" de Manuel Bandres; cantaba en espectáculos públicos y reuniones de amigos, además aficionado a dar serenatas a la  hermosura de la mujer villacurana, Muchas veces lo grabamos en cassetes, acompañado por las guitarras de Esteban Nieves y Carlos Parra, además  del cuatrico de Gustavo Niazoa “Chingolo” .

Don Pedro Ezequiel  tenía gusto por las bromas. En cierta ocasión, un grupo de vecinos le fueron a solicitar la firma para protestar,  porque abrieron una Tasca a cincuenta metros  de su casa,  les respondió que no, porque ya había firmado para que la pusieran. Esta anécdota la contó  en la Peña su compadre el poeta J M Morgado.

Le doy gracias a Dios por haber cultivado con su persona una estrecha  amistad, feliz de quererlo, juntos fuimos hacedores de aventuras. Por siempre lo recordaré con gratitud. 

Pero como el tiempo lo pone es Dios. Su muerte por causa natural se produjo el 17 de noviembre de 1995, había cumplido 74 años de edad. fue acompañado hasta su última morada por sus amigos entrañables y una manifestación de duelo colectivo, Nosotros sentimos profundamente su ausencia,  

Oscar Carrasquel, La Villa de San Luis, Tricentenaria

 

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